Índice de Psicología del socialista-anarquista por A. HamonIntroducción: De la existencia de una mentalidad nacional, profesional y filosóficaCapítulo II: Del espíritu de rebeldíaBiblioteca Virtual Antorcha

CAPÍTULO I

Generalidades sobre el anarquista y su mentalidad específica

No es digna de amar la verdad cuando puede amarse alguna cosa con preferencia a ella.
Massillon.

Con el nombre de anarquista queremos designar a los individuos adeptos de las doctrinas socialistas-anarquistas que ciertos filósofos, sociólogos o científicos han expuesto y preconizado.

Es necesario precisar lo que significa este nombre de anarquista, pues que una multitud de géneros diferentes de hombres están comunmente clasificados bajo esta denominación.

Existen anarquistas-individualistas que rechazan toda concepción socialista (comunista o colectivista), que reclaman la libertad del individuo de una manera casi absoluta, sin limitación de ninguna clase.

Existen anarquistas que se titulan tales por simple protesta contra la actual organización social que les perjudica más o menos. Éstos ignoran por completo lo que quieren; no tienen ningún ideal, siquiera un poco libre de las nieblas de la ignorancia. Son simples rebeldes. Existen individuos que se cubren con el título de anarquistas con la esperanza de legitimar ciertos actos suyos, de arrojar una especie de barniz altruístico sobre algunas de sus acciones inmorales por su motivo, su perpetración, su objetivo. Son simples criminales que no tienen con los adeptos de las doctrinas socialistas-anarquistas otra relación que el nombre.

Existen, por último, individuos, desechos sociales, que por desafío a la sociedad de la cual son víctimas, cuyas leyes sienten pesar sobre ellos cual si fuesen de plomo, ¡pobres outlaws!, ampáranse con el nombre de anarquistas afirmándose tales sin saber lo que significa la Anarquía. El grito de ¡viva la anarquía! les parece que resume el odio hacia la sociedad que los encarcela, que los envía a presidio. Es el grito de todas las reivindicaciones, de todas las rebeldías, de todos los rencores, de todos los desafíos. En el fondo, hay en esto una especie de moda, pero estos hombres no son anarquistas tal como nosotros los entendemos.

En esta Psicología del socialista-anarquista queremos estudiar la mentalidad filosófica específica de los adeptos de una cierta doctrina filosófica, la socialista-anarquista, elaborada por los Proudhon, los Reclus, los Parsons, los D.D. Lum, los Bakunin, los Kropotkin, los Most, los Spies, los Malatesta, los Merlino, etc. Claro está que existen distinciones entre las teorías por cada uno preconizadas, pero éstas se refieren únicamente a los detalles y no son en ningún modo principios. Los ideales son los mismos, idénticas las líneas generales. Así podemos afirmar que existe una doctrina socialista-anarquista. En el curso de esta obra el lector podrá comprobarlo con las citas doctrinales sacadas de la literatura anarquista de diversas nacionalidades.

Existiendo una doctrina socialista-anarquista, existen, por lo tanto, consiguientemente, una mentalidad filosófica específica de estos adeptos. Esta mentalidad es lo que buscamos, queriendo determinar el tipo ideal psíquico del socialista-anarquista. El tipo medio mental de este modo edificado, no permitirá, seguramente, la distinción de un socialista-anarquista a otro, pero diferenciará -desde el punto de vista psíquico- al socialista-anarquista de los otros hombres que no son adeptos de esta doctrina.

Buscamos una mentalidad colectiva, y por consiguiente, el estado cerebral completo de cada individuo. Tomado en particular no nos importa nada, lo que nos interesa es la determinación de los únicos caracteres comunes a todos estos adeptos de un mismo cuerpo de teorías.

El tipo psíquico medio así establecido será para el socialista anarquista del mismo orden que es para el chino, el lapón, el escandinavo, el bretón, el auvernés, etc., el tipo medio somático o psíquico que establece el etnólogo o el psicólogo. Será del mismo orden que el tipo medio establecido por el entomólogo para las diversas especies de lepidópteros, de coleópteros.

Entre cada individuo chino, escandinavo o bretón, entre cada individuo de una especie de lepidópteros, existen grandes diferencias. Las variaciones individuales son numerosas y debidas a las infinitas circunstancias de los diversos ambientes. Del mismo modo las variaciones individuales son muy numerosas entre los adeptos de la doctrina socialista-anarquista. Cada uno de ellos sufre, en efecto, las influencias de los ambientes diferentes; cada individuo reacciona diversamente sobre estos ambientes y cada ambiente sobre cada individuo.

Estas diferenciaciones individuales no implican de ningún modo la negación del tipo medio ideal que en el curso de este estudio se construye poco a poco. Muestran tan sólo que la combinación de las demás tendencias mentales con los específicos de los socialistas anarquistas, produce mentalidades diversas con preponderancias de tal o cual carácter o grupo de caracteres. Ciertas características de la mentalidad pueden, a causa de los ambientes especiales, sufrir tales deformaciones que a priori la existencia de estas características mentales puede hasta verse negada o puesta en duda por un analista superficial.

La doctrina socialista-anarquista se enseña en todos los países y se halla a sus adeptos en todas las naciones. Es internacional en su enseñanza, y la mentalidad filosófica específica de sus adeptos se encuentra independientemente de su nacionalidad. Éstos se reclutan en Francia como en Inglaterra, en Escocia como en España, en Italia como en Irlanda, en Bélgica como en Alemania, en Holanda como en los Estados Unidos, etcétera. Esta diversidad de origen nacional puede señalarse, y, en efecto, se revela por variaciones entre los grupos nacionales de socialistas-anarquistas. Del mismo modo los múltiples orígenes individuales hereditarios se revelan por variaciones entre los individuos. Pero existiendo siempre un fondo común de conceptos, se encuentra una comunidad de algunos caracteres mentales particulares a la mentalidad predominante de los socialistas-anarquistas.

No solamente los socialistas-anarquistas se reclutan en las regiones más diversas y bajo los climas más diferentes, sino también entre las profesiones más desemejantes: sabios, campesinos, médicos, peones, periodistas, empleados del comercio, profesores, artesanos, artistas, obreros, industriales, empleados oficiales, rentistas, ingenieros, abogados, literatos, funcionarios, hasta militares, ofrecen su contingente al socialismo anarquista. Su número es bastante crecido, variable según los países (1), y su importancia social, tanto como el interés científico, explica la investigación a que nos hemos entregado.

Esta desemejanza en las profesiones ejercidas por los anarquistas demuestra que posee un fondo como de conceptos independientes de la profesión. Puede suceder que éste desempeñe un papel en la producción de la mentalidad filosófica, pero este papel es relativamente de poca importancia e influye tan sólo y de modo indirecto en el individuo.

En suma, los socialistas-anarquistas, adeptos de una misma doctrina, nacen en las más diversas regiones, salen de las clases sociales más distanciadas, se han educado en religiones diferentes y ejercen las profesiones más diferenciadas. A pesar de estas diferencias de ambientes climatéricos, telúricos, familiares, educativos, sociales y profesionales, estos individuos adeptos de un mismo cuerpo de teorías presentan cualidades psíquicas comunes. No nos parece dudoso que estas cualidades sean debidas a disposiciones orgánicas del encéfalo producidas por el desarrollo -bajo las condiciones mesológicas- de predisposiciones congenitales. Pero actualmente la ciencia es impotente para descorrer el velo que cubre estos caracteres somáticos.

Aunque nosotros ignoremos estas condiciones somáticas del encéfalo, correlativas de condiciones psíquicas, nos es lícito suponerlas por medio de la observación. Nos parece cierto que la constitución mental anarquista está determinada por los ambientes climatéricos, telúricos, familiar, profesional, social, obrando sobre cerebros predispuestos hereditariamente. Estas condiciones mesológicas, según su género y su grado, según la disposición hereditaria de los individuos, atrofian, hipertrofian o se desarrollan mediante ciertas tendencias manifestadas por el órgano cerebral. Así se fijan ciertas tendencias, así se determina la mentalidad filosófica específica del socialista-anarquista.

La obra realizada por todos estos ambientes no es igual para cada individuo. Varía según sea éste, pero varía también según su naturaleza. Del hecho que los anarquistas se encuentren bajo los climas más desemejantes, ejerciendo las profesiones más variadas, viviendo en los ambientes mundanos más diversos, parece deducirse que estos ambientes desempeñan un papel bastante inferior en la constitución mental específica de los discípulos de Kropotkin, Grave, Malatesta, Malato, etc.

Si estos ambientes ejercen, al parecer, una acción mínima, no sucede lo mismo respecto al medio social, especialmente en sus condiciones económicas. El desarrollo de los gérmenes congenitales se efectúa, en suma, principalmente bajo esta influencia. Lo comprobaremos experimentalmente.

Las causas generadoras del estado de espíritu anarquista son realmente innumerables e ínfimas. Los fenómenos sociales que lesionan al individuo o a los suyos, a sus amigos o a los hombres en general, se repiten sin discontinuidad. Sin cesar afectan el encéfalo, pónenlo en vibración en sentidos determinados. Sin duda, se engendra entonces una estructura especial, puesto que ciertas disposiciones somáticas se desarrollan normalmente, otras se atrofian o hipertrofian. Nosotros ignoramos esta estructura, pero conocemos los efectos, manifestados por cualidades psíquicas cuyo agregado constituye la mentalidad especial de los socialistas-anarquistas.

La observación revela esta mentalidad que nosotros edificamos en esta monografía científica, por medio del análisis y de las confesiones debidas a los anarquistas de diversa nacionalidad, profesión y clase social.

Hay ingleses, escoceses, irlandeses, franceses, alemanes, holandeses, italianos, belgas, españoles, suizos, portugueses, etc. Países de montañas y de llanuras, regiones marítimas y de mesetas, climas húmedo, templado, cálido, seco y frío, han visto nacer a los interrogados.

No menos desemejantes son los medios sociales de donde han salido estos hombres. Los unos proceden de la burguesía rica, otros de la pequeña burguesía, otros, en fin, del proletariado urbano o rural. Hay católicos, luteranos, calvinistas, cuákeros, anglicanos, metodistas, judíos, ateos. Me refiero a la religión concedida por su familia al nacimiento de estos individuos.

Las profesiones son de lo más variado: cochero, institutor, arquitecto, abogado, empleado de oficina, sillero, relojero, tipógrafo, hombre de ciencia, literato, tenedor de libros, zapatero, plomero, pintor, médico, escultor-modelista, periodista, almadreñero, mecánico, estudiante en medicina, viajante, sastre, obrero del campo, etc., etc.

Las edades también difieren mucho, variando desde 19 a 50 años o más. Conviene hacer notar que más del 6/7 de las personas que han respondido a la información tienen menos de 40 años. Parece que de esto puede deducirse, que los socialistas-anarquistas no han transpasado esta edad.

A pesar de haber invitado al sexo femenino, no tuvimos sino cuatro respuestas de mujeres, una irlandesa, una escocesa, una belga y una judía rusa. Conviene hacer observar que la rusa vive en Inglaterra desde hace algunos años y que la belga reside hace tiempo en América. Estas mujeres han sufrido la influencia de las costumbres nacionales que hace que en la Gran Bretaña y en los Estados Unidos la diferenciación intelectual y política entre el hombre y la mujer es menor que en Francia, Italia, España, Bélgica, etc.

Parece, por lo tanto, que estamos autorizados para ver justamente en estos individuos una representación del mundo socialista-anarquista (2). Creémonos con derecho a considerar la mentalidad filosófica que el análisis de sus confesiones va a revelarnos, como específica de la mentalidad socialista-anarquista.

**NOTAS**

(1).- En Francia, este número es de algunas de decenas de miles, lo mismo que en Alemania. En Inglaterra, el número es menor, como también en Bélgica y Holanda. En Italia, el socialismo-anarquista es la forma más extendida del socialismo. En España, los socialistas no-anarquistas son una minoría muy pequeña y los socialistas-anarquistas se denominan Anarquistas-colectivistas. En la República Argentina y en el Uruguay, los socialistas-anarquistas son muy numerosos.

(2).- No hemos utilizado, sino en parte, todas las confesiones que nos fueron remitidas, porque hubieran acrecentado demasiado el número de citas y hecho fastidiosa la lectura de esta obra.

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