La derecha radical en México. A. La aparición de la derecha radical secular A mediados de los treintas surgieron en México varias organizaciones semejantes en muchos aspectos a la derecha radical religiosa. excepto en la orientación religiosa general de su ideología. Aunque coincidían con ella en su ultranacionalismo. antiparlamentarismo y antimarxismo, su oposición al gobierno mexicano no estaba del todo motivada por la persecución religiosa. La derecha radical secular no llegó a ser un factor de importancia durante los primeros años de las dos décadas que trata este estudio. Aunque sus precursores participaron en las elecciones de 1929 apoyando a José Vasconcelos, en realidad no fue sino hasta la victoria de Cárdenas en 1934 que esta organización ocupó un lugar importante en la política de México. A partir de entonces se vio impulsada a un crecimiento rápido y radical. Durante su gobierno, Cárdenas rejuveneció la Revolución Mexicana adaptando el marxismo al medio mexicano; este cambio radical en la Revolución fue previsto en la convención del PNR en diciembre de 1933. El Plan Sexenal, adoptado por el partido en aquella reunión, fue expresado con terminología marxista: Ante la lucha de clases inherente al sistema de producción en el que vivimos. el partido y el gobierno tienen el deber de contribuir al fortalecimiento de las organizaciones sindicales de la clase trabajadora (1). El socialismo de Cárdenas se puso de manifiesto desde los comienzos de su régimen: ya el 20 de marzo de 1935 el New York Times informó que la retórica del presidente Cárdenas es el lenguaje de la revolución del proletariado, los discursos oficiales abundan en fraseología de la lucha de clases y los aparadores de las librerías rebosan de literatura marxista. Aunque a Cárdenas se le conoce en especial por su labor en la reforma agraria, para considerar el efecto de su gobierno en la clase media y en la derecha radical secular, es más apropiado examinar su papel en la reforma laboral y en la evolución del proletariado urbano. El Plan Sexenal había prometido que el Estado intervendrá, directa o indirectamente, para que todos los individuos de la República puedan ejercer sus derechos a trabajar (2). Cárdenas hizo gestiones de inmediato para cumplir esta promesa; el primer trimestre se caracterizó por una aguda agitación (laboral) (3). Las compañías petroleras El Aguila y La Huasteca estuvieron en huelga durante ese periodo. así como también las industrias textiles de Puebla, los ferrocarrileros y las empresas públicas; en 1934 hubo 282 huelgas en el país, y en 1935, 793 (4): en 1936, de las 674 huelgas que estallaron, 542 fueron arregladas a favor de los trabajadores (5). Cárdenas estableció una alianza con la CGOCM de Lombardo Toledano bajo la cual el gobierno apoyaba las demandas de los trabajadores, y éstos a su vez apoyaban a Cárdenas en su pugna con Calles por el poder político supremo en México que ya estaba tomando forma. Este choque se hizo evidente en junio de 1935, cuando los trabajadores de la compañía de teléfonos se pusieron en huelga; el apoyo que dio Cárdenas a los huelguistas en este conflicto fue un desaire directo a Calles, quien era un poderoso accionista de esa compañía (6). En febrero de 1936 Cárdenas procedió a consolidar su apoyo a los trabajadores formando la Confederación de Trabajadores Mexicanos, CTM, tomando la marxista CGOCM de Lombardo Toledano como núcleo (7). Esta organización tenía 600 000 miembros y se mostraba marcadamente inclinada por las medidas del gobierno de Cárdenas tendientes a formar una sociedad de tipo socialista, lo cual significaba la ruina para la clase media. Los negocios e intereses financieros que movían a esta clase no tardaron en darse cuenta de la amenaza que constituía Cárdenas. En abril de 1935, el senador Ezequiel Padilla, miembro de la facción conservadora del PNR, declaró que los primeros meses de gobierno de Cárdenas se habían singularizado por una incesante agitación en las organizaciones laborales y por una propaganda extremista, lo cual había provocado una creciente inquietud en todos los círculos inversionistas (8). A esto Cárdenas respondió: Debemos combatir al capitalismo, la escuela liberal capitalista, que ignora la dignidad humana de los trabajadores y los derechos de la colectividad (9). En esta forma, el presidente declaró su franca hostilidad hacia los segmentos no progresistas de la clase media, hacia los carrancistas, los capitalistas y la ideología liberal a la que se adherían. De la misma forma que los conservadores tradicionalistas, los defensores de la religión se habían visto asediados por algún tiempo y formado organismos para enfrentarse a la amenaza de sus ideales, como antes se mencionó; ahora era tiempo de que la derecha secular reaccionara al ataque a sus creencias e intereses. Así como la amenaza había conducido a la radicalización creciente de la derecha religiosa durante los primeros años de la década de los treintas, de la misma forma contribuyó a la aparición de una derecha radical secular a mediados del mismo periodo. Sin embargo, esta derecha radical secular, carecía de una estructura previamente establecida y del sistema jerárquico de la Iglesia, por lo que resultó ser un movimiento fragmentado y sin coordinación. En consecuencia, a mediados de los treintas aparecieron un gran número de organizaciones encaminadas a protestar y combatir la reforma revolucionaria que realizaba el régimen de Cárdenas. Tal como lo ha señalado uno de sus partidarios: Después de 1935, gracias a la solidaridad combativa del pueblo con el programa de la Revolución, restablecido por el gobierno del general Lázaro Cárdenas, comenzaron las grandes luchas de clase, los colosales encuentros entre los revolucionarios y los contrarrevolucionarios, entre el pueblo y sus enemigos (10). Sin embargo, la organización más importante de éstas fue, en realidad, ligeramente anterior a las reformas de Cárdenas: la Acción Revolucionaria Mexicana (ARM), la primera organización de los derechistas radicales seculares que apareció en los años treintas, y que jamás fue excedida ni en tamaño ni en renombre por ningún otro grupo posterior. La ARM fue fundada en marzo de 1934 por el general Nicolás Rodríguez como una organización paramilitar basada en los modelos de los camisas pardas y los camisas negras de Alemania e Italia (11). Rodríguez nombró a su grupo los camisas doradas y los vistió como tales; había luchado junto a Villa en los albores de la Revolución y sostenía que su organización descendía directamente de las unidades de caballería denominadas dorados, las cuales fueron elemento básico del ejército de aquel extraordinario general revolucionario. A pesar de que únicamente un puñado de los camisas doradas se podían vanagloriar de haber luchado al lado de Villa, su identificación estaba bien calculada para proporcionar al grupo la apariencia de ser auténticamente revolucionario, y para motivar a los jóvenes aventureros a enlistarse. La ideología de la ultra nacionalista ARM, se caracterizaba por su antisemitismo y anticomunismo; su principal actividad consistía en tratar de intimidar a los huelguistas. Existen evidencias para suponer que la organización se formó a iniciativa de Calles con el objeto de mantener controlados a los trabajadores; al tiempo de la formación de la ARM él todavía era el hombre fuerte en México, pero su inclinación conservadora, la cual sirvió para poner a los intereses de los empresarios encima de los intereses de los trabajadores. se vio amenazada por las crecientes actividades de la CGOCM que Lombardo Toledano había organizado el año anterior, Aunque en realidad el gobierno tenía la fuerza suficiente para suspender las ruidosas actividades antiobreristas de la ARM, no mostró tal inclinación; tal parece que los camisas doradas tienen el apoyo de personas con vara alta en el comité ejecutivo del gobierno (12), Naturalmente los camisas doradas se beneficiaron con los innumerables problemas laborales que el gobierno enfrentó durante los años de la depresión. La mayoría de los capitalistas, industriales y grandes comerciantes son responsables del financiamiento de los dorados (13). En virtud de que la organización creció durante los años de 1934 y 1935, algunas empresas de más rango contribuyeron a sostenerla. Además, las actividades subversivas de la Alemania nazi hacían su aparición en México, por lo que la legación alemana consideró conveniente para sus intereses proporcionar un subsidio a la ARM (14). El gobierno descubrió también evidencias de que ciertos agentes japoneses daban clandestinamente dinero a Rodríguez (15). La ARM representaba, en su ideología, la reacción de la clase media mexicana ante la amenaza del levantamiento del proletariado urbano a mediados de los treintas y los deseos del capitalismo mexicano incipiente de obtener protección contra la competencia extranjera. Era una organización nacionalista, antiparlamentaria y antimarxista, y su lema era México para los mexicanos, considerando a la clase media como el factor preponderante para beneficiar nuestra nacionalidad ... (16). Representaba la reacción ante la amenaza de una posible revolución socialista o comunista en el país. Su principal inquietud la causaba una confabulación judeo~comunista para subvertir la nación mexicana y sus tradiciones. Fue la reacción extrema de la clase media ante la amenaza de instauración del socialismo por la Revolución Mexicana bajo el régimen de Cárdenas. El nacionalismo y la oposición de los camisas doradas hacia el movimiento obrero estaban fuertemente vinculados; aquellos sostenían que el surgimiento de las demandas laborales, según lo demostraban la serie de huelgas que caracterizaron a México en 1935, obedecian a la adopción por parte del gobierno mexicano de una ideología extranjera: el socialismo de Rusia (17). Afirmaban que la lucha básica en México era entre el nacionalismo y el comunismo. ¿Cuál de las dos ideologías merece su apoyo, el nacionalismo mexicano o el llamado comunismo, importado de Rusia? (18). El ultranacionalismo de la ARM la llevó al antisionismo. Ninguno de los discursos de los camisas doradas finalizaba sin antes condenar enérgicamente al judaísmo internacional. Demandaban al presidente Cárdenas que limitara el número de israelitas residentes en México y que les retirara su ciudadanía; que a todo judío se le prohibiera participar en política y que todas las fábricas de su propiedad pasaran a manos mexicanas (19). Los camisas doradas diferían de la derecha radical religiosa en que, como representantes de la clase media, empapados del pensamiento político y económico del liberalismo clásico, alentado éste por la amenaza inminente del socialismo, atribuían el origen de sus males a la Constitución de 1917 cuando, según ellos, había fracasado la Revolución Mexicana. En cambio, la derecha radical religiosa consideraba al movimiento de Reforma del siglo XIX y, de hecho, a los acontecimientos posteriores a la Independencia, como los causantes de la muerte inevitable de la nación mexicana. A diferencia de la derecha radical religiosa, los camisas doradas solían decir: Deseamos continuar la labor del cura Hidalgo, del cura Morelos (a quienes la derecha radical religiosa tachaba de renegados), de los padres de la Reforma y de la Revolución: Madero'y Carranza (2O). La ARM no mencionaba en su programa a la iglesia católica, y en cuanto a la religión la tocaba únicamente para pedir la libertad de cultos. Naturalmente, desde los inicios de su existencia, la ARM fue tildada de fascista, acusación que la organización negó vehementemente con su lema de México para los mexicanos. Negaban cualquier socialismo extranjero, argumentando que ellos querían un socialismo mexicano indíqena, lo que. por supuesto, lo convertía en un socialismo naciona1 (21). Los camisas doradas decían que quienes los tachaban de fascistas no conocían el significado de la palabra: El fascismo es el gobierno de un hombre que dispone de la libertad y vida de los ciudadanos a su capricho ... La dictadura del proletariado es justamente la dictadura del fascismo con otro nombre (22). La historia de la ARM durante la década de los treintas se puede dividir en dos periodos fundamentales: durante el primero, que abarca desde su fundación hasta noviembre de 1935, operó en la ciudad de México principalmente, y recibió cierto apoyo oficial, al menos en forma tácita, aunque éste fue disminuyendo de manera gradual. Desde su fundación en marzo de 1934, la ARM parece haber recibido cierto apoyo de parte del gobierno: Calles, que cada día se volvía más conservador, la utilizaba para combatir el sindicalismo militante, acrecentado enormemente de la noche a la mañana. Las principales actividades de los camisas doradas consistían en quebrantar huelgas y luchar en las calles contra las manifestaciones izquierdistas. Como parte de la contienda de Cárdenas contra Calles por el poder durante 1935, el presidente intentó suprimir la ARM: su esfuerzo culminó el 20 de noviembre de 1935 cuando un sangriento encuentro entre la policía antimotines y los dorados tuvo lugar en el zócalo de la ciudad de México, con un saldo de seis muertos y 50 heridos; esto causó la indignación pública, lo que permitió liquidar por completo a la organización (23). El segundo periodo de la historia de la ARM comienza en noviembre de 1935 y culmina con la rebelión cedillista en mayo de 1938, periodo en el cual la organización operó esencialmente en la provincia, en particular en los Estados del norte. Este movimiento se examina a continuación. A pesar de encontrarse la derecha radical secular más fragmentada que la derecha radical religiosa, y carecer de la dirección central de esta última, sí tenía algo de cohesión con el movimiento de la llamada Confederación Patronal de la República Mexicana (CPRM). Sustancialmente gracias a sus recursos financieros, esta organización podía proporcionar a la derecha radical secular cierto grado de dirección global a mediados de los treintas. En sus mejores tiempos la CPRM contó con veintiséis divisiones en toda la República y con 5 000 miembros. Como su nombre lo indica, era una confederación nacional de organizaciones patronales, tanto locales como regionales: como organización era análoga a las asociaciones de las cámaras de industria y comercio, pero mientras las últimas se ocupaban principalmente de dar algunos servicios técnicos a sus miembros, las CPRM estaba encaminada a conseguir el bienestar de los intereses de sus miembros en relación a sus trabajadores. Su origen se remonta a los tiempos del régimen de Calles. Fue entonces cuando Luis Sada, industrial de Monterrey, organizó una Unión Patronal, principalmente entre los hombres de negocios de Monterrey, pero desplegando esfuerzos para ampliarla al resto del país (24). Como resultado, en una conferencia de líderes industriales se fundó la organización en septiembre de 1929 (25). Sin embargo, dicha organización permaneció más que nada en el papel, ya que los proqresos políticos no justificaban su crecimiento. Pero las reformas revolucionarias de Cárdenas durante 1935 la activaron definitivamente a principios de 1936. Su constitución demandaba combatir las ideas sociales radicales, luchar contra la amenaza que representaban para los patrones esas ideas que, de convertirse en ley, transformarían a los latifundistas en pequeños propietarios, y defender el reconocimiento de los derechos legítimos de los terratenientes (26). El nuevo impulso de la CPRM en 1936 obedeció a los esfuerzos de la CTM, que contaba con el apoyo del gobierno. para desarrollar en Monterrey sus métodos de organización. El gran conflicto en esa ciudad en febrero de 1936 entre los patrones y la CTM, provocó que los primeros vieran la necesidad de formar una organización a nivel nacional para luchar por sus intereses; aquel conflicto surgió inicialmente a raíz de los esfuerzos de la CTM por hacer una huelga en La Vidriera (27). Las asociaciones patronales locales formaron la Acción Cívica Nacionalista y subsidiaron a los camisas doradas para combatir esta amenaza; ambas organizaciones eran tan poderosas en Monterrey que tuvieron la capacidad de orqanizar una manifestación de oposición a la huelga de 60 000 personas, el 5 de febrero, y de obligar a casi todos los empresarios de Monterrey a realizar un paro de protesta el 6 de febrero. Los banqueros de Monterrey declararon que no concederían un solo préstamo hasta que los problemas laborales, fundamentalmente los paros de trabajadores, estuviesen totalmente arreglados (28). Fue sólo con el arribo del presidente Lázaro Cárdenas que volvió a reinar el orden en la ciudad. Sin embargo, el director del ampliamente interrelacionado complejo industrial de Monterrey se percató del peligro que para ellos representaban las reformas de Cárdenas y comenzó a actuar para frustrarlas. Fue entonces cuando la CPRM se hizo realidad. La CPRM estaba esencialmente encaminada a hacer propaganda en favor de los patrones de la nación y financiar varias organizaciones de la derecha radical secular. Entre sus tácticas favoritas de propaHanda estaba la práctica de la distribución de publicaciones tales como La cartilla del comunista entre los trabajadores de fábricas cuyo propietario apoyara a la CPRM. La cartilla pretendía hacer creer que el gobierno mexicano estaba dominado por comunistas (29); el argumento de que el comunismo era la piedra angular de los esfuerzos de la CTM para organizar a los trabajadores del país, y de las reformas sociales que realizaba Cárdenas, fue la idea fundamental de todas las actividades propagandísticas de la CPRM (30). Aparte de estas actividades sirvió como intermediario entre los impulsores financieros de la derecha radical secular y las varias organizaciones que servían de columna vertebral al movimiento; funcionó como embudo a través del cual se distribuían los fondos después de ser recolectados tanto entre los miembros de la CPRM como de otras fuentes. Los ingresos provenían de tres patrocinadores principales: las empresas mexicanas, en especial del complejo industrial de Monterrey; las compañías petroleras norteamericanas, y Europa. Las sumas que proveían eran considerables: durante el periodo de diciembre de 1936 a julio de 1937, por ejemplo, los ingresos de la CPRM fueron de 24 700 pesos (31). Por 1937, el procurador general disponía de toda clase de informes, testimonios y pruebas sobre las actividades de diversos grupos políticos y de algunas personas dedicadas a la tarea de agitación, las cuales eran fomentadas por la Central Patronal (la división de la CPRM en la ciudad de México) ... (32). Al comenzar 1935, esta organización, subsidiada por la CPRM, había proliferado y provocaba agitación en todo el país, la cual llegó al rojo vivo en 1937, y la CPRM la encaminó al objetivo de realizar un levantamiento armado en el país para derrocar al gobierno de Lázaro Cárdenas; esta campaña culminó en 1938 con la rebelión de Cedillo. La CPRM dio apoyo a la ARM para ayudar a una organización previamente establecida. Sin embargo, los subsidios que otorgaba estaban quizás más enfocados en la fundación y fomento de nuevas organizaciones de la derecha radical secular. Entre 1935 y 1938 surgieron una miríada de éstas, muchas de las cuales figuraban sólo en el papel, pero otras pudieron afiliar gran número de miembros y obtener notoriedad a causa de sus tácticas activistas y su propaganda rimbombante. Como la CPRM estaba integrada por hombres de negocios y profesionales, no se ocupaba en hacer campañas de agitación y activismo político; su papel estaba más bien en el área de propaganda y finanzas. Su función era la de intermediarios entre los hombres de negocios mexicanos y las fuentes extranjeras y el movimiento de la derecha radical secular. Gran parte de su ayuda financiera la concedió a otra organización que se formó en junio de 1936 para proteger a los numerosos grupos de la derecha radical secular que se organizaran durante 1935~1938; ésta fue la Entre las organizaciones adheridas a esta confederación estaban la Acción Cívica Nacional, el Partido Antirreeleccionista, el Comité Nacional Pro Raza, la Unión de Comerciantes Mexicanos, la Juventud Nacionalista Mexicana, el Partido Cívico de la Clase Media, el Partido Socialista Demócrata, el Frente de Comerciantes y Empleados del Distrito Federal y la Liga de Defensa Mercantil
1929-1949
Hugh G. Campbell
Capítulo segundo
La derecha radical secular
1929-1939