Índice de Elecciones y anarquismo de Saverio Merlino y Errico MalatestaAnteriorSiguienteBiblioteca Virtual Antorcha

Las candidaturas-protesta

Los compañeros de Roma presentan candidato a nuestro amigo Luigi Galleani, que se halla confinado y parece que en otros lugares se han presentado otras candidaturas-protesta. Es difícil y penoso para nosotros decir franca y claramente nuestra opinión. Cuando hombres que estimamos y amamos y que han hecho mucho y harán más todavía por nuestra causa, están presos o confinados y se propone un medio para hacerlos salir, ¿cómo se hace para decir, por malo que sea el medio: no, dejadlos donde están?

No obstante, nos esforzaremos y abriremos nuestro corazón. Si alguien nos encuentra demasiado intransigentes, que nos perdone en consideración al hecho de que también nosotros hemos estado en la cárcel y confinados; que estamos expuestos a volver siempre, y que podemos permitirnos ser severos con los demás porque tenemos conciencia de que sabríamos serIo con nosotros mismos. En cuanto a los amigos candidatos, ciertamente nos lo perdonarán, porque sabrán apreciar nuestros motivos: incluso con respecto a algunos de ellos, sabemos que están completamente de acuerdo con nosotros acerca del tema. La candidatura-protesta, especialmente cuando se está seguro de que el elegido no querrá de ninguna manera hacer de diputado, no es, por sí misma, contraria a nuestros principios y tampoco a nuestra táctica; pero es, no obstante, una puerta abierta al equívoco y a las transacciones. Es el primer caso en una pendiente resbaladiza en la que es difícil detenerse.

Si se quiere votar por un candidato- protesta, es necesario ser elector; por tanto, es necesario inscribirse, y quien no se inscribe es un negligente que no prepara los medios para alcanzar sus fines. Un paso todavía, un pequeño paso, y diremos también nosotros, imitando a los socialistas: no es un buen anarquista quien no se inscribe como elector. Y cuando se está inscrito y no se tiene a mano un candidato-protesta, es fuerte la tentación de ir a votar para favorecer a un amigo o para dar un disgusto a un adversario. Somos todos hombres y cuesta tan poco ir a poner una papeleta en una urna. La experiencia enseña.

Luego viene la cuestión de la conducta del elegido. ¿Escucháis a Merlino? Éste ya señala la contradicción al decir: cuando hayáis sacado a Galleani del confinamiento nombrándolo diputado. ¿deberá dimitir para que lo manden de nuevo allí y vosotros os divirtáis sacándolo otra vez?

Estamos seguros que Galleani, si fuera elegido, no iria a Montecitorio o iría sólo un momento para escupir su desprecio en la cara a los diputados, pero esta vez, la razón está de parte de Merlino. Y además, ¿tendrian todos la fuerza de ánimo que conocemos en Galleani?

Las candidaturas-protesta nos han devuelto a algunos compañeros y nos alegramos de corazón. Pero no podemos ocultarnos que éstas han hecho a nuestro partido un daño grandísimo.

La candidatura de Cipriani, por ejemplo, consiguió liberar a Cipriani; pero fue la que insinuó el parlamentarismo en Romaña y rompió la unidad anarquista de aquella región.

Con esto no deseamos criticar a los compañeros de Roma. Al contrario, comprendemos y apreciamos sus generosos motivos. Sólo nos lamentamos de que nuestro partido esté en tan tristes condiciones de no poder hacer otra cosa en pro de nuestros proscritos que recurrir al medio débil y peligroso de las candidaturas de protesta.

Trabajemos, propaguemos, organicemos y podremos a continuación obtener, a favor de los nuestros, manifestaciones de la opinión pública mucho más significativas y eficaces que las elecciones.

Malatesta

De, L'Agitazione, del 4 de marzo de 1897.

Índice de Elecciones y anarquismo de Saverio Merlino y Errico MalatestaAnteriorSiguienteBiblioteca Virtual Antorcha