¿Problemas en puerta?

Es realmente lastimoso, pero las malas noticias parecen no tener fin en nuestro México lindo. Ultimamente se ha dado el fenómeno de una salida muy considerable de capitales, los cuales, invertidos originalmente en valores gubernamentales, han decidido irse a otro lado, supuestamente porque ya no están ganando lo que quisieran sus propietarios, o sea que la abrupta alza de tasas de interés que recién acordó el Banco de México en los cetes, resultó algo tardía, y realmente su puesta en práctica debe de analizarse como un esfuerzo para evitar que el sangrado de capitales no fuese aun mayor.

Ahora, con el anuncio por parte de las autoridades financieras norteamericanas de una muy probable alza en sus tasas de interés, el panorama tiende a complicarse aún más, puesto que ante ello, los capitales golondrinos emprenderán el vuelo en busca de mejores ambientes, y de aquí, precisamente, el aumento en la denominada Línea de Crédito Flexible, que desde hace ya siete años acordó el Fondo Monetario Internacional conceder a México, y que de sesenta y siete mil millones ha pasado a ochenta y ocho mil millones de dólares.

Desde luego que ante tan crítica situación, el aliviane crediticio le viene a México de maravilla, pero, el problema es si realmente esa cantidad resultará suficiente en caso de que se genere una fuga masiva de capitales, y es que las cantidades invertidas por los capitales golondrinos en México es verdaderamente enorme.

Existe, para colmo de males, la presunción de que la administración gubernamental que emerja del proceso electoral de noviembre en Estados Unidos de Norteamérica, sea cual sea el partido triunfante, tendrá un altísimo grado de proteccionismo, esto es, un abandono, aunque parcial, de la tendencia en pro del libre mercado. Los grados de ese proteccionismo por supuesto que variarían dependiendo cuál fuese el partido triunfante pero, en los programas de los dos partidos contendientes existe claramente especificada esa tendencia. Para nuestro país, ello se reflejaría, por ejemplo, en la revisión del Tratado de libre Comercio que con Canadá y Estados Unidos, México tiene acordado, y, quiérase o no, tal revisión, en mucho descarrilaría varios de los proyectos económicos de México, generando, a no dudar, un grado de inestabilidad preocupante por el confuso entorno internacional que se vive. Asi que, ¡oh paradojas del destino!, ese tratado, mil veces criticado por muy diversas corrientes políticas, está, según parece, a meses de ser ajustado, y tal hecho se llevará a cabo no precisamente por la acción coordinada de la lucha de sus opositores.

En fin, a todos nos corresponderá el tratar de superar la situación que ya se nos viene encima, y que no va a ser precisamente de miel y rosas.

Para redondear este tétrico marco, resulta que una Secretaria de Estado y un sindicato se traen un jaleo de todos los diablos. El enfrentamiento parece ser a muerte, porque ninguno de los contrincantes esta dispuesto a ceder ni un milímetro en sus pretensiones. Cada parte expone lo que considera debe hacerse pero en poco o nada se tiene en cuenta la opinión o propuesta de la otra parte, lo que conlleva a una situación en exceso tensa que, de no tomarse medidas de acercamiento y establecimiento de reales puentes de comunicación, puede acabar muy mal. Resulta más que evidente que ambas partes deben de serenarse, meditar bien la situación y comenzar a tender caminos de entendimiento, ya que de lo contrario ambas perderán.

Por otra parte, el asunto de la contaminación en la ciudad de México ha adquirido matices circenses que han colocado francamente en el más patético de los ridículos a las autoridades que simplemente no dan pie con bola. Subidos en su caballo, no hay poder ni razón que de ahí los baje. Se les metió en la cabeza que el asunto de acumulación de ozono es culpa de los coches y están dale que dale, un día si y el otro también, con su bobada del hoy no circula, decretando emergencias ambientales con una ligereza que raya en el absurdo y cancelándolas de igual forma, generando, por supuesto, un enorme daño a la ciudad de México. Dícese que en poco tiempo las comisiones que se encargan del rollo ambiental van a tener las medidas que implementaran para atacar de una vez por todas el problema de la contaminación atmosférica en la denominada zona metropolitana, entre las que quizá se encuentren acertadas acciones como la implantación del doble hoy no circula en poblaciones como Valle de Bravo. En fin, ojalá agarren la onda, abandonen su soberbia, y concluyan humildemente aceptando que como mortales se equivocan, y dejen de estar fastidiando a la ciudadania.

Finalmente la propuesta en torno a los denominados matrimonios igualitarios, esto es, los matrimonios entre personas del mismo sexo, ha alborotado a los sectores conservadores que han puesto el grito en el cielo, cosa que si bien no es de extrañar, si lo es de preocupar, porque esos sectores saben, y ya en su historia lo han demostrado en muchas ocasiones, como desestabilizar sociedades. Hasta ahora el asunto se ha centrado en gritos y berrinches pero ... no sería nada extraño que rápidamente evolucionara a otros niveles.

Es de suponer que cuando la propuesta se discuta en el Congreso, ocasionará un durísimo choque de opiniones que, si en tal cauce se mantiene, sin duda que será muy benéfico, pero ... es de dudar que no trascienda a otros planos mucho más viscerales y problemáticos. En fin, a todos nos corresponderá el buscar que se mantenga, en lo posible, un clima de concordia en las discusiones que habrán de generarse.

Ahora, si el panorama en nuestro México lindo tiende a complicarse, ello tiene una clara explicación: después de los procesos electorales en varios de los Estados de la República, que habrán de celebrarse, se entrará, de lleno, a un periodo de transición entre la administración gubernamental actual y la que habrá de emerger en el 2018, y como podrá comprenderse, pocos son los que quieren quedarse fuera de butaca, asi pues, lo mejor que podremos hacer es mantener la tranquilidad y estar muy, pero muy pendientes de los acontecimientos, buscando evitar el caer en provocaciones, porque es muy probable que las provocaciones se mantengan a la orden del día e incluso que vayan in crescendo. Así que: calma y nos amanecemos.

Junio de 2016
Omar Cortés