POLIBIO

HISTORIA UNIVERSAL DURANTE LA REPÚBLICA ROMANA

PRESENTACIÓN



Al hablar, comentar o discutir sobre la Roma antigua, por lo general, vienen a nuestras mentes escenas relativas a guerras, grillas, traiciones, agandalles, orgias y amores incestuosos. De hecho, el concepto de Roma en cuanto máxima potencia militar, política y económica del mundo antiguo, a nadie le es ajeno. Pues bien, la obra que aqui intento presentar, debida al griego Políbio de Megalópolis (200 a.C. - 118 a.C.), Historia universal durante la República romana, aborda, precisamente los aproximadamente cincuenta y cuatro años que tardó Roma en extender su poder y hegemonia en el mundo antiguo.

Polibio, encara el acontecimiento mediante un detallado y concienzudo análisis del desarrollo y desenlace de las llamadas guerras púnicas entre romanos y cartagineses, dos Repúblicas que prácticamente disputábanse la hegemonia del mundo antiguo durante el tercero y segundo siglo antes de Cristo. En sí, las tres guerras púnicas, que bien podrían englobarse en un concepto genérico de guerra mundial de la antiguedad, devendrán en la piedra de toque del surgimiento de Roma en cuanto hegemonia del mundo antiguo.

Polibio, quien fue contemporáneo de aquellos acontecimientos, puesto que, incluso, llego a ser testigo presencial de la destrucción de Cartago, tuvo la capacidad de entender el momento que le tocó vivir, logrando estudiar aquellos acontecimientos bélicos al igual que sus entrañas políticas, siendo el fruto de tal trabajo, la obra que aquí pongo a disposición de cualquier interesado.

Considerada por propios y extraños como una magna obra histórica, la Historia universal durante la República romana deviene en novedosa forma de abordar los hechos históricos, analizándolos a través de un criterio global -universal-, y superando con esto el criterio hasta entonces prevaleciente de los análisis locales.

Ahora bien, de los cuarenta libros que componen esta obra, tan sólo los cinco primeros han llegado completos hasta nuestros días, salvándose, no obstante, bastante material de los treinta y cinco restantes.

Por cierto, y es necesario tenerlo muy presente, el maestro Polibio le ponía, como decimos ahora, mucha crema a sus tacos, gozando incluso del autoelogio, y para muestras van algunos de sus comentarios en su exordio:

Si aquellos que me han precedido en poner luz en hechos y acciones históricos hubieran omitido hacer el elogio de la historia, tal vez me vería en la precisión de inclinar a todos a la elección y estudio de estos comentarios, si suponemos que no hay profesión más para la instrucción del hombre que el conocimiento de las cosas pretéritas. Pero como no algunos, ni de un mismo modo, sino casi los historiadores todos se han valido de este mismo exordio, sentando que el estudio y ejercicio más seguro en materias de gobierno es el que se aprende en la escuela de la historia, y que la única y más eficaz maestra para poder soportar con igualdad de ánimo las vicisitudes de la fortuna es la memoria de las infelicidades ajenas, no tiene duda que así como a ningún otro sentaría bien el repetir una materia de que tantos y tan bien han tratado, mucho menos a mí. Sobre todo cuando la misma novedad de los hechos que voy a referir es suficiente por cierto para atraer y excitar a todos, jóvenes y ancianos, a la lectura de esta obra. Pues, a decir verdad, ¿habrá hombre tan estúpido y negligente que no apetezca saber cómo y por qué género de gobierno los romanos llegaron en cincuenta y tres años no cumplidos a sojuzgar casi toda la tierra, acción hasta entonces sin ejemplo? ¿0 habrá alguno tan entregado a los espectáculos, o a cualquier otro género de estudio, que no prefiera instruirse en materias tan interesantes como éstas?

Pero el modo de manifestar que el tema de mi discurso es singular y magnífico será principalmente si comparamos y cotejamos los más célebres imperios que nos han precedido, y de que los historiadores han dejado copiosos monumentos, con aquel soberbio poder de los romanos, Estados a la verdad dignos de semejante parangón y cotejo. Los persas obtuvieron por algún tiempo un vasto imperio y dominio; pero cuantas veces osaron exceder los límites del Asia, aventuraron, no sólo su imperio, sino también sus personas. Los lacedemonios disputaron por mucho tiempo el mando sobre Grecia; pero después de conseguido, apenas fueron de él pacíficos poseedores doce años. Los macedonios dominaron en Europa desde los lugares vecinos al mar Adriático hasta el Danubio, parte a la verdad bien corta de la susodicha región; añadieron después el imperio del Asia, arruinando el poder de los persas; pero en medio de estar reputados por señores de la región más vasta y rica, dejaron no obstante una gran parte de la tierra en ajenas manos. Díganlo Sicilia, Cerdeña, África, que ni aun por el pensamiento se les pasó jamás su conquista. Díganlo aquellas belicosísimas naciones situadas al occidente de Europa, de quienes apenas tuvieron noticia. Mas los romanos, al contrario, sujetaron, no algunas partes del mundo, sino casi toda la redondez de la tierra, y elevaron su poder a tal altura que los presentes envidiamos ahora y los venideros jamás podrán superarlo. Todas estas cosas se manifestarán más claramente por la relación que se va a hacer, y al mismo tiempo se evidenciará cuántas y cuán grandes utilidades es capaz de acarrear a un amante de la instrucción una fiel y exacta historia.

(...)

Lo peculiar de mi obra y lo que causará la admiración de los presentes es que, así como la Providencia ha hecho inclinar la balanza de casi todos los acontecimientos del mundo hacia una parte y los ha forzado a tomar un mismo rumbo, así también yo en esta historia expondré a los lectores bajo un solo punto de vista el mecanismo de que ella se ha servido para la consecución de todos sus designios. Esto es principalmente lo que me ha incitado y movido a escribir esta obra, como asimismo haber notado que ninguno en mis días había emprendido una historia universal, cosa que entonces hubiera estimulado mucho menos mi deseo. Veía yo al presente historiadores que han descrito guerras particulares y han sabido recoger varios sucesos acaecidos a un mismo tiempo; pero al mismo paso echaba de ver que ninguno, a lo menos que yo sepa, se hubiese tomado la molestia de emprender una serie universal y coordinada de hechos, cuándo y de qué principios se habían originado y cómo habían llegado a su complemento. Por lo cual creí ser absolutamente necesario no omitir ni permitir pasase en confuso a la posteridad la mejor y más útil obra de la Providencia. Y a la verdad que estando ella creando cada día seres nuevos y ejerciendo sin cesar su poder sobre las vidas de los hombres, jamás ha obrado cosa igual ni ostentado mayor esfuerzo que el que al presente admiramos. De esto es imposible enterarse el hombre por las historias particulares, a no ser que por haber corrido una por una las más célebres ciudades, o haberlas visto pintadas con distinción, se presuma al instante haber comprendido toda la figura, situación y orden del universo, cosa a la verdad bien ridicula.

A mi modo de entender, los que están persuadidos a que por la historia particular se puede uno instruir lo bastante en la universal son en un todo semejantes a aquellos que, viendo los miembros separados de un cuerpo poco antes vivo y hermoso, se presumen estar suficientemente enterados del espíritu y gallardía que le animaba. Pero si uno, uniendo de repente los miembros y dando de nuevo su perfecto ser al cuerpo y gracia al alma, se lo mostrase segunda vez a aquellos mismos, bien sé yo que al instante confesarían que su pretendido conocimiento distaba antes infinito de la verdad y se asemejaba mucho a los sueños. Y ciertamente, que por las partes se forme idea del todo, es fácil; pero que se alcance una ciencia y conocimiento exacto, imposible. Por lo cual debemos estar persuadidos de que la historia particular conduce muy poco a la inteligencia y crédito de la universal, de la que únicamente el reflexivo conseguirá y podrá sacar utilidad y deleite, confrontando y comparando entre sí los acontecimientos, las relaciones y diferencias.


Y precisamente, en mi opinión, debido a esa particular manera de ser, el maestro Polibio pues ... no tardaría mucho en comenzar a dar de auténticos chicotazos a diestra y siniestra, siendo los primeros receptores de sus caricias, los historiadores Filino y Fabio, a quienes les golpea señalóndoles como poco éticos en sus relatos históricos, al permitir que prevalecieran las pasiones en sus apreciaciones.

... es natural -señala-, a un hombre de bien ser amante de sus amigos y de su patria, lo mismo que aborrecer con sus amigos a los que éstos aborrecen y amar a los que aman. Pero cuando uno se reviste del carácter de historiador, debe despojarse de todas estas pasiones, y a veces alabar y elogiar con el mayor encomio a los enemigos, si sus acciones lo requieren; otras reprender y vituperar sin comedimiento a los más amigos, cuando los defectos de su profesión lo están pidiendo. Así como a los animales, si se les saca los ojos, quedan totalmente inútiles, del mismo modo la historia, si se le quita la verdad, sólo viene a quedar una narración sin valor. Por lo cual el historiador no debe detenerse ni en reprender a los amigos, ni en alabar a los enemigos. Ni tener el censurar a veces a unos mismos y ensalzarles otras, puesto que los que manejan negocios, ni es fácil que siempre acierten, ni verosímil que de continuo yerren. Y así, separándose de aquellos que han tratado las cosas adoptándose a las circunstancias, el historiador únicamente debe referir en su historia los dichos y hechos como acontecieron.

Las imágenes de históricos personajes de la talla de Anibal, Escipión el africano, Asdrúbal, Filipo de Macedonia y varios más aquí mencionados y descritos por Polibio, de seguro despertarán la imaginación y el deseo de leer y conocer sobre sus acciones.

Esta obra es sumamente extensa, y debido precisamente a ello, no viene de mas el aconsejar a quienes, por las causas que sean, lean esta presentación, el que busquen abordarla mediante una atenta lectura del índice capitular para que, en atención a su interés o curiosidad, aborden los capítulos de los libros que por x o z, más les atraigan. Así, salvo que se tenga ya en la mente un uso claro y preciso de la consulta de alguna parte de esta obra, el método que propongo puede servir de guía para quien solamente busca recrearse un poco leyendo algún tema que le llame la atención, sin ser precisamente historiador o estar buscando datos para alguna tarea o trabajo específico, sino simplemente por el placer de curiosear y enterarse de algunas cosas.


Lo que quiero manifestar es que una obra como ésta no necesariamente ha de estar condenada a ser leída únicamente por historiadores o estudiosos de la historia, sino que cualquier persona puede aprovecharla de manera excelente, pasando momentos muy agradables, curioseando y enterándose de cosas que quizá le enriquezcan.

Apartemonos, pues, de la idea de que obras como ésta son para especialistas; nada más alejado de la realidad. Obras como ésta son para cualquier persona interesada en recrearse, sea o no historiador. Tener esto en cuenta, es, en mi opinión, esencial.

Polibio quiso, anhelo, conquistar lectores en su época; su trabajo, su esfuerzo, estuvo todo dedicado a sus contemporáneos. Trató de transmitir sus descubrimientos sobre la cualidad de Roma, sobre todo a sus paisanos, a los griegos, a quienes intentó demostrar los grandes avances que había consolidado la República romana. Sin embargo, y cosas del destino, sus anhelos no fueron, para nada, retribuidos. A sus paisanos nunca pudo convencerles de lo acertado de sus tesis, y en cuanto a sus contemporáneos, lejos de agradecerle sus trabajos, llegaron a considerar su estilo literario francamente como algo insoportable. Prácticamente a Polibio lo tiraron a lurias, tanto sus paisanos como sus contemporáneos, y lo que terminó sucediendo es que su trabajo histórico quedó como un inmenso legado para la actualidad, pero no para su época.

En sí lo que hubo de experimentar Polibio no es un caso único, sino que, desgraciadamente, existen muchos, pero muchos ejemplos similares. Pero de ello era él consciente, de ahí sus siguientes comentarios:

Bien sé que mi modo de escribir tiene algún tanto de desagradable, y que por la uniformidad de su estilo sólo acomodará y gustará a una clase de personas. Todos los demás historiadores, o al menos la mayoría, como hacen uso de todas las partes de la historia, atraen a la lectura de sus obras un gran número de personas. Efectivamente, el que sólo lee por afición gusta de genealogías de familias y de naciones; el investigador y curioso apetece establecimientos de colonias, fundaciones de ciudades y conexiones de unas con otras, como se ve en Éforo, y el político ama las acciones de pueblos, de ciudades y de reyes: y como nosotros solamente nos hemos atenido a estas últimas, y de ellas hemos hecho el objeto principal de nuestra obra, de aqui es que nuestra historia únicamente cuadrará a una clase de sujetos y para el mayor número será una lectura desagradable. Ahora, qué motivos nos hayan impelido a desechar las otras partes de la historia, y ceñirnos solamente a relatar los hechos, esto ya lo hemos manifestado a lo largo en otra parte; sin embargo, no hallo inconveniente en apuntarlo aqui por mayor a los lectores, para refrescar la memoria.

En el supuesto de que son muchos los que nos han contado de diversas maneras lo perteneciente a genealogías, fábulas, colonias, parentescos de unos pueblos con otros y fundaciones de ciudades, un historiador que emprenda ahora tratar de esto, una de dos, o ha de vender lo ajeno como propio, la mayor vergúenza para un escritor o, cuando no, tomarse un trabajo ciertamente vano en escribir y romperse la cabeza sobre cosas sabidas, que sus predecesores expusieron con bastante claridad y transmitieron a los venideros. He aqui el motivo, entre otros muchos, por qué hemos omitido estas materias. Por el contrario, hemos preferido la relación de los hechos; primero, por que como éstos son siempre nuevos, requieren asi mismo narración nueva, pues no es menester tocar lo de antes para contar lo que ha sucedido después; segundo, porque este modo de escribir ha sido siempre y es el más provechoso, principalmente cuando en nuestra era han hecho tales progresos las ciencias y las artes, que para cualquier caso que sobrevenga puede hallar reglas de conducta el que las busque. Por lo cual, no tanto atentos al placer, como a la utilidad de los lectores, sin contar con las demás partes, nos hemos ceñido a ésta, y sobre esto cualquiera que lea atentamente nuestra historia apoyará lo que decimos con su voto.


Curiosamente, Polibio, que fue de hecho uno de los historiadores de la antigüedad que lograron separar lo propiamente religioso o divino, de las actividades sociales humanas, ya que él no toma para nada en cuenta una supuesta influencia divina en los acontecimientos, curiosamente su obra terminaría siendo rescatada por elementos religiosos pertenecientes a la religión cristiana, hecho que, por cierto, a nadie debe sorprender, puesto que para nadie es un secreto el enorme papel que representó el cristianismo en la recuperación de innumerables textos de la antigüedad, que bien pueden calificarse de paganos.

Polibio terminaria su magna obra con pensamientos precisos y puntuales:

...lo que he escrito acerca de los asuntos de Roma cuidadosamente investigados, son como cimientos de un edificio politico por edificar. Acometí la empresa por amistad y gratitud al pueblo romano, y suplico a todos los dioses que me concedan pasar el resto de mis días en Roma, viendo crecer esta fortuna, objeto de la envidia de los hombres, y desarrollarse esta República del modo más apropiado a su dicha y florecimiento. Éste es el voto que hago diariamente.

Al llegar al término de mi trabajo, quiero recordar los principios expuestos en el preámbulo de mi historia y recapitular toda esta obra, adaptando del principio al fin y entre sí todas sus partes. Manifesté al principio que tomaba las cosas donde las dejó Timeo. Recorriendo rápidamente los asuntos de Italia, de Sicilia, de Libia, únicos puntos que abraza la historia de Timeo, al llegar a la época en que Aníbal guió las fuerzas de Cartago, Filipo recogió en Macedonia la herencia de Demetrio, el espartano Cleómenes huyó de Grecia, Antíoco subió al trono de Siria, y Ptolomeo Fílopátor al de Egipto; anuncié que, a partir de la 139 Olimpíada, relataría los acontecimientos en general, citando por olimpíadas, subdívídiendo por años y comparando entre sí todos los hechos, hasta la toma de Cartago y la batalla entre romanos y aqueos cerca del istmo; es decir, hasta el completo cambio que tal suceso produjo en Grecia. Anuncié que esta empresa sería bella y útil para los que aman la ciencia, siendo importante conocer cómo y gracias a qué formas de gobierno todos los Estados de la tierra fueron vencidos y cayeron en poder de los romanos, de lo cual jamás hubo ejemplo. Realizando todo ello, réstame únicamente determinar las épocas que abarca esta historia y completar así los libros de mi obra.

Ciertamente, y como ya lo he indicado, la extensión de esta obra es realmente considerable, de ahí mi insistencia a los lectores para que, antes de emprender su lectura, revisen, de manera detenida, el índice temático de la misma para que la aborden a través de un tema específico que sea de su interés, lo que en sí les garantizará el poder disfrutarla.

No deseo terminar esta presentación sin aclarar que, cuando realice el índice temático, fui realizando la digitalización de archivos de acuerdo a cada uno de los capítulos que conforman cada uno de los cuarenta libros de la obra, pero, debido a la irrupción de ciertos inesperados asuntos que hube de atender, y viendo que prácticamente el tiempo se me venía encima, tuve que agilizar la captura y digitalización de los archivos, lo que me conllevó a suspender la actividad iniciada, finalizando con la digitalización y captura de libros completos. Así, del Libro primero al sexto, escrupulosamente segui la digitalización de cada uno de los capítulos; y del Libro séptimo al cuadragésimo, digitalicé los libros enteros. Siento muchísimo el haber tenido que actuar así pero ... ante imprevistos nada se puede hacer. El hecho concreto fue que el tiempo se me vino encima y un conjunto de actividades, en el terreno profesional, esto es, del que extraigo recursos para vivir, exigieron mi atención, por lo que no tuve más opción que hacer lo que hice. Era eso, o, de plano, no colocar ninguna novedad en Antorcha.net, para este mes de enero, y opté por hacer lo que he hecho, cosa que espero sea entendida por quien frecuente este sitio.

Enero de 2016
Omar Cortés



POLIBIO

Indice de

HISTORIA UNIVERSAL DURANTE LA REPÚBLICA ROMANA

Exordio del autor.

LIBRO PRIMERO

Capítulo primero
Someten los romanos a todos los pueblos vecinos.- Mesina y Regio son sorprendidas: la primera por los companios, y la segunda por los romanos. Castiga Roma la traición de sus compatriotas. - Derrota de los campanios por Hierón de Siracusa.

Capítulo segundo
Los mamertinos solicitan el auxilio de los romanos. - Vence la razón de Estado los inconvenientes que había en concederlo. - Su primera expedición fuera de Italia. - Derrota de los siracusanos y cartagineses.

Capítulo tercero
Temario de los dos primeros libros, que sirven de preámbulo a esta historia. - Críticas de Polibio sobre los historiadores Felino y Fabio.

Capítulo cuarto
Alianza de Hierón con los romanos. - Sitio de Agrigento. - Salida de la plaza, rechazada por los romanos.

Capítulo quinto
Toma de Agrigento por los romanos. - Retirada de Aníbal. - Primer pensamiento de hacerse marinos los romanos. - Preparación para esta empresa.

Capítulo sexto
Sorpresa de Lipari por Cornelio, malograda. - Imprudencia de Aníbal. - Instrumento de Duilio para atacar. - Batalla naval de Mila y victoria por los romanos. - Muerte de Amilcar y toma de algunas ciudades.

Capítulo séptimo
Recíproco descalabro de romanos y cartagineses. - Orden y disposición de sus armadas. - Batalla de Écnomo. - Victoria obtenida por los romanos.

Capítulo octavo
Los romanos en África. - Toma de Áspide. - Afilio Régulo queda solo en África. - Batalla de Adi y victoria por los romanos. - Cartago rechaza las proposiciones de paz formuladas por Afilio.

Capítulo noveno
Llega Jantipo a Cartago y se le entrega el mando de las tropas. Ordenanza de los cartagineses y romanos. - Batalla de Túnez y victoria cartaginesa.-Reflexiones sobre este acontecimiento.

Capítulo décimo
Regreso de Jantipo a su patria. - Victoria naval de los romanos. Toma de Palermo.

Capítulo décimoprimero
Los romanos siguen luchando contra los elementos de la naturaleza. - Batalla de Palermo. - Construcción de una nueva armada por éstos.

Capítulo décimosegundo
Situación de Sicilia. - Sitio de Lilibeo. - Traición de las tropas extranjeras. - Socorro que envía Cartago bajo la conducta de Aníbal.- Salida de los sitiados contra las máquinas de guerra.

Capítulo décimotercero
Audacia de un rodiano, que al fin es apresado por los romanos. Incendio de las máquinas guerreras.

Capítulo décimocuarto
Infructuosa sorpresa de Drépana.

Capítulo décimoquinto
Derrota naval de los romanos en Lilibeo. - Evitan éstos dos batallas. - Pérdida de sus escuadras.

Capítulo décimosexto
Sorpresa de Érice por Junio. - Descripción de dicha ciudad. Toma de Hercte por Amilcar. - Tentativas de un general contra otro. - El cartaginés se apodera de Ericina.

Capítulo décimoseptimo
Tercera armada mandada por Lutacio. - Batalla de Egusa.

Capítulo décimoctavo
Tratado de paz entre Roma y Cartago. Consideraciones sobre esta guerra. - Situación de las dos Repúblicas después de la paz.

Capítulo décimonono
Trátase de los orígenes de la guerra de los extranjeros contra Cartago. - Error de esta República de concentrar estas tropas en Sica.-Elección de jefes que hacen los amotinados.

Capítulo vigésimo
Declaración de la guerra. - Critica situación a que se ven reducidos los cartagineses. - Sitios de Útica e Hipozarita. - Incapacidad de Harmón.

Capítulo vigésimo primero
Sucesión de Amilcar en el mando. - Tránsito del Mácara. - Derrota de los rebeldes junto a ese río. - Abandona Navaraso el partido de éstos. - Victoria de Amilcar. - Su clemencia con los prisioneros.

Capítulo vigésimo segundo
Pérdida de Cerdeña. - Crueldades cometidas por Mato y Espendio contra el derecho de gentes. - Consideraciones sobre este punto.

Capítulo vigésimo tercero
Situación de los cartagineses. - Sitio de Cartago. - Socorros de Hierón y de los romanos. - Los rebeldes imploran la paz acuciados por el hambre.

Capítulo vigésimo cuarto
Sitio y ataque de Túnez. - Sorpresa del campamento de Aníbal por Mato. - Muerte de éste. - Batalla decisiva. - Cesión de Cerdeña a los romanos.

LIBRO SEGUNDO

Capítulo primero
Resumen de lo tratado en el libro anterior. - Muerte de Amilcar en España. - Asdrúbal le sucede. - Primer pensamiento de pasar a Iliria los romanos. - Sitio de Medión por los etolios y combate de éstos con los ilirios.

Capítulo segundo
Muerte de Agrón. - Sucesión de su mujer Teuta en el trono. - Fénico, entregada por los galos a los ilirios. - Rescate de esta plaza por los epirotas a precio de dinero.

Capítulo tercero
Embajada de los romanos a Teuta, reina de Iliria. - Muerte que ésta mandó dar a uno de los embajadores. - Sorpresa de Epidamno malograda. - Batalla naval ganada por los ilirios ftente a Paxos y toma de Corcira.

Capítulo cuarto
Los romanos desembarcan en Iliria. Expediciones dirigidas por los cónsules Fulvio y Postumio. - Tratado de paz entre Roma y Teuta. - Construcción de Cartagena por Asdrúbal. - Tratado de éste con los romanos.

Capítulo quinto
Descripción general de Italia y particular del país que ocupan los galos.-Producciones de esta comarca.-Sus costumbres.

Capítulo sexto
Historia de los galos. - Toma de Roma por éstos. - Encuentros que tuvieron con los romanos.

Capítulo séptimo
Los galos invaden Etruria. - Estado de fuerzas que los romanos tenian. - Victoria de los galos sobre los romanos en las proximidades de Fesola.

Capítulo octavo
Llegada de los cónsules Emilioy Atilio a Etruria. - Cogen en medio a los ejércitos. - Orden y disposición de ambos ejércitos. - Batalla de Telamón. - Victoria lograda por los romanos.

Capítulo noveno
Invasión por las fuerzas acaudilladas por Furio y Cayo Flaminio de las Galias. - Batalla entre insubrios y romanos. - Victoria por éstos. - Segunda invasión de Marco Claudio y Cornelio contra los insobrios. - Victoria y toma de Milán por Cornelio.

Capítulo décimo
Muerte de Asdrúbal. - Aníbal, su sucesor. - Motivo por que prevaleció en todo el Peloponeso el nombre aqueo. - Sistema de esta República. - Ejemplos de su integridad y quién fue el autor de la Liga aquea.

Capítulo décimoprimero
Resumen de la historia de los aqueos. - Ideas de su gobierno. Expediciones de Arato. - Esfuerzos de éste para abolir la tiranía en el Peloponeso. - Alianza de los etolios con Antigono, gobernador de Macedonia, y con Cleómenes, rey de Lacedemonia.

Capítulo décimosegundo
La guerra cleoménica. - Arato decide confederarse con Antigono. - Gestiones de Nicófanes y Cércidas. - Arenga que éstos hacen a Antigono.

Capítulo décimotercero
Opinión de Arato, aprobada. - Entrega que éste hace del Acrocorinto a Antigono. - Toma de Argos por los aqueos. - Las conquistas logradas por Antigono. - Sorpresa de Cleómenes en Megalópolis.

Capítulo décimocuarto
Severo juicio contra Filarco. - Objeto de la historia. - Diferencias entre ésta y la tragedia. - Los mantineos abandonan la liga de los aqueos y son reconquistados por Arato. Perfidia que éstos cometen con la guarnición aquea, y benigno castigo a tal delito.

Capítulo décimoquinto
Muerte del tirano Aristómaco. - Filarco exagera este hecho.

Capítulo décimosexto
Irrupción de Cleómenes por los campos de Argos. Número de tropas de Antigono y Cleómenes. - Notable disposición de los respectivos campamentos.

Capítulo décimoseptimo
Batalla de Selasia y victoria por Antigono. - Huida de Cleómenes a Alejandría. Toma de Esparta por Antigono. Restablecimiento del gobierno republicano en ésta y otras ciudades. Muerte de varios reyes. - Sus sucesores.

LIBRO TERCERO

Capítulo primero
Panorama de toda la obra y distribución de materias que se han de tratar en adelante.

Capítulo segundo
Algunos errores sobre las verdaderas causas de la segunda guerra púnica. - Refutación al historiador Fabio.

Capítulo tercero
Los verdaderos motivos de la segunda guerra púnica: el odio de Amilcar contra los romanos, la toma de Cerdeña por éstos, los nuevos tributos que impusieron a los cartagineses y los éxitos de los cartagineses en España.

Capítulo cuarto
Expediciones de Anibal por España. - Pretextos con que procura equivocar a la embajada de los romanos. - Sitio y toma de Sagunto.

Capítulo quinto
Expedición de Emilio a Iliria y toma de muchas plazas por éste. Victoria sobre Demetrio. - Embajada de Roma a Cartago. - Manifiesto en que esta República justifica su derecho.

Capítulo sexto
Tratados de paz entre romanos y cartagineses antes de la segunda guerra púnica.

Capítulo séptimo
Manifiesto en que exponen los romanos su derecho. - A cuál de las dos Repúblicas se debe atribuir la causa de la segunda guerra púnica. - Utilidades de la historia y ventajas en que excede la universal a la particular.

Capítulo octavo
Declaración de la guerra. - Sabias providencias que toma Anibal para poner a cubierto África y España. - Marcha desde Cartagena hasta los Pirineos. Numerosas e importantes conquistas.

Capítulo noveno
Digresión geográfica. - División del universo y nociones más comunes de esta materia.

Capítulo décimo
Número de estadios que hay desde Cartagena a Italia. - Roma envia a España a Publio Cornelio, y al África a Tiberio Sempronio. - Sublevación de los boyos. - Arribo de Escipión a las bocas del Ródano.

Capítulo décimoprimero
Llegada de Aníbal al Ródano. - Preparativos que hace para pasarlo. - Oposición que encuentra entre los bárbaros del país.

Capítulo décimosegundo
Anibal atraviesa el Ródano. - Exhortación a sus tropas. - Encuentros de dos partidas de caballería romana y cartaginesa. Tránsito de los elefantes.

Capítulo décimotercero
Ruta que tomó Anibal después de pasado el Ródano para superar los Alpes. - Extravagantes testimonios de los historiadores cuando describen el tránsito de Aníbal por estas montañas.

Capítulo décimocuarto
Llega Anibal a lo que se llama la isla y pone en posesión del trono a un potentado de aquel país. - Oposición que encuentra en los alóbroges al principiar los Alpes. - Victoria por los cartagineses.

Capítulo décimoquinto
Paso de los Alpes por Aníbal. - Emboscadas, desfiladeros y dificultades que tuvo que vencer.

Capítulo décimosexto
Digresión que hace el autor para justificarse sobre varios particulares históricos.

Capítulo décimoseptimo
Situación del ejército de Anibal después de atravesar los Alpes - Toma de Turín. - Arenga de Aníbal antes de la batalla del Tesino.

Capítulo décimoctavo
Arenga de Escipión a sus tropas. - Batalla del Tesino. - Traición de los galos que militaban bajo las banderas romanas. - Paso del Trebia por Escipión y pérdida de su retaguardia.

Capítulo décimonono
Pretextos romanos para justificar su derrota. - Anibal toma por trato a Clastidio. - Refriega de la caballería y ventaja de Sempronio. - Diversidad de pareceres entre los dos cónsules sobre la guerra.-Emboscada de Anibal.

Capítulo vigésimo
La batalla de Trebia.

Capítulo vigésimo primero
Preparativos de Roma para la campaña siguiente. - Expedición de Cornelio Escipión en España. - Artificios de que se vale Aníbal para atraer los galos a su partido y asegurar su persona de un atentado - Resolución de pasar Toscana.

Capítulo vigésimo segundo
Paso de los pantanos de Clusio e incomodidades que sufrió el ejército cartaginés - Carácter de Flaminio. - Los deberes de un general.

Capítulo vigésimo tercero
Batalla del lago Trasimeno ganada por Aníbal. - Discriminación de los prisioneros.

Capítulo vigésimo cuarto
Efectos producidos en Roma por esta derrota. - Pérdida de cuatro mil caballos que mandaba Centenio. - Tránsito de Anibal por la Umbría y el Piceno hasta la costa del Adriático.

Capítulo vigésimo quinto
Fabio nombrado dictador. - Diferencia entre la dictadura y el consulado. - Razones que movieron a Favio a atenerse sólo a la defensiva. - Conducta opuesta de Minucio. - Anibal decide pasar a la Campania. - Descripción de este país.

Capítulo vigésimo sexto
Tala de la Campania por Anibal. - Estratagema con que engaña a Fabio para salir de esta tierra.

Capítulo vigésimo séptimo
Batalla naval ganada por Escipión a Asdrúbal en España. Roma envía a Publio Escipión para obrar de concierto con su hermano. - Pasan los romanos el Ebro por primera vez. - Abilix entrega a los Escipiones los rehenes que Aníbal había dejado en Sagunto.

Capítulo vigésimo octavo
Aníbal acampa en Gerunio. - Ventajas de Minucio sobre Anibal.

Capítulo vigésimo nono
Minucio, dictador como Fabio. - División del ejército entre los dos dictadores. - Ruina que sufre Roma por la temeridad de Minucio y ventajas que saca por la reserva de Fabio.

Capítulo trigésimo
Emilio y Terencio Varrón, cónsules. - Disposiciones del Senado para la campaña siguiente. - Toma de la cindadela de Cannas por Aníbal. - Se aumenta el número de las legiones.

Capítulo trigésimo primero
Famosas arengas de Emilio a los romanos y de Aníbal a los cartagineses.

Capítulo trigésimo segundo
Sobresalto causado en Roma por la noticia de que estaban al frente los dos ejércitos. - Disposición de batalla de uno y otro campo. - Batalla de Cannas y victoria de los cartagineses.

Capítulo trigésimo tercero
Número de muertos y prisioneros sufridos por ambos bandos. Consecuencias que de la batalla de Cannas se siguieron a una y otra República.

LIBRO CUARTO

Capítulo primero
Recapitulación. - Puntos de referencia establecidos por al autor para entrar en la historia de los griegos.

Capítulo segundo
Carácter del pueblo etolio. - Sus motivos para hacer la guerra a los mésenlos.

Capítulo tercero
Discurso de Dorímaco para animar a los etolios hacia la guerra. Declaración de ésta.-Primera campaña.

Capítulo cuarto
Arato toma el mando de las tropas aqueas. - Semblanza de este ilustre pretor.

Capítulo quinto
La batalla de Cañas.

Capítulo sexto
Cargos formulados por los aqueos contra Arato, y justificación de éste. - Resolución de la Asamblea aquea. - Proyecto ridículo del pueblo etolio.

Capítulo séptimo
Estado de Cineta. - Traición de algunos de sus habitantes. Saco y ruina de esta ciudad por los etolios.-Inacción de Arato.

Capítulo octavo
Sobre el carácter de los cinetenses.

Capítulo noveno
Levantamiento de Esparta - Diversidad de opiniones en el consejo de Filipo sobre el castigo. - Sabia actitud que el rey toma en el asunto. - Declaración de guerra por todos los aliados contra los etolios.

Capítulo décimo
Aprobación del decreto por los aqueos. - Conducta de los etolios en nombrar por pretor a Escopas. - Regreso de Filipo a Macedonia. - Motivo por el que se tratan aparte estas guerras.

Capítulo décimoprimero
Filipo atrae a Escerdiledas al partido de los aliados. - Accesión de los acarnanios a la alianza y elogio de este pueblo. - Hipocresía de los epirotas. - Error de los mésenlos al no entrar en la liga. - Aviso para éstos.

Capítulo décimosegundo
Debates de los lacedemonios sobre el partido que habían de abrazar. - Superioridad por el de Filipo. - Sedición en Esparta y alianza que hace esta ciudad con los etolios. - Nuevos reyes. Sus primeras expediciones.

Capítulo décimotercero
Descripción de Bizancio, del Ponto y del lago Meótido.

Capítulo décimocuarto
Prestigio marítimo de Bizancio. - Utilidad para el tráfico mercante. - Ventajas que tiene sobre Calcedonia.

Capítulo décimoquinto
Causas de la guerra de los bizantinos y Aqueo contra los rodios y Prusias. - Aqueo toma bajo su protección a los bizantinos. - Dilatados Estados de este príncipe. Prusias abraza el partido de los rodios. - Infaustos hechos para los bizantinos. - Final de la guerra.

Capítulo décimosexto
Bandos que se suscitaron en la isla de Creta entre cnosios y litios. - Suerte infeliz de la ciudad de Lito. Triste estado de toda la isla. - Guerra de Mitrídates contra los sinopenses. - Socorro prestado por los rodios.

Capítulo décimoseptimo
Malograda sorpresa de Egira. - Exposiciones de Eurípides contra varios pueblos de Grecia. - Imploran éstos el socorro de Arato. - Acuerdos tomados a vista de la indolencia de este pretor.

Capítulo décimoctavo
Un error de Filipo: desistimiento de sitiar a Ámbraco. - Irrupción de Escopas en Macedonia. - Conquista de Filipo en Etolia. - El paso del Aqueloo.-Conquistas.

Capítulo décimonono
Regreso de Filipo. - Dorímaco, pretor de los etolios, tala el Epiro. - Vuelve Filipo a Corinto, derrota a Euripidas en el monte Apeaurio y pasa a Psófide - Fortaleza de esta plaza.

Capítulo vigésimo
Sitio y conquista de Psófide por Filipo. - Conquista de varias plazas de Élide. - Negligencia de este pueblo en recobrar sus antiguas inmunidades. - Toma del castillo de Talamas.

Capítulo vigésimo primero
Apeles se propone quitar los fueros a los aqueos. - Elogio de Filipo. - Situación y pueblos principales de Trifilia. - Escalada de la ciudad de Alífera.-Conquistas del rey en Trifilia.

Capítulo vigésimo segundo
Fílidas, general de los etolios, forzado a salir de Lepreo. - Filipo somete toda Trifilia. - Movimientos estimulados por Guitón en Lacedemonia.-Estado lamentable de este pueblo.

Capítulo vigésimo tercero
Medios de que se valió Apeles para oponer a los Aratos a Filipo. Tala de Élide por este rey. - Nuevas maniobras de Apeles. - Última voluntad de Antigono en la distribución de los empleos de palacio.-Marcha de Filipo a Argos.

LIBRO QUINTO

Capítulo primero
Filipo recobra la voluntad de los Aratos y logra por su influjo que los aqueos le ayuden para ponerse en campaña. - Decide hacer la guerra por mar. - Conspiración de tres de sus oficiales. - Tala de los campos de Palea.

Capítulo segundo
Asedio de Palea frustrado. - Disparidad de opiniones sobre el camino que había de tomar el rey.- Decisión de pasar a Etolia el teatro de la guerra. - Saqueo de esta provincia. - Desprevención de Termas.

Capítulo tercero
Profanación de los lugares sagrados en que incurre el ejército de Filipo en Termo. - Consideraciones sobre estos sucesos.

Capítulo cuarto
Hostilizan los etolios la retaguardia de Filipo. - Ofrenda que efectúa este principe a los dioses en acción de gracias, y convite con que obsequia a los oficiales. - Motin en el campamento, y escarmiento de los promotores.

Capítulo quinto
Correrlas de Licurgo, de los eleos y de Dorimaco. - Invasión y talas por Filipo en Laconia. - Pretenden los mésenlos unirse a Filipo, pero Licurgo se apodera de su bagaje, y los obliga a retirarse a su patria.

Capítulo sexto
Descripción de Esparta. - Desfiladero que debe atravesar Filipo, y victoria que obtiene sobre Licurgo a la vista de esta ciudad.

Capítulo séptimo
Nuevas maquinaciones de Leontio, Megaleas, Ptolomeo y Apeles. Escarmiento de estos traidores.

Capítulo octavo
Propósitos de los etolios frustrados. - Prosecución de la guerra. Retorno de Filipo y sus tropas a Macedonia. - Situación de Aníbal, Antíoco, Licurgo y los aqueos.

Capítulo noveno
Razones del historiador para no juntar los asuntos de Grecia con los de Asia. - Conveniencia de sentar un buen principio a una obra. - Presunción de los escritores superficiales refutada.

Capítulo décimo
Comportamiento lamentable de Ptolomeo Filopátor, opuesto al de sus antecesores. - Ruego de Cleómenes, rey de Esparta, a Ptolomeo para su regreso a la patria, no concedido.

Capítulo décimoprimero
Razones que tuvo Sosibio, ministro de Ptolomeo, para arrestar a Cleómenes. - Ardid de que se valió para este fin. - Encarcelamiento y muerte de este príncipe.

Capítulo décimosegundo
Pacto que hizo Teodoto, gobernador por Ptolomeo de Celesiria para entregarla a Antioco. Subida de este principe al trono. Sublevación de Molón. - Modo de ser de Hermias, ministro de Antíoco. - Opinión de Epigenes sobre la sublevación de Molón no aprobada. - Boda de Antíoco. - Primera campaña de Molón. Descripción de la Media.

Capítulo décimotercero
Adelantamientos de la sublevación de Molón. - Nombramiento de Jenitas por generalísimo de las tropas. Cruce del Tigris y exigua ventaja que logra este general. Derrota total que sufre más tarde por Molón, y conquistas de este rebelde.

Capítulo décimocuarto
Determina Antioco marchar contra Molón por consejo de Epigenes. - Asesinato de éste por Hermias. - Opinión de Zeuxis por la cual se decide el rey a cruzar el Tigris. Propósito de Molón de sorprender de noche el ejército del rey, pero sin resultado.

Capítulo décimoquinto
Disposición de los dos ejércitos para la batalla. - Victoria lograda por el rey, y castigo de los rebeldes. Incursión de Antioco contra Artabazanes y sumisión de éste. - Castigo de los crímenes de Hermias.

Capítulo décimosexto
Sublevación de Aqueo contra Antíoco y sus primeras conquistas. - Consejo de guerra sobre la incursión contra Ptolomeo. - Voto de Apolófanes sobre que se debía en primer lugar tomar Seleucia. Ubicación y escalada de esta ciudad.

Capítulo décimoseptimo
Conquistas de Antioco en Celesiria. Medio que emplean los ministros de Ptolomeo para contener los adelantamientos de Antíoco. - Número de tropas que éstos reclutan.

Capítulo décimoctavo
Suspensión temporal de hostilidades entre los dos reyes, y retirada de Antíoco a Seleucia. - Respuesta sobre la pertenencia de Celesiria sin resultado. - Nicolao es convertido en general de las armas de Ptolomeo. - Penetración de Antioco por Celesiria.

Capítulo décimonono
Batalla por mar y tierra entre Nicolao y Antíoco. - Victoria por éste y conquista de muchas ciudades.

Capítulo vigésimo
Asedio de Pedneliso por los selgueos. - Socorro que envía Aqueo a los sitiados, bajo la conducción de Garsieris. Derrota de los selgueos por este general. - Alevosía de Logbasis, descubierta y castigada por los selgueos. Convenio entre éstos y Aqueo. Conquistas de Átalo.

Capítulo vigésimo primero
Las fuerzas de Antíoco y de Ptolomeo. - La intrepidez de Teodoto contra la vida de este principe. Disposición de uno y otro ejército.

Capítulo vigésimo segundo
Acción de Rafia. Victoria lograda por Ptolomeo. Suspensión temporal de hostilidades entre éste y Antíoco.

Capítulo vigésimo tercero
Regalos que los reyes y potentados concedieron a los rodios a causa de un terremoto que sufrieron.

Capítulo vigésimo cuarto
Preparativos de Arato para la guerra. - Penetración de Licurgo y Pirrias por Mesenia, sin resultado. - Discordias de los megalopolitanos aplacadas por Arato. - Derrota de los eleos por Lico, propretor de los aqueos.

Capítulo vigésimo quinto
Diversos sucesos de la guerra de los aliados. - Ocupación de Bilazora por Filipo. Escalada de Melitea frustrada. Consideraciones sobre este punto.

Capítulo vigésimo sexto
Asedio y ocupación de Tebas por Filipo. - Demetrio de Faros propone al rey que se convenga con los etolios y piense trasladarse a Italia. Buena acogida que encuentra en Filipo esta sugerencia.

Capítulo vigésimo séptimo
Reunión de Naupacto, donde se concierta la paz de los aliados. Parlamento de Agelao para persuadirles a la unión.

Capítulo vigésimo octavo
Situación de todos los pueblos de Grecia y Asia.

LIBRO SEXTO

Capítulo primero
Sobre la fundación de Roma. - Antiguas costumbres. - Licio, hijo de Demarato, en Roma. Su amistad con el rey Anco Marcio.

Capítulo segundo
Diversas clases de gobierno. - Origen y cambio natural de una en otra. - El mejor sistema de gobierno es el que participa de todos. Así es la República romana.

Capítulo tercero
Origen de las sociedades, y especialmente de las monarquías y de los reinos.

Capítulo cuarto
Orígenes de la aristocracia, la oligarquía, la democracia y la olocracia. - Sucesión de unas en otras hasta tornar a la monarquía.

Capítulo quinto
Alabanza del gobierno de Licurgo.

Capítulo sexto
Diversas potestades que forman la República romana y derechos propios de cada una.

Capítulo séptimo
Contrapeso y conexión que poseen entre sí las tres potestades que forman la República romana.

Capítulo octavo
Reglamentos militares del pueblo romano. - Nombramiento de tribunos. - Recluta de tropas naturales y aliadas.

Capítulo noveno
Armas utilizadas por los romanos.

Capítulo décimo
Forma de acampar de los romanos.

Capítulo décimoprimero
Servicios de los soldados romanos en sus campos.

Capítulo décimosegundo
Castigos de los delitos y premios al valor.

Capítulo décimotercero
Forma de abandonar el campo, marchar el ejército y asentar las tiendas.

Capítulo décimocuarto
Gobiernos famosos en la antigüedad y comparación de unos con otros. - Gobierno de Creta, ni parecido ni digno de alabanza como el de Licurgo.

Capítulo décimoquinto
Gobierno de Licurgo, apto por sí solo para mantener la libertad. Superior bondad y eficacia que encierra en sí la constancia de la República romana para extender sus fronteras.

Capítulo décimosexto
Paralelismos de la República cartaginesa y la romana.

Capítulo décimoseptimo
Continúa la comparación entre las dos Repúblicas. - Influencia que posee en la de Roma la superstición. - Decadencia y perturbación que le esperan.

Capítulo décimoctavo
Constitución y revolución de la República romana.

Capítulo décimonono
Conjugación de lo agradable con lo útil.

Capítulo vigésimo
Alusión a las campanas de Jerjes en Grecia. - Apogeo de la República romana.

LIBRO SEPTIMO

Capítulo primero
Noticia de los habitantes de Capua, en Campania. - Alusión a los habitantes de Cretona y Sibaris.

Capítulo segundo
Jerónimo de Siracusa, por propia falta de prudencia en parte, y en parte por malos consejos, rompe el convenio que su abuelo Hierón habia llevado a cabo con los romanos y se une a los cartagineses.

Capítulo tercero
Ubicación de la ciudad de Leontino en Sicilia.

Capítulo cuarto
Opiniones acerca de Jerónimo, su abuelo Hierón y su padre Gelón.

Capítulo quinto
Fórmula del juramento con que Aníbal, general de los cartagineses, concertó la paz con Jenófanes, embajador de Filipo.

Capítulo sexto
Filipo en Mesenia.

Capítulo séptimo
Aptitudes políticas del atleta Gorgo.

Capítulo octavo
Demetrio de Faros induce a Filipo, rey de Macedonia, a que introduzca guarnición en Itómata, ciudadela de Mesenia. - Arato sugiere lo contrario.

Capítulo noveno
Filipo, rey de Macedonia.

Capítulo décimo
Arato.

Capítulo décimoprimero
Antíoco se apodera de Sardes mediante un ardid de Lágoras Cretense.

Capítulo décimosegundo
Los pueblos habitantes del Ótico.

LIBRO OCTAVO

Capítulo primero
Advertencia de Polibio acerca de la confianza, y reprensión de los que de modo temerario e indiscretamente se fían de otros.

Capítulo segundo
Grandes batallas de romanos y cartagineses. - Constancia de una y otra República en sus empresas. - Sabidas ventajas de una historia universal.

Capítulo tercero
Ataque de Marco Marcelo por mar contra Acradina de Siracusa. - Descripción de la máquina llamada sambuca. - Invenciones de Arquimedes contra las máquinas de Marcelo y Apio.

Capítulo cuarto
El historiador sigue tratando de Filipo. - Los biógrafos de este famoso principe: los entusiastas y los detractores. - El autor pondera la objetividad que debe presidir el cultivo de la Historia. El caso representado por Teopompo, como biógrafo contradictorio de Filipo.

Capítulo quinto
Filipo da muerte a Arato con un veneno. - Moderación de éste y honores heroicos que se le tributan.

Capítulo sexto
Ocupación inesperada de Liso y de su cindadela por Filipo.

Capítulo séptimo
Aqueo cercado en la ciudadela de Sardes es puesto en poder de sus enemigos por alevosia de Bolis el Cretense y sentenciado a muerte vergonzosa por Antíoco.

Capítulo octavo
Cávaro, gobernador de los galos.-Sus virtudes.

Capítulo noveno
Corrupción de Cávaro.

Capítulo décimo
Antíoco se dispone a sitiar Armósata. - Magnanimidad de Antíoco.

Capítulo décimoprimero
Aníbal se apodera por traición de la ciudad de Tarento.

Capítulo décimosegundo
Prosíguese la historia del asedio de Siracusa.

Capítulo décimotercero
Efecto de la conquista de Epipolis en los romanos.

Capítulo décimocuarto
Importancia del silencio.

Capítulo décimoquinto
Los tarentinos y Pirro, rey de Epiro.

Capítulo décimosexto
Ancara y sus habitantes.

Capítulo décimoseptimo
Los dasaretas.

Capítulo décimoctavo
Hiscana.

LIBRO NOVENO

Capítulo primero
Digresión en que Polibio defiende el modo que ha tenido en escribir su historia - De las numerosas partes que forman la historia. La esencial, según Polibio, es la que relaciona los hechos, porque entre otras razones ocasiona una notable utilidad a los lectores.

Capítulo segundo
Asedio de Capua por los romanos tras la derrota de Cannas. Inútiles sfuerzos de Anibal por librarla del cerco. Retirada de este general y marcha contra Roma. Parangón de Epaminondas con Anibal y de los lacedemonios con los romanos.

Capítulo tercero
Siracusa y sus virtudes.

Capítulo cuarto
Si los romanos procedieron bien y en favor de sus intereses en trasladar a su patria los tesoros de las ciudades conquistadas.

Capítulo quinto
Rivalidad entre los jefes cartagineses.

Capítulo sexto
Digresión acerca de los primordiales elementos del arte militar. En asuntos de guerra, una cosa son acciones y otra azares o casualidades. - Condiciones que ha de poseer un general, práctica, historia y ciencia adquirida por principios. - Precisión para este último de las matemáticas, y particularmente de la astrología y geometría. - Precisión de la astrología para concertar la estación a las empresas militares.- Ejemplos de generales que han frustrado sus propósitos por este defecto. - Utilización de la geometría. - Forma de medir las escalas. - Diversos modos de situar un campamento y forma de conjeturar su magnitud por el ámbito. Refutación de los que creen que los pueblos de suelo desigual y quebrado poseen más casas que los de terreno llano, y demostración lineal de lo contrario.

Capítulo séptimo
Aníbal: su gran personalidad militar y política. - Sus rasgos físicos. - La influencia de las circunstancias en su vida.

Capítulo octavo
Superioridad de Agrigento con respecto a casi todas las ciudades de Sicilia en fortaleza, belleza y edificios.

Capítulo noveno
Agatirna.

Capítulo décimo
Una promesa de Mario Valerio Livino.

Capítulo décimoprimero
Discurso de Cleneas el Etolio, embajador por su nación en Lacedemonia, contra Filipo y toda la casa real de Macedonia.

Capítulo décimosegundo
Alocución de Licisco el Acarnanio, embajador por su nación en Lacedemonia, cuyos dos esenciales puntos se limitan a defender a Filipo y toda la casa real de Macedonia de las denuncias de Cleneas y a promover la unión y acuerdo contra los romanos.

Capítulo décimotercero
Desesperada decisión de los acarnanios contra los etolios. Su ejemplo.

Capítulo décimocuarto
Asedio de Egina, ciudad de la Ftiótide, por Filipo. Forma de estar construidas y utilización de las Tortugas para terraplenar.

Capítulo décimoquinto
Estrategia del romano Publio Sulpicio Galba y del etolio Dorimaco contra Filipo en Egina. - Operaciones ofensivas y defensivas de Filipo.

Capítulo décimosexto
Origen del Eufrates, regiones por donde discurre y naturaleza de este rio.

Capítulo décimoseptimo
El hambre en Roma.- El río Quiato.

Capítulo décimoctavo
Más sobre el río Quíato.

Capítulo décimonono
Arsínoe.

Capítulo vigésimo
Atolla.

Capítulo vigésimo primero
Fóruna.

Capítulo vigésimo segundo
Cautiverio de los eginetas y dureza de Publio Sulpicio Galba.

Capítulo vigésimo tercero
Situación de los romanos y los cartagineses.

Capítulo vigésimo cuarto
Visión fragmentada de los acontecimientos.

Capítulo vigésimo quinto
La olimpiada como medida de tiempo.

Capítulo vigésimo sexto
Condiciones morales para el mutuo auxilio humano.

LIBRO DÉCIMO

Capítulo primero
A pesar de que la costa de Italia, desde el estrecho hasta Tarento, carece de puertos, esta ciudad posee uno excelente y cómodamente ubicado para su opulencia.

Capítulo segundo
Proceder de Escipión el Africano para adquirir tanto renombre. La religión de que Licurgo y Escipión hubieron de valerse para sus propósitos. - Primera acción memorable de aquél. - Solicitud que hace a la dignidad de edil y obtención de ésta. - La plebe atribuye a designio divino lo que sólo era resultado de su prudencia y sagacidad.

Capítulo tercero
Razones que tuvo Escipión para acometer los negocios de España y especialmente el asedio de Cartagena. Ubicación de Cartagena e increíble ocupación de esta ciudad en un solo día. - Disciplina de los romanos en el saqueo de las ciudades conquistadas. - Ejemplós de prudencia, templanza y moderación que dio Escipión en la ocupación de Cartagena.

Capítulo cuarto
Forma que tuvo Escipión de ejercitar la infantería durante su estancia en Cartagena. - Evoluciones que fue necesario enseñar a la caballería. - Costumbre en adiestrar sus tropas.

Capítulo quinto
Resentimiento de los etolios contra los romanos, explicado en un parangón por un personaje nada afecto a los etolios.

Capítulo sexto
Filopemén.

Capítulo séptimo
Filipo, rey de Macedonia.

Capítulo octavo
Más sobre Filipo.

Capítulo noveno
Superioridad de Media sobre los demás Estados de Asia. - Increíbles riquezas del palacio real en Ecbátana en Media. - Incursión de Antioco contra Arsaces, uno de los primeros fundadores del imperio de los partos.

Capítulo décimo
Las ciudades de Acriana y Caliope.

Capítulo décimoprimero
Sucumben los cónsules Claudio Marcelo y Crispino por impericia en el arte militar. - Un general no debe entrar en acción que no sea decisiva. - Alabanza de Anibal.

Capítulo décimosegundo
Medios de que se vale Escipión durante el cuartel de invierno para conseguir la amistad de los españoles. - Edecón, Indíbil y Mándenlo, poderosos caudillos de España. - Más habilidad y prudencia se precisa para usar bien de la victoria que para vencer. - Consideración de Polibio sobre este punto. - Asdrúbal, hermano de Aníbal, derrotado por Escipión, sale de España. Magnanimidad admirable de Escipión al rehusar el reino que le ofrecían los españoles.

Capítulo décimotercero
Embajadas que llegan a Filipo de casi toda Grecia, a causa de haberse aliado los romanos con los etolios. - Filipo se supera a sí mismo en las desgracias. - Digresión de Polibio acerca de las ahumadas, que comprende las diferentes formas de hacer fuego, y expone la utilidad de esta invención. - Sencillez de los fuegos de los antiguos, generalmente de poco provecho. - Progresos que efectuó sobre los antiguos fuegos Eneas en sus libros De Oficio Imperatorís, y lo mucho que le faltó para perfeccionarlos, no obstante mejorarlos en algún modo. - Otros progresos acerca de esta materia ideados por otros autores, pero perfeccionados por el mismo Polibio. - El ejercicio hace fáciles cosas al parecer imposibles. - Debida admiración que produce la lectura a los que no saben leer.

Capítulo décimocuarto
De qué modo los apasíacos númidas cruzan el rio Oxo, y se trasladan a pie enjuto a Hircania con sus caballos.

Capítulo décimoquinto
Victoria del rey Antioco lograda contra el rebelde Eutidemo. Valor que demostró el rey en el combate.

LIBRO DÉCIMOPRIMERO

Capítulo primero
Penetración de Asdrúbal, hermano de Aníbal, con su ejército en Italia. - Victoria que sobre él obtienen los romanos. - Completa derrota de este general. - Magnanimidad con que se porta en el combate, conforme en todo a sus anteriores acciones. - Consideración de Polibio acerca de este suceso. - Diversidad de efectos en Roma con la noticia de la victoria.

Capítulo segundo
Avance de Filipo hacia los pantanos de Tricórneo. - Sus sacrilegos saqueos.

Capítulo tercero
Elopio y Fiteo.

Capítulo cuarto
Embajadores del rey Ptolomeo, de Rodas, de Bizancio y de otras ciudades a los etolios. Discurso que uno de éstos les hace, en nombre de toda Grecia, para que desistan de la guerra contra Filipo, acuerden la paz y se prevengan de los consejos de los romanos. - Ratificación de los embajadores de Filipo sobre los males que sobrevendrían en el futuro a Grecia.

Capítulo quinto
La dignidad castrense y los aqueos.

Capítulo sexto
Actitud equivocada de muchos hombres.

Capítulo séptimo
El adorno y resplandor de las armas sirven de espanto al enemigo. Los aqueos, persuadidos por Filopemén, sustituyen el esplendor de las armas en vez del esmero que antes ponían en los vestidos. - Batalla campal de Macánidas contra Filopemén. Ventaja que el tirano obtiene al principio. - Derrota y muerte que sufre más tarde por el inmoderado deseo de vencer.

Capítulo octavo
Alabanza de Anibal y consideración de Polibio acerca de la disciplina de sus tropas en los campamentos.

Capítulo noveno
Batalla perdida por Asdrúbal, hijo de Gescón, frente a Publio Escipión. - Dos ardides que emplea este general para la victoria. Uno con que coge desapercibido al enemigo y otro que inutiliza lo más escogido del ejército.

Capítulo décimo
Ilurgia.

Capítulo décimoprimero
Avaricia de los romanos.

Capítulo décimosegundo
Gran inconveniente y embarazo en que pone a Escipión la sedición de una parte de su ejército. - Ardid de este general para hacer venir los amotinados a Cartagena y aprehender a los cabecillas. - Discurso de Escipión a los amotinados. - Perdón de la muchedumbre y castigo severo de los autores.

Capítulo décimotercero
Incursión de Escipión contra Indíbil y otros españoles que le hablan abandonado - Victoria sobre los rebeldes, con la que, terminadas las expediciones de España, regresa a Roma para recibir el triunfo.

Capítulo décimocuarto
Antíoco, contrariado por la lentitud de la guerra que sostenía contra los sublevados, admite en su gracia a Eutidemo por mediación de Teleas.

Capítulo décimoquinto
Advertencia del autor.

Capítulo décimosexto
Carácter de ciertos discursos.

Capítulo décimoseptimo
Utilidad de ciertos relatos.

Capítulo décimoctavo
Declaraciones de Publio Escipión.

Capítulo décimonono
Un juicio sobre el decir de Publio Escipión.

LIBRO DÉCIMOSEGUNDO

Capítulo primero
La ciudad de Hippo. - Otras ciudades y pueblos.

Capítulo segundo
Particularidades sobre los lotos africanos.

Capítulo tercero
Desconocimiento y excesiva credulidad de Timeo cuando trata de los animales de África. - Extraordinaria ficción de este autor acerca de la ferocidad de los animales de Córcega, y diferencia entre el conejo y la liebre. - Razón por que parecen feroces los animales de esta isla. - En Córcega numerosos animales, y en Italia los cerdos, son conducidos al son de trompeta.

Capítulo cuarto
Rebatimiento de lo que manifiesta Timeo acerca de la colonia de los locros en Italia. - Ascendencia que traen éstos de los locros de Grecia, mas sin mediar entre ellos alianza. - Cien familias nobles que existieron entre unos y otros. - La doncella Fialéfora perteneció a los locros epizefirios. - Engaño de los antiguos locros para convenirse con los sicilianos.

Capítulo quinto
Un testimonio de Timeo.

Capítulo sexto
Declaración de Timeo: La rectitud es de esencia de la regla, y la verdad de la Historia. - Opinión de Polibio acerca de esta expresión. - La falsedad o proviene de la falta de conocimientos o de la voluntad.

Capítulo séptimo
Errores del historiador Timeo. - Teorias sobre la Historia. - Referencias de Aristóteles.

Capítulo octavo
Demasiada mordacidad de Timeo. - Falsas acusaciones que levanta contra Demócares. - Maledicencia torpe y calumniosa que emplea contra Agatocles. - Un escritor, exacto investigador de la verdad, no debe omitir lo digno de alabanza aun de los impíos.

Capítulo noveno
Ley de Zalenco acerca de la posesión de la cosa litigada hasta definitiva. - Duda acerca de esta ley. - Otra del mismo Zalenco, acerca de los que pretenden interpretar las leyes.

Capítulo décimo
Rebatimiento de lo que Calistenes escribe de Alejandro. Falta de conocimientos de este historiador en la táctica, que le hace cometer innumerables desatinos e imposibles en la descripción de las batallas.

Capítulo décimoprimero
Polibio sale en defensa de Éforo y Calistenes ante las censuras de Timeo.

Capítulo décimosegundo
La irreflexión de Timeo se demuestra con sus propios escritos.

Capítulo décimotercero
Con respecto al toro de Fálaris.

Capítulo décimocuarto
Nuestras criticas contra Timeo.

Capítulo décimoquinto
Continuación del anterior.

Capítulo décimosexto
Más sobre Timeo.

Capítulo décimoseptimo
Preferencias por Aristóteles.

Capítulo décimoctavo
Mentiras e infidelidades.

Capítulo décimonono
Explicación de un proverbio.

Capítulo vigésimo
Sobre ciertas fantasías.

Capítulo vigésimo primero
Continuación de las censuras contra Timeo.

Capítulo vigésimo segundo
Necesidad de conocer el arte militar para tratar de hechos militares.

Capítulo vigésimo tercero
Sigue la crítica contra Timeo.

Capítulo vigésimo cuarto
Final de las críticas contra Timeo.

Capítulo vigésimo quinto
Argumentos que puede emplear un embajador como de príncipios generales para promover la paz o suscitar la guerra.

Capítulo vigésimo sexto
Promesas de Gelón para obtener la jefatura de las fuerzas de socorro. - Discretas decisiones sobre el particular. - Abusos.

Capítulo vigésimo séptimo
Sólo dos son los órganos del saber, el oido y la vista; pero éste más seguro. Timeo, para investigar la verdad, sólo se valió del oido. - Dos formas de saber por el oído, la una la lectura, y la otra el propio examen. Negligencia de Timeo con respecto a este último. Es difícil indagar la verdad por si misma, pero contribuye en gran manera para escribir bien historias e informarse de los hechos. Cualidades de un historiador. Vida de Timeo.

LIBRO DÉCIMOTERCERO

Capítulo primero
Cuestiones económicas y morales.

Capítulo segundo
Opinión de Alejandro el Etolio.

Capítulo tercero
Sobre la destitución de Escopas.

Capítulo cuarto
La mayoría de las acciones de los políticos y hombres de Estado van acompañadas de la malicia. - Alabanza de la nación aquea, por haber detestado el dolo, tan frecuente en otros pueblos. Conducta semejante que existió entre aqueos y romanos sobre materia de guerra.

Capítulo quinto
Filipo recurre a todo para perjudicar a los rodios. - Suma maldad de Heraclides Tarentino, famoso capitán de Filipo.

Capítulo sexto
Suspicacias de los pritanes.

Capítulo séptimo
Poder de la verdad, e imperio que ejerce siempre sobre la mentira.

Capítulo octavo
Damocles y Pitión.

Capítulo noveno
Perversión cruel y horrenda de Nabis, tirano de Lacedemonia. Máquina llamada Apega, que ideó para atormentar a los espartanos.

Capítulo décimo
Acción de Antioco en Arabia.

Capítulo décimoprimero
Algunos datos geográficos.

LIBRO DÉCIMOCUARTO

Capítulo primero
Lo que manifiesta Polibio hablando de sí y de la exposición de su obra como la presenta en el sumario de sus libros.

Capítulo segundo
Batallas de Escipión en África contra Asdrúbal y Sífax, rey de los númidas. - Material de que estaban formadas las tiendas de los cartagineses y númidas. - Motivo que de aqui toma Escipión para acometer una acción gloriosa y esforzada. - Escipión simula desear la paz, con lo que hace incauto al enemigo. - incendio de los campamentos de Asdrúbal y de Sifax. - Espíritu invencible de los cartagineses, y doblado ánimo que recuperan en treinta dias. - Victoria de Escipión sobre sus contrarios, y animosidad de éstos aun después de derrotados.

Capítulo tercero
Ptolomeo Filopátor.

LIBRO DÉCIMOQUINTO

Capítulo primero
Deslealtad de los cartagineses. Embajadores que Escipión les envía por esta razón. - Libertad con que éstos recriminan ante el Senado su infidelidad. Leve esperanza que los cartagineses fundan en Aníbal para intentar dar muerte a los embajadores romanos y volver a encender la guerra. Nueva guerra más cruel y porfiada. Preparativos de Escipión y Aníbal para el combate. Ardid que usó Escipión con unos espías capturados en su campo. Deseo de Aníbal de reunirse con Escipión. Conferencia de estos dos notables generales. Observación de Polibio acerca de la batalla que se va a dar. Formación de batalla por ambos generales. Arengas a sus tropas. Obstinación de unos y otros durante la lucha y victoria por los romanos.

Capítulo segundo
Todo lo que para mover a compasión sobrepasa la esfera común, si no nace del interior sino de la simulación, en vez de la compasión y el perdón excita la ira y el odio. Condiciones de Escipión a los cartagineses para otorgarles la paz. Aníbal arroja de la tribuna a Gisgón porque iba a contradecirlas, y persuade a los cartagineses que acepten la paz con estos convenios.

Capítulo tercero
Simulada amistad que Filipo y Antioco mantienen con Ptolomeo Filopátor en el transcurso de su vida, y decisión que toman de dar muerte a su hijo y dividir entre si el reino después de su muerte. Observación acerca del castigo de estos dos reyes y cómo la Divinidad se valió de los romanos para conservar el reino de este huérfano.

Capítulo cuarto
Molpágoras.

Capítulo quinto
Infortunios que ocasiona a los cianeos, pueblo de la Bitinia, su imprudencia y mal gobierno. El hombre es a veces más necio que los mismos animales. Errores que comete Filipo en prestar socorro injustamente a su yerno Prusias contra los cianeos. - Odio cruel de los rodios contra Filipo por esta injusticia, y aborrecimiento de los etolios por la misma causa.

Capítulo sexto
Doblez de Filipo con los tasios.

Capítulo séptimo
Ardides de los reyes para mejor asentarse en el gobierno de los pueblos.

Capítulo octavo
Aclaraciones del autor.

Capítulo noveno
Agatocles y la muerte de Dinón.

Capítulo décimo
Sosibio.

Capítulo décimoprimero
Agatocles.

Capítulo décimosegundo
Rebelión intestina en Alejandría entre los tutores del hijo de Ptolomeo. Agatocles y Agatoclea, su hermana, presentan el rey a los macedonios en una reunión para irritarlos por medio de Critolao contra Tlepólemo, pero en vano. Danae, suegra de Tlepólemo, arrastrada por la ciudad y encarcelada. Merágenes, dispuesto ya a sufrir el suplicio por orden de Agatocles, libre después inesperadamente, excita contra él los macedonios. Alejandría da a conocer públicamente su resentimiento contra Agatocles. Enante provoca cólera de las mujeres contra sí y contra toda la parentela de Agatocles. Alboroto y griterío confuso del pueblo contra Agatocles, que se había ocultado con el rey en un rincón de palacio. Precisión en que le ponen los macedonios de entregar el rey. Persuasión de Sosibio al rey para que haga entrega al pueblo de Agatocles y de todos los que habían ofendido a su madre. Crueles castigos con que mueren Agatocles y otros muchos. - Rebate Polibio la exageración con que algunos han referido el trágico fin de Agatocles.

Capítulo décimotercero
Antioco.

LIBRO DÉCIMOSEXTO

Capítulo primero
Filipo en Pérgamo.

Capítulo segundo
Combate naval junto a Quíos entre Filipo, rey de Macedonia, por un lado, y Átalo y los rodios, sus aliados, por otro. - Razones que tiene Filipo para atribuirse la victoria después de vencido

Capítulo tercero
Motivo porque muchos desisten de sus empresas.

Capítulo cuarto
Infructuosos intentos de Filipo contra la ciudad de Prinaso en el transcurso de su asedio. Ardid y estratagema de que se vale para tomarla.

Capítulo quinto
Ubicación y antigüedades de la ciudad de Yaso. Estatuas sobre las cuales no cae nieve, y cuerpos que no proyectan sombra. Sobre aquellos que con pretexto de religión inventan milagros y falsedades.

Capítulo sexto
Nabis.

Capítulo séptimo
Sobre los historiadores rodios Zenón y Antístenes.

Capítulo octavo
Tlepólemo.

Capítulo noveno
Retorno de Publio Escipión a Roma y su triunfo. Fallecimiento del rey Sífax.

Capítulo décimo
Filipo fija en Asia sus cuarteles de invierno.

Capítulo décimoprimero
Átalo se dirige a Atenas, después del combate naval que sostuvo contra Filipo, y persuade a los atenienses a aliarse con él contra este príncipe. - Honores que en Atenas se le tributan.

Capítulo décimosegundo
Órdenes que en favor de los griegos y de Átalo enviaron los romanos a Filipo.

Capítulo décimotercero
Filipo, vencido por mar, vuelve con calor a la guerra y logra ventajas contra Átalo y los rodios. - Un historiador, amante de la verdad, está obligado a aplaudir unas veces y vituperar otras a unos mismos personajes.

Capítulo décimocuarto
Filipo y los propósitos posibles de los romanos.

Capítulo décimoquinto
Ubicación y oportunidad de Abido y Sesto. Comparación del estrecho que existe entre estas dos ciudades con el de las Columnas de Hércules. Asedio de Abido por Filipo, y valerosa resistencia de los naturales contra sus esfuerzos. Embajada infructuosa de los cercados a Filipo. Desesperación extraña y horrenda de éstos. - Coloquio de M. Emilio con Filipo en favor de los abidenos, pero sin resultado. - Toma de la ciudad y diversos géneros de muerte con que los sitiados se matan a sí mismos, sus mujeres y sus hijos.

Capítulo décimosexto
Mensaje de los aqueos y de los romanos a los rodios.

Capítulo décimoseptimo
Incursión de Filopemén, pretor de los aqueos, contra Nabis, tirano de Lacedemonia. Expediente de que se vale Filopemén para reunir a un tiempo en Tegea todas las tropas de la República, sin que supiese a qué ni a dónde se caminaba.

Capítulo décimoctavo
Negocios de Siria y Palestina.

Capítulo décimonono
Los gacenses.

Capítulo vigésimo
Algunas noticias geográficas.

Capítulo vigésimo primero
Imaginaciones de Filipo luego de la batalla naval de Lade.

LIBRO DÉCIMOSEPTIMO

Capítulo primero
Conferencia inútil en las proximidades de Nicea, en el golfo Melíaco, entre Filipo, el cónsul Tito Flaminino, Aminandro, rey de los atamanes, y los diputados de las ciudades aliadas. - Envian a Roma sus embajadores estos potentados, oye el Senado sus pretensiones, y decreta la guerra contra Filipo.

Capítulo segundo
El hombre es más infeliz que los animales.

Capítulo tercero
Reflexiones acerca de los traidores.

Capítulo cuarto
Átalo.

Capítulo quinto
Nabis.

LIBRO DÉCIMOCTAVO

Capítulo primero
Costumbre en la milicia romana de portar estacas para las urgencias. - Descripción del vallado romano y su gran superioridad sobre el griego. - Campamentos de Flaminino y de Filipo próximos a Feras en Tesalia, y repugnancia de llegar a una acción decisiva. - Encuentro de los dos ejércitos, macedonio y romano, cerca de Tetidio, y fuerte escaramuza entre su infantería ligera. - Particular forma de pelear de los etolios. - Lucha general en que se ve empeñado Filipo por imprudencia junto a los collados Cinoscéfalos. - Ordenanza de ambos ejércitos. - Cruenta batalla y victoria por los romanos.

Capítulo segundo
Digresión de Polibio, en que hace confrontación de la armadura romana con la macedónica, y describe el modo de formar sus tropas uno y otro pueblo. Empleo que Aníbal y Pirro hicieron, aquél del armamento de los romanos, y éste de las armas y de los soldados. Fuerza invencible de la falange macedónica mientras conserva su posición. - Medida que ocupa cada soldado en la falange. - La lanza en la falange o no pasa de la quinta línea o es ineficaz. - Ni la armadura ni la ordenanza romana pueden resistir de frente a la falange. - La razón de vencerla los romanos consiste en la facilidad con que pierde la formación y dificultad que tiene en recobrarla. Abuso que Filipo hizo del poder en la prosperidad, y resignación que mostró en las desgracias.

Capítulo tercero
Comienzan los disgustos entre romanos y etolios tras la batalla de Cinoscéfalos. Conferencia Flaminino con todos los aliados para deliberar si se concertaría la paz con Filipo. - Nueva conferencia de los aliados con Filipo, en que la paz queda ajustada. Indignación que esto produce a los etolios.

Capítulo cuarto
La credulidad es origen de grandes desaciertos, aun a los más avisados.

Capítulo quinto
Muerte y elogio de Átalo.

Capítulo sexto
Ratificación en Roma de la paz con Filipo. - Designación de diez comisarios para arreglar los asuntos de Grecia. - Los aqueos solicitan en vano aliarse con los romanos.

Capítulo séptimo
Comienzan los beocios a separarse de los romanos. - Los partidarios de Roma dan muerte a Bráquiles, general de los beocios.

Capítulo octavo
Senatus-consulto para la paz concertada con Filipo. Solamente los etolios quedan descontentos y lo rasgan. Durante los juegos Ístmicos publica un heraldo el senatus-consulto decretado para la libertad de los griegos. Contestación de Flaminino y de los diez comisarios a los embajadores de Antioco, de Filipo y de los etolios.

Capítulo noveno
Apetencias de Antioco.

Capítulo décimo
Conferencia mantenida en Lisimaquia entre el rey Antioco y los embajadores romanos.

Capítulo décimoprimero
Muerte de Escopas el Etollo en Alejandría, igualmente trágica que la de Cleómenes el Lacedemonio, mas no tan gloriosa. Ciertamente, quien mal anda, mal acaba. - Proclamación del rey Ptolomeo durante su infancia.

LIBRO DÉCIMONONO

Capítulo primero
ÚNICO. Las ciudades de más allá del río Betis.

LIBRO VIGÉSIMO

Capítulo primero
Antioco celebra Consejo con los etolios.

Capítulo segundo
Contestación de los beocios a los embajadores de Antioco.

Capítulo tercero
Embajadas que los epirotas y los helenos despachan a Antioco.

Capítulo cuarto
Beocía y sus habitantes.

Capítulo quinto
Más noticias acerca de los beocios.

Capítulo sexto
Antioco contrae matrimonio en Calcis.

Capítulo séptimo
Ocupada Heraclea por los romanos, despachan los etolios repetidas veces embajadores a Roma, viéndose obligados a someterse a la fe de los romanos. - Engañados sobre la significación de esta fórmula, asústanse al saberla y rompen el tratado. - Regreso de Nicandro, enviado por los etolios a Antioco, y su conferencia con Filipo.

Capítulo octavo
Córax y Aperantia.

Capítulo noveno
Mensaje de los lacedemonios al Senado romano.

Capítulo décimo
El Senado romano reconoce los servicios que Filipo habia prestado a la República en el transcurso de la guerra con Antioco.

LIBRO VIGÉSIMO PRIMERO

Capítulo primero
Fiestas de los romanos tras una victoria. - Contestación del Senado a los embajadores etolios.

Capítulo segundo
Mensaje de los atenienses a los romanos en favor de los etolios. - Apurada situación en que colocan a éstos las proposiciones de los romanos.

Capítulo tercero
Cansancio y división de los focenses frente a la presencia de los romanos.

Capítulo cuarto
Mensaje de los focenses a Antioco.

Capítulo quinto
Pausístrato, general de la flota de los rodios.

Capítulo sexto
Panfílidas.

Capítulo séptimo
Misivas del cónsul Lucio.

Capítulo octavo
Tratado de alianza entre Éumenes y los aqueos.

Capítulo noveno
Diófanes.

Capítulo décimo
Cercado Éumenes en Pérgamo, disuade a los romanos de aceptar la paz que ofrecía Antioco.

Capítulo décimoprimero
Antioco y los romanos procuran la alianza de Prusias.

Capítulo décimosegundo
Asustado Antioco al ver a los romanos en Asia, despacha embajadores para solicitar la paz. - Instrucciones que les da para el Consejo y para Publio Escipión personalmente.

Capítulo décimotercero
Condiciones de la paz entre Antioco y los romanos.

Capítulo décimocuarto
Los embajadores de los lacedemonios a Filopemén.

Capítulo décimoquinto
Algunas reflexiones mortiles en torno a Filopemén.

Capítulo décimosexto
Clemencia de Filipo y crueldad de Ptolomeo.

LIBRO VIGÉSIMO SEGUNDO

Capítulo primero
Demandas de Éumenes y de los embajadores al Senado. - Contestación que reciben.

Capítulo segundo
Restablecido en el trono Aminandro, despacha a Éfeso embajadores y los Escipiones. - Los etolios se apoderan de Anfiloquia, Aperantia y Dolopia. - Vencido Antioco, procuran apaciguar el rencor de los romanos.

Capítulo tercero
Cercan los romanos Ambracia. - Extremada avaricia de uno de los tres embajadores etolios.

Capítulo cuarto
Resistencia de los etolios frente al cónsul romano Marco Fulvio. Evocación de otros famosos asedios.

Capítulo quinto
Tras larga resistencia ríndese Ambracia al cónsul. - Paz entre etolios y romanos. - El tratado.

Capítulo sexto
En qué época sostuvo el cónsul Manlio la guerra contra los gálatas.

Capítulo séptimo
Esfuerzo que cuesta a Moágetes, tirano de Cibira, preferir su salvación a su dinero.

Capítulo octavo
Acciones de Manlio en Panfilia y Caria en el transcurso de la guerra de los galo-griegos.

Capítulo noveno
Secuencias de la incursión contra los galo-griegos.

Capítulo décimo
Eposógnato, rey de los galo-griegos, exhorta sin resultado a los otros reyes de la misma región a someterse a los romanos.

Capítulo décimoprimero
Ortiagonte, rey de Galacia.

Capítulo décimosegundo
Guiómara.

Capítulo décimotercero
Emboscada que los galos tectosages tienden contra Manlio, bajo pretexto de una conferencia.

Capítulo décimocuarto
Asuntos de Grecia y el Peloponeso.

Capítulo décimoquinto
Embajada que despachan a Manlio todas las naciones de Asia. Tratado de paz entre Antioco y los romanos.

Capítulo décimosexto
Los diez comisarios arreglan los asuntos de Asia.

Capítulo decímoseptimo
Causas de la ruina de la monarquía macedónica.

LIBRO VIGÉSIMO TERCERO

Capítulo primero
Se enemistan los aqueos con los romanos. - Embajadas mutuas de Ptolomeo a los aqueos y de éstos a Ptolomeo.

Capítulo segundo
Los beocios indisponen gradualmente contra ellos a los romanos y a los aqueos.

Capítulo tercero
Disputa entre licios y rodios.

Capítulo cuarto
Diversas embajadas relativas en parte a los asuntos entre Filipo, Éumenes de Tracia y los tesalios, y en parte a las cuestiones de lacedemonios y aqueos. - Resumen de los capítulos que Polibio dedicaba a estos asuntos.

Capítulo quinto
Embajadas a Roma de diferentes naciones contra Filipo. - Embajada de los romanos a este príncipe.

Capítulo sexto
Consejo celebrado entre los aqueos para tratar diversos asuntos y contestar a los embajadores enviados de muchas regiones. Dos bandos entre los aqueos, uno cuyos jefes eran Aristeno y Diófanes, y del otro Filopemén y Licortas.

Capítulo séptimo
Diversas embajadas que llegaron a Roma. - Embajadas de los romanos a Filipo y los griegos.

Capítulo octavo
Crueldad de Filipo con los maronitas. - Envía a Roma a su hijo Demetrio.

Capítulo noveno
Llegan a Creta los comisarios romanos y ponen en orden los negocios de esta nación.

Capítulo décimo
Ptolomeo, rey de Egipto.

Capítulo décimoprimero
Aristónico.

Capítulo décimosegundo
Apolonia, esposa de Átalo, rey de Pérgamo, y madre de Éumenes.

Capítulo décimotercero
A propósito de Filopemén.

LIBRO VIGÉSIMO CUARTO

Capítulo primero
Quejas de los embajadores de Grecia contra Filipo. - Contestaciones del Senado romano a ellos y a Demetrio, hijo del rey de Macedonia.

Capítulo segundo
Dinócrates.

Capítulo tercero
Invalida Filopemén las medidas que Tito y sus enemigos habían tomado contra él.

Capítulo cuarto
Marcha Filipo de las ciudades griegas de Tracia. - Incursión de este principe contra los bárbaros.

Capítulo quinto
Comienzan las desdichas de Demetrio, hijo de Filipo.

Capítulo sexto
Filipo.

Capítulo séptimo
Filopemén y Licortas, pretores de los aqueos.

Capítulo octavo
Aníbal.

Capítulo noveno
Publio Escipión.

Capítulo décimo
Diversas contestaciones del Senado a distintos embajadores.

Capítulo décimoprimero
Diputación que despachan a Roma los lacedemonios desterrados.

Capítulo décimosegundo
Tras someter a los mesemos, venga Licortas la muerte de Filopemén.

Capítulo décimotercero
Filipo.

Capítulo décimocuarto
Referente a Filipo.

Capítulo décimoquinto
De las opuestas opiniones entre los hermanos Demetrio y Perseo.

Capítulo décimosexto
De cómo Filopemén, general de los aqueos, capturado por los mesemos, fue envenenado.

Capítulo décimoseptimo
Sobre las cuentas de Popilio.

LIBRO VIGÉSIMO QUINTO

Capítulo primero
Restaura Licortas a los mésenios en su primitivo estado. Disimulo de los romanos respecto a los aqueos. Se incorpora Esparta a la Liga Aquea. Los ciudadanos y desterrados de Lacedemonia despachan una embajada a Roma

Capítulo segundo
Prohíbese a los desterrados lacedemonios regresar a su patria.

Capítulo tercero
Procuran inútilmente los romanos convencer a Farnaces para que viva en paz con Éumenes y Ariarates.

Capítulo cuarto
Éumenes envía a sus hermanos a Roma. Promesas que el Senado les hace

Capítulo quinto
Por qué escogieron los aqueos para embajadores cerca de Ptolomeo a Licortas, a su hijo Polibio y al joven Arato.

Capítulo sexto
Querón.

Capítulo séptimo
Filopemén y Aristeno

Capítulo octavo
No es bueno arruinar las cosechas del enemigo.

LIBRO VIGÉSIMO SEXTO

Capítulo primero
Magnánimos y nobles sentimientos de Licortas en la asamblea de los aqueos. Embajada al Senado en representación de esta nación. Uno de los embajadores, Calístrato, traiciona a su República y a todos los griegos.

Capítulo segundo
Instancias de Tiberio Graco y burlas de Pasidonos.

Capítulo tercero
Perseo.

Capítulo cuarto
Éumenes y Ariarates conciertan paz con Farnaces. Artículos del tratado.

Capítulo quinto
Embajada que despachan los licios a Roma contra los rodios. Los rodios llevan a Perseo su mujer Laódice.

Capítulo sexto
Enojo de los rodios contra el decreto del Senado de Roma en pro de los licios.

Capítulo séptimo
Los dardanios despachan diputados a Roma para solicitar ayuda contra los bastarnos y Perseo.

Capítulo octavo
Asuntos de Siria. - Principios del reinado de Antioco Epífanes.

LIBRO VIGÉSIMO SÉPTIMO

Capítulo primero
Los beocios incurren en la imprudencia de separarse unos de otros.

Capítulo segundo
Inteligente política de Hegesíloco, pritanis de los rodios, para mantener a su nación la amistad del pueblo romano.

Capítulo tercero
Perseo despacha embajadores a los rodios para conocer sus intenciones.

Capítulo cuarto
Embajadas recíprocas de Perseo a los beocios y de los beocios a Perseo.

Capítulo quinto
Bando en Rodas contra los romanos.

Capítulo sexto
El Senado ordena que los embajadores de Perseo abandonen Roma e Italia.

Capítulo séptimo
Aunque victorioso, solicita Perseo la paz y no puede lograrla.

Capítulo octavo
Cotis, rey de Tracia.

Capítulo noveno
Pacto de los rodios con Perseo para el rescate de prisioneros.

Capítulo décimo
Ptolomeo, gobernador de Chipre.

Capítulo décimoprimero
Célalo.

Capítulo décimosegundo
Teódoto y Filóstrato.

Capítulo décimotercero
Farnaces y Átalo.

Capítulo décimocuarto
Los cretenses.

Capítulo décimoquinto
Antioco despacha una embajada a Roma.

Capítulo décimosexto
Reflexiones sobre los cambios de opinión.

LIBRO VIGÉSIMO OCTAVO

Capítulo primero
Antioco y Ptolomeo despachan embajadores al Senado romano.

Capítulo segundo
Embajada de los rodios a Roma para renovar la alianza y conseguir permiso de transportar trigo.

Capítulo tercero
Solicitado por Cayo Popilio reúnen los aqueos el Consejo. - Se le concede igual prerrogativa en Termes, Etolia. - División en este último Consejo. - Deliberación de los aqueos acerca de la embajada de los romanos. - Arcón es elegido pretor y Polibio general de la caballería. - Pide Átalo a los aqueos que se restauren las estatuas erigidas a su hermano Éumenes

Capítulo cuarto
Desunión en el consejo de los acarnios.

Capítulo quinto
Perseo despacha una embajada a Gentio.

Capítulo sexto
Nueva embajada de Perseo a Gentio, tan infructuosa como las dos primeras.

Capítulo séptimo
Decreto de los aqueos para socorrer a los romanos contra Perseo. - Polibio es designado embajador para ver al cónsul. - Embajada que despacharon a Átalo. - Otra embajada de los aqueos a Ptolomeo. - Conferencia de Polibio con el cónsul. - Expediente de Polibio para evitar a su patria grandes gastos.

Capítulo octavo
Ocupación de Heraclea.

Capítulo noveno
Embajada que los cidoniatas residentes en Tebas despacharon a Éumenes.

Capítulo décimo
Los rodios despachan dos embajadas, una a Roma y otra al cónsul en Macedonia. - Marcio engaña a los rodios. - Imprudencia e irreflexión de estos insulares.

Capítulo décimoprimero
Cómo se condujo Antioco tras la conquista de Egipto. - Diversas embajadas que allí encontró.

Capítulo décimosegundo
Conferencias de los embajadores de Grecia con Antíoco tras la conquista de Egipto. Razones con que los reyes de Siria apoyaban su pretensión a Celesiria.

Capítulo décimotercero
Antíoco despacha embajadores y envía dinero a Roma.

Capítulo décimocuarto
Conferencia celebrada entre los embajadores rodios y Antíoco en Egipto.

Capítulo décimoquinto
Hechos y comentarios diversos.

LIBRO VIGÉSIMO NONO

Capítulo primero
Embajada de los romanos en Egipto.

Capítulo segundo
Medidas adoptadas por Perseo contra los romanos. Diversas embajadas de este príncipe a Gentio, Éumenes, Antíoco y los rodios.

Capítulo tercero
Dos embajadas de los rodios: una a Roma, para terminar la guerra contra Perseo, y otra a Creta, para abarse con los candiotas.

Capítulo cuarto
Lo que sucedió en Rodas tras llegar alli los embajadores de Gentio.

Capítulo quinto
Gentio, rey de Uiria. Su crueldad.

Capítulo sexto
De Emilio Paulo.

Capítulo séptimo
De Perseo.

Capítulo octavo
De cómo reciben en Roma a los embajadores rodios.

Capítulo noveno
Los reyes de Egipto solicitan a los aqueos tropas auxiliares, y en particular a Licortas y Polibio. Deliberación de los aqueos acerca de este asunto.

Capítulo décimo
Engaño de que se vale Calícrates para impedir a los aqueos enviar socorro a Ptolomeo.

Capítulo décimoprimero
Popilio se dirige a Egipto para conferenciar como embajador con Antíoco. De allí se traslada a Chipre. - Lo que llevó a cabo en esta isla.

Capítulo décimosegundo
Problemas historiográficos. Miscelánea de hechos históricos mal conocidos.

LIBRO TRIGÉSIMO

Capítulo primero
Átalo, hermano de Éumenes, corre el riesgo de perder el reino de Pérgamo. Su médico Estratión le libra de él. Los embajadores rodios apaciguan a los romanos en favor de su isla. Astimedes es criticado por justificar a los rodios a costa de los demás griegos. Diversos sucesos que por entonces acaecen a los rodios.

Capítulo segundo
Ardid de Antíoco.

Capítulo tercero
Dínón y Poliárato.

Capítulo cuarto
Diputación de los griegos a los diez comisarios despachados a Macedonia tras la derrota de Perseo. Proceder de estos comisarios con los griegos.

Capítulo quinto
Los reyes de Egipto despachan una embajada a Roma. - A instancias de Popilio se pone en libertad a Menálcidas.

Capítulo sexto
Por qué puso el Senado en libertad al hijo del rey Cotis.

Capítulo séptimo
De Lucio Anicio.

Capítulo octavo
Los etolios y los epirotas.

Capítulo noveno
Andanzas de Paulo Emilio.

Capítulo décimo
Ruindad de alma de Prusias, rey de Bitinia. - Recurso de que se vale el Senado para humillar a Éumenes.

Capítulo décimoprimero
Injusticia de los atenienses con los haliartos.

Capítulo décimosegundo
Los rodios evacúan Cauno y Estratonicea.

Capítulo décimotercero
Odio de los peloponesos contra Calicrates.

Capítulo décimocuarto
Otro testimonio de la guerra de Siria.-Reflexiones del autor.

Capítulo décimoquinto
Discurso de Paulo Emilio.

Capítulo décimosexto
Lo que le aconteció a Éumenes.

LIBRO TRIGÉSIMO PRIMERO

Capítulo primero
Guerra de los cnosios y gorrinos contra los rancios. - Embajada de los rodios a Roma para solicitar una alianza que se les niega.

Capítulo segundo
Diputación de los galo-griegos a Roma.

Capítulo tercero
Espléndidas fiestas ofrecidas por Antioco.

Capítulo cuarto
Recibimiento de Tiberio en la corte de Antioco.

Capítulo quinto
Los embajadores de Prusias acusan a Éumenes en Roma. - Va por segunda vez Astimedes a Roma y logra al fin la alianza.

Capítulo sexto
Contestación de los romanos en relación a los griegos que en su patria habian favorecido el partido de Perseo

Capítulo séptimo
Átalo y Ateneo justifican a su hermano Éumenes ante el Senado.

Capítulo octavo
Falta de prudencia de Sulpicio Galo.

Capítulo noveno
Antíoco.

Capítulo décimo
Demetrio, en rehenes en Roma, solicita en vano ser enviado a Siria. - Por qué el Senado prefiere para reinar alli al hijo de Antíoco. - Diputación de Roma en Oriente.

Capítulo décimoprimero
Marco Junio, embajador en Capadocia.

Capítulo décimosegundo
El rey de Capadocia renueva la antigua alianza con Roma.

Capítulo décimotercero
Ofrece Ariarates sacrificios a los dioses por haber logrado la amistad de los romanos. - Ruega a Lisias le envíe de Antíoquía los huesos de su madre y hermana.

Capítulo décimocuarto
Embajada de los rodios a Roma.

Capítulo décimoquinto
Los calindeses hacen entrega de su ciudada los rodios.

Capítulo décimosexto
Va Ptolomeo a Roma para solicitar que le restablezcan en el reino de Chipre. - Consideración del historiador acerca de la política de los romanos.

Capítulo décimoseptimo
Demetrio Soter huye de Roma y regresa a Siria para reinar allí.

Capítulo décimoctavo
Catón se queja de las malas costumbres extranjeras que se introducen en Roma.

Capítulo décimonono
El menor de los Ptolomeos pretende someter la isla de Chipre y Cirene.

Capítulo vigésimo
Asuntos de Alejandría y Cirene.

Capítulo vigésimo primero
Antíoco declara la guerra a Ptolomeo. Algunas reflexiones morales.

LIBRO TRIGÉSIMO SEGUNDO

Capítulo primero
El Senado se decide a favor del más joven de los Ptolomeos y contra el mayor.

Capítulo segundo
Disputas de Masinisa con los cartagineses. - Los romanos deciden siempre en favor de aquel principe, aunque no tuviera razón.

Capítulo tercero
Prusias, Éumenes y Ariarates despachan representantes a Roma.

Capítulo cuarto
Recibimiento que dispensa Demetrio a los embajadores romanos. - Despacha una embajada a Roma y envía asimismo a los asesinos de Octavio.

Capítulo quinto
A los embajadores de Ariarates y Átalo se les recibe bien en Roma.

Capítulo sexto
Arriban a Roma los embajadores de Demetrio. - Extraordinario atrevimiento de Leptines, el asesino de Octavio. - Terror de Isócrates.

Capítulo séptimo
Embajada de los aqueos a Roma, relativa a Polibio y Estratio.

Capítulo octavo
La familia de los Escipiones.

Capítulo noveno
Diputación de los atenienses y de los aqueos a Roma, en relación a los habitantes de Délos transportados a Acaya.

Capítulo décimo
Los isios y los daorsienos despachan una embajada a Roma contra los dálmatas.

Capítulo décimoprimero
Fannio es mal acogido por los dálmatas. - Causa y pretexto de la guerra de los romanos a este pueblo.

Capítulo décimosegundo
Va Ariarates a Roma y pierde allí su causa contra los embajadores de Demetrio y de Orofernes.

Capítulo décimotercero
Cárope.

Capítulo décimocuarto
Éumenes.

Capítulo décimoquinto
Átalo, hermano de Éumenes.

Capítulo décimosexto
Fenice, ciudad de Epiro, despacha una embajada a Roma.

Capítulo décimoseptimo
Prusias.

Capítulo décimoctavo
Va a Roma Ateneo para acusar a Prusias.

Capítulo décimonono
Sobre Artaxias y otros temas.

Capítulo vigésimo
De la muerte de Licisco el Etolio, hombre terrible e indomable.

LIBRO TRIGÉSIMO TERCERO

Capítulo primero
Embajada de los romanos a Prusias en favor de Átalo. - Deliberación del Senado acerca de los aqueos relegados en Italia.

Capítulo segundo
Embajada de los aqueos a Roma.

Capítulo tercero
Chipre.

Capítulo cuarto
Arquias.

Capítulo quinto
Los masaliotas piden auxilio a los romanos.

Capítulo sexto
El menor de los Ptolomeos va a Roma y consigue socorros.

Capítulo séptimo
Diez comisarios son despachados a Asia para reprimir la temeridad de Prusias.

Capítulo octavo
Quejas de los masaliotas ante el Senado. - Mandato de éste al cónsul Quinto Opimio. - La breve guerra de los ojibios y los decietas.

Capítulo noveno
Aristócratas, pretor de Rodas.

Capítulo décimo
Enemistad de los romanos con Prusias. - Apréstanse a hacerle la guerra.

Capítulo décimoprimero
Paz entre Prusias y Átalo.

Capítulo décimosegundo
Embajada de los aqueos en favor de sus desterrados.

Capítulo décimotercero
Demetrio, rey de Siria.

Capítulo décimocuarto
Heraclides, con los hijos de Antioco, llega a Roma. - Embajada de los rodios en relación con la guerra contra los cretenses.

Capítulo décimoquinto
Cretenses y rodios despachan representantes a los aqueos. Alabanza de Antifates de Creta.

Capítulo décimosexto
Van a Roma Átalo, hijo de Éumenes, y Demetrio, hijo de Demetrio Soter. - Heraclides logra del Senado que los hijos de Antíoco regresen a Siria.

Capítulo décimoseptimo
Miscelánea de hechos y reflexiones.

LIBRO TRIGÉSIMO CUARTO

Capítulo primero
Descripciones complementarias a la Historia.

Capítulo segundo
Alabanzas a Éforo.- Propósitos.

Capítulo tercero
Las Columnas de Hércules.

Capítulo cuarto
Realismo de Homero.

Capítulo quinto
Descripción de viajes. - Fidelidad histórica de Polibio.

Capítulo sexto
Los antiguos geógrafos. - Alusiones y referencias.

Capítulo séptimo
Los grandes promontorios y penínsulas de Europa.

Capítulo octavo
Sobre la alimentación de los peces de los mares de España y Lusitania.

Capítulo noveno
Continuación del anterior.

Capítulo décimo
Riquezas naturales de España.

Capítulo décimoprimero
Más noticias sobre España.

Capítulo décimosegundo
Insistencia acerca de las Columnas de Hércules.

Capítulo décimotercero
Más sobre España.

Capítulo décimocuarto
Las minas de plata de Cartagena. - Otras riquezas de España.

Capítulo décimoquinto
Los ríos Betis y Ana.

Capítulo décimosexto
Sesegama e Intercatia.

Capítulo décimoseptimo
Sobre un rey íbero.

Capítulo décimoctavo
El río Iléberís y el Roscino.

Capítulo décimonono
Las bocas del Ródano.

Capítulo vigésimo
El Líger.

Capítulo vigésimo primero
Fauna alpina.

Capítulo vigésimo segundo
Minas de oro.

Capítulo vigésimo tercero
Sobre los Alpes.

Capítulo vigésimo cuarto
El vino de Capua.

Capítulo vigésimo quinto
Distancias.

Capítulo vigésimo sexto
Más sobre distancias.

Capítulo vigésimo séptimo
La isla de Étale.

Capítulo vigésimo octavo
Más noticias geográficas.

Capítulo vigésimo nono
Distancias.

Capítulo trigésimo
El cabo Lacinio y el golfo de Tarento.

Capítulo trigésimo primero
Los cráteres de Hiera.

Capítulo trigésimo segundo
El monte Hemo.- Un error del autor.

Capítulo trigésimo tercero
Sobre el golfo Jónico.

Capítulo trigésimo cuarto
El circuito del Peloponeso.

Capítulo trigésimo quinto
Otro error del autor.

Capítulo trigésimo sexto
Más noticias geográficas.

Capítulo trigésimo séptimo
Visita a Alejandría.

LIBRO TRIGÉSIMO QUINTO

Capítulo primero
La guerra del fuego.

Capítulo segundo
Los belos y los tithos, aliados del pueblo romano, despachan embajadores a Roma. - Los aravacos, sus enemigos, envian asimismo otros. - Guerra contra estos últimos. - Valor de Escipión Emiliano.

Capítulo tercero
Frase de Catón a propósito de los aqueos.

LIBRO TRIGÉSIMO SEXTO

Capítulo primero
Principio de la tercera guerra púnica. - Los cartagineses se rinden al fin a los romanos en forma de dedición. - Lo que significa esta palabra. - Leyes que se les impusieron.

Capítulo segundo
Cólera de los cartagineses al saber la contestación de los romanos.

Capítulo tercero
Sobre Escipión.

LIBRO TRIGÉSIMO SÉPTIMO

Capítulo primero
Museo.

Capítulo segundo
Los prienos.

Capítulo tercero
Prusias.

Capítulo cuarto
Masinisa, rey de los númidas.

Capítulo quinto
Fallecimiento de Masinisa.

Capítulo sexto
Sobre los discursos de los hombres de Estado.

Capítulo séptimo
Rumores sobre distintas cuestiones.

Capítulo octavo
Misivas de Manilio. - Misión de Polibio el Megalopolitano.

Capítulo noveno
Manifestaciones populares contra el recuerdo de Calícrates.

Capítulo décimo
Embajadores romanos.

Capítulo décimoprimero
Sobre la apelación a los dioses.

LIBRO TRIGÉSIMO OCTAVO

Capítulo primero
Origen del odio de los romanos contra los aqueos.

Capítulo segundo
Arriba a Acaya Sexto, comisario romano. - Obstinación de los aqueos en procurarse la propia ruina.

Capítulo tercero
Desventuras de los griegos.

Capítulo cuarto
Consideraciones en torno a Alejandro de Peras.

Capítulo quinto
Más sobre los griegos.

LIBRO TRIGÉSIMO NONO

Capítulo primero
Asdrúbal, general cartaginés.

Capítulo segundo
Piedad de Escipión.

Capítulo tercero
Justificación del autor.

Capítulo cuarto
Actitud de Escipión ante Asdrúbal.

Capítulo quinto
A propósito de Dieo.

Capítulo sexto
Reflexión moral.

LIBRO CUADRAGÉSIMO

Capítulo primero
Piteas.

Capítulo segundo
Dieo.

Capítulo tercero
Sobre lo mismo.

Capítulo cuarto
Aulo Postumio Albino.

Capítulo quinto
Desprecio de las artes que demuestran los romanos al destruir Corínto.

Capítulo sexto
Más sobre las estatuas de Filopemén.

Capítulo séptimo
Justificación de Filopemén.

Capítulo octavo
Sobre el propio autor.

Capítulo noveno
Mummio.

Capítulo décimo
Ptolomeo, rey de Siria.

Capítulo décimoprimero
Epílogo.