(CUARTO APÉNDICE) MANIFIESTO DE LOS SUBLEVADOS DE VERACRUZ A LAS FUERZAS DEL EJÉRCITO Y ARMADA NACIONALES Soldados de la Revolución: Los acontecimientos desarrollados durante los últimos días en el País nos obligan -como revolucionarios puros y de principios- a dar nuestra voz de ¡Presente! en esta nueva crisis para la República, en la que de no contestar los revolucionarios dignos y honrados, naufragarían todas las conquistas de la Revolución y quedarían estériles tantos sacrificios heroicos por la Libertad. Es necesario que los que apreciamos esas conquistas y tenemos sin mácula nuestro espíritu revolucionario tomemos el lugar que nos corresponde hoy que han puesto en peligro a la Revolución, pseudo-revolucionarios corrompidos y sin consciencia, que la tratan de hundir para siempre en sus maniobras de imposición. La mascarada de Querétaro, la llamada Convención convocada por el Gobierno de Portes Gil, asesorado torpemente y desde la sombra por Calles, ha tenido el fracaso más rotundo al haberla desconocido uno de sus llamados pre-candidatos el Lic. Sáenz quien la denunció como una burda maniobra de imposición a favor de Pascual Ortiz Rubio. Este intento del Gobierno de pretender reunir en ella a los elementos nacidos de la Revolución, no podía haber tenido otro final, supuesto que la idea nació en el tenebroso cerebro de un hombre que quiso por este medio establecer una situación de continuidad en la que él debía seguir dirigiendo y mandando a la República: nos referimos al general Plutarco Elías Calles. Las torpezas cometidas por el Presidente Portes Gil al delegar su poder en Calles y en su nefasto grupo, vino a establecer en la República la anómala situación de un Gobierno dentro de otro Gobierno, convirtiéndose por ese hecho el ungido con la designación de Presidente Provisional, en una piltrafa humana que ya no respetaban ni los mismos ayudantes de la Presidencia. Los errores derivados de un estado de cosas semejante, han venido a crear una situación que solamente se resuelve dando, los que nos estimamos revolucionarios sin tacha y sin mácula, nuestra voz de ¡Presente!, en esta hora de desdicha para el País a que ha llevado a la República esa nefasta camarilla de hombres que dirigen Plutarco Elías Calles y Emilio Portes Gil. Las torpes maquinaciones del Gobierno de Portes Gil, al pretender deponer a los Gobiernos Constitucionales de Sonora, Sinaloa, Chihuahua y Durango han dado por resultado que esas Entidades Federativas que siempre han sido celosas de su Soberanía, respondan por medio de sus legislaturas locales, desconociendo al Gobierno Federal y levantando su airada voz de protesta para repeler por la fuerza a la fuerza que pretende conculcar sus derechos legítimos de Estados Soberanos. El Sufragio Efectivo, gloriosa bandera de nuestra Revolución, ha sido pisoteado por los esbirros de la nueva dictadura. Allí están para comprobarlo, las imposiciones de Hidalgo y Puebla y la odiosa maquinación urdida por medio de la falsa Convención de Querétaro, para imponer como Presidente de la República a Pascual Ortiz Rubio, candidato impopular y que repudia la Nación de uno a otro confín. En nombre del Pueblo Mexicano y de nuestros compañeros soldados de la Jefatura de Veracruz, me dirijo a vosotros en estos momentos solemnes para la Patria y decisivos para la causa de la libertad, que tan heroicamente hemos defendido varias veces para exhortaros a que no sacrifiquéis vuestro glorioso pasado de defensores del Derecho en aras de una cruel tiranía, y no volváis vuestras armas contra el Pueblo, ya que tantas veces habeis combatido por él. ¿váis a deshonrar vuestras armas convirtiéndoos de soldados viriles que sois, en viles instrumentos déspotas? Nosotros esperamos que no. Vuestra causa, vuestros compañeros están aquí, donde la invencible, la vieja bandera de la Revolución flamea orgullosa, clamando Justicia para todos. Venid, compañeros de lucha, a agruparos, en derredor de esa gloriosa bandera. El Pueblo, escarnecido y vilipendiado por esa tiranía vulgar, se unirá una vez más para derrocar a esos tránsfugas de la Revolución, para derrocar a esos tiranuelos. La República, cansada de un Gobierno exclusivista, y que ha pisoteado los derechos sagrados del Pueblo, pronto volverá a la tranquilidad, estableciéndose una paz para el respeto del derecho de todos, fundada, tanto en el orden material como en el espiritual, y no en la voluntad de un conjunto de hombres nefastos que pretenden imponerse por la fuerza bruta, atropellando las instituciones de los Estados y la Soberanía de los Pueblos. COMPAÑEROS: En nombre de tanta y tanta sangre derramada en los campos de batalla para defender el sufragio y las Libertades del Pueblo hoy amenazadas, os invitamos a unir vuestro esfuerzo con el nuestro, para evitar a nuestra Patria muchos días de desgracia y de dolor. General de División.
Jesús M. Aguirre.
Índice de El escobarismo Testimonios del general Antonio I.Villarreal Tercer apéndice Biblioteca Virtual Antorcha