Indice de la edición cibernética Rebelde en el paraiso yanqui. La vida de Emma Goldman, una anarquista rusa de Richard DrinnonPrefacio de Richard DrinnonBiblioteca Virtual Antorcha

Rebelde en el paraiso Yanqui.
La vida de Emma Goldman, una anarquista rusa
Richard Drinnon
Presentación de Omar Cortés




La obra que ahora colocamos en los estantes de nuestra Biblioteca Virtual Antorcha, corresponde al excelente ensayo escrito a finales de la década de 1950 por Richard Drinnon, que fue publicado por primera vez en idioma inglés por la Universidad de Chicago, en el año de 1961 bajo el título Rebel in paradise. Cuatro años más tarde, este ensayo sería traducido al español por Dora y Aida Cymbler para ser publicado, en Argentina, por la Editorial Proyección, durante el año de 1965, bajo el título Rebelde en el paraiso yanqui, y ahora, cuarenta y siete años después, decidimos elaborar la presente edición virtual para colocarla en los estantes de nuestra Biblioteca Virtual Antorcha, bajo el título: Rebelde en el paraiso yanqui. La vida de Emma Goldman, una anarquista rusa. Obvia el señalar que la razón del título que escogimos, pretende precisar al posible lector o consultante de la obra, cuál es el quid de la misma.

Definitivamente este excelente ensayo nos lleva prácticamente de la mano señalándonos de manera minuciosa tanto la actividades como el desarrollo mismo del personaje central. En efecto, Emma Goldman (27/VI/1869 - 14/V/1940) se nos presenta desde todos los ángulos posibles. Como mujer, como rusa, como judia, como anarquista, como enfermera, como profesionista, como periodista, en fin, todas las facetas de su vida son abordadas por Richard Drinnon. Igualmente la recreación que se realiza del medio en el que Emma desarrollaría sus actividades es particularmente interesante.

En efecto, por ejemplo, a todos los que por una u otra causa nos interesa el desarrollo histórico de Ricardo Flores Magón y demás miembros del Partido Liberal Mexicano durante su estadía en los Estados Unidos de Norteamérica, tenemos en el presente ensayo una inapreciable fuente de información en cuanto a la recreación que Drinnon hace de los Estados Unidos de Norteamérica durante las dos primeras décadas del siglo XX.

El efecto que para el desarrollo del movimiento libertario norteamericano tuvo la ejecución, el 11 de noviembre de 1877, de los ahora conocidos como mártires de Chicago, así como el fortísimo impacto que el atentado en contra de la vida del presidente norteamericano William McKinley realizado el 6 de septiembre de 1901, por León Czolgosz, tuvo para con las clases dirigentes, mismas que ni tardas ni perezosas iniciaron una auténtica cruzada contra el anarquismo que atraería terribles consecuencias para aquel aún incipiente y endeble movimiento, marcan dos momentos cruciales en el devenir del anarquismo en norteamérica.

Toda esa atmósfera es maravillosamente captada por la pluma de Drinnon trasportándonos a esa época.

Igualmente, personajes ligados directamente con Ricardo Flores Magón y otros miembros del Partido Liberal Mexicano, como es el caso de Harry Weinberguer, quien fuera el abogado defensor de Ricardo, emergen en este ensayo al encontrarse estrechamente ligados a las luchas políticas en las que se inmiscuyó Emma Goldman.

También la atmósfera generada ante la irrupción de lo que en su momento se denomino como amenaza roja, es puntualmente retratada por Drinnon, al igual que los sentimientos patrioteros belicistas fomentados por ciertos sectores de las clases dirigentes y de sus consecuencias para con todo movimiento que activamente oponíase a la denominada Primera Guerra Mundial, es maravillosamente expuesto en el ensayo.

La vida de Emma Goldman transcurriría bajo un verdadero diluvio de experiencias interesantísimas. Tocole ser testigo presencial del despegue industrial de norteamerica, enfrentando fortísimas crisis económicas y sus consecuentes respuestas populares manifiestas en luchas sociales a través de diversos frentes. La rabia y las actitudes revanchistas que conllevaron no pocos grados de violencia, constituyeron, en la juventud de Emma, cosas de todos los días. Incluso, su compañero y amigo de toda la vida, Alexander Berkman llevaría a cabo un absurdo y fallido atentado en contra de un potentado de la industria.

En el terreno ideológico, su actividad como agitadora, oradora en mítines, activista en concentraciones públicas y manifestaciones, al igual que como conferencista y periodista con su vocero Mother Earth, daríanle un gran renombre. Emma la roja, como la bautizara la prensa sensacionalista de aquellos años, conformose en símbolo de acción, de rebeldía, de insumisión. Su accionar en el movimiento anarquista conllevole a participar en el ahora famosísimo Congreso Anarquista Internacional celebrado en Amsterdam, Holanda durante el año de 1907, donde tendría la oportunidad de convivir, intercambiar opiniones y experiencias, al mismo tiempo que debatir con la crema y nata de la intelectualidad libertaria de principios del siglo XX.

En el marco teórico, Emma Goldman se situaría, con sus obvias diferencias, dentro de la vertiente del denominado dandismo ácrata, corriente en la que descollaban afamados intelectuales como fue el caso del escritor, poeta y dramaturgo británico, Oscar Wilde y su tendencia hacia el comunismo-individualista. La diferencia, quizá más importante de Emma para con esta corriente del pensamiento libertario, estribó en su inclinación por el activismo, actitud que la alejaba del anarquismo filosófico contemplativo propio del dandismo.

Vendrían después tiempos bravos, tiempos de agudización de contradicciones en el seno de Norteamérica, lo que conllevaría a las clases dirigentes a crear el mito de la amenaza roja, de la inminencia de una revolución socializante que daría al traste con el capitalismo imperante. Los grandes rotativos de la prensa de aquellos años no midieron consecuencias al desatar una auténtica campaña de pánico, teniendo principalmente como centro de sus ataques y advertencias al anarquismo, y como objetivo supremo, su aniquilación completa por todos los medios posibles.

Como víctima de aquella espantosa campaña, Emma Goldman terminaría siendo expulsada de los Estados Unidos de Norteamerica, teniendo que trasladarse a su natal Rusia, pais que por aquel entonces experimentaba los destellos de una revolución social que finalmente sucumbiría ante el embate del centralismo y de la burocracia. Emma Goldman sería testigo presencial del desviacionismo impulsado por los bolcheviques que terminaría estrangulando a la revolución.

Finalmente habría de abandonar su tierra natal, terriblemente desepcionada pero con la firme intención de dar a conocer en Occidente el engaño contenido en el mito bolchevique. Su actitud en este punto, atrájole la enemistad de antiguas compañeras y compañeros, e incluso generole el San Benito de traidora y vendida al capitalismo.

No cabe la menor duda de que esa su reacción en contra del desviacionismo bolchevique, terminó opacando su hasta en ese momento, límpida aureola de revolucionaria de primera línea. Sin embargo, años más tarde, cuando el centralismo burocrático soviético pusose a realizar las purgas mediante los patéticos juicios a todo aquel que osase enfrentar la sacrosanta verdad expresada por el Partido, adquiriría nuevamente la respetabilidad perdida entre la intelectualidad que había dádole la espalda por su actitud crítica en contra del mito bolchevique.

Residiendo en Canadá tocole participar en la agitación libertaria en pro de Sacco y Vanzetti, el par de anarquistas italianos injustamente condenados a muerte. Vendrían después tiempos de angustia y desesperación en los que quizá su más notable logro lo sería el haber arrancado el permiso de las autoridades norteamericanas por regresar a los Estados Unidos con una visa de noventa días para realizar una serie de conferencias literarias.

Para 1936, Emma se uniria a los miles y miles de libertarios del mundo entero que se dieron cita en España buscando apoyar la revolución libertaria que allá se iniciaba. Su participación de apoyo fue total, viajo a España, habló en mítines, conferencias, e incluso participó, en la medida de sus posibilidades en las actividades libertarias. Finalmente sería conminada a establecer en Inglaterra un centro de apoyo y difusión de las acciones revolucionarias del movimiento anarquista español, creando, para tal objeto, la aún hoy existente Solidaridad Internacional Antifacista, a la cual se unirían intelectuales británicos de la talla de Herbert Reed y Bertrand Russell.

Las acciones desarrolladas por la Confederación Nacional del Trabajo y la Federación Anarquista Ibérica generarían grandes polémicas en el seno mismo del movimiento libertario internacional, particularmente su participación en el gobierno, acto fuertemente criticado por unos, pero, igualmente justificado por otros.

Con su enorme bagaje de experiencia, Emma veía que la revolución se diluía tanto por errores propios de la militancia ácrata, al igual que por la carencia de herramientas teóricas que permitieran encauzar las energías revolucionarias dando la correcta solución a los añejos problemas que terminaban entrampando la situación. Percatose pues que teóricamente el anarquismo tenía un conjunto de carencias que le impedían concretar sus objetivos teniendo que frenar en seco a la mitad del camino. Sin embargo, y no obstante haberse percatado de esa sensible carencia de herramientas teóricas, no pudo encontrar salida a ese problema.

Un año después de la caida de los libertarios en España, en mayo de 1940, Emma Goldman fallecería en Canadá.

El ensayo Rebelde en el paraiso yanqui. La vida de Emma Goldman, una anarquista rusa, contiene todos los elementos necesarios para que cualquier persona en ella interesada, encuentre material en abundancia que enriquecerá sus conocimientos.

Además, como complemento, hemos decidido incluir un apéndice conteniendo tres videos, albergados en el sitio You Tube, que indudablemente enriquecerán aún más toda la información contenida en este ensayo.

Omar Cortés
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