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EN POS DE LA LIBERTAD

Enrique Flores Magón

IMPOSIBLE OTRA VEZ



En el presente número de Regeneración hemos tropezado con las mismas dificultades que con el anterior: las entradas de dinero han sido tan terriblemente cortas, que nos fue imposible nuevamente publicar otro grabado de los dibujos de la inspirada pluma de nuestro compañero Nicolás Reveles.

Tal parece que las llamadas fiestas de los Christmas y las venideras de Año Nuevo, han hecho que nuestros hermanos de cadenas olviden que este periódico no puede vivir si no tiene ayuda.

Siendo Regeneración un periódico netamente doctrinario y de combate, no tiene más fuente de ayuda que la que le presten sus simpatizadores y amigos. Si fuese periódico burgués tendría la vida asegurada largamente con tantos anuncios que se nos ofrecen diariamente de todas partes de este país; anuncios que son bien pagados y que por sí solos pueden sostener el periódico con vida; que nosotros no aceptamos, tanto porque no queremos distraer espacio que es más valioso dedicar a la propaganda, porque no queremos, siendo enemigos del sistema capitalista, ayudar con la publicación de esos anuncios a los explotadores del proletariado a enriquecerse más, buscándoles marchantes en las columnas de este periódico.

Cada semana hemos estado teniendo un deficit de unos veinte o veinticinco dólares en nuestras cuentas; y las entradas han sido tan espantosamente pequeñas, que la renta del local que ocupan estas oficinas, $25.00, que debíamos haber pagado ya desde el primer dia de este mes, aún no lo ha sido, a pesar de que estamos ya a veintitrés de diciembre y que los burgueses dueños de la casa amenazan con hacernos desocupar el local si no pagamos pronto y si las siguientes rentas no se cubren cada dia primero.

En estos momentos tenemos los siguientes recibos por pagar: el cliche del N° 216, $5.38; renta del mismo local que tendremos que pagar a los tres o cuatro días después por el mes entrante de enero, $25.00; renta del apartado postal por el primer cuarto del año entrante, $2.00; papel de la presente edición del periódico, $12.60; renta de la máquina de escribir, por dos meses, ya vencidos, $10.00; renta del teléfono, por dos meses ya vencidos, $5.75. Total: $85.75, que tenemos que pagar prontísimo o nos arrojan de este local, nos quitan el teléfono, se llevan la máquina de escribir, nos cierran el cajón del apartado de correo, no nos dan ya más papel para el siguiente número del periódico, ni podemos publicar otro grabado. Y en estos momentos el periódico no tiene más que un dolar y centavos por todo capital. ¡Ni para la tinta que se gastará en esta edición!

Lo más terrible de todo, y que nos preocupa sobre manera, será que nos arrojen los burgueses del local que ocupamos. Imaginaos el trastorno que ocasionaria tener que buscar un nuevo local para la imprenta y tener que desmontar aqui las máquinas para montarlas allá, tener que pagar costosos viajes de mudanza, etc., etc.

Nosotros estamos peor que a ración de hambre; bien trabajados, brutalmente trabajados, y, por lo general, sin más alimento que un plato mermado de frijoles. Estamos en una condición peor que la de un esclavo. Pero no es lo que nos preocupa más, porque ya es crónico en nosotros, como las enfermedades viejas. Lo que sí nos hace que hasta las poquísimas horas que nos quedan para dormir las pasemos intranquilos, pensando que pronto nos arrojarán de este lugar donde se hallan las oficinas del periódico, terreno que los estúpidos borricos gachupines de Boston dicen que compramos en $50 000.00, y que el periódico sufrirá por esa causa grandes trastornos.

¡Camaradas! Olvidad las fiestas por un momento y acordaos de que vuestro periódico está a riesgo de morir irremisiblemente pronto, si no os apresuráis a prestarle vuestra ayuda con liberalidad, sin tardanza, y si no lo seguís ayudando con constancia.

Si cada uno de los lectores de este periódico mandase, cuando menos, una moneda de cinco o diez centavos, cada semana, el periódico se sostendría en pie para poder seguir combatiendo a los tiranos y a los explotadores de la clase proletaria. ¿No podéis mandar una de esas monedas cada semana y suponer que la gastáis en cualquier bagatela?

Pero en estos momentos se necesita que ayudéis violentamente con todo lo más de que os podáis desprender.

¡Hacedlo! ¡Hacedlo! ¡Pronto!

¿Por qué no tomar empeño en una causa que es para el beneficio de todos?

(De Regeneración, del 25 de diciembre de 1915. N° 218).
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