ESTADO DE LA REVOLUCIÓN DESPUÉS DE LA
PRISIÓN DE HIDALGO Y SUS COMPAÑEROS

Lucas Alamán

APÉNDICE

DOCUMENTO N° 5

Documentos relativos a la publicacion del indulto concedido por las cortes, en los puntos que ocupaban las tropas realistas en las inmediaciones de Cuautla.
Archivo general, carpeta Ordenes durante el sitio de Cuautla; legajo de lo despachado durante el sitio.

NÚMERO 1.
Oficio con que habia de haberse pasado el bando del indulto a los pueblos y jefes de la línea, pero que se suspendió en espera de la resolucion del Virrey a la consulta que se le hizo por Calleja.

El estrecho sitio que sufre en Cuautla el cura D. José María Morelos, y el riesgo casi evidente de perecer con toda su guarnicion y poblacion si se obstina, ha movido el paternal corazon del Exmo. Sr. Virrey de estos reinos, que no puede ver sin el mas sensible dolor los inseparables males de una guerra intestina y desoladora, a abrir nuevamente a todos una puerta decorosa y segura de sustraerse a ellos, publicando por bando el decreto de indulto, que con fecha del 9 de Noviembre del año próximo pasado acordaron, guiadas de los mismos sentimientos, las cortes generales extraordinarias en nombre de nuestro soberano el Sr. D. Fernando VII. representado por ellas durante su cautividad, y del que acompaño a V. dos ejemplares para que lo mande publicar y fijar en ese pueblo en la forma acostumbrada.

No teme S. E. que la malignidad le atribuya a debilidad, porque el fuerte no necesita valerse de loa artificios ni engaños que se reserva el débil para suplir la fuerza y el efecto, aunque tarde, desengañará a los que se equivoquen, y porque si a expensas de sufrir esta nota por algun tiempo salvase un solo hombre, nunca tendria de que arrepentirse.

Por mi parte no dudo que V. empleará su influjo y autoridad en restablecer la paz, el mas precioso de todos los dones, persuadiendo a unas gentes alucinadas que no saben por qué pelean, contra quien pelean, ni los horribles males en que con ellos mismos, sumergen al hermoso suelo que los vió nacer, haciéndoles entender, que hacen la guerra a su legítimo soberano, en cuyo nombre obran sus tropas y sus legítimas autoridades, y que ni ellas ni S. M. tienen otro objeto, que el de la felicidad pública e individual de todos ellos, y que para conseguirlo, nada otra cosa exigen que la obediencia racional, justa e indispensable para que subsistan los imperios.

Dios etc.

Campo sobre Cuautla Abril 17 de 1812.