Índice de La F.O.R.A:, ideologia y trayectoria de Diego Abad de SantillánCapítulo XICapítulo IXBiblioteca Virtual Antorcha

Capítulo 10

Los sucesos sangrientos del 1° de mayo de 1909. Nuevo congreso de fusión, y creación de la Confederación Obrera Regional Argentina (septiembre de 1909). Actitud de la F.O.R.A. El asesinato de Ferrer en España. Caída de Falcón (14 de noviembre de 1909).

No nos detenemos en la especificación de los actos de la F.O.R.A. en 1908 y primera mitad de 1909. Todos los acontecimientos de interés proletario y revolucionario repercutían en ella y se traducían en mitines y manifestaciones, actos de solidaridad con los combatientes de la guerra social, fijación clara de la posición del movimiento ante todos los hechos trascendentes.

En febrero de 1909 se desarrolló en Rosario un gran conflicto huelguístico, rico en incidentes, en abusos policiales, en detenciones, escaramuzas callejeras, etc., encabezado por la Federación Obrera Local Rosarina. Tal magnitud asumieron los acontecimientos que la Federación Obrera Regional Argentina se dispuso a secundar el movimiento en todo el país.

No fue necesaria entonces la huelga solidaria. Pero sin embargo el año 1909 marca un jalón inolvidable en la historia de la F.O.R.A. y el proletariado argentino, pues en él se sucedieron los hechos sangrientos del primero de mayo en Buenos Aires, la gran huelga general de protesta contra el asesinato de Ferrer en España, la caída del coronel Falcón, jefe de policía de Buenos Aires, el congreso de concentración obrera de donde surgió la Confederación Obrera Regional Argentina frente a la F.O.R.A., y muchos otros acontecimientos.

Los sucesos del primero de mayo de 1909 son memorables. Tal fue la ferocidad de la policía y la indignación del proletariado de la región, que el gobierno se vio forzado a ceder después de varios días de continuas revueltas, manifestaciones, demostraciones y huelga general.

Los gremios del rodado de Buenos Aires, Conductores de Carros, Conductores de Vehículos, Choferes, habían resuelto la huelga general a partir del 1° de mayo contra un código municipal invención del intendente Giraldes y contra la libreta de identidad, medidas todas que propiciaba también y sostenía el jefe de policía, coronel Falcón, perseguidor sistemático del movimiento obrero y de los anarquistas.

La decisión de la huelga general del gremio de rodados, declarada por tiempo indeterminado, irritó sobremanera al Coronel Falcón, sabedor de las graves consecuencias que ese movimiento habría de tener.

El primero de mayo, como casi siempre, se celebraban dos manifestaciones, la de los socialistas y la de los anarquistas; el punto de concentración de la última era la Plaza Lorea, hoy Congreso; la de los socialistas se concentraba en la Plaza Constitución. Alrededor de 30.000 personas contaba la primera. Al ponerse en marcha, el escuadrón de seguridad carga bestialmente sobre el pueblo a tiros de revólver. Fue imposible hacer frente al ataque imprevisto y la muchedumbre enorme se desbandó, sin que algunos combatientes individuales lograsen detener la masacre. El gobierno de Figueroa Alcorta se cubrió de gloria. Hubo 8 obreros muertos y 105 heridos, uno de más y otros de menos gravedad. En la manifestación asaltada iba un obrero ruso llamado Simón Radowitzky.

Como era de esperar, la F.O.R.A. decretó la huelga general por tiempo indeterminado, la cual comenzó de hecho ya el domingo 2 de mayo. La declaración de la F.O.R.A. decía:

Contra el crimen del 1° de Mayo. Al pueblo, a los trabajadores.

¡Otra vez el crimen! ¡Otra vez la sangre proletaria a merced de los sicarios y de los salteadores! ¡Otra vez la policía cafre cebándose en el pueblo, en plena Avenida de Mayo y a la luz del día! ¡Así hoy, así antes en la Plaza Mazzini, en la Plaza Lavalle, en Ing. White, en Rosario! Pobre carne del pueblo trabajador, que siempre es agradable al paladar de los sonsos y de los analfabetos.

El sábado 1° de Mayo en la Plaza Lorea, la multitud invitada por la Federación Obrera Local Bonaerense para demostrar su disconformidad con el actual régimen, fue acribillada a balazos por la policía.

He aquí en síntesis el hecho, sin justificación, salvaje, monstruoso, repugnante. ¡Hasta los ancianos, hasta los niños, muertos!

La Federación Obrera Regional Argentina, teniendo en cuenta esto, declaró la huelga general por tiempo indeterminado para protestar enérgicamente del crimen y como homenaje de respeto a los caídos que son hermanos nuestros, ¡que son trabajadores!

Trabajadores: ¡todos como un solo hombre abandonemos el trabajo!

Desde el lunes 3, trabajadores. ¡Viva la huelga general! ¡Abajo las hordas policíacas, asesinas de ancianos y de criaturas!

El Consejo Federal.

Por su parte la Unión General de Trabajadores, hizo causa común con la F.O.R.A. y en conjunto se ha dado el siguiente manifiesto al pueblo de toda la República:

Trabajadores:

Otra vez la horda de los asesinos instituidos en guardianes del orden burgués ha cumplido su misión: la sangre de nuestros hermanos ha sido derramada de nuevo ... ¡EI propósito criminal, cobarde, bien deliberado, de nuestros enemigos, de nuevo se afirma sobre la matanza del pueblo obrero, pretendiendo ahogar con el crimen nuestros anhelos, nuestras obras revolucionarias, nuestro gesto libertario!

¡Es el signo de los tiempos burgueses: el asesinato colectivo!

La cobardía, la traición, la muerte, el último estertor sanguinario y miserable, todas las pasiones decadentes; eso constituye la expresión típica del alma que palpita en las clases explotadoras.

Incapaces de crear la vida, se afirman sobre el mundo de la muerte, acechando en la celada traidora la vida nueva que nosotros gestamos en nuestro esfuerzo doloroso y tenaz por conquistar la libertad!

¡Ya lo tenemos bien experimentado, ya debe haber penetrado bien en lo hondo del espíritu obrero: que nuestros enemigos eternamente sólo contestarán a cada acto de nuestra labor emancipadora con la hecatombe de la Comuna de París, con las horcas de Chicago, con las infamias de Montjuich, con las matanzas de los nuestros en la gran Patria Argentina!

¡Y bien, camaradas, por favor no haya miedo! ¡Si nuestra libertad sólo puede ser posible a través de esos sacrificios, armémonos de todos los corajes y persistamos en nuestra jornada marchando sobre los cadáveres y la sangre de los nuestros!

¡La violencia, la rabia impotente, el golpe asesino de nuestros enemigos no pueden ser contestados con la resignación y la retirada de las masas proletarias!

Al contrario, que un grito unánime de ira y de venganza azote la sociedad de los tiranos. Que a su saña criminal responda el pueblo obrero insistiendo en la lucha con todos los impulsos trágicos y valientes, con todo el arremeter heroico que las circunstancias demandan y que merece el premio de nuestra libertad.

¡A la brecha, pues, trabajadores, por la venganza de los caídos, por nuestra dignidad y por nuestro porvenir!

De nuevo a la lucha, trabajadores, más decididos y más pujantes que nunca!

Camaradas:

En este grito y en este propósito firme, espontáneo y unánimemente las distintas instituciones obreras que suscriben han acordado las siguientes resoluciones:

1° Declarar la huelga general por tiempo indeterminado a partir del lunes 3 y hasta tanto se consiga la libertad de los compañeros detenidos y la apertura de los locales obreros.

2° Aconsejar muy insistentemente a todos los obreros que a fin de garantizar el mejor éxito del movimiento se preocupen de vigilar los talleres y fábricas respectivas, impidiendo de todas las maneras la concurrencia al trabajo de un solo operario.

Consejo Federal de la F.O. R. A. - Junta Ejecutiva de la U. G. T. - Sociedad Autónoma.

La huelga fue realmente intensa y compacta. La disciplina del gremio de rodados aumentaba la sensación de cementerio en Buenos Aires. Las escaramuzas y tiroteos con la policía se repitieron en más de una oportunidad. Trescientos mil hombres secundaron el paro en la Capital.

En ocasión del entierro de las víctimas del primero de mayo, a las que ya se habían agregado otras cuantas más, hubo un nuevo atentado policial a la altura de Thames y Triunvirato. Cayeron varios obreros heridos.

Otro comunicado del comité de huelga, el 5 de mayo:

Trabajadores:

Cuando protestamos contra una masacre infame de las hordas policíacas, esas hordas vuelven a disparar sus armas, a hincar sus machetes en las carnes obreras; cuando se quería tributar su último homenaje a los caídos, las hordas policíacas, apostadas en la comisaría 21°, sorprendieron al cortejo que regresaba de la Chacarita, con nuevas descargas de fusileria y nuevas cargas de caballería; cuando se reclama para el pueblo obrero la reapertura de los locales obreros, se disuelven por las hordas policiales las manifestaciones y reuniones obreras.

Esta infame conducta del gobierno argentino, que no tiene ejemplo ni en los gobiernos monárquicos de la vieja Europa, debe ser un poderoso estímulo para que todos sigamos firmes en la huelga general, hasta que sean reabiertos los locales obreros y podamos convocar al proletariado bonaerense para que delibere respecto a la marcha del paro.

¡Viva la huelga general! ¡Abajo los verdugos!

Viendo el gobierno que el movimiento no cedía y que duraba ya una semana de agitación y de alarma continua, resolvió ceder y el sábado 8 anunció que sería derogado el código municipal de penalidades y ordenó la reapertura de los locales obreros, prometiendo la liberación de los presos.

Se obtenía, a pesar de todo, un brillante triunfo sobre la reacción. El domingo 9 de mayo se repartió la siguiente declaración del comité de huelga general y delegados de las sociedades obreras de la Capital Federal:

En vista de las declaraciones gubernativas prometiendo la libertad de los presos y en vista de ser un hecho la reapertura de los locales obreros y la no aplicación de la nueva ordenanza municipal:

Resuelve nombrar una comisión que redacte una extensa declaración dando por terminado el movimiento, cuya declaración se presentará en una asamblea que se celebrará hoy en el local México 4070 e igual declaración se propondrá por medio de delegados a las asambleas de conductores de rodados.

Esta declaración estará concebida en los términos de una nueva amenaza de huelga si no se cumple lo prometido.

El comité de huelga general. Delegados de las Sociedades de Aserradores, Talabarteros, Ebanistas, Panaderos del Este, Conductores de Carros, Obreros del Puerto, Panaderos del centro, Pintores, Carpinteros, Albañiles, Constructores de Carruajes, Federación Gráfica, Sombrereros, Federación del Calzado, Marmoleros, Escoberos, Escultores, Larninadores, Federación de Rodados, Maquinistas de calzado, Caldereros, Chauffeurs, Torneros, Bronceros, Empajadores de Damajuanas, Conductores de Vehículos.

Una semana de huelga general era ya una epopeya honrosísima para el proletariado de Buenos Aires. Recuperaron la libertad en la Capital unos 800 obreros presos.

La vuelta al trabajo se hizo con toda suerte de reparos, previniendo a los trabajadores que el incumplimiento de cualquiera de las cláusulas prometidas por el gobierno significaría la reanudación del paro. En ese sentido se pronunciaron los sindicatos y en ese sentido expidió el Consejo Federal de la F.O.R.A. una circular a los organismos adheridos.

Sobre estos sucesos ha publicado el Partido Socialista un amplio informe, que contribuye a aclarar muchísimos detalles, pero donde no está ausente la interpretación partidista (1).

Falcón siguió al frente de la policía, como una burla sangrienta contra el proletariado.

La huelga general de mayo, en donde participaron todas las organizaciones obreras dio a los partidarios de la fusión de los organismos proletarios una ocasión propicia para llevar a la práctica un nuevo ensayo de unificación.

Ese ensayo lo constituye el congreso de fusión del 25-26 de septiembre de 1909. Concurrieron a él las siguientes sociedades obreras:

Laminadores y anexos, Carpinteros de Córdoba, Constructores de carruajes Azul, Picapedreros, Capital, Obreros en dulce, íd., Federación Gráfica Bonaerense, Obreros del puerto, Panaderos del Este, Marmolistas y anexos de la Capital, Albañiles de Córdoba, Bronceros y anexos, Aserradores y anexos de Boca y Barracas, Capital, Carpinteros de Tucumán, Canasteros Unidos del Tigre, Metalúrgicos y anexos, Ebanistas y anexos, Albañiles y anexos de Boca y Barracas, capital; Unión de las canteras de Tandil, Herreros y anexos, Capital, Constructores de carruajes y carros de Mendoza, Sombrereros, Obreros sastres, Escoberos, Empleados de comercio, Liga Obrera Naval Argentina, Centro del Litoral, Pintores Unidos, Constructores de carruajes, Unión Pechereros de la Capital, Obreros panaderos de Balcarce, Ebanistas, Trabajadores de Baradero, Tipógrafos y Unión constructores de carruajes de Córdoba, Domésticos, Carpinteros y anexos, Obreros en mimbre, Obreros panaderos de Córdoba; Constructores de carruajes y carros de La Plata, Dependientes de comercio de Salta, Repartidores de diarios, Conductores de vehículos, Fundidores y anexos, Curtidores y Conductores de carros, Capital. En total 42 sociedades, 10 de ellas pertenecientes a la F.O.R.A.

En la comisión revisora de credenciales figuran Biagiotti, Marotta, Lotito, Bianchi y Perrini (dos anarquistas y tres sindicalistas).

Se hace la siguiente declaración:

Haciéndose solidario con los compañeros encarcelados por el reciente movimiento revolucionario español, por su actitud enérgica con motivo de la guerra de Marruecos, proponiéndose desplegar todas las fuerzas que están a su alcance a fin de hacer práctico el boicot a los productos de procedencia española y a la flota mercante de la misma nación, hasta lograr la libertad de los compañeros, que yacen en las cárceles de la monarquía ibérica.

Se rechaza la credencial de Cúneo, de la Sociedad de electricistas, por ser capataz en la fábrica donde trabaja. Se acepta en general la proposición de Marotta en el sentido de que se apruebe la declaración hecha por la comisión.

Se resuelve: Realizar la defensa de los intereses materiales, morales y profesionales de los trabajadores a la vez que luchar contra toda forma de explotación y de tiranía, hasta lograr la completa emancipación del proletariado y la abolición en consecuencia del régimen del salario.

Relacionar por su intermedio a todos los organismos obreros de la República, a fin de obtener una concordancia en sus actos y una cohesión en la lucha que se librará contra el capitalismo y el Estado.

Relacionarse con el proletariado del mundo entero para concertar las luchas y la solidaridad internacional obrera.

Constituir la Confederación Obrerá Regional Argentina y publicar un órgano de prensa: La Confederación.

El congreso de fusión de 1909 no realizó más que cuatro sesiones, estando la F.O.R.A. casi totalmente ausente; pero la concurrencia de diez de sus organismos federados le creaba una situación que había que aclarar forzosamente.

La siguiente circular, del 28 de setiembre, plantea la cuestión a las sociedades adheridas:

Este Consejo Federal; en cumplimiento de su deber, comunica a las sociedades federadas que con la asistencia de 43 sociedades, celebróse en esta capital un congreso pro fusión de las fuerzas obreras, convocado por un Comité compuesto por delegados de la Unión General de Trabajadores, sociedades autónomas, Carpinteros y Ebanistas de la Capital.

Estudiando detenidamente la formación de este congreso, se notará claramente su anormalidad, que por sí sola, anula lo resuelto por los congresos precedentes.

Este Consejo Federal, según su criterio y modo de interpretar las cosas, no puede bajo ningún concepto, reconocer el funcionamiento de una entidad que, con el mismo nombre, sostiene idéntica declaración de principios que la F.O.R.A. viene sosteniendo desde cinco años atrás.

En el séptimo congreso, celebrado en La Plata en el año 1907, acordaron los delegados allí presentes, lo que más tarde fue ratificado por las asambleas, desconocer a la U.G.T. y no apoyar ni concurrir a ningún congreso pro fusión, declarándose que la amplitud del pacto de solidaridad de la F.O.R.A. permite adherir a ella a todas las sociedades que quieren luchar contra la tiranía estatal y patronal, satisfaciendo así las más amplias aspiraciones de los que luchan por la emancipación humana.

Basándose en estos acuerdos, las sociedades del interior, adheridas a la F.O.RA., no concurrieron al llamado que les hicieron para tomar parte en el congreso que acaba de celebrarse y esto lo demuestra palpablemente el hecho de que de las 43 sociedades que estaban representadas, solamente 10 son federadas, asistiendo algunos de los delegados, como ser el de Carpinteros, el de Repartidores de Diarios, el de Laminadores, etc., con la misión de proponer al congreso la adhesión de todas las sociedades a la F.O.R.A. puesto que en el congreso de unificación celebrado en 1907, fue aceptado por unanimidad el pacto de solidaridad de esta institución, reconociendo tácitamente la superioridad del método de lucha, forma de organización y declaración de principios, sobre cualquiera otra institución obrera de la región.

Como se ve, es imposible que este Consejo reconozca o acepte lo hecho por ese congreso, puesto que de las 85 sociedades que componen la F.O.R.A., sólo 10 de ellas tomaron parte en sus deliberaciones, no pudiendo tampoco aceptar un Consejo nombrado en forma tan anormal.

Por las consideraciones expuestas más arriba, pedimos a las sociedades federadas, que reúnan al gremio en asamblea y resuelvan la actitud que se debe adoptar ante lo hecho por el congreso de fusión ...

Se cita para una reunión de delegados, el 30 de octubre de 1909 a fin de hacer el cómputo de las resoluciones tomadas.

La circular que sigue y que da cuenta de la reunión del 30 de octubre pone provisionalmente punto final al pleito fusionista, tantas veces renovado:

A las sociedades federadas:

Con motivo de los resultados del último congreso celebrado en esta Capital, este Consejo pasó con fecha 28 de septiembre pasado, una circular a las sociedades invitándolas a pronunciarse antes del 30 de octubre a fin de saber la conducta a seguir.

De las 42 sociedades que hasta la fecha contestaron lo hicieron de la siguiente forma: 34 continuando adheridas a la F.O.R.A., 3 adhiriéndose a la nueva institución y 5 recomendando que se busque un medio para que la unión del proletariado sea un hecho.

Con este resultado se celebró la anunciada reunión de delegados del 30, la que después de 5 horas de discusión, aprobó tres mociones, quedando resuelta por 19 votos contrá 9 la siguiente, presentada por los Panaderos de Tucumán:

Considerando que la mayoría de las sociedades federadas desean permanecer fieles a la F.O.R.A., ya que todas o una gran mayoría no adhirieron a la nueva entidad; considerando por otra parte que hay sociedades federadas que desean se haga la fusión de la cual son entusiastas, proponemos que la F.O.R.A. continúe intacta, pero que al mismo tiempo convoque a un congreso invitando a tomar parte en él a todas las organizaciones de la República en el plazo de dos meses.

Las dos mociones restantes, presentadas por los Albañiles y Sombrereros de la capital, sólo obtuvieron 6 votos cada una por 22 en contra.

En esta reunión estuvieron representadas las siguientes sociedades:

De la Capital: Aserradores de Boca y Barracas y Centro, Carpinteros, Caldereros, Albañiles, Conductores de carros, Fundidores y modelistas, Foguistas unidos, Laminadores, Panaderos, Fideeros, Sombrereros, Curtidores, Obreros del puerto, Repartidores de diarios, Cortadores de calzado, Ayudantes y peones de cocina y Conductores de vehículos.

De C. Casares: Panaderos; de La Plata: Hojalateros, Gasistas y Panaderos; de Paraná: Panaderos y cigarreros; de Mercedes: Centro Obrero; de Santa Fe: Panaderos y Ladrilleros; de San Fernando: Panaderos; de Tucumán: Panaderos.

En vista de lo resuelto, este Consejo Federal pasará a la brevedad posible, una circular a todas las sociedades federadas con el objeto de dar cumplimiento a esta resolución, pudiendo las mismas ganar tiempo, convocando a los gremios a asamblea para que cuando reciban la circular, poder resolver a la mayor brevedad posible los temas que desean mandar a este congreso, como así la localidad en que deba realizarse.

Por el Consejo Federal, el secretario: J. Bianchi.

En La Protesta de noviembre de 1909 se lee este permanente:

Sinceridad sindicalista: Habiendo adoptado las sociedades que tomaron parte en el último congreso de fusión al pacto de solidaridad y forma de organización de la F.O.R.A., declararon explícitamente su conformidad con esta institución, y por lo tanto si en verdad tenían un propósito de fusión de todas las fuerzas obreras, lo natural y correcto era que se hubiese incorporado a ella. En vez de eso crearon un nuevo organismo. ¿Son fusionistas esas sociedades?

Efectivamente, la Confederación Obrera Regional Argentina adoptó el pacto de solidaridad de la F.O.R.A. y su sistema de organización. ¿A qué objeto, pues, la nueva central obrera?

El asesinato de Francisco Ferrer por la monarquía española tuvo en la Argentina una repercusión extraordinaria. El mismo 13 de octubre de 1909, en un mitin improvisado por la F.O.R.A. 20.000 obreros reclamaron a gritos la huelga general, que comenzó a hacerse efectiva el 14 y duró hasta el 17 del mismo mes, realizándose grandes mítines en todo el país. Decía la declaración de huelga:

A los trabajadores:

En magna asamblea popular, ha sido declarada anoche la huelga general.

Exteriorizaremos así los obreros de esta República la profunda indignación que nos ha causado el brutal asesinato de F. Ferrer cometido en España por el instrumento del clericalismo embrutecedor e inquisitorial.

No hay pecho que no sienta hoy desesperación y lástima.

Lo más hondo de lo bueno que los hombres atesoramos, ha sido herido violentamente.

Es un desgarramiento de fibras sensibles. Es un mazazo formidable asestado en pleno cráneo.

Un hombre que quiso educar, que quiso instruir, que quiso disipar las tinieblas de veinte siglos de ignorancia, ha sido por ese motivo asesinado.

Protestemos, compañeros.

¡A la huelga general todos!

Trabajadores: Celebrad hoy asambleas públicas y haced llegar potente a España la execración que hacia sus gobernantes sentís. El Consejo Federal, octubre 14 de 1909.

Como en el caso de Sacco y Vanzetti, casi veinte años más tarde, la opinión pública universal se sintió indignada y la F.O.R.A. canalizó también entonces la exteriorización del repudio al crimen.

Como se había anunciado en repetidas ocasiones, el coronel Falcón, perseguidor encarnizado de los anarquistas, tenía que caer bajo la mano del vengador del pueblo, y cayó. El 14 de noviembre de 1909, uno de los concurrentes a la masacre del primero de mayo, Simón Radowitzky, le arrojó una bomba que le causó la muerte (2). Se desencadenó una violenta persecución, se declaró el estado de sitio, se asaltaron diarios obreros, se llenaron las prisiones, etc. La Protesta publicó un boletín clandestino aplaudiendo al joven ajusticiador, y por parte de la F.O.R.A., el Consejo Federal publicó un órgano clandestino durante el estado de sitio, titulado Nuestra Defensa. No tenemos a la vista más que el correspondiente al 8 de noviembre. Allí aparece un manifiesto de la F.O.R.A. con este texto:

Compañeros:

Reunidos los delegados de las sociedades obreras de la capital en su mayoría, con asistencia de delegaciones de las vecindades, en el Hipódromo, en vista de la gravedad de la situación en que se halla colocado el trabajador en esta región a raíz del atentado al jefe de policía, coronel Falcón, hase acordado lo siguiente:

Considerando que el jefe de policía, coronel Falcón, se había captado antipatías y odios por el exceso de crueldad con el obrero, que llegó a conocer sus proyectos draconianos tendientes a favorecer los bolsillos de los capitalistas en detrimento del productor ametrallado cobardemente en la vía pública, ocasionando numerosos muertos y heridos, y que es bien conocida su actuación brutal con el pueblo que protestó contra los altos alquileres, es muy lógico que surgiese un hombre no dejando impunes esos delitos.

Que aunque, como dicen los enemigos de la clare obrera y de los ideales modernos, fuese un hombre digno, gran servidor de la patria y de las instituciones actuales (clase, presupuesto), no es suficiente para encarcelar e incomunicar a millares de hombres, privando así a sus hijos y padres del sostén diario, teniendo ya en sus manos al autor del hecho.

Considerando que el estado de sitio por dos meses, concebible sólo a raíz del estallido de una revolución, fue impuesto por los zánganos del gobierno para arrasar, atropellar e incendiar los diarios obreros La Protesta y La Vanguardia, la Federación Obrera Regional, Conductores de Carros, Carpinteros, Zapateros, Caldereros, etcétera, para abofetear a numerosos compañeros, entre ellos a un anciano (el doctor Creaghe), por el solo delito de rebelarse contra tanta injusticia, contra tanta tiranía, contra tanta desvergüenza.

Considerando que la libertad de pensamiento y de asociación se halla seriamente amenazada por la reacción que pretende nada menos que suprimir sus órganos y prohibir definitivamente (veremos si se atreve) las organizaciones obreras, llevando así a este país a una barbarie sin precedentes en la historia de los pueblos civilizados ..., se acuerda constituir un sub Consejo Federal y declara en principio la huelga general revolucionaria.

Toda la represión no había logrado llevar el temor a las filas obreras militantes de la F.O.R.A.

El Guardia Nacional, un barco de la armada, sirvió en esa oportunidad, como en 1905 el Santa Cruz y el Maipú, de prisión y de lugar de tortura para numerosos trabajadores.

Entre los deportados figuraba el secretario de la F.O.R.A., Juan Bianchi.



Notas

(1) La huelga general de la semana de mayo 1909. Informe de la secretaria del Partido Socialista a las organizaciones afiliadas. 112 págs., Buenos Aires, 1909.

(2) Véase, D. A. de Sntillán: Simón Radowitzky, el vengador y el mártir, noviembre de 1927, Ed. F.O.R.A.


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