AL SEÑOR INGENIERO Y SENADOR LUIS L. LEÓN
Píndaro Urióstegui Miranda LUIS N. MORONES, ¿PRECANDIDATO PRESIDENCIAL? PREGUNTA RESPUESTA Luis N. Morones fue un distinguido líder obrero, la organización sindical de México le debe mucho, fue el que puso las bases y empezó a luchar aprovechando su situación en el gobierno (de Obregón primero y de Calles después) para lograr fuerza política en favor de la organización. Posteriormente, como pasa con los hombres, Morones probablemente se envaneció demasiado de su poder. Yo no tengo motivos para saber si personalmente aspiraba a la presidencia, pero indudablemente que si aspiraba a ser un elemento decisivo en el gobierno de México y como creyó que no lo iba a lograr en el gobierno del general Obregón, empezó a atacarlo, pero nunca fue el candidato del general Calles. El general Calles comprendíó que después de él, en la situación que se había creado, tenía que venir un gobierno de unificación nacional; no podía sostener un gobierno de clase, era demasiado inteligente para comprender las difíciles condiciones en que pondría al país un gobierno clasista, que sería muy atacado. Entonces era necesario un gobierno de unificación y solamente lo podría hacer una personalidad fuerte que unificara no nada más a la clase obrera y campesina, sino que lo respetaran los otros sectores y yo creo que el más indicado en aquella época era el general Obregón; desgraciadamente, amparándose en el principio de la no reelección, hubo grupos que se opusieron y entonces aprovechándose de esa división hubo fanáticos que decidieron asesinarlo. PREGUNTA RESPUESTA Cuando el general Calles dijo en su mensaje que al morir el general Obregón la Revolución se quedó sin caudillo, que desgraciadamente ya no teníamos caudillos que sirvieran para unificar a los distintos grupos revolucionarios, por lo que deberíamos de hacer nuestra unificación alrededor de las instituciones, para llegar precisamente a un gobierno institucional y no personalista, probablemente Manrique, que era muy exaltado en su pasión obregonista, creyó que el general Calles estaba ofendiendo la memoria del general Obregón. Al bajar Calles en medio del aplauso -porque fue muy aplaudido- y pasar junto a Manrique, éste le gritó: ¡farsante!, incidente al que naturalmente no le hizo caso el general Calles. Manrique sabía que iba a gozar de impunidad, que no lo iban a aprehender ni a mandar golpear o a acusarlo ante la Cámara. Fue un incidente que reveló la pasión de Manrique y la serenidad de Calles.
¿Señor ingeniero, hay quienes afirman que Luis N. Morones era el candidato del presidente Calles para que lo sucediera. Hay motivos realmente serios para dar crédito a esta afirmación?
No hay motivos. Luis N. Morones fue un gran amigo del general Calles y un magnífico elemento en su gobierno.
Frecuentemente se comenta aquel incidente en que Aurelio Manrique en la Cámara de Diputados, de pie, le gritó farsante al presidente Calles mientras leía un informe de gobierno. ¿Recuerda usted cómo se llevó a cabo ese incidente?
Sí señor, lo recuerdo perfectamente; precisamente fue en la lectura del mensaje del primero de septiembre de 1928, en el que planteó el general Calles el gobierno de instituciones y no de hombres.