Índice de Crónicas y debates de la Soberana Convención Revolucionaria Recopilación de Florencio Barrera FuentesSesión del 25 de noviembre de 1914 Sesión del 27 de noviembre de 1914Biblioteca Virtual Antorcha

CRÓNICAS Y DEBATES
DE LAS SESIONES DE LA
SOBERANA CONVENCIÓN REVOLUCIONARIA

Compilador: Florencio Barrera Fuentes

SESIÓN DEL 26 DE NOVIEMBRE DE 1914 CELEBRADA EN SAN LUIS POTOSÍ
Crónica del periódico La Convención, publicada en su edición del día 27 de noviembre de 1914


Cerca de las once de la mañana y bajo la presidencia del general González Garza, dio comienzo ayer la sesión ordinaria de la Comisión Permanente. El secretario Berlanga dio cuenta con el acta de la sesión anterior, que, puesta al debate fue impugnada por los delegados Gutiérrez de Lara, García Aragón, Marines y Paniagua, los cuales solicitaron le fueran hechas varias modificaciones aclarando ciertos conceptos. Con ellas y por unanimidad, fue aprobado el citado documento.

Seguidamente, el secretario Vito Alessio Robles procedió a dar cuenta con los asuntos en cartera, e hizo conocer una nota del Presidente de la República en la que participa sus propósitos de marcharse a la ciudad de Querétaro, con objeto de tener una conferencia con el general Villa, jefe de las operaciones militares ordenadas por la Convención.

Terminada la lectura de esa nota, el ciudadano Piña observó que antes de tratar nuevos asuntos, debería terminarse la discusión de los que habían quedado pendientes en las sesiones anteriores; esta observación fue estimada por la presidencia, que manifestó que se tomaría en cuenta. A continuación la Secretaría dio cuenta de varios telegramas recibidos de los Gobernadores de los Estados de Aguascalientes, Chihuahua, Guanajuato y Zacatecas, quienes manifiestan quedar enterados de que la Comisión Permanente de la Convención Revolucionaria se ha trasladado a esta ciudad. Después, la propia Secretaría dio cuenta con una nota del Presidente Provisional de la República, referente a la reciente entrevista que celebró en la Estación de Vanegas con el general Luis Gutiérrez. También se dio a conocer el aviso que da el licenciado Emiliano G. Saravia, de haber recibido el gobierno del Estado de Durango, de manos del general Severino Ceniceros.


SOLO HABRA SESIONES POR LA MAÑANA

Acto seguido, la Secretaría avisó que iba a reanudarse la discusión que está pendiente sobre el nombramiento de las Comisiones dictaminadoras, a las cuales deberán ser turnados todos los asuntos que están pendientes de resolución; pero, antes, dice, en seguida, van a presentarse dos proposiciones, cuya resolución se estima que debe hacerse antes de que aquéllas sean designadas. Estos asuntos son: una proposición del doctor Ríos Zertuche, referente a que las sesiones de la Comisión Permanente comiencen diariamente a las diez de la mañana, durante todo el tiempo que la Asamblea lo disponga, y que por la tarde no haya sesiones. Tomada en consideración esta iniciativa, fue impugnada por el doctor Gutiérrez de Lara, que halló inconveniente prohibir las sesiones vespertinas en virtud de que casos habrá en que serán necesarias. Ríos Zertuche defendió con calor su proposición: habló acerca de la conveniencia de que sólo se "Celebré una sesión diariamente y que ésta tenga cuatro o cinco horas -de duración, tiempo suficiente para resolver los asuntos que en ella se presenten, sólo que se trate de alguna cuestión urgente, entonces, dijo el presidente, está en libertad de citar a sesión extraordinaria y a ella acudirán todos los delegados que gusten de cumplir con su deber.

El coronel Berlanga aceptó la propuesta, pero indicó que debería modificarse en el sentido de hacer constar en ella, que podría haber alguna sesión por la tarde. El autor acepta la anterior observación, y la moción queda modificada en el sentido de que las sesiones diariamente darán comienzo a las diez de la mañana, terminarán a la hora que la Asamblea lo disponga en cada caso, y sin perjuicio de que la presidencia pueda citar a sesión por la tarde, cuando se presente algún caso de urgente resolución. En tal estado, la moción fue aprobada sin debate alguno.


DISMINUCION DEL QUORUM

Luego, se pasó al segundo asunto: una proposición del ciudadano Vito Alessio Robles, referente a que el quórum legal que con anticipación fue fijado en quince miembros de la Comisión Permanente, quede reducido a once; pero, como la Secretaría manifestó que existía otra moción íntimamente ligada con la anterior, se dio cuenta de ella. La suscriben los señores Márquez, Lugo y Gutiérrez de Lara, y se refiere a que para activar la tramitación de los muchos asuntos que existen en poder de la Secretaria, pendientes de resolución, se propone la conveniencia de reducir el número de los delegados que formen quórum.

Después de ligera discusión, la Asamblea acordó discutir primero esta segunda pl'oposición que fue objetada porque algunos de los señores delegados consideran ilógico que con menor personal se pueda hacer el trabajo que está pendiente. Piden, en cambio, que se exija puntualidad a todos los miembros de la Comisión Permanente, pero no estuvieron conformes con que se reduzca el número que debe constituir quórum.

Los oradores del pro sostienen que para resolver y poner en estado de dictamen los asuntos pendientes, es preciso que haya sesiones, y éstás no podrán efectuarse con el quórum actual, porque ya se ha visto que con dificultad puede reunirse y en dos ocasiones éste no puede lograrse.

El mayor Marines recordó que la Convención eligió a veintiún miembros y no once ni quince, lo cual demuestra claramente que sus deseos fueron que esos veintiún delegados fueran quienes estudiaran todos los asuntos que están pendientes. El presidente González Garza, después de algunas explicaciones, indicó la conveniencia de que antes de discutir una nueva proposición, relativa al quórum se reconsidere la que sobre el particular fue aprobada en Aguascalientes. La Secretaría leyó esa moción, que fue presentada por el delegado Alessio Robles, y la cual fija en quince el número de los miembros de la Comisión Permanente que constituirían quórum.


CONVENIENCIA DE QUE EL QUORUM SEA MENOR

Abierto nuevamente el debate, el doctor Gutiérrez de Lara sostiene la conveniencia de que el quórum se disminuya y en apoyo de esa opinión, cita el hecho de que el invierno ha enfermado a varios delegados, que por tal motivo se han visto privados de concurrir a las sesiones.

En contra habló el delegado Garcia Balderrama, quien pide que se exija a los delegados que cumplan con su deber. El general Lugo habla en pro; sostiene que es conveniente disminuir el quórum, para evitar que cualquier día pueda la Comisión Permanente dejar de funcionar porque sus miembros no asistan a las sesiones, ya porque se hallen desempeñando alguna comisión, ya por enfermedad o por cualquier otro motivo. El mayor Marines repite sus argumentos y solicita que el quórum sea de quince miembros, y que siendo veintiuno los que forman la Comisión Permanente, los seis restantes pueden cubrir muy bien las bajas de los enfermos o ausentes, a menos que sobrevenga una epidemia y la mitad de los delegados se enfermen.

Esto motivó una rectificación del coronel Alessio Robles, quien explicó los móviles que le guiaron al presentar su moción.

Después de amplio debate, se consideró agotada la discusión y por mayoría de votos se aprobó que el quórum fuera disminuido.


DOCE DELEGADOS FORMARAN QUORUM

En seguida se pasó a tratar el número de los delegados que formarian quórum. La iniciativa del coronel Alessio Robles, le fijó en doce, y también dio margen a discusión amplia y prolija. Al fin los delegados estuvieron de acuerdo y aprobaron que doce miembros de la Comisión Permanente constituyeran quórum para poder celebrar las sesiones subsecuentes.

En seguida, el presidente manifestó que se veía precisado a hacer algunas declaraciones: dijo a los delegados que todos estaban obligados a concurrir diariamente a las sesiones, no porque nadie, materialmente, les obligara, sino porque tenían contraídos compromisos morales con la patria y con la Convención, que en ellos depositó su confianza. En tal virtud terminó excitándoles a que hicieran a un lado toda cuestión de amor propio y prejuicios de todo género y sólo atendieran al cumplimiento de sus deberes.


EL GENERAL CABALLERO RECONOCE A LA CONVENCION

Cuando la Secretaría dio lectura al documento que en otro lugar publicamos, y que se refiere a los esfuerzos que se están haciendo por que el general Luis Caballero reconozca a la Convención, el coronel Berlanga formuló enérgica protesta porque se admitía ese documento.

Protestó también por la injerencia que había tomado el general Carrera Torres en esta cuestión y porque la Secretaría de Guerra dispone que continúe en el Gobierno de Tamaulipas, un hombre que ha sido considerado como rebelde por la Convención Revolucionaria, el poder más alto que en la actualidad existe en la República. Estas palabras dieron margen a discusiones acaloradas. Varios de los delegados sostuvieron que la Convención no había declarado rebelde y traidor al general Caballero. Otros afirman que el Ejecutivo, que fue investido de facultades extraordinarias en los ramos de Gobernación y Guerra no se había extralimitado en sus facultades; el delegado Paniagua halló oportunidad para declarar que no aceptará ningún cargo público; y otro delegado para decir que la Revolución sólo ha servido para enriquecer a bandidos.

Finalmente el documento de referencia fue turnado a las comisiones de Guerra y Gobernación para que dictamine.

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