Indice de Entrevista al C. General de brigada Nicolás Fernández Carrillo por Píndaro Urióstegui Miranda Ibamos con Don Abraham Gonzalez arriando diez sementales Francisco Villa y Victoriano HuertaBiblioteca Virtual Antorcha

ENTREVISTA
AL GENERAL DE BRIGADA
NICOLÁS FERNÁNDEZ CARRILLO

Píndaro Urióstegui Miranda


ME INCORPORÉ DEFINITIVAMENTE CON VILLA

PREGUNTA
Y ¿cuándo se incorporaron con Don Francisco I. Madero?

RESPUESTA
Ya con el dinero que le habia entregado de parte de Don Francisco I. Madero y con las armas y los caballos que les había yo dado a él y a Urbina, me incorporé definitivamente con Villa y con él me vine hasta la Hacienda de Bustillos donde se encontraha Madero con Don Abraham González y cien hombres más.

Mientras tanto, Pascual Orozco tenía encampanado a Juan J. Navarro en un cañón que se llama El Mal Paso, por donde transitaha el ferrocarril cuya vía le había quemado atrás y adelante, por lo que no podía salir de ahí.

Pero volviendo al encuentro de Villa con Madero, éste le dijo a aquél: aquí tiene su nombramiento como coronel -entonces eran cabecillas, no había jefes ni oficiales-, va usted a ser el secretario de Pascual Orozco, a lo que Villa contestó: señor Presidente, yo no puedo ser secretario de Pascual Orozco.

¿Por qué razón?

Porque no sé leer ni escribir.

Pero ¿trae el corazón bien puesto para la Revolución?

A lo que Villa contestó: sí señor, hasta derramar la Última gota de sangre.

¡Tenga usted el nombramiento!, mañana llega Pascual Orozco y se presenta usted aquí.

Al otro dia, efectivamente llegó Pascual Orozco y Madero le presentó a Villa.

Orozco era el único general que hubo en esa División, que había integrado con pura gente del distrito de Guerrero que era grande y con gente muy peleadora.

Orozco había tenido dos encuentros con Navarro, pero ahora lo tenía encampanado ya diez días en el cañón de Malpaso, de donde no lo dejaba salir ni para Chihuahua, ni para Ciudad Guerrero.

Villa atendiendo indicaciones de Orozco consiguió, en el mineral cercano de Cusihuirachi, dinamita con la que empezó a volar los relices. Esto obligó a que Navarro saliera huyendo, dejándole a Villa sus trenes.

Navarro enfiló entonces para el pueblo de Cerro Prieto, llevando cuatro cañones, ocho ametralladoras y diez y seis mil hombres todos de pelea y muy de Porfirio Díaz.

Cuando Orozco intentó tomar Cerro Prieto perdió diez mil hombres y no lo logró. Al enterarse de esto Madero, que estaba escondido en la sierra, se le cayeron las alas, pero en quince días volvió a alentarse cuando se enteró que Orozco tenía otra vez veinte mil hombres, la gente se levantaba en masas.

El general Navarro logró salir de Cerro Prieto, se refugió después en Casas Grandes, donde nuevamente fue atacado por Orozco, pero ya aquí recibió auxilio de Ciudad Juárez con lo que se puso más duro el asunto.

En la pelea de Casas Grandes hirieron a Don Pancho Madero del brazo derecho, por lo que usaba un sarapito saltillero y así andaba arriba del caballo, donde tenían que montarlo porque era muy chaparro y el caballo era de esos caballos árabes grandes, enmielado.

Entonces ya Navarro pudo salir en trenes a Ciudad Juárez, mientras que nosotros tuvimos que seguirlo por tierra.

Para cuando llegamos a Ciudad Juárez el ejército federal ya había recuperado toda la gente que había perdido y le pusimos sitio. A Don Pancho Madero lo dejamos en un pueblo que se llama Zaragoza con una escolta de cien hombres.

Ya en pleno combate Navarro pidió conferenciar con Madero, por lo que éste fue a Ciudad Juárez concediéndole una tregua de tres semanas lo que comunicó a Pascual Orozco para que no fuera a combatir.

Entonces Villa se alborotó y le dijo a Orozco: no señor, ahora es cuando debemos atacarlos porque están derrotados, no tienen elementos.

Pero mire ... que es una orden del presidente -ya se decía presidente-.

Pues aunque sea, él no tuvo la atención para juntar a todos sus jefes con mando de tropa; ¿qué la gente que nos han matado no vale nada?; ¿por qué vamos a permitir eso?; ¡déjeme usted la cosa, nada más autoríceme!

Haga usted como quiera, le contestó Orozco.

Deme usted a don Félix Terrazas con cuatro mil hombres y verá como lo desarmo (a Navarro).

Entonces Villa atacó por el frente por donde estaba Madero, al que respondió saliendo Navarro, pero entonces Villa le pegó por la retaguardia con ocho mil hombres haciendo prisionero al propio Navarro y desarmando a todas sus tropas, ordenando a los trompetas que tocaran rendición.

Ya rendidos todos los jefes y oficiales, el general Navarro informó a don Porfirio Díaz de cuál era la situación en Chihuahua; que no era una simple partida de bandoleros, sino que eran todos los pueblos los que se habían levantado en masa.

Entonces Porfirio Díaz reconoció que era el pueblo el que ya no lo quería; le pidió entonces a Navarro que le dijera a Madero que desarmara todas sus tropas y que se fuera a recibir el gobierno que le entregaría a don Francisco León de la Barra y así fueron las cosas.

PREGUNTA
¿Qué hizo entonces Madero al enterarse del reconocimiento que don Porfirío Díaz hacía del triunfo de su revolución?

RESPUESTA
Don Pancho Madero nos trajo a Chihuahua y nos dijo un discurso muy alentador. Nos dio caballo ensillado, carabina y cincuenta pesos. Todos estábamos muy desalentados.

Entonces Villa le dijo: mire señor presidente, si lo dejan durar un año en el poder es mucho, lo van a asesinar. ¿Qué hago yo con estos soldados analfabetas que lo llevamos al poder?, ¿por qué no nos pone en el Colegio Militar?

Madero contestó: llévate unos veinte o treinta hombres y ven conmigo a México.

Ya le digo y así pasó: se echó en brazos del enemigo y lo asesinaron.

Pascual Orozco no tardó en levantarse allá en Chihuahua, en contra del gobierno de Madero y lo mismo hacia Zapata en el sur.

Entonces Villa le entró a los trancazos a Pascual Orozco a favor de Madero y empezó a ganar las primeras peleas. Luego Villa se vino a San Andrés del Parral, donde fue sitiado por Pascual Orozco, pero logró romper el sitio informando a Madero que Orozco ya se había volteado.

Entonces fue enviado Victoriano Huerta con una columna de diez mil hombres que se llamaba también División del Norte.

Por su actitud, Villa fue ascendido por Madero a general brigadier y Tomás Urbina recibió nombramiento de coronel y así nos fue ascendiendo a todos.

Cuando ya dominamos a Pascual Orozco nos fuimos a Ciudad Jiménez, Chihuahua.

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