Índice de Memorias de Francisco Vázquez GómezPrimera parte - Capítulo XIPrimera parte - Capítulo XIIIBiblioteca Virtual Antorcha

Primera parte

CAPÍTULO XII

EL PACTO MADERO-LIMANTOUR. MI SALIDA DE WASHINGTON. SILVESTRE TERRAZAS.


Como se ha visto, en el telegrama del 20 se me dice que Madero admite armisticio condiciones dichas: Presidente Barra y ocupación Juárez; lo cual significa la renuncia del general Díaz; pero dos días después recibía yo el siguiente telegrama, que es lo que algunos llaman el Pacto Madero-Limantour:

El Paso, Tex.
22 de abril de 1911.
Vázquez Gómez.
Washington, D. C.

Madero ha convenido siguientes condiciones celebrar paz.
Implantación en las leyes principio No Reelección.
Nombramiento por revolución catorce gobernadores interinos para que convoquen a elecciones.
Evacuación por fuerzas federales de los Estados Sonora, Chihuahua y Coahuila, comprometiéndose revolución tener fuerzas suficientes conservar orden y dar garantías, pagándolas federación.
Renuncia. Oorral Vicepresidencia.
Al ser electos nuevos gobernadores, renuncien diputados y senadores sus respectivos Estados y se convoque a nuevas elecciones.
Nombramiento cuatro ministros de acuerdo con revolución.
Libertad reos políticos, sobreseyéndose todas las causas.
Suscripción nacional indemnizar víctimas revolución.
Pagos haberes a fuerzas revolucionarias.
Reformas Ley Electoral, hacer efectivo voto.
No se cambie ministro Relaciones, sino de acuerdo con jefe actual Partido Revolucionario.
Celebrándose arreglo definitivo, Díaz y Madero publicarán cada uno manifiesto términos honrosos a la nación, haciéndola conocer bases arreglo celebrado.
Demás detalles arreglaránse de acuerdo estas bases generales.
Esquivel Obregón y Madero (supuse Ernesto), como intermediarios transmitirán este telegrama; pero Madero desea lo haga usted en forma crea conveniente a Barra.

González Garza.

Washington, D. C.
23 de abril de 1911.
Federico González Garza.
El Paso, Tex.

Gobierno avÍsame (por conducto de la Embajada) necesaria autorización para armisticio. Como veo están arreglando paz, recomiéndole urgentemente hagan arreglos satisfactorios a todos los insurgentes armas en el país, de lo contrario, expónense no sean aceptados. Esto sería gravísimo. Decirme qué hago.

Vázquez Gómez.

Cosa curiosa: el gobierno se empeñaba en que firmara yo el armisticio en Washington con el señor embajador, lo cual habría sido muy importante. En cambio, el señor Madero prefirió firmarlo él con el jefe de las armas en Ciudad Juárez.

No supe con quién había convenido el señor Madero las condiciones; pero como al último se habla de Esquivel Obregón y Madero como intermediarios, supuse que en los convenios intervinieron estos señores. Es de notar que en este telegrama ya no se habla del retiro del general Díaz, sino de Corral solamente. ¿Por qué? Más adelante se encontrará la explicación.

Con fecha 24 recibí telegrama autorizándome a ratificar por vía diplomática el armisticio celebrado entre Madero y Navarro; pero ya era tarde, y el señor embajador me manifestó que ya no era necesario. Claro. De todos modos, el telegrama que acabo de copiar, en que constan las condiciones de arreglo, muestra claramente que había mucha actividad política cerca del señor Madero antes de que yo llegara, pues como se hará notar en su oportunidad, Ernesto Madero, Esquivel Obregón, Rafael Hernández y Oscar Braniff obraban de acuerdo con el señor Limantour, lo cual, según creo, dió lugar a que el señor Sánchez Azcona me pusiera el telegrama siguiente:

El Paso, Tex.
25 de abril de 1911.
F. Vázquez Gómez.
Washington, D. C.

Urge venga luego para contrarrestar influencias. Peligroso mucha prolongación armisticio, pues gente desertándose.

Sánchez Azcona,

Es de tenerse en cuenta que los revolucionarios de Chihuahua, como los de otros Estados, eran voluntarios y no podían desertar; lo que sucedía era que los víveres no abundaban, y en cuanto a ropa, los soldados estaban en condiciones verdaderamente lastimosas. Las partidas que se desprendían, solamente lo hacían en busca de elementos.

Como seguían llamándome urgentemente, salí de Washington el 26 de abril, rumbo a El Paso, y el licenciado Vasconcelos, que llegó a Washington el 25, quedó encargado de la Agencia. En Nueva Orleans encontré al señor licenciado don José María Pino Suárez, quien me dijo estaba listo para acompañarme, y así lo hizo. Todavía en Nueva Orleans puse un telegrama al señor González Garza, diciéndole no atacar Ciudad Juárez, porque el triunfo lo estaba dando el sur, y preguntándole si podía detenerme un día en San Antonio para recoger opiniones y que contestara a esta población.

Al bajarme del tren en San Antonio, encontré a mi señora y a mi hermano Emilio que me esperaban. Mi primera pregunta fue:

- ¿Puedo quedarme?

- No -me dijeron-, han telegrafiado diciendo que sigas en el mismo tren.

Mi hermano me dió unos números de periódicos de México; en uno de ellos había un artículo del licenciado don Luis Cabrera, en el cual proponía como solución al conflicto, entre otras cosas, la siguiente organización del gobierno, la cual extracto de su libro titulado Obras Políticas del Lic. Blas Urrea:

Presidente, general Porfirio Díaz.
Vicepresidente, Venustiano Carranza.
Relaciones, Guillermo de Landa y Escandón.
Gobernación, don Teodoro A. Dehesa.
Guerra, general Bernardo Reyes.
Justicia, licenciado Manuel Vázquez Tagle.
Hacienda, José I. Limantour.
Fomento, Damián Flores.
Comunicaciones, ingeniero M. Marroquín y Rivera.
Instrucción Pública, doctor Vázquez Gómez.

SUBSECRETARIOS

Gobernación, Manuel Garza Aldape.
Guerra, Salas o Eguía Lis.
Justicia, Vera Estañol.
Hacienda, Toribio Esquivel Obregón.
Fomento, Manuel Calero.
Comunicaciones, Alberto Robles Gil.
Instrucción Pública, Valentín Gama.

Estas personas, según decía el licenciado Cabrera, podrían constituir, agrupados, un gobierno más fuerte que el del general Díaz ...

Con el propósito de continuar lo del armisticio hasta su terminación, he dejado sin referir un hecho que es necesario recordar, con tanta mayor razón cuanto que él implica un grande error cometido por mí. Por esto precisamente debo hacerlo resaltar de un modo especial, pues no soy de los que falsean la historia con el solo propósito de ocultar o mitigar sus errores, como hacen muchos.

Como se ha visto por lo anteriormente escrito, desde que me hice cargo de la Agencia Confidencial, fuí asediado por los negociadores de paz; unas veces en Corpus Christi, adonde no quise concurrir; otras, en Nueva York, por los señores Madero, para que hablara con Limantour; en Washington, por los señores Esquivel Obregón y Braniff, y en la Embajada, según se ve, por los telegramas transcritos; todo esto sin tener comunicación directa con el señor Francisco I. Madero, ni haberla tenido desde que entró en territorio mexicano. En estas condiciones, me valí del señor Lawrence para poder dirigir un telegrama al señor Madero; pero para esto había que contar con el permiso de México y hablar de paz. Después de varios telegramas cambiados entre la Embajada y el señor De la Barra, concedido el permiso aun para mandar telegramas en clave, designado por mí el señor Silvestre Terrazas, de Chihuahua, para ser el portador de dicho telegrama para Madero, y obtenidas previamente las seguridades para el enviado, le puse el siguiente telegrama:

Washington, D. C.
9 de abril de 1911.
Señor Silvestre Terrazas.
Chihuahua City.
México.
Confidencial.

Suplícole me diga esta vía si llevará mensaje a Francisco I. Madero y trasmitirá contestación esta ciudad. Tengo permiso de México.

Vázquez Gómez.

Contestación:

Chihuahua, México.
10 de abril de 1911.
Vázquez Gómez.
Washington, D. C.

Acepto comisión de paz, suplicándole anticipárselo general Díaz, pues encuéntrome aún con libertad caucional.

Silvestre Terrazas.

Aceptada la comisión por dicho señor Terrazas y asegurado el permiso del gobierno, dirigí un telegrama al señor Madero el día 12 de abril, y en el cual le decía, en clave:

Nada decir enviado. Causa gana todas partes. Falta dinero. Semioficialmente gobierno desea saber por mi conducto cómo hacer paz. Déme instrucciones. Mis ideas son: tratos formales; no Corral, Limantour ni Díaz. Este iráse después de arreglos, dejando poder Barra con mayoría gabinete, gobernadores provisionales nuestros. Insurgentes como rurales mientras elígense diputados, gobernadores, Presidente. No amnistía presos ni perseguidos. Siga operaciones bien. Conteste esta vía.

Vázquez Gómez.

Mis frases: no amnistía presos ni perseguidos, deben entenderse hoy, como fue mi pensamiento entonces: no perdón, sino libertad incondicional.

El señor Terrazas me comunicó de Chihuahua el día 14, que las comunicaciones estaban interrumpidas, pero que emprendía el viaje a caballo; posteriormente, y de Madera, me comunicó que iba rumbo a Casas Grandes en busca de don Francisco I. Madero. Por último, el 19 de abril me participó el señor González Garza que Madero estaba en Bauche y con él Terrazas; que por falta de clave no pudieron descifrar el telegrama, pero que ya les mandaba una. Resultó de esta tardanza, motivada por falta de clave y por la interrupción de las comunicaciones, que el señor Madero se enteró de mi telegrama el día 19, cuando el armisticio estaba en vías de arreglarse.

Ahora bien, ¿en qué consistió mi error? En proponer en dicho telegrama al señor De la Barra como Presidente interino, y esto, no por lo que a mí toca, sino porque no fue leal a la revolución que lo elevó a la Presidencia de la República. ¿Por qué lo propuse? voy a decirlo con toda sinceridad:

En primer lugar, yo veía que el señor Madero no daba la medida para salir avante en el gobierno provisional, siempre lleno de dificultades y de peligros, sobre todo, cuando mucho influían en su ánimo los elementos científicos. Pensé que con éstos no tendría ligas íntimas el señor De la Barra, por haber estado ausente del país varios años, y, por último, porque habiendo estado en el servicio diplomático en varios países donde no se gobierna como se gobernaba en México, supuse que algo habría aprendido y Se podría pasar el interinato de un modo aceptable y el señor Madero podría gobernar después con menos dificultades. Pero en verdad, no estoy plenamente convencido de que mi proposición haya inclinado realmente al señor Madero en favor de De la Barra, o si fueron más bien las gestiones limantouristas de los intermediarios. Y digo esto, porque Braniff, Esquivel Obregón, Ernesto Madero y Rafael Rernández obraban de acuerdo con el señor Limantour, sino es que eran sus agentes, como se demostrará en su oportunidad. Esta última suposición toma más fuerza por el hecho de que en un telegrama de los ya transcritos, se me dice que los dos primeros (Braniff y Esquivel Obregón) vieron a Madero, es decir, hablaron con él, y al final de las condiciones de paz consta que Esquivel Obregón y Madero, como intermediarios, transmitirían (supongo que a México) las mismas condiciones en las cuales ya no se habla del retiro del general Díaz, sino solamente del señor Corral.

Esto me hizo pensar que la candidatura del señor Limantour para la Vicepresidencia de la República comenzaba a tomar forma, porque después de la renuncia de Corral y electo el señor Limantour Vicepresidente, vendría la licencia o renuncia del general Díaz.

Entre mis papeles encuentro las copias de los siguientes telegramas que pueden tener algún interés:

México, 26 de abril de 1911.
Braniff, Esquivel Obregón.

Recibí su último telegrama de hoy. El estado del asunto aquí es el siguiente: Secretaría de Guerra telegrafió 24 de abril al general Navarro texto de carta oficial que debía dirigir a Madero sobre lugar y comisionados conferencia y estamos esperando contestación Madero: mientras tanto, Vázquez por conducto Embajada ha manifestado deseo de que conferencia tenga lugar en Laredo, y gobierno ha contestado que espera respuesta Madero. Por otra parte, Presidente considera enteramente indebido que jefe gobierno radicado en México envíe comisionados hasta punto donde encuéntrase jefe revolución. Paréceme que dificultades que apuntan ustedes podrían vencerse trasladándose principales jefes revolución junto con comisionados Madero al lugar que se escoja para conferencia entre México y Laredo. Comisionados del gobierno saldrán inmediatamente después de que se comunique contestación Madero y se prorroga plazo y suspensión hostilidades. Hablaré para que con algún carácter sean ustedes agregados a enviados.

Supongo que éste fue puesto por el señor Limantour, y la siguiente contestación dirigida a él por los señores Braniff y Esquivel Obregón:

27 de abril de 1911.

Nuestro plan ha consistido en llevar las negociaciones informales hasta un acuerdo completo en lo substancial, para que aparezca entonces a los revolucionarios como secundario el lugar en que se celebren las conferencias y salvar así un escollo que entorpecerá lo principal. Bastará que mientras tanto, para calmar los ánimos y evitar que se explote por la prensa de aquí el ridículo, se nombrará sin demora comisionados de paz, a reserva de que salgan de México después de prolongación armisticio. Mientras llegamos al acuerdo fundamental y logramos convencer de que decoro de ambas partes exige señalar lugar intermedio. Urge, por tanto, contestación telegramas anteriores. Armisticio termina mañana mediodía.

Índice de Memorias de Francisco Vázquez GómezPrimera parte - Capítulo XIPrimera parte - Capítulo XIIIBiblioteca Virtual Antorcha