MARTE
El planeta rojo
Tanto Marte como Venus han servido de inspiración a los creadores de narraciones de ciencia-ficción, como hogares de supuestas culturas muy avanzadas, siendo, sin lugar a dudas, mucho más preferido el primero, del cual bastante se habló en torno a sus supuestos canales que se les llegó a imaginar como potentosas obras arquitectónicas producidas por una civilización muy desarrollada. Novelas de la talla de Crónicas marcianas de Bradbury, así como innumerables narraciones en las que se coloca al planeta rojo en el centro de la discusión en torno a la vida extraterrestre, son claras muestras de la atracción que Marte ha ejercido en literatos, astrónomos e investigadores científicos.
También se ha insistido en la hipótesis de que hubo un momento en que las condiciones climáticas de Marte fueron harto favorables para la presencia de vida. Y en la actualidad se afirma la existencia de importantes depósitos de agua en los polos marcianos. Sin embargo, y si nos atenemos a las fotografías que del planeta rojo se han divulgado, nos topamos con la presencia de desérticos panoramas, en los que, ni con toda la buena voluntad del mundo podemos siquiera imaginar la posibilidad de vida en ese ambiente inhóspito de polvo y piedras. Si cierto fuese que en algún momento de su historia Marte albergó condiciones propicias a la presencia de vida, ese momento ha de encontrarse muy, pero muy en el pasado. Quizá sea cierta la hipótesis de una hecatombe en Marte que orillo a la trasformación de su atmósfera; sin duda que el tema ha de ser motivo de atracción para los científicos y que el descubrir qué fue lo que sucedió representa un autentico reto. Sin embargo, y tratando de tener bien puestos los pies en la Tierra, muy dificilmente podriamos esperar noticias sensacionales de la misión Curiosity relativas a presencia de vida marciana.
Sin duda que algo hay en Marte que mueve a realizar misiones cuyo costo es elevadísimo. Hipotéticamente podría llegarse a pensar en la presencia, en gran escala, de algunos minerales muy codiciados en la Tierra, porque definitivamente no podemos ni tan siquiera suponer que misiones tan costosas se lleven a la práctica únicamente por el afán de investigar y escudriñar al planeta rojo. No, algo hay, y algo muy jugoso desde el punto de vista económico.
Aunque en los videos que aquí compartimos con todos los interesados, se maneja la idea de que el conjunto de misiones que desde 1965 la NASA ha realizado sobre el planeta rojo, tienen como objeto principal la búsqueda de agua, y por lo tanto de condiciones favorables al desarrollo de la vida, nos es lícito mantener un gran escepticismo al respecto. No tenemos la menor duda de que para los científicos realmente ese sea el principal objetivo, pero albergamos serias dudas de que quienes administran el dinero no tengan otras finalidades. En resumen, muy probablemente el señuelo, para fines de manipulación política, sea el divulgar lo del interés por la búsqueda de agua en el planeta rojo, pero en la realidad, el objetivo sea otro, esto es, un objetivo que garantice económicamente la inversión o mejor dicho, la serie de inversiones de gasto en esas misiones.
Tenemos que tomar muy en cuenta que, hoy por hoy, Marte es, quizá, el planeta más vigilado y estudiado, puesto que le orbitan varios satélites con diferentes misiones, y al mismo tiempo ya son varios los robots que se han depositado en su superficie con objetivos científicos muy claros. Entonces, poco a poco, el conocimiento sobre el planteta rojo ha ido aumentando de manera considerable, lo que, por supuesto es algo muy positivo.
En los dos videos que aquí compartimos con quienes puedan estar interesados, se vierte un nada despreciable caudal de información que sin duda habrá de ser valorado por quienes a él accedan, y es de esperar que tan loable información genere un cúmulo de positivas reflexiones en torno a la historia, desarrollo y posibilidades que a la humanidad pudiese ofrecer el planeta rojo, además, claro está, de incentivar la curiosidad y fertilizar la imaginación en torno a un futuro más positivo y esperanzador.
Septiembre de 2012 Omar Cortés
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