Índice de Atenea, novela incluida en Cuentos Invierno de Ignacio Manuel AltamiranoAnterior apartadoSiguiente apartadoBiblioteca Virtual Antorcha

ATENEA

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Venecia, 26 de mayo.

La he visto y le he hablado. Estaba sola con su madre, que nos abandonó un gran rato, diciéndonos que necesitaba escribir.

Le he relatado mis sufrimientos. Los ha escuchado atenta y pensativa. A veces sus ojos se han llenado de lágrimas, pero otras, sus labios, esos labios benévolos y risueños se han plegado con un gesto de amargura y de contrariedad. ¿Qué puede haberla disgustado? Y sin embargo, nada hay innoble, ni pequeño, ni mezquino en cuanto le he contado. ¿Será que esta historia echa por tierra sus teorías? ¿Será que encuentra demasiado frágil el corazón de la mujer, y que esto le causa pena?

No lo sé, pero la impresión que le ha quedado es indescifrable. No sé qué idea tiene de mí. Tal vez en el fondo me juzga un loco, un visionario.

Nos despedimos al oscurecerse la tarde, y ella me habló poco; parecía taciturna y se excusó de no hablarme acerca de la filosofía especial del amor, porque se sentía mal de la cabeza.

Yo sentí oprimido el corazón. Algo me dice que la historia íntima de mis pesares no satisfizo el interés que ella mostraba por oírla. Fue vulgar, quizá, en su concepto.

No iré esta noche a verla, como es natural, después de haber pasado con ella la tarde, y sabiendo que sufre de su neuralgia. y me acuesto contrariado y sin apetito. Después de todo, Venecia para morir es igual a cualquier otra población. ¡y si escogiera yo Roma!

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