Índice de Diálogos de los muertos de Luciano de SamosataCapítulo VIICapítulo IXBiblioteca Virtual Antorcha

CAPÍTULO VIII

Cnemón y Damnipo

CNEMÓN.- Aquí pasa lo que dice ese dicho tan conocido: El cervatillo atrapó al león.

DAMNIPO.- Te noto enfadado, Cnemón, ¿qué te ocurre?

CNEMON.- ¿Me preguntas que por qué estoy enfadado? No es raro que lo esté, pues me han engañado. ¡Pobre de mí!, ha heredado mi fortuna quien yo no deseaba, y quienes realmente se lo merecían se han quedado sin nada por mi culpa (9).

DAMNIPO.- ¿Y qué es lo que ha pasado?

CNEMON.- Yo estaba cuidando atentamente al riquísimo Hermolao, que no tenía hijos, esperando ansioso su pronta muerte, y él, aceptaba mis cuidados muy agradecido. Con el tiempo, me pareció una brillante idea, hacer testamento público, en el cual yo le hacía heredero de todas mis riquezas, con el fin de que él hiciese lo mismo conmigo.

DAMNIPO.- ¿Y él cómo reaccionó?

CNEMON.- Desconozco por completo a quien hizo su heredero. En cuanto a mí, se desplomó el techo de mi casa sobre mi cabeza y morí al instante. Y ahora Hermolao ha heredado todos mis bienes después de llevarse consigo el anzuelo y el cebo, como un lobo marino.

DAMNIPO.- Y por si fuera poco también se llevó al pescador, que eras tú. Así, el ardid te salió al revés de como deseabas.

CNEMON.- Totalmente, de eso me quejo.

Índice de Diálogos de los muertos de Luciano de SamosataCapítulo VIICapítulo IXBiblioteca Virtual Antorcha