Índice de Crónicas y debates de la Soberana Convención Revolucionaria Recopilación de Florencio Barrera FuentesSesión celebrada el día 30 de octubre de 1914 en la ciudad de Aguascalientes Sesión celebrada el día 1° de noviembre de 1914 en la ciudad de AguascalientesBiblioteca Virtual Antorcha

CRÓNICAS Y DEBATES
DE LAS SESIONES DE LA
SOBERANA CONVENCIÓN REVOLUCIONARIA

Compilador: Florencio Barrera Fuentes

SESIÓN CELEBRADA EL DÍA 31 DE OCTUBRE DE 1914 EN LA CIUDAD DE AGUASCALIENTES

PRESIDENCIA DEL C. GENERAL ANTONIO I. VILLARREAL

Crónica del periódico El Liberal, publicada en su edición del día 2 de noviembre de 1914.


EL INCISO PRIMERO

Se inicia la discusión en lo particular sobre el dictamen de las Comisiones. Se pone a debate el inciso primero, y se inscriben los oradores del pro y los del contra.

El coronel González Garza es el primero en hacerlo en contra, y lo hizo de manera muy breve.

El delegado Gallegos habla en pro; sostiene estar enteramente conforme con el fondo del artículo a discusión; pero no así en lo que a la forma respecta, pues le parece ésta muy poco conveniente.

El delegado Gutiénez de Lara, del contra, desea que se manifieste que la Convención lamenta que el señor Carranza no haya venido personalmente.

El delegado Raúl Madero, miembro de las Comisiones, se refiere al mismo razonamiento. Dice que es de sentirse que no se halle aquí el señor Carranza, porque así ya se hubiera conocido su resolución y no cabría la incertidumbre que se abriga, pues que en su concepto, la última parte de la respuesta del señor Carranza, deja entrever una amenaza.

Se declara agotado el debate, y en votación económica se aprueba el inciso primero, que dice:

Contéstese al Primer Jefe que esta Convención deplora el que no haya aceptado la invitación que se le hizo por medio de la Comisión nombrada al efecto, pues esperaba mucho de su contingente personal en las arduas labores de pacificar el país y darle una forma adecuada de Gobierno.


EL INCISO SEGUNDO

Se pasa a discutir luego el inciso segundo, que dice:

Como la nota aludida contiene una serie de preguntas respecto del sentir de esta Convención, acerca de la necesidad de que se retire del poder el C. Primer. Jefe, contéstesele que la Asamblea no hace cargos al ciudadano Carranza, y que aprecia en lo que vale su labor revolucionaria; pero que cree indispensable la aceptación de su retiro del poder, para la organización formal del Gobierno de la República, sobre la base de la unidad revolucionaria.


LAS DIFICULTADES SE DEBEN A LA REACCION QUE SE AGRUPA EN TORNO DEL GENERAL VILLA

En pro del dictamen habla el general Alvaro Obregón, quien dijo iba a decir quién es Soto y Gama y a demostrar su mala fe.

Hace notar desde luego que no serán ni el Ejército Libertador ni la División del Norte los que sofocarán los movimientos rebeldes, sino todos los que hicieron la Revolución; que ésta no la hizo ni el uno ni la otra, sino el Norte, pues que si el Ejército Libertador la hubiera hecho, habría llegado al Norte, y puesto que los del Norte fueron los que han llegado al Sur, atravesando todo el pais, claro es que él fue el que hizo triunfar la Revolución.

Luego dijo que para demostrar la mala fe de Soto y Gama, así como éste criticó la respuesta del Primer Jefe y así como mencionó varios documentos, debió haber hecho referencia al manifiesto del general Villa, aliado de Zapata, y el que parece redactado por un fraile, ya que ese manifiesto es completamente conservador y reaccionario.

Y el general Obregón terminó:

No es el señor Carranza el que ha hecho crecer el descontento, ni es quien ha dado motivo para que surjan dificultades; es la reacción que se agrupa en torno del general Villa.

Seguidamente habló también en pro el general Hay. Dividió su exposición en dos órdenes: de afecto personal y de índole política.

Aseguró sentir grandes afectos por el Primer Jefe a quien considera un gran ciudadano, un gobernante probo y un hombre a quien la patria estará siempre reconocida. Por ese afecto personal -dice- es precisamente por lo que quiero que se retire del poder, que se aparte de la crítica y del peligro.

Luego relató la grandiosa labor llevada a cabo por el Primer Jefe, hasta conseguir unificar y hacer triunfar el grito de protesta de un pueblo.

Y agregó que ese hombre, hallándose rodeado de un grupo de inconscientes, estaba condenado a fracasar.

Analizó luego las aptitudes y la obra del señor Carranza: y no obstante -dijos er ésta digna de un gran eiudadano, no importaba pensar en ello cuando se ve que su permanencia provoca la desunión de los elementos revolucionarios. Expresó que cuando surgían antagonismos, éstos no desaparecen sino hasta que desaparece el hombre que ha sido causa de ellos. Agrega que no se trata de eliminar al señor Carranza, sino al actual sistema de Gobierno, y el orador cree que se obtendrá la unión de la Revolución, porque desapareciendo el hombre que se estima como la causa de las dificultades, desaparecerá también el grupo que lo rodea y que está integrado por elementos enteramente antagónicos.

El coronel García Vigil, después de lamentar que los anteriores oradores hubiesen extraviado el debate, pues que no defendieron ni impugnaron el inciso segundo, opina que éste es absurdo y dice que debe contestarse al señor Carranza en forma más explícita, pues manifiesta que él se opone a que se trate de eliminar a un hombre y no se le diga por qué. Hagámosle cargos continúa- contestemos en debida forma al señor Carranza, porque la respuesta de la Convención no es una epístola, sino un documento histórico y la respuesta debe ser categórica, firme y concreta.

Y el orador terminó pidiendo que se desechase de plano el inciso segundo.


UN MENSAJE DEL PRIMER JEFE

En estos momentos el secretario Vito Alessio Robles, por disposición de la Mesa da lectura a un telegrama del Primer Jefe y el cual se acaba de recibir, y en el cual manifiesta deseo de conocer las verdaderas causa por las que se desea su retiro.


A LOS CIUDADANOS GENERALES Y GOBERNADORES DE LA CONVENCION.
Aguascaliente, Ags.

Por los informes publicados en la prensa, he visto el dictamen rendido por la comisión encargada de estudiar mi nota de fecha 23 del actual, dirigida a esa Junta. Por el mismo conducto me he enterado. del sesgo de las discusiones verificadas con motivo de ella.

He de agradecer a los jefes militares que integran esa Junta, se sirvan fijar su atención detenidamente en los términos de mi referida nota, con el fin de que no se interprete en un sentido distinto del que verdaderamente tiene. El propósito de mi nota, como claramente se expresa en ella, fue dar a conocer a esa Junta las condiciones previas bajo las cuales estaría yo dispuesto a presentar mi renuncia, que aún no he formulado.

Dicha renuncia la presentaré al tener conocimiento de que esa Convención ha resuelto ya la forma de Gobierno Provisional que garantice la realización de las reformas revolucionarias; de que el general Villa ha dejado ya el mando de la División del Norte, en los términos expresados en mi nota, y en tal forma que se asegure la efectividad de ese retiro, y de que csa Junta haya obtenido del general Zapata el cumplimiento de las condiciones que a éste se refieren.

Siendo este asunto de suma importancia, cualquiera precipitación en resolverlo podría dar por resultado que la Convención tomara determinaciones respecto a mí, sin haberse asegurado de que están debidamente llenadas las condiciones que he puesto para presentar mi renuncia.

Suplico, por lo tanto, a ustedes, se sirvan darme aviso oportuno de haber obtenido de los generales Villa y Zapata su aceptación, con los términos de mi nota, y de haberse discutido y aprobado la forma de Gobierno, para presentar entonces mi renuncia.

VENUSTIANO CARRANZA (Firmado)


A LOS CIUDADANOS GENERALES Y GOBERNADORES DE LA CONVENCION.
Aguascalientes, Ags.

Por el inciso segundo del dictamen de la Comisión Mixta de Guerra y Gobernación, veo que no se estima necesario resolver las preguntas que he hecho, con el fin de conocer las verdaderas causas para que se desee mi retirada de los cargos que actualmente desempeño. Aunque para los miembros de la Convención sería más fácil no resolver esas cuestiones, sino dar por supuesto y como indiscutible que es necesaria mi retirada, por lo que a mí se refiere y como una constancia histórica de cómo se estime por la nación mi labor pasada, y cuáles son las exigencias políticas del país que, en concepto de la Convención, yo no puedo llenar, considero altamente necesario que se haga una declaración a ese respecto, para que la historia pueda juzgarme debidamente.

Termino reiterando a ustedes mi buena voluntad para contribuir a resolver las dificultades políticas por que atraviesa el país, y ratifico mi promesa formal de retirarme inmediatamente que se encuentre asegurado ante esa Junta el cumplimiento de las condiciones que he puesto para ello.

VENUSTIANO CARRANZA (Firmado)


El mensaje fue leído dos veces, por no poderse comprender sus términos que aparecían ilegibles.

Se reanuda el debate sobre el inciso segundo del dictamen; y varios delegados hablaron sin agregar nuevos argumentos a los expuestos.

Después de acaloradas discusiones se acordó reformar el dictamen. Y seguidamente, el secretario Marciano González da lectura al nuevo dictamen de las Comisiones de Guerra y Gobernación, y el cual dice como sigue:

Con referencia a las preguntas que el ciudadano Primer Jefe presenta para que la Convención manifieste de una manera clara su opinión, y en vista de que el ciudadano Carranza desea poseer la opinión de la Convención, opinión que necesariamente debe ser sólo de la mayoría y no del total de sus miembros para que exista una constancia histórica en que la Nación se base para estimar su labor pasada, las comisiones creen conveniente que el señor Carranza sepa que no nos creemos suficientemente capacitados, y que por razón de las circunstancias y de la situación política del país hoy tan agitada, no somos lo suficientemente imparciales para emitir un juicio, ni en sus errores, ni en sus virtudes, que pueda servir como base para la crítica histórica. Pero siendo que el Primer Jefe insiste en conocer nuestra opinión, y concretándonos a las preguntas que hace, en el orden que están enunciadas, las comisiones proponen las siguientes respuestas:

Si la Convención de Aguascalientes cree necesario que yo me retire del Poder como el medio más efectivo de que se restablezca inmediatamente la armonía entre los elementos revolucionarios.

Existiendo grupos numerosos que están actualmente en pugna con la Primera Jefatura, grupos que han reconocido la soberanía de esta Asamblea, logrando con esto la unificación revolucionaria, el retiro del ciudadano Primer Jefe es uno de los medios para restablecer inmediatamente la armonía.

Si la Convención de Aguascalientes cree necesario que yo me retire del Poder para que pueda lograrse el triunfo completo de la Revolución y el subyugamiento de los elementos hostiles a ella, cosas ambas que aún no se han acabado de obtener.

Como hemos asentado en la respuesta anterior que la unificación de la Revolución depende de la renuncia del Primer Jefe, y como dicha unificación es condición sine qua non para el completo triunfo de la Revolución, creemos que es necesario el retiro del ciudadano Venustiano Carranza.

Como la segunda parte de su pregunta es, en esencia, diferente de la primera parte, puesto que habla de los elementos hostiles a ella, de la Revolución, creemos de justicia declarar que no entra en nuestras convicciones que la renuncia del ciudadano Primer Jefe sea requisito indispensable para el subyugamiento de ellos.

Si la Convención de Aguascalientes cree necesario que yo me retire del Poder para que puedan hacerse las reformas sociales y politicas que exige el país para la conquista de la paz definitiva.

Respecto de la tercera pregunta, nos referimos a la respuesta de la primera en que asentamos que para la unüicación de la Revolución es necesaria su renuncia, y como sin dicha unüicación no podrán realizarse las reformas sociales y políticas que exige el país para la conquista de la paz definitiva, creemos que la renuncia del ciudadano Primer Jefe redundará en pro de la realización de las aspiraciones nacionales.

Si la Convención de Aguascalientes cree, en suma, que mi permanencia en el Poder es un obstáculo para la realización de los ideales revolucionarios.

Creemos que el ciudadano Venustiano Carranza no es un obstáculo para la realización de los ideales revolucionarios y que, al contrario, sería un gran factor si tuviera agrupados y en perfecta armonía todos los elementos hoy disidentes; pero como esto, desgraciadamente, no es así, tenemos que ser consecuentes con la respuesta a la primera pregunta.

La Comisión de Guerra: E. Gutiérrez, Alvaro Obregón, E. Aguirre Benavides, Felipe Angeles, J. V. Casann.
La Comisión de Gobernación: Raúl Madero. G. García Aragón, M. Chao, Martin Espinosa, M. A. Peralta.

El nuevo dictamen de las Comisiones unidas queda desde luego a discusión en lo general.

El delegado Hay es el primero en tomar la palabra y pide a las Comisiones le ilustren acerca del significado que en el presente caso dan a las palabras capacidad, porque el dictamen dice: no nos consideramos capacitados.

El coronel PeraIta, de las comisiones dictaminadoras, manifiesta que éstas, con respecto a la personalidad del señor Carranza, no se hallan capacitadas para dar una opinión serena.

El licenciado Lugo, por su parte, dice que nada tiene que impugnar al dictamen, como no sea que le parece incompleto, ya que el mensaje del señor Carranza, además de las preguntas que han sido contestadas, señala las condicionel' mediante las cuales promete hacer entrega del Poder Ejecutivo de la Nación, y el dictamen nadá dice sobre el particular en la parte expositiva, y ello sin duda alguna por la premura con que fue hecho.

Y el orador termina suplicando a los miembros de las Comisiones agreguen en la parte expositiva, las consideraciones relativas, toda vez que se hace mención en la resolutiva. Y pide también que se expongan consideraciones acerca del retiro del general Villa, sobre la supresión de las jefaturas de Cuerpos de Ejército.

Habla luego el general Alvaro Obregón, de las comisiones dictaminadoras, y expone que, efectivamente, no se tuvieron en cuenta los puntos señalados por el licenciado Lugo. Y refiriéndose al Ejército Libertador, manifestó que se hizo abstracción porque no está debidamente representado en la Asamblea. Y agrega que sí cree necesario que se haga mención sobre el retiro del general Villa.

El coronel González Garza, representante del jefe de la División del Norte, habla para manifestar que hay que ser consecuentes con nuestros actos, y recuerda que el nuevo dictamen fue hecho con motivo de las preguntas que el señor Carranza hizo a la Asamblea, y consideró que no debe tratarse lo relativo a las condiciones que el mismo señor Carranza fija para retirarse del Poder, porque laR comisiones no estaban para ello facultadas. Conviene, por último, en que hay muchos puntos dentro del dictamen que no deberían estar allí, porque el señor Carranza no los menciona en su nota, y observa que ahora sólo se discute la contestación que se dará al Primer Jefe.

El general Raúl Madero, de las comisiones, informa que lo solicitado por el genel'al Lugo, está incluido en la parte resolutiva, y que concierne a la Comisión de Estilo hacer las consideraciones de que aquel señor habló.

González Garza se manifiesta de acuerdo con esa opinión, y asegura que en los artíeulos primero y sexto del dictamen original, ya aprobado, constan tales consideraciones, y aclara que el nuevo dictamen sólo se refiere a las reformas propuestas.

El delegado Madero dice que tales modificaciones sólo se refieren a los artículos segundo y tercero, en que manifestó desacuerdo la asamblea, y que por ese hecho fueron modificados.

El delegado Ríos Zertuche expone que así como se han puesto las razones por las cuales se considera necesario el retiro del señor Carranza, debe hacerse igual respecto a la separación del general Villa y a la supresión de las jefaturas de Cuerpos de Ejército.

En estos momentos empieza a producirse desorden en la Asamblea. La Secretaría invita a que pasen a inscribirse quienes deseen hacer uso de la palabra, y aceptan muchos delegados.

El primero que después de esto toma la palabra, es el general Lugo, quien insiste en que las comisiones expongan los motivos que tuvieron para excluir en la parte expositiva del dictamen, los puntos considerados en la resolutiva. Y agrega que tal hecho no le extraña porque los militares que hicieron el dictamen no están acostumbrados a hacer leyes, y no se debe olvidar que el dictamen de que se trata es una ley.

El coronel González Garza conviene en que el general Lugo se halla en lo justo, pero dice que la adición que indica, podrá hacerla al terminar la discusión.


LO QUE DICEN LAS COMISIONES

La Mesa invita a las Comisiones autoras del dictamen, para que funden éste. El coronel Peralta, miembro de aquéllas acepta; pero pregunta si debe fundar todo el dictamen o sólo la parte modificada.

La Mesa dice que sólo esta última; y entonces el delegado Peralta manifiesta que las Comisiones no trataron de consignar las opiniones de sus miembros, sino interpretar la que flota en el ambiente de la Asamblea.

Da luego lectura al mensaje del señor Carranza, en que se refiere al inciso segundo del dictamen, y el cual fue leído por la mañana; y agrega que las Comisiones no creyeron conveniente contestar con toda claridad las conclusiones del señor Carranza, porque creen que éstas atacan la soberanía de la Convención. Dice después que de las condiciones fijadas por el Primer Jefe para retirarse del Poder, dos de ellas fueron aprobadas, no así la tercera, porque no está dentro de las facultades de la Asamblea imponer su voluntad al general Zapata, puesto que aún no ha declarado que se someterá a las decisiones de la Asamblea. El Primer Jefe -agrega- sí debe estar sujeto a la Convención, puesto que él mismo ha dicho que nosotros pusimos en sus manos el Poder Supremo de la República. Y nosotros creemos que no está en lo justo al fijar codiciones para retirarse, es decir, para devolvernos lo que le confiamos.


EL RETIRO DEL PRIMER JEFE PARA ATRAER A ZAPATA

Después el orador pasa a ampliar las consideraciones del dictamen, y dice que estima necesario el retiro del señor Carranza, porque de otro modo no seria posible atraer al general Zapata, que impone esa condición expresa para unirse a la Convención. Luego analiza cada una de las respuestas que se dan al señor Carranza; y concluye con que, en su concepto, sólo con el retiro del Primer Jefe podrá lograr se la unificación de la Revolución, y que esa es la única manera de lograr el completo triunfo; que con el solo retiro del señor Carranza, inmediatamente se someterán los elementos rebeldes extraños a la Revolución, y se rendirán de manera incondicional.

Agregó el coronel Peralta que no considera tal renuncia como requisito indispensable para obtener la inmediata solución de nuestros problemas; pero que solamente con el retiro del señor Carranza se podrá lograr la unión entre los elementos revolucionarios; y terminó exponiendo que la permanencia en el poder del Primer Jefe no seria nociva, siempre que pudiese reunir a su alrededor a todos los elementos disidentes.


HAY MUCHOS HOMBRES IGNORANTES EN LA CONVENCION

En este punto la discusión se extravió un poco; hablaron muchos oradores, y varios de ellos se apartaron del objeto de la discusión, hasta que el general Aguirre Benavides manifestó que en la Asamblea habia muchos hombres ignorantes que estaban aburridos porque no se llegaba a nada práctico. Pide excusas porque dice que indudablemente el dictamen contiene grandes faltas. ¿Pero qué es lo que queremos? -preguntó- ¿Que se retire el señor Carranza? ¡Pues que se retire! ¿Que se retire el general Villa? ¡Pues que se quite a Villa! De ese modo nos quitaremos de tanta politiquería, y ya no perderemos el tiempo, mientras nuestros hermanos continúan matándose.

El coronel Garcia Vigil manifiesta que todos están conformes en que es de palmaria necesidad que se retiren de la cosa pública dos hombres, y qUe sólo se trata de que el dictamen esté en forma correcta.

Al fin se consideró suficientemente discutido el dictamen y quedó aprobado por unanimidad.


LA DlSCUSION EN LO PARTICULAR

Luego se pasó a discutir en lo particular la proposición relativa a la primera pregunta del señor Carranza, y sin discusión, y sólo con leve modificación propuesta por el delegado Garcia Vigil, resultó aprobada.

Esa proposición, tal como fue presentada por las Comisiones, es como sigue:

Si la Convención de Aguascalientes cree necesario que yo me retire del Poder como el medio más efectivo de que se restablezca inmediatamente la armonia entre los elementos revolucionarios.

Existiendo grupos numerosos que están actualmente en pugna con la Primera Jefatura, grupos que han reconocido la soberania de esta Asamblea, logrando con esto la unificación revolucionaria, el retiro del ciudadano Primer jefe es uno de los medios para restablecer inmediatamente la armonia.

La segunda y la tercera proposiciones fueron aprobadas sin debate, y también la cuarta fue aprobada; sólo provocó ligera aclaración de parte del delegado Gallegos.

Esas proposiciones son las siguientes:

Si la Convención de Aguascalientes cree necesario que yo me retire del Poder para que pueda lograrse el triunfo completo de la revolución y el subyugamiento de los elementos hostiles a ella, cosas ambas que aún no se han acabado de obtener.

Como hemos asentado en la respuesta anterior que la unificación de la Revolución depende de la renuncia del Primer Jefe, y como dicha unificación es condición sine qua non para el completo triunfo de la Revolución, creemos que es necesario el retiro del ciudadano Venustiano Carranza.

Como la segunda parte de su pregunta es, en esencia, diferente de la primera parte, puesto que habla de los elementos hostiles a ella, de la Revolución, creemos de justicia declarar que no entra en nuestras convicciones que la renuncia del ciudadano Primer Jefe sea requisito indispensable para el subyugamiento de ellos.

Si la Convención de Aguascalientes cree necesario que yo me retire del Poder para que puedan hacerse las reformas sociales y políticas que exige el país para la conquista de la paz definitiva.

Respecto de la tercera pregunta, nos referimos a la respuesta de la primera, en que asentamos que para la unificación de la Revolución es necesaria su renuncia, y como sin dicha unificación no podrán realizarse las reformas sociales y políticas que exige el país para la conquista de la paz definitiva, creemos que la renuncia del ciudadano Primer Jefe redundará en pro de la realización de las aspiraciones nacionales.

Si la Convención de Aguascalientes cree, en suma, que mi permanencia en el poder es un obstáculo para la realización de los ideales revolucionarios.

Creemos que el ciudadano Venustiano Carranza no es un obstáculo para la realización de los ideales revolucionarios y que al contrario, sería un gran factor si tuviera agrupados y en perfecta armonía todos los elementos hoy disidentes; pero como esto, desgraciadamente, no es así, tenemos que ser consecuentes con la respuesta a la primera pregunta.


EL ARTICULO MAS IMPORTANTE

Luego se pasó a discutir el artículo primero de la parte resolutiva del dictamen general, que dice:

Por convenir así a los intereses de la Revolución, cesan en sus funciones como Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, encargado del Poder Ejecutivo, el C. Venustiano Carranza, y como jefe de la División del Norte, el general Francisco Villa

Desde luego habló en contra el coronel González Garza, quien manifestó que el artículo contenía dos proposiciones, una relativa al retiro del señor Carranza, y otra respecto al del general Villa, comprendida también esta última en el artículo sexto, que se refiere a la supresión de las Jefaturas del Ejército, ya que las Divisiones y sus jefes, inclusive el general Villa, pasarán a depender de la Secretaría de Guerra.

Varios oradores, entre ellos los delegados Hay y Lugo, renuncian al uso de la palabra que habían solicitado previamente.

El delegado Gallegos pide que se substituya la palabra cesan por cesarán.

Soto y Gama y los delegados Aguirre y Paniagua también renuncian a hablar y, sin embargo, la discusión tormentosa, desordenada a veces, pero siempre interesante y sensacional, se hizo interminable. Hablaron muchísimos delegados, unos en pro y otros en contra. Casi al final del debate surgió un enojoso incidente entre los delegados Prieto y Espinosa.

Al fin se consideró agotado el debate; se apela a la votación nominal, y el citado artículo resultó aprobado por noventa y ocho votos contra veinte.


UNA SESION HASTA LAS SEIS DE LA MAÑANA

Pero si prolongado y tempestuoso fue el debate sobre el citado artículo, no superó al del artículo segundo, que dice:

Procédase a nombrar por esta Convención, un presidente interino de la República.

La discusión de este artículo fue prolongadísima. Hablaron en pro y en contra treinta y siete oradores. Y naturalmente la Asamblea se fatigó porque la sesión se prolongó hasta las seis de la mañana, hora en la que el general Pánfilo Natera, segundo vicepresidente que presidía la sesión, declaró ésta en receso hasta las dos de la tarde, sobre todo porque muchos delegados, entre ellos el representante del general Villa, se ausentaron; y no se quiso resolver esta trascendental cuestión con escaso quórum.

Los debates en general fueron sensacionales; se hicieron declaraciones importantes y se multiplicaron los incidentes notables.

Se acordó que la prensa no hablara sobre esta sesión ni dijese la conducta de los convencionales; y he aquí la razón por la cual sólo en un telegrama condenso los apuntes de esta sesión tan prolongada y tan abundante en culminantes detalles.

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