In memoriam

Juan Manuel Torres Bueno

Parador Santa Fe. Las Arboledas, a 2 de diciembre del 2001.

Hola Agustín.

La vez pasada comimos juntos como lo hicimos muchas veces.

Hoy, hace más de un año que no nos vemos, pero tu presencia sigue tan fuerte como la del hermano que siempre has sido.

Me dijeron que el 9 de diciembre del año pasado partiste para no regresar y no alcancé a despedirme de tí. Quiero decirte que no es necesario, pues en las letras estás presente.

Al leer un libro siento que lo comentas conmigo y al abrirlo por primera vez, meto la naríz entre las hojas y percibo el mejor aroma, que me regresa a aquellos días en que recorríamos librerías y comprábamos los inicios de nuestras bibliotecas.

El futbol, el cine, las buenas comidas, pero sobretodo el paso por las Facultades de Derecho y de Filosofía y Letras nos fue uniendo. Fue en un salón de clases de la Facultad de Derecho donde nos conocimos, en medio de las agresiones de los estudiantes mayores, que nos cortaron el cabello.

Disfrutamos juntos la creación de la Revista Xilote y los viajes a Isla Mujeres, Mérida, Campeche, Villahermosa, Oaxaca, Veracruz, Guanajuato y tantos otros lugares, ya fueran sitios arqueológicos o conventos del siglo XVI, así como Madrid, Roma, París, Londres y Viena.

Nacimos en León y tú te quedaste allí en el tiempo y en la trascendencia.

Fuiste muy lejos a Europa, a Egipto y a América del Sur pero regresaste a la tierra, a tu ciudad y desde allí tu presencia permanecerá en el recuerdo de tu compañero de letras, que aunque te extraña, sabe que estás en León, esperándolo para comer juntos y hablar de tantas cosas.

Nos veremos en el próximo libro.

Que Dios te acompañe.

Adios amigo.