(Poemas de Manuel José Othón)
A CLEARCO MEONIO I La selva Hay en mi seno votes interiores Al ritmo de mis plácidos rumores Su flauta el viejo Pan dejó escondida Mas robada me fue, y hoy sus cantares II La musa Yo la flauta de Pan en la espesura La heredó Garcilaso y de su oscura ¿Cómo pudiste tú, con fe serena, Castiga al mundo decadente y sabio. III Los poetas ¡Oh, Diosa, a quien rendidos adoramos, Ya la miel de las vides no gustamos, El índico pastor con sus tañidos
jamás por los mortales escuchadas,
que oyéronlas tan sólo, a las vegadas,
los dioses convertidos en pastores.
cruzaban por mis sendas, nunca holladas,
y les seguían faunos y driadas,
ciñéndoles de lauro, y mirto, y flores.
donde habitan mis genios tutelares,
que es del misterio y del amor manida.
se desbordan en hálitos de vida,
resonando por montes y por mares.
de la selva encontré. Donéla al griego
cantor de Dafnis que, al ferviente ruego
de Virgilio, cedióla con premura.
mansión Chenier la arrebató; mas luego,
tinta en sangre, fue a hundirse en el sosiego
perdurable de horrenda sepultura.
arrancarla de allí? Mas fuera agravio
hoy el almo trinar de Filomena.
¡Anda, pastor! devuélveme la avena,
melificada por tu dulce labio.
Erato: mira que Natura encubre
la azul mirada y hálito insalubre
el aire emponzoñó que respiramos!
que en pos llevó los pámpanos octubre ...
¡Qué estrépito el del cielo que nos cubre!
¡Qué amargor el del mar en que bogamos!
nuestro organismo quebrantado ensalma
y trueca en oración nuestros gemidos.
¡Ay! déjanos llevar, en triste calma,
una gota de miel en los oídos,
una gota de miel dentro del alma ...
Índice de Poemas rústicos de Manuel José Othón Nostálgica
Himno de los bosques Biblioteca Virtual Antorcha