PRESENTACIÓN

En las propuestas del gran hacedor de palabras que fue el griego Demóstenes (384-322 A.C.), encontramos la transición de la concepción política pluralista griega basada en la ciudad Estado con su inseparable visión confederal, al criterio unicista imperial centralista.

En efecto, sería a Demóstenes a quien le tocaría emprender los últimos combates en defensa del criterio pluralista confederal ante la arremetida prounicista representada por Filipo II, rey de Macedonia. Los desesperados intentos del hacedor de palabras en buscar la reacción de las poblaciones griegas ante la avanzada macedónica que, poco a poco, iba consolidando su criterio unicista afianzado en el desarrollo de su noción imperial, finalmente sucumbirían tanto ante la sordera de sus coetáneos griegos, como por los éxitos de sus enemigos, particularmente del que fuera padre de Alejandro Magno, Filipo II, mediante su actividad diplomática-militar.

Mucho se ha debatido acerca de si el criterio pluralista confederal griego de la ciudad-Estado, estaba fatalmente condenado a perecer ante el concepto de organización imperial, considerándose que los esfuerzos de Demóstenes fueron los últimos estertores de una concepción política rebasada por la realidad.

Considerado por propios y extraños como el mejor representante griego del arte de hablar, Demóstenes además ejemplifica la lucha del individuo contra la adversidad. En efecto, según parece, tenía algunos defectos o incapacidades a las que hubo de superar. Se dice, por ejemplo, que le daba por el tartamudeo, que era medio lelo, y que tenía voz de pito. Así, cuéntase que para combatir su tartamudez se llenaba la boca de piedras para lograr una correcta elocución; y para superar su falta de concentración, se dice que iba a cuevas en las que se encerraba para poder elaborar con atención sus discursos; finalmente, para sobreponerse a su voz de pito, enfatísase que se iba a rollar frente a las embravecidas olas del mar para modular y aprender a dar el tono necesario a su voz. Si esto es exageración o pura leyenda, no podemos aseverarlo, pero independientemente del grado de veracidad de todo esto, lo que sí queda claro es que incluso este tipo de anecdotas reflejan el momento histórico que le toco vivir, en el que el criterio del nosotros, básicamente pluralista, es suplantado por el criterio del yo, típicamente unicista.

Tenemos, pues, que incluso la leyenda de Demóstenes fue estructurada según los criterios de sus enemigos, los que finalmente, y como suele casi siempre suceder en casos similares, como vencedores, crearon las personalidades y características de sus más acérrimos enemigos.

En fin, pensamos que la sucinta selección de discursos que aquí digitalizamos bajo el título Contra Filipo, es representativa de esa triste realidad que le toco vivir, aunque, ciertamente, y lo reconocemos, no son sus mejores piezas oratorias, guiónos para elaborar esta selección no el Demóstenes como el puro y simple hacedor de palabras, sino el Demóstenes como defensor de una organización política agonizante, basada en el criterio pluralista confederal de la ciudad-Estado, organización de la cual, en nuestra opinión, mucho tenemos que aprender para los momentos actuales.

Chantal López y Omar Cortés