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Primera parte

CAPÍTULO VII

MI VIAJE A WASHINGTON. APREHENSIÓN DE SÁNCHEZ AZCONA. MI ACEPTACIÓN DE LA AGENCIA CONFIDENCIAL


En Washington estaba como agente confidencial de la revolución el señor Gustavo Madero, el señor don Juan Sánchez Azcona como secretario y don Ernesto Fernández Arteaga como agregado a esta comisión, sin que yo supiera en particular a qué clase de trabajos se dedicaban, aunque nos visitábamos con relativa frecuencia.

Una noche fue aprehendido en Washington el señor Sánchez Azcona a petición del gobierno de México, e internado en la prisión del lugar, en donde permaneció más de cincuenta días. Durante su reclusión nadie lo visitó, según mis recuerdos, excepción hecha de unos estudiantes amigos míos (los señores Pedro y Manuel Requena, un estudiante Díaz, de Puerto Rico), mi hijo Francisco y yo. Recuerdo que en alguna de mis subsecuentes visitas se quejó Sánchez Azcona de que al señor Gustavo Madero le había escrito una carta cuya contestación me dió a leer y en ella se le decía que múltiples ocupaciones impedían hacer algo en su favor, pero que ya había encargado su defensa a la firma Hopkins & Hopkins, lo cual me constaba ser cierto, porque con este motivo visitaba yo al señor Hopkins. El jurado absolvió al señor Azcona después de un día de trabajos, y a las cinco de la tarde salimos de la Corte. Inmediatamente telegrafié a mi señora, comunicándole la libertad del preso, a fin de que Se lo participara a la esposa del señor Sánchez Azcona, para tranquilizarla.

Al día siguiente arreglé mi viaje para ir a reunirme con mi familia, y conmigo se fue el señor Sánchez Azcona, llegando a San Antonio el primero de febrero de 1911.

Al día siguiente me vió el señor licenciado don Federico González Garza, diciéndome que el señor Madero, que estaba en Dallas, deseaba conferenciar conmigo, y como él no podía venir a San Antonio ni yo ir a Dallas, porque podía seguirme la policía y aprehender al señor Madero, quedamos en que nuestra entrevista sería en un lugar intermedio; pero al día siguiente volvió el señor González Garza y me dijo que don Abraham González había llamado urgentemente al señor Madero y que éste había salido de Dallas para El Paso, de donde fué llamado; pero que me encarecía fuera yo a verlo allá. Al día siguiente (4 de febrero) salí de San Antonio, llegando a El Paso el día 5 a las cinco y media de la tarde, habiéndome encontrado con que las azoteas de las casas estaban llenas de gente, así como las calles, presenciando el tiroteo que sostenían las fuerzas de Orozco con los federales que defendían Ciudad Juárez.

Esa misma noche tuve la primera conferencia con el señor Madero, y el día 6 la segunda. En ellas volvió a insistir en que yo tomara parte en la revolución, a lo cual accedí con la condición de que se organizaran los trabajos, y así se hizo. Convinimos también en que yo me volvería a Washington como agente confidencial, y que él permanecería en los Estados Unidos hasta tomar una plaza fronteriza, que sería la de Ojinaga, por encontrarse en aquel entonces casi desguarnecida. En estas condiciones, regresé a San Antonio, y antes de salir para Washington, recibí una carta en la que me decía el señor Madero que como la policía americana lo perseguía muy de cerca, se había visto obligado a internarse en territorio mexicano. En esos mismos días escribí al señor Madero proponiéndole unas reformas al Plan de San Luis; pero esa carta, que iba dirigida al señor licenciado González Garza, nunca llegó a su destino, habiendo sabido más tarde que vino a poder del gobierno mexicano.

De la dicha organización resultaron designadas las siguientes personas:

Gustavo Madero, encargado de la Comisión de Hacienda;
Alfonso Madero, de la de Aprovisionamientos Militares;
Licenciado Emilio Vázquez Gómez, de la de Gobernación, cuya misión principal sería obtener todos los informes de la guerra, hacerlos conocer, a la vez que a los grupos de cada Estado, al señor Madero, así como las órdenes de éste a los diferentes grupos rebeldes.
Por último, y como ya dije, yo fuí nombrado agente confidencial en Washington.

He aquí el texto de dos de los nombramientos que obran en mi poder:

Un sello con el escudo nacional y que dice:

Gobierno provisional de la República Mexicana.

En uso de las facultades de que me hallo investido como Presidente provisional de la República Mexicana, he tenido a bien extender el presente nombramiento de jefe de la Comisión de Gobernación, a favor del señor licenciado Emilio Vázquez Gómez.

Esta comisión se encargará de concentrar todas las noticias que se tengan de la guerra, así como de los demás departamentos, a fin de servirles de intermediario entre sí y con el Presidente provisional, a fin de trasmitir las órdenes y facilitar a cada departamento los datos que necesite para el desempeño de sus funciones.

SUFRAGIO EFECTIVO. NO REELECCIÓN.
Márgenes del Río Bravo, en territorio nacional, a 8 de febrero de 1911.
El Presidente provisional, jefe de la insurrección, Francisco I. Madero. Rúbrica.
El secretario general, Fed. González Garza. Rúbrica.
Al licenciado Emilio Vázquez Gómez.


Un sello con el escudo nacional y que dice:

Gobierno provisional de la República Mexicana.

En nombre de la República y en uso de las facultades de que me hallo investido, conforme al Plan de San Luis Potosí, de 5 de octubre del año próximo pasado, y atendiendo al patriotismo de usted, tengo a bien conferirle la misión de notificar al gobierno de los Estados Unidos de América la insurreción nacional y negociar que le reconozca el derecho de beligerancia y, en su oportunidad el reconocimiento del gobierno provisional de ella emanado, como único legítimo, teniendo usted plenos poderes para hacer las gestiones que estime eficaces para aquel objeto, sin más restricción que la de sujetarse en todos sus actos y pactos, a las prescripciones universalmente reconocidas en el Derecho Internacional Público; en el concepto de que para los efectos de la jerarquía y demás consiguientes, el gobierno provisional de la República, reconoce a usted el carácter de enviado confidencial para representar al mismo ante el gobierno americano.

Lo que comunico a usted para su satisfacción fines consiguientes.

SUFRAGIO EFECTIVO. NO REELECCIÓN.
Guadalupe, distrito de Bravos, Chihuahua, México, a 15 de febrero de 1911.
El C. Presidente provisional, jefe de la insurrección.
Francisco I. Madero. Rúbrica.
El C. secretario general, Fed. González Garza. Rúbrica.
Al doctor Francisco Vázquez Gómez.


El 20 de febrero de 1911 llegué a Washington a hacerme cargo de la Agencia Confidencial, y el señor Gustavo Madero, que antes desempeñaba esa comisión, me entregó como único archivo: un convenio con el señor S. G. Hopkins, que traduzco en seguida, los informes que de dicho señor había obtenido de la Agencia A. J. Peyton, de Nueva York, y dos nombramientos de comisiones encargadas de conseguir dinero.

A propósito: el señor Sánchez Azcona dijo hace algún tiempo en un artículo de periódico, que él me había entregado en Washington, por escrito, la Agencia Confidencial, lo cual es un error o un olvido, porque yo acepté dicha comisión en El Paso, sin otro testigo que el señor don Abraham González, único que asistió a nuestras conferencias; y mientras el señor Azcona estaba todavía en San Antonio, el señor Gustavo Madero me entregó en Washington el archivo consistente en los papeles de que antes hablé, los cuales copio, con excepción de las referencias confidenciales que acerca del señor Hopkins proporcionó la Agencia Peyton de Nueva York, las cuales no tienen importancia para el objeto de estas Memorias. He aquí los documentos:

Recibí de G. A. Madero, agente confidencial del gobierno provisional de la República de México, un documento cuya copia es adjunta, por virtud de la cual el mencionado gobierno entregará en bonos de la primera emisión la cantidad de cincuenta mil dólares ($50,000.00) U. S. C. (moneda americana). Estos cincuenta mil dólares ($50,000.00) en bonos es aceptada por el suscrito como pago de dicho gobierno por sus servicios hasta la fecha. El suscrito se obliga a continuar prestando sus servicios en favor del mencionado gobierno o de sus representantes, como consejero, hasta la terminación de la presente revolución. En caso de que el gobierno provisional no sea reconocido o establecido en el poder, por su inhabilidad para suceder al actual gobierno de Díaz, las obligaciones contenidas en este documento serán consideradas nulas y sin valor.

S. G. Bopk:ins.
Testigos: N. H. Brantty. N. H. Robbins.

Este documento, como se ve, no tiene fecha ni dice el lugar en que se firmó, aunque debe suponerse que fue en Washington. La carta siguiente que me fue entregada por Gustavo Madero días después de haberme hecho cargo de la Agencia Confidencial, quita toda duda acerca de este particular:

Washington, 24 de febrero de 1911.
Sr. G. A. Madero.
Hotel Arlington.
Washington.

Estimado señor:

Con referencia al compromiso de usted, fecha 18 del corriente, bajo los términos del cual el gobierno provisional debía pagarme la suma de $50,000 U. S. C. en bonos de la primera emisión que se haría; en vista de las circunstancias, he decidido destruir aquel convenio y preparar uno nuevo, copia del cual va adjunta en memorándum incluído en ésta. En otras palabras, el nuevo convenio que acompaña a esta carta es un sustituto del fechado el 18 del corriente, el cual, como he dicho antes, ha sido destruído y puede considerarse como nulo en todos los respectos. Lealmente suyo,

S. G. Hopkins.

El memorándum a que se refiere la carta, dice:

Memorándum de convenio.

En virtud de la autoridad de que me encuentro investido por virtud del decreto de Francisco I. Madero, Presidente del gobierno provisional de México, fechado en enero de 1911, por el presente, prometo y convengo por y a nombre del mencionado gobierno provisional, en consideración a los servicios prestados y que pueda prestar Sherburne G. Hopkins, como consejero de aquel gobierno y sus representantes en los Estados Unidos, a pagarle al dicho Sherburne G. Hopkins, o a su orden, la suma de cincuenta mil dólares, oro americano ($50,000) en bonos, al valor nominal de los mismos del antes mencionado gobierno provisional, debiendo ser entregados dentro de los treinta días siguientes a la primera emisión. Estos bonos serán redimidos a la par en oro americano o su equivalente, por el supradicho gobierno provisional o su sucesor dentro de diez y ocho meses, después que haya sido establecido como gobierno de facto y de jure de los Estados Unidos Mexicanos.

Dado en Washington, D. C., a los 24 días de febrero de 1911.
Firmado:
Gustavo A. Madero. Agente confidencial del gobierno provisional de México.

El decreto a que se hace referencia es el número uno, aunque en él no se menciona al señor Gustavo A. Madero; por eso creo que este convenio debe haberlo hecho el señor Madero como jefe de la Comisión de Hacienda, según se dijo en otro lugar.

Los nombramientos son los siguientes:

Un sello con el escudo nacional y que dice:

Gobierno provisional de la República Mexicana.

En virtud de las facultades de que me encuentro investido como Presidente provisional de la República Mexicana, faculto a los CC. Abraham González, Alfonso Madero y licenciado Federico González Garza, para que conjuntamente emitan un empréstito hasta por un millón de dólares, por medio de bonos o billetes al portador, cuya amortización se hará, de preferencia, dentro del año siguiente al triunfo de la revolución.

Márgenes del Río Bravo, en territorio nacional, a 28 de enero de 1911.
El Presidente provisional, jefe de la insurrección,
Francisco I. Madero. Rúbrica.
El Secretario general,
Fed. González Garza. Rúbrica.

En la fecha citada los firmantes estaban todavía en los Estados Unidos.

Un sello con el escudo nacional y que dice:

Gobierno provisional de la República Mexicana.

Decreto N° 1.

En virtud de las facultades de que estoy investido como Presidente provisional de México, he tenido a bien nombrar una comisión compuesta de los CC. Alfonso Madero, licenciado Federico González Garza y licenciado Adrián Aguirre Benavides, para que obtengan un empréstito hasta de un millón de pesos, oro americano, para los gastos del gobierno provisional. Al efecto, podrán emitir todos los bonos o billetes necesarios para el objeto, cuyos bonos o billetes serán amortizados dentro de un año después que el gobierno provisional se establezca de hecho en los Estados Unidos Méxicanos. La mencionada comisión o la mayoría de sus miembros están autorizados y tienen el poder suficiente para hacer todo lo necesario al cumplimiento de su cometido.

SUFRAGIO EFECTIVO. NO REELECCIÓN.
Dado en Guadalupe, distrito de Bravos, Chih., México, el día 15 de febrero de 1911.
El Presidente,
Francisco I. Madero. Rúbrica.
El secretario general,
Fed. González Garza. Rúbrica.

Para estas fechas creo que el señor Madero había pasado a territorio nacional, después de nuestras conferencias en El Paso, Texas.

Tal parece que las comisiones de que hablan los documentos antes transcritos, fueron independientes de la comisión encargada al señor Gustavo A. Madero.

He transcrito estos documentos por mera curiosidad histórica, pues aunque se tuvo el propósito de emitir bonos para financiar la revolución, la verdad es que nunca se llegó a formalizar el asunto, porque ni siquiera se llegaron a imprimir dichos bonos o billetes. Al menos esto es lo que me consta; pues aunque el señor Sánchez Azcona, con fecha 23 de marzo y por instrucciones mías escribió una carta al señor Gustavo Madero, mandándole los modelos de dibujo para los bonos, tengo la convicción de que no se hicieron, porque precisamente el 24 de marzo, el señor Gustavo Madero pasó por Washington para el sur, llevando mi carta de 20 de marzo al jefe de la revolución, como se verá después. Y hago constar este hecho, porque en México es muy común la creencia de que nuestras revoluciones, desgraciadamente frecuentes, son financiadas por los americanos del norte, y esta acusación se lanzó también contra de la revolución de 1910. Por lo que hace al compromiso contraído con el señor Hopkins, entiendo que se le pagó la cantidad convenida, aunque no me consta.

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