Índice de El sentido de la vida de Alfred AdlerApéndiceBiblioteca Virtual Antorcha

CUESTIONARIO DE PSICOLOGÍA INDIVIDUAL PARA LA COMPRENSIÓN Y EL TRATAMIENTO DE LOS NIÑOS DIFÍCILES

redactado por la ASOCIACIÓN INTERNACIONAL DE PSICOLOGÍA INDIVIDUAL

1. ¿Desde cuándo existe una preocupación por el niño? ¿Cuál era la situación externa y anímica del niño cuando se manifestaron por vez primera sus trastornos?

Son importantes: las modificaciones del medio, el comienzo de la vida escolar, los cambios de escuela o de maestro, el nacimiento de un hermano, los fracasos escolares, las nuevas amistades, las enfermedades del niño o de los padres, etc.


2. ¿Había ya llamado anteriormente la atención algo anormal en el niño? ¿Por una debilidad psíquica o corporal? ¿Por cobardía? ¿Por negligencia? ¿Por buscar aislarse? ¿Por torpeza? ¿Celos? ¿Falta de independencia al comer, al lavarse, al vestirse o al acostarse? ¿Miedo a quedarse solo? ¿A la obscuridad? ¿Tiene conciencia clara de su papel sexual? ¿Caracteres sexuales primarios, secundarios y terciarios? ¿Qué idea tiene del sexo contrario? ¿Cómo han progresado sus conocimientos sexuales? ¿Hijastro? ¿Hijo ilegítimo? ¿Hijo adoptivo? ¿Cómo eran sus padres adoptivos? ¿Conserva algún contacto con ellos? ¿Empezó a andar y a hablar a su tiempo? ¿Sin dificultades? ¿Su dentición se desarrolló normalmente? ¿Dificultades en el aprendizaje de la escritura, del cálculo, del dibujo, del canto, de la natación? ¿Ha exteriorizado un especial cariño por alguna persona? ¿Por el padre? ¿Por la madre? ¿Por los abuelos? ¿Por la niñera?

Hay que prestar atención a una actitud hostil frente a la vida, a las causas que pueda despertar un sentimiento de inferioridad, tendencia a la eliminación de dificultades y a la exclusión de personas, rasgos de egoísmo, de sensibilidad, impaciencia, exaltación afectiva, codicia, intensa actividad, prudencia.


3. ¿Ha dado mucho que hacer? ¿Cuándo se muestra más temeroso? ¿A quien y a qué es lo que más teme? ¿Ha gritado durante la noche? ¿Se ha orinado en la cama? ¿Es autoritario? ¿Ante el fuerte o sólo ante el débil? ¿Ha llamado la atención su tendencia a acostarse en el lecho de alguno de sus padres? ¿Falto de destreza? ¿Inteligente? ¿Se han burlado y reído mucho de él? ¿Es coqueto en relación a sus cabellos, trajes, zapatos? ¿Se hurga la nariz? ¿Se muerde las uñas? ¿Es glotón? ¿Hurtos? ¿Dificultades para defecar?

Aclaración de si tiende hacia la superioridad más o menos activamente y de si su desobediencia ha impedido la educación de sus acciones instintivas.


4. ¿Ha hecho amistades fácilmente? ¿O era insoportable y atormentaba a las personas y a los animales? ¿Se relaciona con compañeros más jóvenes o mayores que él? ¿Con niños o con niñas? ¿Tiene inclinación a actuar como jefe? ¿Se aísla? ¿Coleccionista? ¿Avaro? ¿Codicioso?

Estas preguntas se refieren a su capacidad de contacto y a su grado de desaliento.


5. ¿Cuál es su comportamiento actual en relación con todo esto? ¿Cómo se comporta en la escuela? ¿Concurre gustoso a ella? ¿Llega siempre tarde? ¿Se muestra excitado antes de acudir a clases? ¿Se apresura? ¿Pierde sus libros, cuadernos, carteras? ¿Está preocupado por los deberes escolares y los exámenes? ¿Se le olvida hacer sus tareas o rehusa hacerlas? ¿Pierde el tiempo? ¿Perezoso? ¿Indolente? ¿Disminución o falta de concentración? ¿Perturba el salón? ¿Cómo se comporta ante sus maestros: actitud crítica, arrogante, indiferente? ¿Busca la ayuda de otros en sus tareas o espera siempre que se las exijan? ¿Muestra gran interés en la gimnasia o en el deporte? ¿Se cree él mismo parcial o totalmente incapaz? ¿Lee mucho? ¿Qué lecturas prefiere? ¿Malas notas en todas las asignaturas?

Las respuestas a estas preguntas darán una idea de la preparación del niño para la escuela, del resultado de la experiencia escolar y de su actitud ante las dificultades.

6. Datos exactos sobre las condiciones de vida en la casa, enfermedades de la familia, alcoholismo, tendencias delictivas, neurosis, debilidad mental, sífilis, epilepsia, sobre el nivel de vida. ¿Casos de muerte? ¿A qué edad del niño? ¿Es un niño huérfano? ¿Quién domina en la familia? ¿Es la educación severa, crítica o demasiado suave? ¿Se le da al niño una pavorosa idea de la vida? ¿Qué vigilancia se ejerce sobre él? ¿Padrastro?

Estudiamos aquí al niño en su medio familiar para conocer las influencias que posiblemente obran sobre él.

7. ¿Qué lugar ocupa por orden de edad entre sus hermanos? ¿Es el mayor, el segundo, el más joven, hijo único, único niño, única niña? ¿Rivalidad? ¿Llora con frecuencia? ¿Risa malévola? ¿Tendencia impulsiva a la desvaloración de los demás?

Importante para la caracterología. Proporciona datos sobre la actitud del niño frente a los demás.

8. ¿Cuáles eran sus ideas hasta ahora acerca de su futura profesión? ¿Cómo piensa respecto al matrimonio? ¿Qué profesión ejercen los demás miembros de su familia? ¿Son felices sus padres en el matrimonio?

Hace posibles las conclusiones respecto al valor en sí mismo y la confianza del niño en el futuro.

9. ¿Juegos favoritos? ¿Historias preferidas? ¿Personajes de la Historia y de la literatura por quienes siente predilección? ¿Le gusta perturbar los juegos de los demás? ¿Se deja llevar por su imaginación? ¿Piensa sobriamente, adaptándose a la realidad y rechazando las fantasías? ¿Ensueños diurnos?

Nos proporciona datos sobre el tipo ideal elegido en la tendencia a la superioridad.

10. ¿Recuerdos más antiguos? ¿Sueños impresionantes o repetidos? (volar, caer, estar paralizado, llegar tarde al tren, carreras, estar preso, pesadillas).

Encontramos, además, frecuentemente, tendencias al aislamiento, advertencias que llevan a una extremada prudencia, manifestaciones ambiciosas y preferencias por determinadas personas, tendencia a adoptar una actitud pasiva.

11. ¿Respecto a qué está el niño desalentado? ¿Se siente desfavorecido? ¿Reacciona favorablemente a las atenciones y a las alabanzas? ¿Ideas supersticiosas? ¿Evita las dificultades? ¿Empieza diferentes cosas para abandonarlas en seguida? ¿Se muestra inseguro por su porvenir? ¿Cree en las influencias desventajosas de la herencia? ¿Las personas que le rodean lo han desalentado sistematicamente? ¿Es pesimista?

Suministra las pruebas más importantes de que el niño ha perdido la confianza en sí mismo y busca su camino en la dirección equivocada.

12. Otras malas costumbres: ¿Muecas? ¿Se hace el tonto, infantil o el payaso?

Son intentos de poco valor para atraer la atención sobre sí.

13. ¿Tiene defectos de lenguaje? ¿Es feo? ¿Torpe? ¿Zambo? ¿Piernas en X o en O? ¿Se ha desarrollado mal? ¿Obeso? ¿Muy alto? ¿Muy pequeño? ¿Defectos visuales o auditivos? ¿Retraso mental? ¿Zurdo? ¿Ronca por la noche? ¿Llama la atención por su belleza ?

Se trata aquí de dificultades de la vida que el niño sobrevalora. Por ahí puede llegar a un estado psíquico de desaliento permanente. Un tal desarrollo falseado puede encontrarse muy a menudo en niños particularmente bellos. Caen en la creencia sugestiva de que todo se les debe dar, y que deben recibirlo todo sin esfuerzo, de ahí que carecen de una verdadera preparación para la vida.

14. ¿Habla con franqueza de sus defectos, de sus escasas dotes para la escuela? ¿Para el trabajo? ¿Para la vida? ¿Ideas de suicidio? ¿Existe alguna relación temporal entre sus fracasos y sus faltas? (Negligencia, organización de bandas). ¿Sobrevalora los éxitos de los demás? ¿Es servil? ¿Hipócrita? ¿Rebelde?

Formas de expresión de un profundo desaliento. A menudo se presentan después de infructuosos intentos por mejorar, que fracasan a causa de su mala orientación y también por la errónea comprensión del entorno. Entonces buscan satisfacciones compensadoras en un campo de actividad secundario.

15. ¿Cuál es el rendimiento positivo del niño? ¿Tipo visual, auditivo, motor?

Indicios importantes porque es posible que los intereses, inclinaciones y preparación del niño se orienten en una dirección distinta de la emprendida hasta entonces.

Con estas preguntas, que no deben formularse punto por punto, sino en la conversación, nunca de una manera rigida, sino, natural y progresiva, obtendremos siempre una imagen de la personalidad, que nos mostrará los fracasos, no como justificables, pero sí como comprensibles. Los errores descubiertos deben ser siempre aclarados amistosamente, con paciencia y sin amenazas.

Para los fracasos en el adulto me ha dado excelente resultado el siguiente esquema de investigación. El que tenga práctica podrá conseguir, por su intermedio, y ya a la media hora de empleado, una amplia visión del estilo de vida del individuo.

Reuno mis informaciones sin seguir una norma fija, con la siguiente serie de preguntas, en la que el experto pronto echará de ver una coincidencia con la manera de plantear los puntos desde la perspectiva de la medicina; las respuestas así obtenidas ofrecen al psicólogo individual, al interpretarlas según su sistema, una gran cantidad de aspectos que, de lo contrario, pasarían inadvertidos.

La sucesión de las preguntas es, aproximadamente, la siguiente:

1. ¿De qué se queja usted?

2. ¿En qué situación se hallaba usted cuando empezó a percibir los síntomas?

3. ¿En qué situación vive usted ahora?

4. ¿Cuál es su profesión?

5. ¿Querría usted describirme el carácter, estado de salud, de sus padres; y si han fallecido, cuál ha sido la causa? ¿Qué relaciones guardaba usted con ellos?

6. ¿Cuántos hermanos tiene usted? ¿Qué lugar ocupa usted entre ellos por orden de nacimiento? ¿Cómo se portaban sus hermanos con usted? ¿Qué situación ocupan en la vida? ¿Padecen también algún trastorno?

7. ¿Quién era el preferido del padre? ¿De la madre? ¿Cómo se desarrolló la educación de usted?

8. Buscar las señales que indiquen si el niño ha sido mimado en exceso; (anxiedad, timidez, dificultades en trabar amistades, conducta desordenada, etcétera).

9. Enfermedades infantiles y el comportamiento del entorno durante éstas.

10. ¿Sus más antiguos recuerdos infantiles?

11. ¿Qué teme usted? ¿Qué es lo que más temía usted?

12. ¿Actitudes para con el sexo opuesto? ¿En la infancia? ¿Luego?

13. ¿Qué profesión le hubiera gustado ejercer? En caso de que no pudó realizar su deseo, ¿Por qué razón?

14. ¿Ambicioso? ¿Susceptible? ¿Propenso a la cólera? ¿Pedante? ¿Autoritario? ¿Tímido? ¿Impaciente?

15. ¿Cómo son las personas que le rodean ahora? ¿Impacientes? ¿Coléricas? ¿Afectuosas?

16. ¿Cómo duerme usted?

17. ¿Sueños? (caídas, vuelos, sueños repetidos, proféticos, de exámenes, pérdida del tren, etc.).

18. ¿Enfermedades en sus ascendientes y colaterales?

Quisiera dar aquí al lector un consejo importante: quien haya llegado hasta este punto sin comprender perfectamente la significación de estas preguntas, debiera empezar de nuevo y reflexionar sobre el hecho de si no habrá leido este libro con poca atención o de si --¡Dios no lo quiera!-- lo ha hecho con actitud hostil. Si yo debiera explicar aquí la significación de estas preguntas para la formación del estilo de vida, tendría que repetir otra vez todo este libro. Pero esto sería insensato. Así, esta serie de preguntas y el cuestionario relativo a los niños difíciles podrían servir muy bien como un test de cuyo resultado se infiere si el lector me acompaña, es decir, si ha alcanzado un grado suficiente de sentimiento de comunidad. En efecto, ésta es la misión capital de este libro: no sólo poner al lector en condiciones de poder comprender a los demás, sino hacerle asimilar la importancia del sentimiento de comunidad, y mantenerlo vivo en sí mismo.


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