Índice de El Proletariado Militante (Memorias de un internacionalista) de Anselmo de LorenzoAnteriorSiguienteBiblioteca Virtual Antorcha

TOMO SEGUNDO

CAPÍTULO SEGUNDO

EL CONGRESO DE ZARAGOZA.
PEQUEÑOS DICTÁMENES

La orden del día del Congreso de Zaragoza era grande y difícil. A su estudio había dedicado mucho tiempo y preferente atención el Consejo federal, tomándose en esto un trabajo que las pasiones suscitadas por el personalismo inutilizaron después.

Hizo el Consejo por entusiasmo y energía lo que, según los Estatutos, debieran haber hecho las secciones y federaciones, presentando proyectos de dictamen a todos los temas de la orden del día, y al hacerlo se extralimitó en buen sentido, tanto como las entidades mencionadas faltaron a su deber por indolencia, ignorancia o imposibilidad, más bien esto último, como veremos, resultando incumplido por todos, unos por exceso, y otros por defecto, el pacto base de la organización.

El Consejo federal presentó una memoria en que daba extensa cuenta de todos sus actos (muchos de los cuales quedan expuestos en el primer volumen), y del desarrollo de la Asociación durante el tiempo de su cargo, resultando que la Federación regional española constaba de 102 Federaciones locales, 69 Secciones de oficios varios, 284 Secciones de oficio, 13 localidades en que existían adhesiones individuales y 8 Uniones de oficios símiles que, federadas a las correspondientes Federaciones de oficio, contenían todas las Secciones de los oficios respectivos.

Terminada la lectura de la memoria del Consejo federal, Mora expuso verbalmente las siguientes consideraciones:

La Federación regional española ha entrado en un período práctico que ha de ser fecundo en brillantes resultados, no sólo para si, sino también para todas las demás Federaciones regionales que componen la Asociación Internacional de los Trabajadores.

Dos años escasos cuenta de existencia nuestra Federación: en el Congreso de Barcelona, donde quedó establecido el pacto federal entre las sociedades obreras que en él tuvieron representación, se sentaron unas bases de organización tan c!entíficas y razonables, que bastaron por sí solas para separar a la clase trabajadora de la funesta influencia con que los burgueses de todos matices la tenían supeditada. Mas un hecho de tal trascendencia no se lleva a cabo súbitamente; si siempre ha costado mucho trabajo a los hombres abandonar el error y las preocupaciones. Así se vió que nuestra Asociación, combatida de un lado por la calumnia y de otro por las intrigas de los que necesitan de los trabajadores como instrumentos ciegos, arrastró una vida lánguida y penosa en el primer año.

En la época de la Conferencia de Valencia sólo constaba nuestra Federación regional de 13 Federaciones locales. En aquella Conferencia se completó la organización, estableciendo las Uniones con lo cual queda una organización que causa la admiración de todo el que la examina y se interesa por la reivindicación de los derechos de la clase eternamente oprimida y explotada.

A partir de la Conferencia de Valencia nuestros progresos han sido rápidos, los trabajos verificados anteriormente han producido sus frutos naturales; por todas partes brotaban federaciones locales y núcleos organizadores, a cuya aparición, anunciada por nuestros periódicos, palpitaban de entusiasmo los corazones internacionales y temblaban aquellos miserables que tienen la desgracia de tener sus intereses unidos a las instituciones sociales vigentes, porque ven acercarse el momento de su ruina.

Pero, aunque veamos estos magníficos resultados, no debemos dormirnos sobre nuestros laureles: queda aún mucho que hacer. Todavía hay gran parte de nuestra organización sin practicar, y no debemos perder nunca de vista, que ésta es un mecanismo perfecto que sólo funciona bien cuando se mueven con regularidad todas las partes que le componen.

Hasta ahora pueden considerarse los trabajos hechos como encaminados a constituir federaciones locales, o, lo que es lo mismo, agrupar los trabajadores bajo los pliegues de nuestra salvadora bandera; de hoy en adelante es necesario poner en movimiento la actividad de todos, que, regularizada por nuestra organización, ha de abrir honda brecha en el viejo y repugnante privilegio.

Los importantes triunfos obtenidos contra el capital por la resistencia han hecho pensar a los explotadores, y les fuerza a buscar un medio capaz de contrarrestarnos. Con este fin han intentado varios proyectos, que todos han fracasado, tales como suponernos instrumentos de ambiciones personales, formar centros de propaganda anti internacional, conspirar con las autoridades o con los clérigos para ver si con la fuerza o la superstición nos anonadaban, etc., etc. Esos malos éxitos les han hecho desistir de esos proyectos, pero no de sus dañosas intenciones, y así vemos que en tanto sus intereses, siempre opuestos, se lo permiten forman uniones y pactos para negar el trabajo a los obreros asociados. Estos trabajos de nuestros enemigos han contribuido a excitar el celo de nuestros compañeros, que han comprendido la necesidad de activar la práctica de la organización. A esto se debe el gran movimiento que se ha observado durante el año que ha transcurrido en la vida de las Federaciones de oficios funcionando como Uniones. Esto marca la serie de trabajos que ha de efectuar el nuevo Consejo.

Nosotros todo lo podremos por la solidaridad, y para que ésta exista, es necesario la unión bien fundada. Saquemos todos los beneficios posibles de la unión y de la federación, y alcanzaremos los derechos que por la naturaleza nos pertenecen y que esta infame sociedad nos niega, aunque sin la franqueza de declararlo, por lo cual ha inventado la hipócrita máscara del constitucionalismo y el sufragio universal; arranquémosla esa máscara y hagamos práctica sobre la tierra la reciprocidad entre los deberes y los derechos.

Se nombró un Consejo Federal interino, que después se declaró definitivo, en previsión de una persecución arbitraria de la autoridad, toda vez que el Congreso tenía el carácter de clandestino, por reunirse tres días antes del señalado públicamente y celebrarse sin dar conocimiento al gobernador, eligiéndose los compañeros Pelegrín Montoro, Franco Martínez, Francisco Tomás y Anselmo Lorenzo.

Sobre la proposición ¿qué se entiende por obrero? el Congreso acordó someter a la discusión de las secciones un dictamen poco acertado y un tanto declamatorio, presentado por el Consejo federal, cuyo acuerdo equivalía a dejar el tema para otro Congreso.

Sobre una proposición procedente del Congreso de Barcelona, acerca de la emancipación de la mujer de todo trabajo que no sea doméstico, se aprobó el siguiente dictamen:

DE LA MUJER

A nuestro juicio, esta proposición es hija de una preocupación; está inspirada en un sentimentalismo tradicional que debe desaparecer delante de las observaciones y conocimientos con que cada día se enriquece la ciencia social, porque ante todo está la fatalidad económica y la verdad.

Los que quieren emancipar a la mujer del trabajo para que se dedique exclusivamente al hogar doméstico, al cuidado de la familia, suponen que ésta es únicamente su misión, para lo cual afirman tiene facultades especiales que se contrarían sacándola de lo que ellos llaman su centro.

Los que esto afirman, suponen que la actual constitución de la familia es imperecedera, y este es el fundamento principal de su opinión. Pero los hechos, siguiendo una lógica severa, independiente de todo sentimentalismo y de toda preocupación, variando las condiciones económicas de las sociedades, sobre todo la forma de la propiedad, varían también las instituciones sociales.

No entraremos aquí en la demostración de este aserto, porque ya en otra parte lo hacemos, como tendréis ocasión de ver.

Por eso nos limitaremos a exponer las siguientes consideraciones:

La mujer es un ser libre e inteligente, y, como tal, responsable de sus actos; lo mismo que el hombre; pues si esto es así, lo necesario es ponerla en condiciones de libertad para que se desenvuelva según sus facultades. Ahora bIen; si relegamos a la mujer exclusivamente a las faenas domésticas, es someterla, como hasta aquí, a la dependencia del hombre, y, por tanto, quitarle su libertad.

¿Qué medio hay para poner a la mujer en condiciones de libertad? No hay otro mas que el trabajo. Pero se dirá: el trabajo de la mujer es origen de grandes inmoralidades, causa la degeneración de la raza y perturba las relaciones entre el capital y el trabajo, en perjuicio de los trabajadores, por la concurrencia que les hacen las mujeres. A esto respondemos: la causa de esos males no esta en el trabajo de la mujer, sino en el monopolio que ejerce la clase explotadora; transfórmese la propiedad individual en colectiva, y se verá cómo cambia todo por completo.

La cuestión de la familia, y, por consiguiente, la de los deberes y los derechos de la mujer, está tan íntimamente ligada con la del modo de ser de la propiedad, que nos creemos dispensados de tratarla aquí porque ya hacemos su estudio en otro dictamen que hemos de someter a vuestra consideración.

Entre tanto, creemos que nuestro trabajo acerca de la mujer es hacerla entrar en el movimiento obrero, a fin de que contribuya a la obra común, al triunfo de nuestra causa, a la emancipación del proletariado, porque así como ante la explótación no hay diferencia de sexo, tampoco debe haberla ante la justicia.

Sobre el tema Organización general de los trabajadores, recayó el siguiente acuerdo:

Considerando que los delegados no pueden prolongar por más tiempo su estancia en el Congreso;

Que por esta razón hay necesidad de apresurar la discusión de los Estatutos más de lo que al buen acierto en este género de trabajos conviene;

Enterado y conforme el Congreso obrero de la Región española con las resoluciones del Congreso obrero de la Región belga, que dice así:

La Federación de las Secciones belgas reunida en Congreso los días 24 y 25 de diciembre de 1871.

Vistas las calumnias absurdas esparcidas todos los días por la prensa reaccionaria, que quiere hacer de La Internacional una sociedad despótica sometida a una disciplina y a una consigna que parte de arriba y llega a todos los miembros por una vía jerárquica.

Considerando que por el contrario La Internacional, queriendo obrar contra el despotismo y la centralización, ha creído siempre de su deber arreglar su organización a sus principios.

Declara una vez por todas que La Internacional es y ha sido siempre un grupo de federaciones autónomas; que el Consejo general no es ni ha sido nunca sino un centro de correspondencia, de datos y reseñas.

La Federación belga pide a todas las Federaciones regionales que hagan, la misma declaración, para confundir a todos los que nos presentan como instrumentos dóciles entre las manos de algunos hombres,

Considerando, por otra parte, que los Estatutos generales de La Internacional, hechos al principio de la Asociación y completados un poco a la casualidad en cada Congreso, no determinan hien los derechos de las Federaciones y no corresponden a la práctica existente,

Declara que es necesario emprender una revisión formal de los Estatutos.

En consecuencia, la Federación encarga al Consejo federal belga la redacción de un proyecto de nuevos Estatutos y su publicación para que sea discutido en las Secciones y en seguida, en el próximo Congreso belga.

Una vez adoptado el proyecto por la Federación belga, será sometido al próximo Congreso internacional.

La Federación belga pide a todas las demás Federaciones regionales, se ocupen del mismo trabajo, a fin de que en el próximo Congreso internacional pueda concluirse el pacto definitivo de federación.

Por todas estas razones, el Congreso obrero de la Región española, reunido en Zaragoza, declara su completa conformidad con las resoluciones que anteceden y acuerda que el delegado o delegados de la Región española al próximo Congreso internacional se ajusten a los términos y espíritu de ellas en las votaciones.

El Congreso invita a las Federaciones locales para que, poniéndose de acuerdo, puedan enviar al próximo Congreso internacional el mayor número posible de delegados.

Como vemos, los organizadores y reformadores de la organización proletaria española, secundaban la obra de los belgas, a pesar de contar con una organización que consideraban perfecta hasta el punto de ofrecerla como tipo al proletariado internacional, como lo hizo con su acuerdo sobre el tema Organización social de los trabajadores.- Revisión de los Reglamentos, que es como sigue:

Considerando que es de gran necesidad presentar al próximo Congreso internacional un proyecto de organización general de los trabajadores;

Considerando que la organización regional española en sus diferentes grupos, puede servir como tipo para presentarla al mismo;

Considerando que la organización social adoptada por la Conferencia de Valencia, aunque no haya sido puesta en práctica en todas sus partes, ha producido resultados muy favorables;

Considerando que sólo la práctica de la misma puede demostrar sus defectos,

El Congreso recomienda a todos los grupos que constituyen la Federación regional española la organización social adoptada en la Conferencia de Valencia.

Como consecuencia lógica de este acuerdo, viene al siguiente, adoptado sobre el tema De las huelgas:

Considerando, que para el buen éxito de las huelgas es de gran necesidad y suma importancia la propagación de las Uniones y Federaciones de oficio y la marcha de éstas sobre la base de la estadística;

Que las circunstancias en las que y por las que deben tener lugar las huelgas han de estar determinadas de una manera clara y precisa en los reglamentos de las Uniones de los oficios símiles y Federaciones de oficio;

Que, por consiguiente, corresponde a los Congresos, de las Uniones determinar estas circunstancias;

El Congreso invita a todas las Secciones de la Región española que no tengan constituída su Unión respectiva, lo hagan a la mayor brevedad posible y que todaa ellas cumplan lo que previenen los Estatutos y Reglamentos sobre este particular.

El Consejo federal hará todo lo que considere oportuno para ayudar a las SeccIOnes en estos trabajos, nombrando de su seno, como lo juzgue conveniente, una Comisión encargada de activarlos, a fin de que queden constituídas a la mayor brevedad posible las Uniones y Federaciones de oficio de la Región española.

Sobre el tema De la cooperación de consumo se adoptó el siguiente acuerdo:

El Congreso recomienda a todas las sociedades cooperativas existentes se reformen con arreglo a las bases acordadas por la Conferencia de Valencia, por creer que son las únicas que pueden conformar la cooperación con las aspiraciones que se propone realizar la Asociación Internacional de los Trabajadores.

El Congreso declara que todas las sociedades cooperativas que no acepten estas bases, y, por consecuencia, tengan por objeto la formación de un capital en beneficio de sus individuos, son contrarias a la emancipación de los trabajadores.

Tomando en consideración las indicaciones hechas por la Sección de Agricultura de Sevilla, el Congreso cree de suma importancia que las agrupaciones de este oficio organicen sobre las bases antedichas sociedades cooperativas que puedan reportar ventajas inmediatas a los asociados, mientras no se encuentren fuertes para hacer operaciones de resistencia, a cuyo fin deben encaminarlas y tender constantemente.

Para la inteligencia de este acuerdo, y para propagar una idea que puede ser ventajosa y libre de desviación egoísta en que por regla general ha caído la cooperación, inserto a continuación las aludidas bases de la Conferencia de Valencia, que constan en el reglamento número 10 de la Organización Social:

FEDERACION DE LAS SECCIONES COOPERATIVAS DE CONSUMO

Considerando: Que el orden social presente, fundado en la explotación del hombre por el hombre, es injusto, porque hace a unos esclavos de los otros;

Que es inútil esperar de la buena voluntad de los privilegiados el advenimiento de la Justicia, y por lo tanto ha de ser éste debido al esfuerzo de los trabajadores mismos;

Que la sujeción del trabajador al capital es la fuente de toda servidumbre, y para que los esfuerzos hechos hasta ahora para emanciparse de ella han debido fracasar por falta de solidaridad y empleo de los verdaderos medios;

Que la federación universal obrera proclamada por la Asociación Internacional de los trabajadores, es la única que puede dar a éstos la fuerza necesaria para realizar la liquidación social, y hacer posible la práctica de la Justicia;

Que mientras llega este día deseado y para acelerar su advenimiento, es necesario hacer todo lo posible para mitigar el mal trato que nos da esta sociedad, madrastra del proletariado.

Que esto se puede conseguir fácilmente con la creación de cajas de socorro para casos de enfermedad; de comités de defensa para caso de injuria, ultraje o persecución; de comités de colocación para los que se encuentren sin trabajo; con el establecimiento de escuelas, bibliotecas, gabinetes de lectura, y todo lo que contribuya al mejoramiento del proletariado:

Que tanto para esto como para el pago de las cuotas de la organización internacional se necesita dinero, cosa de que el obrero no se encuentra muy abundante por quedar la mayor parte del producto de su trabajo en manos de los burgueses;

Y por último:

Considerando; que siendo la cooperación de consumo uno de los medios por el cual el obrero podrá allegar recursos para el pago de todas las cuotas de la organización;

Las secciones de esta Federación local de la Asociación Internacional de los Trabajadores, forman una federación de consumo que se regirá por los siguientes

ESTATUTOS

1° El objeto de esta federación cooperativa de consumo es contribuir a la emancipación de los trabajadores, sustrayéndolos a la explotación que sobre ellos ejerce la codicia de la clase media en el comercio de las subsistencias; con la falsificación, exceso del precio y fraude en los pesos y medidas.

COMITE PERICIAL DE LA FEDERACION DE CONSUMO

2° El comité pericial de la federación cooperativa de consumo, se compondrá de un individuo por sección federada, que se reunirá en sesión los sábados por la noche.

3° Este comité será el encargado de recoger todos los datos que se refieran al precio y calidad de los artículos de consumo, al precio de coste en el mercado, con cuyos datos hará estados demostrativos mandando uno a cada sección.

4° Hará contratos con los panaderos, almacenistas de vino y con los expendedores, cuyos artículos no se encuentren en el mercado, para que los federados puedan obtener dichos artículos al precio corriente en la plaza.

DEL COMITE DE CONSUMO

5° Cada sección federada nombrará un comité de consumo, compuesto de cinco individuos, que se reunirá en sesión todos los sábados por la noche. En estas reuniones el comité recibirá las demandas de consumo de los federados, pagando éstos el valor de dichas demandas por adelantado, según los precios indicados en los cuadros demostrativos remitidos por el comité pericial de esta federación.

6° Una vez hechas todas las demandas, uno o más individuos del comité de consumo, y los federados que quieran acompañarles las llevarán al Comité pericial de la Federación Cooperativa de consumo.

7° Reunidas las demandas de todas las secciones, se nombrará por el Comité pericial una comisión de compra de los artículos demandados.

8° Al día siguiente, irá esta comisión al mercado a efectuar la compra de los artículos demandados por los federados, cuyos artículos llevarán a las Secciones los individuos encargados de hacer las demandas siendo éstas repartidas a los federados que las hubiesen hecho.

9° No haciendo falta para esta clase de cooperación ninguna especie de capital, los federados obtendrán los artículos demandados al precio de coste, incluidos los pequeños gastos de administración.

10° Las Secciones federadas nombrarán una comisión que revisará las gestiones hechas por el Comité pericial.

Acerca de la enseñanza integral se leyó el siguiente dictamen:

LA ENSEÑANZA INTEGRAL

Considerando que la idea nace de la acción y que a la acción vuelve; o lo que es lo mismo, que la idea, hija de las impresiones que la naturaleza causa en nosotros. reacciona otra vez sobre la naturaleza misma, transformándola en provecho del ser que concibió la idea;

Considerando que el trabajo y la inteligencia no son antitéticos, como han sostenido todos los sistemas místicos, sino al contrario, son dos fenómenos de una misma serie, o dos aspectos diversos de una misma cosa;

Considerando que, por lo tanto, en el orden social no hay más que trabajos más o menos manuales y más o menos intelectuales;

Considerando que cuanto más parte toma la inteligencia en el trabajo, más ligero y productivo a la vez será éste para el hombre, pasando a hacer las fuerzas de la naturaleza misma, en virtud de su acción inmanente que el hombre dirige, la parte más fatigosa de la obra.

Creemos que en el estado de emancipación del proletariado. cuando la sociedad esté compuesta de individuos que a la vez produzcan una cantidad equivalente a lo que consuman, deberá todo hombre ser preparado para emprender su industria respectiva, por medio de una enseñanza integral; que equivale a decir, por medio de una instrucción que le desarrolle todas las facultades, hasta el punto de poder comprender todos los fenómenos que en el orden natural se verifican.

Para esto, pues, proponemos el siguiente plan de enseñanza integral, dando al alumno previamente el conocimiento de la lectura y la escritura.

Basamos este plan en las tres fases o períodos por que pasa la idea.

PERÍODO DE IMPRESIÓN.- Acción de la naturaleza sobre el hombre.

PERÍODO DE COMPARACIÓN.- Formación de la idea.

PERÍODO DE ACCIÓN.- Fenómenos sociales que la idea verifica.

El período de impresión es el que determina los afectos o sentimientos. A él corresponden las artes.

Estas se dividen en dos grupos: artes de relación, que comprenden la música y la arquitectura, y artes de imitación, que comprenden la literatura, la pintura y la escultura.

Con más nociones teórico-prácticas de estas artes, el hombre se educa de la facultad de recibir las impresiones, percibiéndolas con más precisión e intensidad; lo cual es causa de que las ideas se produzcan con claridad y exactitud.

El período de comparación es el que constituye la parte intelectual propiamente dicha, y comprende las ciencias (1).

Estas se dividen en ciencias que se refieren a los fenómenos en sí (2); y ciencias expositivas del desarrollo de la gran serie de la naturaleza.

Al primer grupo pertenecen:

Las Matemáticas.- Ciencias de la cantidad o de la relación pura.

La Mecánica.- Ciencia del movimiento.

La Física.- Ciencia del movimiento de los cuerpos, en cuanto no altera su posición molecular íntima.

La Química.- Ciencia del movimiento molecular íntimo. Este puede ser en los minerales, cuerpos inorganizados; y en los vegetales y animales, cuerpos organizados.

La Fisiología.- Resultante de la química orgánica, o sea ciencia que estudia los movimientos determinados en los órganos (funciones) por las reacciones químicas, o sea por los movimientos de sustitución y circulación molecular en ellos verificados. Puede ser vegetal y animal.

La Psicología.- Estudio de las funciones intelectuales del cerebro, o de formación de las ideas y conceptos (3).

La Lógica.- Leyes del cálculo: Mecánica intelectual.

El segundo grupo comprende:

La Cosmogonía, o sea la descripción de la formación del universo (4).

La Geogenia, o sea la descripción de la formación y progreso de los minerales.

La Fitogenia, o sea la descripción de la formación y progreso de los vegetales.

La Zoogenia, o sea la descripción de la formación y progreso de los animales.

La Antropogenia, o sea la descripción de la formación del hombre.

La Historia, o sea el desarrollo del hombre en los estados sociales, y evoluciones progresivas habidas hasta la fecha.

El período de acción comprende todas las acciones humanas.

Estas pueden estudiarse también en los resultados, o sea en la producción de obras: Teoría de la industria.

La industria comprende la técnica de todos los oficios y profesiones, cuya técnica no puede entrar en la enseñanza integral preliminar, sino en teoría; pues si bien el hombre debe comprenderlo todo, es imposible que aprenda a hacerlo todo simultáneamente.

Así, al haber recibido el hombre toda la enseñanza integral deberá escoger el oficio que más le plazca, e instruirse en las ciencias que requiera su especialidad, ensayándose en los medios de producción que para ellos sean necesarios; lo cual constituirá la parte técnica de la industria que hayan de ejercer.

Esta enseñanza, por lo completa que es, necesita de medios que no están al alcance del individuo ni de colectividades reducidas; por lo tanto debe ser proporcionada por la Federación de cada localidad la cual dispondrá de medios para proporcionarla, creando escuelas, bibliotecas, museos, gabinetes, laboratorios, etc., etc.; en una palabra, coleccionando todo lo que pueda contribuir a ella, cuya propiedad deberá ser colectiva para que la enseñanza no sea objeto de privilegio alguno.

Este dictamen fue aprobado con la siguiente observación propuesta por la comisión dictaminadora:

Por más luminosas que se consideren las ideas en que se funda el método propuesto, no debe aprobarse éste ni otro alguno, por ser de la incumbencia de las colectividades del porvenir resolver lo que juzguen mejor respecto al particular.

Había en el Congreso de Zaragoza un doctor en ciencias, Trinidad Soriano, cuya figura se me representa, después de tantos años, con todo el admirable relieve que le daba su superioridad intelectual.

Ya cité su nombre en mi primer vülumen; formaba parte de la Alianza Socialista de Barcelona, donde, con sus compañeros, influyó poderosamente en la orientación anarquista que allí tomaron las sociedades obreras internacionales.

Era hijo de un propietario andaluz. En su infancia se inclinó a las ideas democrático-revolucionarias, dominantes en su país, y después, estudiante en Barcelona, en contacto con la juventud burguesa libre-pensadora, y asistente al Ateneo Obrero, contrajo amistad con Farga Pellicer y Santiñón y entró a formar parte de la Alianza.

Su trabajo en La Federación, órgano del Centro Federal de Sociedades obreras, primero, y después de la Federación barcelonesa de la Asociación Internacional de los Trabajadores, fue importantísimo, y no menos útil fue su participación en la organización de aquellas fuerzas obreras catalanas a las que había necesidad de inspirar la conciencia y la fe en el ideal emancipador.

El método de enseñanza integral presentado por Soriano al Congreso de Zaragoza, era un trabajo precursor de la enseñanza racionalista de la Escuela Moderna; con la única diferencia de que aquél era una idea fugaz expuesta en un medio circunstancial, mientras que ésta ha constituído el pensamiento y la voluntad de un propagandista enérgico y entusiasta, como Ferrer, que ha dado su vida por su ideal y ha dejado muchos continuadores.

Dos notas importantes avaloran el dictamen: la comunista, dada por el autor, por cuanto se encarga su planteamiento a las Federaciones, considerando incapacitados para ello al individuo y a la familia; y la progresiva, dada por el Congreso, dejando la resolución a las colectividades del porvenir.


Notas

(1) Toda ciencia tiene por objeto el estudio de las leyes que rigen tal o cual serie de fenómenos, y como la ley es sólo una relación que únicamente puede ser adquirida por medio de una comparación, de aqui que todas las ciencias se incluyan en este grupo.

(2) Las ciencias que se refieren a los fenómenos en si, nos dan la explicación de éstos, la cual nos entera del porqué de las evoluciones de la Naturaleza; y las ciencias expositivas explican el cómo tales evoluciones se han verificado, hasta la época presente, determinando la ley que las rige.

(3) La psicología se refiere a la producción de la idea misma. La Lógica, a su encadenamiento, transformación y resultados.

(4) Decimos Cosmogonía, Geogenia, Filogenia, etc., etc., en contraposición a Cosmografía, Geología, Fitología; porque queremos la enseñanza de la formación del Universo, de la formación de la Tierra, de la formación y trasformación de los animales y vegetales, en lugar de lo que se enseña hoy dia, que es sólo un inventario de cuerpos celestes, de capas geológicas, de animales y de plantas: las ciencias oficiales y ortodoxas no nos muestran las evoluciones de los seres; sólo nos los presentan clasificados de una manera más o menos convencional; admiten especies definidas, actos de creación, cataclismos sobre la tierra, y no constituyen ninguna serie, ni sacan la consecuencia de los datos que almacenan para mostramos las evoluciones y transformaciones de los seres. Sólo Darwin, Vogt, Moleschott, Buchner, Uxley, Lieli y algunos otros sabios naturalistas han dado la verdadera dirección a estas ciencias por lo que han sido excomulgados y tratados de utopistas.

Índice de El Proletariado Militante (Memorias de un internacionalista) de Anselmo de LorenzoAnteriorSiguienteBiblioteca Virtual Antorcha