Índice de Capital y trabajo de Johann MostPresentación de Chantal López y Omar CortésJohann Most: una brevísima semblanzaBiblioteca Virtual Antorcha

Noticia sobre este libro

Hans Magnus Enzenberger

Kapital und Arbeit (Capital y trabajo) se escribió en prisión. Sólo allí encontró tiempo Johann Most para estudiar el primer tomo de El Capital, aparecido en 1867. Comprendió al momento que dicho libro difícilmente podía ser entendido por aquellos en cuyo interés se había escrito, y se entregó a la tarea de redactar un extracto popular (tal el subtitulo de la primera edición). El libelo apareció en Chemnitz, en 1873. Fue tan leído que rápidamente se agotó la primera edición.

En el interin, Wilhelm Liebknecht se enteró del libro. Marx había dicho de él una vez que siempre buscaba representar en alguna medida el papel de mediador entre la teoría puramente comunista y la praxis, en especial entre Marx y los trabajadores (1). No es de maravillar, pues, que Liebknecht apoyara vívidamente ese intento de hacer accesible a los lectores impreparados Ia obra capital de la teoría marxista. Presentó, por tanto, el folleto a Marx y Engels y les rogó que revisaran el texto y lo reelaboraran donde fuera necesario. En el verano de 1875, poco antes de su viaje a Karlsbad y a pesar de tener deshechos los nervios (2), Marx se puso a la tarea, ayudándole Engels. He debido tachar todo lo que se refería al valor, al dinero, al salario y muchas otras cosas y en su vez he añadido algo especial, escribía un año despues a Sorge (3). En abril de 1876 volvia a aparecer el libelo en su segunda edición, también en Chemnitz.

La opinión de Marx y Engels sobre Most y su obra es contradictoria. En su correspondencia se encuentran muchas observaciones al respecto que en modo alguno son lisonjeras. Hablan de borricadas, estilo estudiantil, sabihondeces, frivolidades y hasta de las peores estupideces (4) y desde el principio prohibieron que aparecieran sus nombres en la página titular del Extracto. Estos juicios no se han de sopesar en balanza de farmacéutico. Todo el que conoce los muchos tomos de la correspondencia sabe que los clásicos del marxismo eran también virtuosos del denuesto. No existe casi camarada alguno sobre el que, en el transcurso de los años, no cayera alguna acusación de grueso calibre. Otra ocasión se presentó con la discusión en torno a Dühring y el Anti-Düring, en la que Most no hizo muy buena figura, para no hablar de la orientación posterior de éste hacia el anarquismo. Y finalmente, con El Capital, Marx había fijado un estándar científico para la teoría socialista, ante el que debía quedar corto todo conato de popularización. Respecto a esto no era el libelo de Most lo que valía, sino la posibilidad de efectuar una sinopsis de la obra de Marx.

Por otro lado, tanto Marx como Engels recomendaron por dos veces, de manera expresa, que se llevara a la imprenta el compendio de Most. Una vez aparecida la redacción revisada por ellos, Marx expidió un ejemplar a Sorge, en Nueva York, quien cuidó de que se hiciera la traducción al inglés. (La edición en inglés, de Otto Weydemeyer, apareció en Nueva York en 1878.) Pesa todavía más el hecho de que, cuatro años después, Engels volviera aún sobre el Extracto, en época en que Most hacía tiempo que pasaba ante la socialdemocracia como renegado. En julio de 1882 escribía a Hepner, en Nueva York, que este extracto no dejaba de tener sus ventajas y podía ser impreso (5). Bástenos estas observaciones, pues, por lo demás, la utilidad del libro no se ha de medir por citas epistolares.

Nuestra versión sigue la tercera edición de Kapital und Arbeit aparecida en Nueva York en 1890 (International Library No.2. Issued Quarterly by ]ohn Mueller), siempre pululante de erratas desconcertantes (6). Se tuvieron a la vista las dos ediciones de Chemnitz. En el cotejo no hubo duda alguna respecto de los pasajes en que Marx y Engels debieron añadir algo especial. Se trata de lugares centrales como se comprenderá y que en esta edición se han impreso en cursiva (En la presente edición cibernética hemos optado por eliminar estas cursivas debido a que no lo consideramos una buena idea para la presente edición). Las alteraciones insignificantes que no se han podido retraer a la redacción marx-engelsiana, sino que más bien se deben a Most, no se han señalado. El Extracto trae su subtítulo con alguna razón, puesto que Most copió literalmente frases enteras de El Capital mientras que otras las parafraseó. No se ha intentado anotar esos pasajes y en su lugar, a pie de página, se ha acotado dónde se puede hallar en el original el texto exacto (en la presente edición cibernética optamos por ubicar tal señalamiento al final del párrafo, resaltándolo con letra color rojo); de esta manera se le facilita al lector la remisión a Marx.

Las horribilísimas erratas de la edición precedente y, es de esperar, todas las demás, se han evitado aquí. Por lo demás, las enmiendas al texto de Most se reducen a los siguientes casos:

1. Las medidas, pesas y monedas en desuso se han transcrito en actuales; como sólo aparecen en ejemplos, no ha sido precisa exactitud cuantitativa, por lo que se han redondeado las cifras resultantes; así el táler aparece aquí como 20 marcos;

2. Se han sustituido algunas expresiones anticuadas por otras de uso corriente actual. Tales alteraciones corresponden sin duda a las miras del autor quien, precisamente, había procurado que todo el mundo lo pudiera entender (o pudiera entender a Marx).




Notas

(1) Wilhelm Liebknecht, Karl Marx zum Gedächtnis. Ein Lebensabriss und Erinnerungen. Nurenberg, 1896. Página 39.

(2) Marx a Friedrich Adolph Sorge. Carta del 27 de septiembre de 1877. MEW 34, página 294.

(3) Márx a Friedrich Adolph Sorge. Carta del 14 de julio de 1876. MEW 34, página, 183.

(4) De la correspondencia de los años setenta y ochenta. MEW 35, passim.

(5) Engels a Adolf Hepner. Carta del 25 de julio de 1882. MEW 35, página 345.

(6) Marx a Fredrich Adolph Sorge. Carta del 14 de julio de 1877. MEW 34, página 294.


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