Índice de Crónicas y debates de la Soberana Convención Revolucionaria Recopilación de Florencio Barrera FuentesSesión del 7 de enero de 1915 Sesión del 9 de enero de 1915Biblioteca Virtual Antorcha

CRÓNICAS Y DEBATES
DE LAS SESIONES DE LA
SOBERANA CONVENCIÓN REVOLUCIONARIA

Compilador: Florencio Barrera Fuentes

SESIÓN DEL 8 DE ENERO DE 1915 CELEBRADA EN LA CIUDAD DE MÉXICO
Crónica del periódico La Convención, publicada en su edición del día 9 de enero de 1915


Ayer, a las cuatro y veinte minutos de la tarde, la nueva Mesa que preside el general Leobardo Galván declaró abierta la sesión, y en seguida el secretario Castellanos dio lectura a las actas que estaban pendientes de discutirse, y las que, sin debate, fueron aprobadas en votación económica.

Después de haberse dado lectura por la Secretaría a nuevos dictámenes presentados por la Comisión Revisora de Credenciales, dictámenes que merecieron en lo general la aprobación de la Asamblea, se procedió a discutir en lo particular los acuerdos que contienen, y en votación económica se aprobaron las siguientes credenciales:

La expedida por el general Manuel Palafox en favor del ciudadano Albino Ortiz.

La del general Julián Delgado en favor del ciudadano José Algabaza López.

La expedida por el general Fidel Avila en favor del licenciado Francisco Lagos Cházaro.

La del general José Rodríguez en favor del ciudadano Carlos Treviño.

La del general Genovevo de la O en favor del general Macario López.

La del general Eugenio Agilirre Benavldes en favor del cludadano José Quevedo.

La del general Martín Triana en favor del teniente coronel Salvador Murguía.

La del general Isabel Robles en favor del mayor Santiago S. Winfiel.

La del general Catarino Benavides en favor del ingeniero Santiago González Cordero.

La del general Felipe Macías en favor del doctor Melchor Menchaca.

La del general Manuel Chao en favor del ciudadano licenciado José Mena Castillo.

La del general Isaac Arroyo en favor del teniente coronel Ricardo Michel.

La del general Sixto Ugalde en favor del capitán Pedro Alatriste.

La del general Tomás Urbina en favor del teniente coronel Francisco Alfonso Salinas.

La del general Alfonso J. Santibáñez en favor del capitán Luis J. Mora C.

La del general Isauro Navarro en favor del ciudadano Rafael Pérez Taylor.

La del general M. Contreras en favor del capitán Peña y Briseño.

La del general Carlos E. Echeverría en favor del ciudadano Heriberto Frías.

La expedida por el general E. J. Ruiz en favor del ciudadano Luis G. Santoyo.

Por carecer de algunos requisitos necesarios, a juicio de la Comisión dictaminadora, fueron desechadas las credenciales otorgadas a favor de los ciudadanos Ramón y Santiago Aguilar, Abraham Martínez y Carlos Domínguez.

Igualmente, por acuerdo de la Asamblea, se dispuso diferir para su oportunidad la discusión de las expedidas a favor de los ciudadanos A. López Araujo, Agustín Preciado, Rodolfo Magaña, Ricardo Michel, Carlos M. Samper, Lorenzo Parra Durán y J. Jaimes.

La mesa sometió a la deliberación de los presentes varios dictámenes, que concluyen proponiendo se archiven algunos expedientes que carecen de objeto, y en votación económica se resolvió de conformidad.

Habiendo indicado el general González Garza que era conveniente fijar un plazo para la admisión de credenciales, la moción se tomó en cuenta, y tras un ligero debate, se acordó aplazar el asunto para ser tratado más tarde.

La Secretaría dio cuenta con una comunicación subscrita por el general Alfredo Aburto Landero, en la que participa que, estando en aptitud para concurrir personalmente a las sesiones, retira la representación que había otorgado al C. Manuel Serrano Tamez.

El delegado Rafael Pérez Taylor pidió que la Convención diera un voto de confianza al ciudadano Carlos Domínguez, Inspector General de Policía, por la justicia con que procedió, imponiendo el debido correctivo a los policías que, en el mitin obrero verificado en el Teatro Arbéu la noche del 7 del actual, consignaron a tres obreros por el hecho de haber levantado su voz en contra del clero, el militarismo y la burguesía.

Vengo a prestar mi apoyo a la proposición anterior -dijo el delegado Soto y Gama.

La clase obrera atacó a la clase militar que es mala, ha sido mala y será mala; y aquellos esbirros, creyéndose todavía en tiempos de Díaz y de Huerta, se permitieron atentar contra la libertad de hombres que libremente exponían su pensamiento.

Este acto estuvo a punto de producir un conflicto que sólo pudo evitarse debido al tino de que dio muestras el Inspector, C. Carlos Domínguez, imponiendo un castigo a los esbirros. Pero esto encierra una enseñanza para los funcionarios, porque prueba que la policía está mal integrada y en su seno continúan esos elementos acostumbrados a las prácticas que emplean los gobiernos despóticos y tiranos.

Si la Convención, en la que la clase obrera tiene fijos los ojos, no toma participio en pro de los débiles y de los oprimidos, y deja a los obreros arreglar las cosas por sí, entonces vendrán los conflictos, como el que se hubiera producido con la Compañía de Luz: las huelgas, los caballazos, el desprestigio del Gobierno y el aumento de la crisis financiera.

Yo ruego a los señores delegados que fijen su atención en este gravísimo problema. Es preciso que todos contribuyamos para mejorar la condición de la clase obrera. Que vengan aquí los débiles, los humildes. Que cesen las intrigas de sectas y de facciones, y nos preocupemos de no dejar al proletario en la triste y desesperada situación en que se encuentra ahora: sin carbón, sin pan, sin que el Gobierno procure remediar esos males.

El ministro de Hacienda está permitiendo que los bancos restauren su crédito; la Nación perpleja; los federales sin castigo; y, en cambio, la clase más desvalida, más necesitada y más infeliz, ve que un abismo se abre a sus pies. No se acuña dinero, no se hacen esfuerzos para calmar tanta y tan justa ansiedad. La miseria se acentúa, cada hombre público recibe centenares de solicitudes de ciudadanos sin trabajo, que piden empleo para sus actividades.

¡Y qué hace la Convención? ¿Y qué hará?

La Nación espera que cumpla con su deber, y cumplirá con él, sirviendo de motor, de propulsor al Gobierno.

Por eso es indispensable -añadió para concluir- que a la mayor brevedad posible lleguemos a las sesiones plenas de la Gran Convención Revolucionaria.

En seguida, el general González Garza dijo:

El asunto es de obvia resolución; y yo espero que esta Asamblea dará unánimemente el voto que se pide para el funcionario que ha sabido cumplir con su deber. Anhelo vivamente que cuanto antes terminemos la revisión de credenciales, para que, una vez tomada la protesta a los nuevos delegados, entremos de lleno a los arduos trabajos y difíciles problemas que tiene que resolver esta Asamblea.

Soy de la misma opinión que el C. Soto y Gama: lo que no haga la Convención, no lo hará una facción y mucho menos un solo individuo. Todos tenemos que inspirarnos en el solo bien de la patria y presentar los proyectos de ley que tiendan a beneficiar a las clases desvalidas.

Yo pido, pues, que se pregunte a la Asamblea si está de acuerdo en que se otorgue el voto de confianza pedido por el C. Pérez Taylor.

Por unanimidad de votos, la Asamblea acordó el voto de referencia.

En seguida se puso a discusión la personalidad del general Otilio Montaño, que asiste a las sesiones en su propia representación; y, con muchos aplausos, fue aceptada sin debate alguno.

Los ciudadanos Casta y Santiago Winfiel presentaron proposición para que una comisión de la Asamblea invite a los ciudadanos Vicepresidentes de la Convención, a fin de que concurran a la sesión de hoy, para tomar la protesta a los nuevos delegados. El general González Garza amplió esa proposición, en el sentido de que se nombre otra comisión para que invite al Presidente de la República a que nombre representante en la Convención, por tener que tratarse en el seno de la Asamblea el importantísimo punto de la ratificación o cese de su nombramiento como Jefe Provisional del Poder Ejecutivo. Después de ligero debate, se aprobaron las proposiciones mencionadas, y fueron nombrados los ciudadanos Montaño, Soto y Gama, González Garza y Heriberto Frías, para que desempeñen ambos cargos.

Por último, se dio lectura y se mandó pasar a la Comisión de Hacienda un oficio del ciudadano general Manuel Palafox, relativo a la consulta que para el pago de haberes hace el pagador contador del Ejército del Sur, y se levantó la sesión, citándose para hoy a las cuatro de la tarde.

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