PRESENTACIÓN

La magna obra de Don Antonio de Solís (1610 - 1686), publicada en 1685, sin duda es su Historia de la conquista de México, población y progresos de la América Septentrional conocida con el nombre de Nueva España, misma que nos congratulamos de incluir en los estantes de nuestra Biblioteca Virtual Antorcha.

La digitalización de esta obra no fue tarea fácil, puesto que invertimos bastante tiempo para realizarla, principalmente por su extensión; notese que la edición en papel consta de mil cincuenta y cuatro páginas, número que se dice rápido, pero que a la hora de ir capturando y diseñando, el trabajo no se lleva a cabo con esa facilidad.

Afortunadamente la obra es superentretenida, lo que nos permitió hacerlo con gusto. Ciertamente el encontrarse escrita en español antiguo es, sin duda, una enorme limitante, ya que al cabo de poco rato de estar sumergidos en ella, nos hacíamos bolas en cuanto a las reglas de ortografía a las que estamos ahora acostumbrados. A tal grado nos creo esta situación un descontrol, que a punto estuvimos de mandar al demonio lo del español antiguo, y de capturar la obra siguiendo las reglas del castellano actual ... sin embargo, y no obstante que llegamos prácticamente a arder de ganas de cometer dicha locura, finalmente sucumbimos ante la fuerza omnipotente del respeto a las obras en su versión original, para terminar finalmente reproduciendo la obra en castellano del siglo XVII.

Historia de la conquista de México, población y progresos de la América Septentrional conocida por el nombre de Nueva España, viene siendo un complemento efectivísimo de la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo, obra que hace tiempo colocamos en los anaqueles virtuales de nuestra Biblioteca Virtual Antorcha. Por supuesto que para quien fue Cronista Mayor de las Indias, la finalidad al escribir su Historia de la conquista de México, población y progresos de la América Septentrional conocida por el nombre de Nueva España, no era otra que la de justificar el actuar de los conquistadores.

Cuando Don Antonio de Solis escribe esta obra, existía en el mundo europeo una particular concepción del actuar español en la conquista de los territorios americanos, llegándose en algunos casos extremos a la publicación de determinados ensayos en los que predominaba un saborcillo burlón algo despectivo de cara a la figura y a los decires de los conquistadores hispanos. Como ejemplo: hasta cierto punto las acciones guerreras de los conquistadores llegaron a verse como un auténtico amasijo de exageraciones y tonterías, puesto que, decíase, no constituía ningún acto heróico eso de ir a aplastar sociedades salvajes cuyos integrantes se asustaban con el tronido de los arcabuces, o que entraban en pánico con el relinchar de los caballos. No, para estos críticos de la conquista y de los conquistadores hispanos, definitivamente no se podía glorificar lo que hicieron.

Don Antonio de Solis intenta salir al paso de tan duras versiones escribiendo, precisamente, su Historia de la conquista de México, población y progresos de la América Septentrional conocida por el nombre de Nueva España, en donde realiza no pocas críticas a la obra de Bernal Díaz del Castillo. Don Antonio pretende, lograndolo en muchos momentos, alcanzar cierta objetividad en su ensayo, sin embargo, y en mucho debido a que él jamás visitó la Nueva España, le resultará, como bien podra entenderse, del todo imposible alcanzar una objetividad plena. Quizá si Don Antonio hubiese visitado la Nueva España y hubiese entrado en contacto con las diversas etnias y pueblos a los que menciona, su visión histórica de la tan cacareada Conquista de México hubiese sido diferente al igual que el resultado final de su obra.

Sin duda, la Historia de la conquista de México, población y progresos de la América Septentrional conocida con el nombre de Nueva España, resultará una obra de apoyo para todos aquellos interesados en urgar sobre ese periodo de nuestra historia, conocido con el pésimo nombre de Conquista de México.

Chantal López y Omar Cortés