Índice de Congreso anarquista de Amsterdam de 1907Sexta sesiónOctava sesiónBiblioteca Virtual Antorcha

SÉPTIMA SESIÓN
Miércoles 28 de agosto - Sesión de la mañana.

La sesión se abre algunos minutos pasados de las nueve. Se comienza por confirmar al compañero R. Lange en sus funciones de presidente. Luego, después de que el discurso de Malatesta se haya traducido al holandés y al alemán, se lee la correspondencia, y especialmente una carta del compañero Tsumin, de París, disculpándose por no tomar parte en el Congreso al estar enfermo. En seguida se retoma la discusión iniciada en la víspera sobre la organización anarquista.

Max Baginsky. Un grave error muy a menudo cometido, es suponer que el individualismo repudia toda organización. Los dos términos, al contrario, son inseparables. Individualismo significa más especialmente un esfuerzo en el sentido de la liberación interior, moral, del individuo; organización significa asociación entre individualidades conscientes en vistas de una meta que alcanzar o de una necesidad económica que saciar. Sin embargo, es importante no olvidar nunca que una organización revolucionaria necesita de individualidades especialmente enérgicas y conscientes.

Amédée Dunois. Hago constar que había intentado hacer descender la discusión, del cielo de las ideas abstractas y vagas, sobre la tierra firme de las ideas concretas, precisas, humildemente relativas. Croiset, al contrario, la hizo volver a subir al cielo, a alturas metafísicas en donde rehuso seguirle.

La moción cuya adopción propongo en el Congreso, no se inspira en ideas especulativas sobre el derecho del individuo al desarrollo integral. Parte de consideraciones muy prácticas sobre la necesidad que hay de organizarse, de solidarizar los esfuerzos de propaganda y de combate.

(Y nuestro camarada lee la moción de la que se encontrará más adelante el texto ligeramente enmendado.)

Christian Cornelissen. No hay nada más relativo que el concepto de individuo. La individualidad en sí no existe en la realidad, en donde nosotros la vemos siempre limitada por otras individualidades. Los individualistas olvidan demasiado estos límites de hecho, y el gran beneficio de la organización será precisamente el volver al individuo consciente de estos límites acostumbrándole a conciliar su derecho al desarrollo personal, con los derechos del otro.

Benoit Broutchoux. Mi experiencia como militante revolucionario me ha convencido fuertemente que la organización sigue siendo el medio más eficaz para impedir este fetichismo que se liga demasiado a menudo a la persona de ciertos agitadores y les confiere una autoridad de hecho, no se puede más peligrosa. Ustedes saben que tenemos, en el Pas-de-Calais, una poderosa organización de obreros mineros. Y bien, no se podría encontrar ahí el menor rasgo de autoridad o de autoritarismo. Solamente nuestros enemigos pueden sostener lo contrario y denunciar, por ejemplo, en los secretarios de nuestras secciones sindicales algo así como autoridades constituidas.

G. Rijnders. Tampoco yo, soy hostil a la organización. Además no existe un solo anarquista que en el fondo no le sea favorable. Todo depende de la manera en que la organización es concebida y establecida. Lo que conviene ante todo evitar, son las personalidades. En Holanda, por ejemplo, la Federación existente está lejos de satisfacer a todo el mundo; es cierto que aquellos que no la aprueban no tienen por qué entrar en ella.

Émile Chapelier. Pido que los discursos sean más cortos y substanciales. Desde el discurso pronunciado anoche por Malatesta, el cual ha agotado la cuestión, no se ha planteado a favor o en contra de la organización un solo argumento nuevo. Antes de hablar de autoridad o de libertad, sería bueno entenderse sobre el sentido de estas palabras. Por ejemplo, ¿qué es la autoridad? Si se trata de la influencia que ejercen y ejercerán siempre en una agrupación los hombres de real capacidad, no tengo nada que decir en contra. Pero la autoridad que es menester evitar a toda costa entre nosotros, es ésta que deriva del hecho de que ciertos camaradas siguen ciegamente a tal o cual. Ahí está el peligro, y para conjurarlo, pido que la organización que sea creada ignore a los jefes y a los comités generales.

Emma Goldman. Estoy, como ya lo dije, a favor de la organización. Sólo quisiera que, en la moción Dunois, fuese explicitamente afirmada la legitimidad de la acción individual, junto con la acción colectiva. Presento entonces una enmienda a la moción Dunois.
(Goldman da lectura a su enmienda que, aceptada por Dunois, será luego incorporada, en términos abreviados, a la moción de este último.)

I. I. Samson. Aquí, en Holanda, existe una Federación de Comunistas libertarios, a la que pertenezco. Sin duda, como lo decía hace rato el compañero Rijnders, muchos camaradas han rechazado adherir a ésta. ¿Por razones de principios? De ninguna manera: por razones personales solamente. No excluimos, nunca hemos excluido a nadie. Ni siquiera nos oponemos a la adhesión de los individualistas. Que vengan a nosotros entonces, si así lo quieren. En verdad, no me disimulo que, sea la que sea la forma de la organización, siempre se comportarán ahí como descontentos. Por naturaleza son descontentos y no hay que conmoverse por sus críticas.

K. Vohryzek. Pido que sea completada la moción Dunois -que no dice nada sobre el carácter que debe tener la organización anarquista- por una adjunción que precise este carácter, adjunción que Malatesta quiso firmar conmigo.
(Vohryzek lee esta adjunción que más adelante insertamos.)

La discusión está cerrada. Vamos a pasar a votar sobre las mociones depositadas. Hay dos: la primera es la de Dunois, ligeramente enmendada por Goldman y completada por Vohryzek y Malatesta; la segunda es la del camarada Pierre Ramus.

Moción Dunois:(1)
Los anarquistas reunidos en Amsterdam el 27 de agosto de 1907,
Considerando que las ideas de anarquía y de organización, lejos de ser incompatibles, como se ha pretendido en varias ocasiones, se complementan y se clarifican una a otra, el principio de la anarquía residiendo en la libre organización de los productores;
Que la acción individual por importante que sea, no podría suplir la carencia de acción colectiva, de movimiento concertado;
como tampoco la acción colectiva podría suplir la carencia de iniciativa individual;(2)
Que la organización de las fuerzas militantes aseguraría a la propaganda una expansión nueva y no podría más que apresurar la penetración de las ideas de federalismo y de revolución en la clase obrera;
Que la organización obrera, fundada en la identidad de los intereses, no excluye una organización fundada en la identidad de las aspiraciones y de las ideas;
Opinan que los camaradas de todos los países pongan a la orden del día la creación de grupos anarquistas y la federación de los grupos ya creados.

Adjunción Vohryzek-Malatesta:
La federación anarquista es una asociación de grupos y de individuos en donde nadie puede imponer su voluntad ni minimizar la iniciativa del otro. En relación a la sociedad actual, tiene como fin el cambiar todas las condiciones morales y económicas y, en este sentido, sostiene la lucha por todos los medios adecuados (3).

Moción Pierre Ramus:
El Congreso anarquista de Amsterdam propone a los grupos de todos los países unirse en federaciones locales y regionales, según las diversas divisiones geográficas.
Declaramos que nuestra proposición se inspira en los mismos principios del anarquismo, pues no vemos la posibilidad de la iniciativa y de la actividad individual fuera de la agrupación, la cual, constituida según nuestros deseos, sola proveerá un terreno práctico a la libre expansión de cada individualidad.
La organización federativa es la forma que mejor le conviene al proletariado anarquista. Une a los grupos existentes en un todo orgánico que crece gracias a la adhesión de nuevos grupos. Es antiautoritaria, no admite ningún poder legislativo central con decisiones obligatorias para los grupos y los individuos, éstos teniendo un derecho reconocido para desarrollarse libremente en nuestro movimiento común y para actuar en el sentido anarquista y económico sin ninguna orden ni impedimento. La federación no excluye a ningún grupo y cada grupo está libre de retirarse y de recuperar los fondos entregados, cuando lo juzgue necesario.
Además recomendamos a los compañeros de agruparse según las necesidades de su movimiento respectivo, y también de no perder de vista que la fuerza del movimiento anarquista, nacional e internacional, depende de su constitución sobre bases internacionales, no pudiendo los medios de emancipación derivar más que de una acción internacional concertada.
Compañeros de todos los países, organicense en grupos autónomos y unanse en una federación internacional:
La Internacional anarquista.

Después de leer estas mociones en francés, holandés y alemán, se pasa a la votación.

La moción Dunois obtiene 46 votos; la adjunción Vohryzek 48. A la contra-prueba (4), una sola mano se levanta contra la moción, ninguna contra la adjunción que reune así la unanimidad de los sufragios.

Luego la moción Ramus está sometida a votación: reune 13 a favor y 17 en contra. Muchos congresistas declaran abstenerse en razón de que la moción Ramus no agrega nada a la que acaba de ser votada.

El informe de Pages Libres, que ya hemos citado, subrayó así la importancia del voto emitido por el Congreso:

Esta resolución de Amsterdam no está totalmente desprovista de importancia: de ahora en adelante, ya no les será posible a nuestros adversarios socialdemócratas invocar nuestro viejo odio hacia toda clase de organización para apartarnos del socialismo sin otra forma de juicio. El legendario individualismo de los anarquistas ha sido acabado publicamente en Amsterdam por los mismos anarquistas, y toda la mala fe de algunos de nuestros adversarios no podría lograr resucitarlo.

Sin embargo se notará que en las discusiones precedentes, tanto como en las mociones depositadas, sólo se ha tratado aquí de la organización desde el único punto de vista teórico. Quedaban tomar decisiones de caracter práctico; quedaba crear la Internacional anarquista. Y ésta fue la obra de la sesión siguiente.

Notas

(1).- El texto de esta moción ha sido algo alterado en la edición francesa de las Résolutions approuvées par le congrès anarchiste tenu à Amsterdam. Lo publicamos aquí tal y como fue redactado y votado.
(2).- La proposición subrayada resume la enmienda de Emma Goldman.
(3).- Misma observación que para la moción Dunois.
(4).- Votación sobre la proposición contraria a la que primero se pusó a votación, con el fin de validar la primera.

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