Presentación

Quizá el título más apropiado para este escrito, supuestamente descubierto por un cura jesuita durante el siglo XVII, sería, El arte del agandalle porque, en efecto, a nada más que al agandalle conducen los sabios consejos en él vertidos.

Al leer este ensayo, parécenos estar leyendo la versión oriental de el famoso Príncipe de Maquiavelo, puesto que aunque los consejos vertidos ponen énfasis únicamente en lo que el autor denomina arte de la guerra, resulta evidente que el concepto guerra parece extenderse hasta el infinito, alcanzando, por supuesto, los parámetros del poder.

No en balde en la actualidad muchos señores del dinero, o si se prefiere hacer uso de un concepto más a tono con estos tiempos de globalización, muchos hombres de negocios, han hecho de esta obra su Biblia, esto es, su libro de cabecera.

Realmente es hasta escalofriante la manera en que los consejos vertidos en El arte de la guerra, encajan dentro del ámbito del desarrollo de las empresas en la actualidad.

Para nadie es un secreto que hoy por hoy se libran pavorosos y tremendos combates en el terreno comercial; la lucha por los mercados marca el ritmo de la vida en los tiempos presentes. Mediante la lectura de la obra que a continuación publicamos, es posible entender la irracionalidad de nuestros tiempos contemporáneos, dentro de los parámetros de la absurda guerra mundial desatada por las grandes trasnacionales en su lucha por consolidar su hegemonía en el mercado global.

Quizá el autor de El arte de la guerra jamás imaginó que su libro llegase a servir de guía a los hombres de negocios del siglo XXI.

En fin, esperamos que la lectura de esta obra, cuyo título en la actualidad, insistimos, debería ser: El arte del agandalle, sirva a quien la lea para entender la locura de los tiempos presentes.