Índice de El expreso. Un intento de acercamiento a la Federación Anarquista del Centro de la República Mexicana (1936-1944) de Chantal López y Omar CortésDocumento anteriorDocumento siguienteBiblioteca Virtual Antorcha

Documento N°3.

Editorial.

El patrimonio humano no es patrimonio individual.

Desde el pasado número de nuestra publicación mensual, todos los artículos, informaciones, inserciones, etc., que aparecen en sus columnas y el material que aparecerá en los números subsecuentes, no tendrán firmas. Serán obra colectiva que la F.A.C. publicará periódicamente, bajo su directa responsabilidad, sin ostentación vana de autores, sin manifestaciones presuntuosas de escritores.

La explicación de nuestra actitud para el futuro es la siguiente: creemos, firmemente convencidos, que el pensamiento humano no es patrimonio de los individuos, sino fruto de las influencias sociales que obran directamente sobre el cerebro de los hombres. Por lo tanto, todas las manifestaciones del arte, entre las que deben figurar las producciones literarias, no son propiedad mezquina de quienes las exteriorizan; son y deben ser pertenencia del medio social bajo cuya influencia se han concebido y se han dado a la luz. . En efecto, el cerebro humano no es otra cosa que un receptor de impresiones, un receptor sensible a todos los fenómenos que le rodean, ya sean naturales, meteorológicos, psíquicos o sociales. Sensaciones y percepciones que obran sobre las celdillas cerebrales, son las causas determinantes de la formación de las ideas; y es así como la palabra hablada o la palabra escrita, no son otra cosa que un lógico encadenamiento de ideas, formadas de antemano en la mente, y manifestadas por el individuo, ante los estímulos directos que le afectan. Se entiende, por consecuencia, que cada persona habla y manifiesta su pensamiento, de acuerdo con los factores que han contribuido a formarle su cultura, su ilustración, su equipo de conocimientos. Un individuo que ha nacido, crecido, educado y vivido en un ambiente burgués, no podrá tener mas que ideas burguesas, en consonancia con el medio social al cual pertenece. Una persona ligada a un hogar en el que privan los prejuicios sociales, las injusticias, las supersticiones, no podrá ser sino un ente desorientado, un pesimista, un amargado de la vida y un fanático de las falsas creencias. Un hombre que ha sentido los azotes de las clases superiores; que ha tenido necesidad de luchar sin tregua, que se ha enfrentado a todas las maldades que privan en la sociedad, por razón natural será un rebelde, será un luchador decidido, será un iluminado que busca el camino de las libertades.

Nuestro periódico es para rebeldes, es para revolucionarios de verdad. No es para gentes que fingen situaciones y adoptan posturas falsas, sólo por aparecer como avanzados, sino para quienes en realidad piensan y sienten el movimiento de reivindicaciones sociales, porque han vivido bajo el azote de las injusticias. Estamos unidos en pensamiento. Todos sentimos igual. No hay entre nosotros superiores ni inferiores. No somos un grupo egoísta que pretende envanecerse con sus ideas, porque sabemos y así lo confesamos francamente, que nuestro pensamiento está plasmado en las fuerzas que obran en nuestro derredor. Literatura de combate es la nuestra. No podemos hacerla de otra manera: la vida social en que nos tiene colocados el momento, nos obliga a ello. Por eso no firmamos los artículos; porque nuestro pensamiento es el de la colectividad, es de la sociedad a la cual pertenecemos. Y si ella no quiere confesar que estamos rodeados de injusticias, si ella oculta hipócritamente la verdad de la situación, será porque es cobarde hasta con sus propios dolores. Nosotros no. Nosotros hablamos claro y con la dureza del caso, porque sólo así justificaremos la causa revolucionaria que sustentamos.

(De Libertad, Publicación mensual de la F.A.C., Francisco del Rincón, Gto., Nº 4, del 30 de agosto de 1939).


Índice de El expreso. Un intento de acercamiento a la Federación Anarquista del Centro de la República Mexicana (1936-1944) de Chantal López y Omar CortésDocumento anteriorDocumento siguienteBiblioteca Virtual Antorcha