El ensayo que aquí presentamos, Los caminos de la libertad - El socialismo, el anarquismo y el sindicalismo, del filósofo-matemático británico, Bertrand Russell, data de 1918, cuando estaba por terminar la Primera Guerra Mundial.

Ciertamente, como se dice, mucha agua ha pasado bajo el puente de entonces a ahora, sin embargo, de este ensayo emanan un encanto, un hechizo que lo hace no sólo atractivo, sino sumamente interesante.

Sin duda, las condiciones del mundo al que buscó presentar Bertrand Russell una posible salida a su problemática, en mucho difiere de las actuales, sin embargo, existen rasgos comunes, siendo quizá el más notorio, ese medio ambiente dominado por el miedo. En efecto, aunque nos separa casi un siglo, hay, no obstante, cierto paralelismo ante la problemática que se enfrentaba durante la segunda década del siglo XX y la que enfrentamos a fines de la primera década del siglo XXI.

La característica común, propia de ambas épocas, es, a no dudar, el miedo en el que cotidianamente nos desenvolvemos. Ese acentuado temor a lo que el futuro nos depara, sin duda constituye uno de los problemas más agudos que enfrenta en la actualidad la humanidad en su conjunto, puesto que no obstante los avances logrados en los campos de la tecnología y la ciencia, en lo referente al sistema económico capitalista que prevalece, todo indica que no sólo no ha habido avances sino que la realidad muestra retrocesos incomprensibles puesto que nos habían vendido durante decenios que la era de la abundancia estaba cerca para todos.

No se ha tenido ni la agudeza ni el ingenio para avanzar en el terreno económico-social. Existe una especie de aletargamiento que ha generado el curioso fenómeno de que tanto oposicionistas como partidarios del sistema capitalista, actúen con una indolencia y falta de carácter verdaderamente inexplicables.

¿A qué atribuir tan espantosa realidad? ¿Qué ha sucedido en el seno de las sociedades para que esta modorra generalizada haya producido este fenómeno?

El ensayo de Bertrand Russell, Los caminos de la libertad, no contiene la respuesta a esa interrogante, sin embargo, su invitación a la reflexión bien puede conducirnos a elaborar hipótesis capaces de acercarnos a concretar una respuesta adecuada. Pues, aborda de manera bastante objetiva, las alternativas que, en su momento, presentábanse a la humanidad para que intentase superar los problemas y dificultades que enfrentaba. Esas alternativas, contenidas en los discursos socialista, anarquista y sindicalista, son, en la actualidad, de una debilidad acentuada. Excesivamente desgastadas éstas, en otra hora, fortísimas alternativas, vegetan ahora, quizá en espera de condiciones propicias que vuelvan a otorgarles el vigor, la presencia y prestancia que antaño tuvieron.

Los caminos de la libertad, es un excelente ensayo que proporciona información sobre la historia y el desenvolvimiento práctico tanto del socialismo, del anarquismo y del sindicalismo en sus orígenes y en los momentos en que se les veía como opciones reales de cambio.

Interesantísimos datos tanto sobre los organismos sindicales como la Confederación General del Trabajo (C.G.T.) francesa; los Trabajadores Industriales del Mundo (Industrial Workers of the World I.W.W), y el, en la actualidad, poco conocido Socialismo Guildista (Guildism socialism), denominado en este ensayo como socialismo gremial, y del cual Bertrand Russell fue uno de sus más decididos partidarios.

Existen también, en Los caminos de la libertad ideas y reflexiones que invitan al análisis, como la alternativa sobre la posibilidad de que la moneda emitida contenga una cláusula de caducidad, buscando evitar con ello la desmedida concentración monetaria, o como el salario del vagabundo que buscaría salvaguardar la integridad de quienes por X o Z motivos rechazan la idea de todo tipo de trabajo.

En fin, esta obra, en la cual Bertrand Russell se nos muestra como un decidido partidario del anarquismo kropotkiano, con algunos ajustes, como él mismo lo señala, se lee con soltura y ligereza al haber sido escrita de manera amena y atractiva. Es de esperar que quien se aventure a leerla, extraiga de esta auténtica caja de Pándora, elementos e informaciones que, sin duda, le serán de suma utilidad para su desarrollo personal.

Chantal López y Omar Cortés