EN RECUERDO DE UN AMIGO

El pasado 23 de febrero del 2014, me enteré del fallecimiento de quien fuese mi amigo y compañero de trabajo durante la existencia del Grupo de Rock Antorcha, Guillermo Motta Aviles, en el cual fue el ejecutor de la primera guitarra y del teclado.

Mi amistad con él data del año de 1967 cuando, en uno de los ensayos que realizábamos allá, en la calle Ahuehuetes, en la colonia Las Aguilas, casa que era de los padres de Bernardo, el baterista del grupo por aquellos años, en el momento del descanso, él, invitado por su hermano Victor Motta, tomó la guitarra y comenzó a interpretar una y otra, y otra, y otra vez, La casa del sol naciente, mientras nosotros, Victor Motta, Jorge González, Bernardo Minerva y yo, descansábamos jugando con las mascotas de Bernardo, un perro pastor alemán blanco y un pequines.

Posteriormente, y a raíz de una serie de cambios que se generaron al seno del grupo, Memo pasó a formar parte del mismo, en los momentos más difíciles, cuando de hecho Antorcha quedó reducido a un trio.

Copartícipe de la odisea que para Antorcha representó aquél periodo, en el que prácticamente nos jugamos el todo por el todo, realizando una serie de movimientos y acciones realmente increibles y que trajeron consigo excelentes resultados.

Paralelamente a todo esto conviviríamos en nuestros estudios realizados en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de México, siendo parte del Grupo de Rock Antorcha, hasta que en mayo de 1976 decidimos abandonarlo. De hecho Guillermo y yo abandonamos de manera conjunta el grupo de rock por una serie de motivos que no viene al caso rememorarlos, quedándose en el grupo Victor Motta y Antonio Salcedo, quienes a finales de aquél año optarian por disolverlo.

Nuestra amistad continuó ya al margen del Grupo de Rock Antorcha. La última vez que le vi, fue durante los funerales de mi querida compañera Chantal, hace ya casi año y medio. Después no supe nada más de él, hasta hace unas cuantas semanas cuando me enteré de que habia sido sometido a una operación en la cual hubo serias complicaciones que terminaron conduciéndole a su muerte.

Su desaparición ha constituido otro durísimo golpe a mis ya deterioradas energías de vida, sin embargo así son las cosas. Se dice y se repite que todo forma parte de un interminable proceso de ciclos, que generan multitud de inperceptibles transformaciones a las cuales nosotros nos encontramos ligados. Quizá esto sea cierto y represente una respuesta para entender nuestros procesos de vida, sin embargo resulta por completo baladí para poder comprender el terrible dolor que el término de tales cíclos deja en nuestras vidas.

Vayan desde estas breves lineas mi más sentido pésame a Úrsula, su compañera, y a sus hijos Emiliano y Sebastián.

Marzo de 2014
Omar Cortés

La única canción que grabamos en la que Memo interpretó la voz principal, fue Grass, incluida en el segundo E.P. independiente que producimos en el año de 1971. A manera de recordatorio invito a todo interesado en escuchar esta melodia haciendo click aquí.