El nombre de William Morris (1834-1896) quizá a la mayoría de las personas no les diga nada, y su obra literaria sea para ellas desconocida. Esto no es raro, puesto que si bien en su pais natal. Inglaterra, es toda una figura, fuera de ella, tan sólo algunas minorias saben de su existencia.

Nos hemos aventurado a colocar en los estantes de nuestra Biblioteca Virtual Antorcha, una de sus obras literarias relacionada con lo que nosotros llamamos novela de anticipación, y que en la época en que fue escrita se le llamaba novela utópica. Nos referimos a Noticias de ninguna parte, novela que empezó a escribir en 1890, publicándola por entregas, esto es, por capítulos, en la revista que él mismo dirigía, Commonwal, siendo editada como libro al siguiente año.

Dícese que Morris decide escribir esta novela como respuesta o alegato en contra dal texto literario de Edward Bellamy, titulado Mirando hacia atrás.

Lo curioso del tema de la novela de Morris es que éste utiliza una trampilla que quizá la mayoría de los lectores pasen desapercibida, pero que no fue así en nuestro caso. Nos referimos a la manera en como, al principio de Noticias de ninguna parte, en el capítulo primero, Discusión y sueño, refiriéndose a la hipotética reunión de la Liga, señala:

Estaban reunidas hasta seis personas, lo que equivale a decir que tenían representación seis facciones de la Liga, cuatro de ellas con opiniones anarquistas avanzadas, aunque diversas.

La pregunta que se nos vino de inmediato a la mente fue: ¿por qué esa precisión a la presencia de opiniones anarquistas avanzadas en aquella reunión? La respuesta es obvia, y de ahí la trampilla. Al estar consciente de que estaba escribiendo una novela utópica, mal haría en no mezclar el rollo del anarquismo en su novela, aunque ello fuese nada más de pasada. Especificamos que eso fue una trampa, porque para la época en que escribe Noticias de ninguna parte, Morris está completamente alejado de cualquier concepción anarquista, de hecho su militancia socialista centrábase en la difusión de la mal lograda Segunda Internacional, y su participación en varios mítines y conferencias al lado de Federico Engels, claramente demuestra que no solo nada tenía que ver con el anarquismo, sino que incluso su accionar político representaba un combate contra las ideas ácratas. Esto es muy importante tenerlo en cuenta porque no han faltado quienes, por quién sabe qué motivos, se han empeñado en señalar a William Morris como un personaje muy cercano al anarquismo, lo que, si nos atenemos a la realidad de los hechos, muy, pero muy lejos se encontraba de ser cierto. Es más, lo correcto sería ubicar a William Morris como uno de los muchos enemigos del anarquismo, porque el hecho de haber escrito una novela de anticipación, o, si se prefiere, una novela utópica no le otorga característica alguna para enlazarlo automáticamente con el ideal libertario.

El planteamiento que Morris utiliza en su novela en torno al supuesto triunfo de una revolución social en Inglaterra y del cúmulo de procesos que tal acción desata, ciertamente genera un producto literario interesante y curioso, pero de ninguna manera, y esa es nuestra opinión, puede concluirse que esa elucubración literaria siente bases para colocar a su autor en el terreno ácrata.

La tendencia de William Morris es reafirmar la fe en el porvenir, suponer que en un futuro las cosas tienen que ser mejores, y, paralelamente a esto, reafirmar las ideas sociales que se mantienen. Así, en el caso específico de Morris, al ser un militante socialista, obviamente en su visión anticipada del futuro hace prevalecer la integridad del ideario socialista por el que brega. Interesantes resultan sus elucubraciones en torno a la organización de la sociedad británica posterior al triunfo de la revolución social. Todo esto está muy bien, ¡lástima de la trampilla de querer utilizar a los anarquistas como tapaderas para sus elucubraciones! De seguro Morris utilizó esta trampilla para protegerse, por aquello de que los rollos utopicos no se sazonan con los guisados socialistas científicos.

En fin, lo importante es que ahora, todo aquel interesado en esta novela de anticipación de Noticias de ninguna parte, puede leerla o consultarla para sacar sus propias conclusiones.

Omar Cortés

Indice de la edición cibernética Noticias de ninguna parte de William Morris	Discusión y sueño - Capitulo primero	Un baño matutino - Capítulo segundo	Biblioteca Virtual Antorcha