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Penitenciaría Federal de los Estados Unidos.

Leavenworth, Kansas.

Octubre 10 de 1921.

Nicolás T. Bernal.

Oakland, Calif.

Querido Nicolás:

Tengo tu querida carta del 28 de septiembre último. Esta carta, como todas las que vienen de ti, es muy interesante y animadora.

He recibido varias cartas de México durante los últimos días. Todas ellas son cartas agradables, escritas por compañeros pertenecientes a sindicatos campesinos y obreros.

Estas cartas me llenan de esperanza, es más, añaden combustible a mi inextinguible entusiasmo por la redención de la raza humana los esfuerzos de los únicos elementos útiles en la sociedad: los trabajadores. Es admirable ver estos hermanos y compañeros agrupándose, cuando antes no sabían que es indispensable para los trabajadores unirse, consolidar sus energías para obtener fuerza. La agrupación de los trabajadores, sin embargo, no es todo; es necesaria la unidad de propósito, de un gran propósito. Deben tener la misma aspiración, y esta aspiración debe ser grande, debe ser redentora. Unirse con el sólo propósito de mejorar las condiciones de trabajo, obtener mejores salarios y menos horas de labor, es bueno porque en ello se encuentra un alivio; pero el alivio es pasajero, porque los amos casi inmediatamente aumentan los precios de los artículos de primera necesidad, las rentas de casas y así sucesivamente, y al término de pocos meses los trabajadores se encuentran en las mismas condiciones que antes. Así pues, la aspiración de los trabajadores organizados debe ser más grande que el mero mejoramiento de condiciones; debe ser una, cuya realización evite que los amos sigan engañando a los trabajadores, y esta aspiración es la abolición de la propiedad privada.

El trabajador no puede ser libre y felíz mientras que la tierra, las fábricas, las casas, los talleres, las minas y los medios de transportación continúen siendo la propiedad privada de unos cuantos, en lugar de la propiedad común de los que realmente trabajan. Por consiguiente, la mira debe ser la expropiación de la tierra, las industrias y las casas por los trabajadores, para los trabajadores en común. Para lograr esta grande y sublime aspiración, es necesario que los trabajadores organizados modifiquen sus constituciones sociales, estatutos o reglamentos, haciendo el fin de su agrupación, la expropiación y administración de la tierra y las industrias por ellos mismos. Una vez adoptada esta aspiración - la expropiación - los trabajadores organizados deben dar una nueva forma a su organización de manera de hacerla verdaderamente eficiente para esta gran tarea en perspectiva. En lugar de gremios de oficio, debe ser fomentada una agrupación por industrias. De este modo todos los hombres y todas las mujeres que trabajen en una industria quedaran agrupados, sin importar cuál sea su oficio particular, mientras que, agrupados por gremios de oficio, cada gremio es independiente de otro gremio en la misma industria, y este es un obstáculo para la acción colectiva.

Si tenemos que aprender alguna cosa de la burguesía, es su solidaridad. La burguesía está sólidamente unida y obra como un grupo en la defensa de sus intereses. Los trabajadores deben hacer lo mismo, y el único medio de lograrlo es su agrupación por industrias, en vez de por oficios. Solamente por este medio los trabajadores obtendrán la fuerza necesaria para plantar su bandera victoriosa sobre el capitalismo. Es bueno que los trabajadores procuren por mejorar su condición; pero que no hagan de esto un fin, que tan fácilmente puede ser frustrado por los amos. El fin debe ser la expropiación por ellos, de la tierra y las industrias. Siento mucho que no se me permita escribir más que dos páginas cada vez, pues tengo más que decir sobre este importantísimo asunto.

Habiéndose acabado el espacio que se me asigna, cierro mi carta con fraternales saludos para todos los compañeros y para tí, Nicolás, envío un fuerte y fraternal abrazo.

Ricardo Flores Magón

P. D. Recibí los veinticuatro dólares cincuenta centavos, equivalente de cincuenta pesos, enviados por tu conducto por la Unión de Obreros de Artes Gráficas de los Talleres Oficiales de la ciudad de México.


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