Índice de Crónicas y debates de la Soberana Convención Revolucionaria Recopilación de Florencio Barrera FuentesSegunda parte de la sesión del 6 de febrero de 1915 Segunda parte de la Sesión del 8 de febrero de 1915Biblioteca Virtual Antorcha

CRÓNICAS Y DEBATES
DE LAS SESIONES DE LA
SOBERANA CONVENCIÓN REVOLUCIONARIA

Compilador: Florencio Barrera Fuentes

SESIÓN DEL 8 DE FEBRERO DE 1915 CELEBRADA EN CUERNAVACA, MORELOS
Primera parte

Presidencia del C. Delegado Otilio Montaño


SUMARIO

Lectura y aprobación del acta de la sesión anterior.- Oficios.- Memorial del ciudadano coronel E. Santos Coy.- Proposiciones: del ciudadano Palacios Moreno y del ciudadano F. Cuervo Martínez.- Se aprueban en lo particular las proposiciones de la segunda a la sexta del dictamen subscripto por la Comisión Agraria.

Reunidos en número competente los delegados a la Soberana Convención Revolucionaria, a las cinco y diez minutos de la tarde, se abrió la sesión.

El ciudadano secretario Lecona dio cuenta. con el acta de la sesión celebrada el día 6 del presente mes, y puesta a discusión, sin debate, fue aprobada en votación económica.

A continuación, el mismo secretario dio cuenta con los oficios que en seguida se expresan:

Del ciudadano oficial mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en funciones de subsecretario, transcribiendo el acuerdo que el ciudadano Presidente de la Soberana Convención Revolucionaria le dirigió, relativo a que el tesorero de la Federación no deberá pagar en lo sucesivo sino un solo sueldo a cada persona aunque ésta desempeñe diferentes empleos o comisiones. De enterado y archívese.

De la Secretaría de Hacienda y Crédito Público:

Con objeto de formar el Presupuesto de Egresos, ruego a usted se sirva proporcionar a esta Secretaría una relación completa del personal de la Soberana Convención Revolucionaria, así como el importe de los gastos de oficio y extraordinarios que mensualmente se puedan necesitar.

Anticipándole a usted mis agradecimientos, tengo el honor de protestar a usted las seguridades de mi atenta consideración.

Constitución y Reformas.
Cuernavaca, febrero 6 de 1915.
El Oficial Mayor en funciones de Subsecretario Encargado del Despacho.
Manuel Padilla (rúbrica)

Al ciudadano secretario de la Soberana Convención Revolucionaria.
Presente.

De enterado y a la Comisión de Hacienda, para que proceda a la formación del presupuesto correspondiente.

Del ciudadado coronel E. Santos Coy.

El que subscribe, miembro de esta Soberana Convención, ante la misma, respetuosamente expone: que encontrándose en delicado estado de salud, para conseguir el alivio de la cual requiere someterse a un tratamiento tan enérgico como inmediato y el que seguramente lo obtendrá eficaz en el extranjero, solicita de vuestra honorabilidad el permiso consiguiente para salir del país, con el objeto indicado, y también para aprovechar su viaje desempeñando una urgente comisión que el Ejecutivo le tiene confiada.

En tal virtud, no duda que vuestra honorabilidad se servirá concederle el permiso de que se trata.

Cuernavaca, Mor., febrero 6 de 1915.
Coronel E. Santos Coy.

A la Soberana Convención Revolucionaria.
Presente.

A la Comisión de Peticiones.

En seguida, el ciudadano secretario dio lectura al siguiente Proyecto de Decreto:

Considerando que el personal con que cuentan actualmente las Secretarías de Estado es demasiado numeroso, por lo que a jefes se refiere, y en vista de que la práctica en estos últimos tiempos ha demostrado que el Oficial Mayor ha podido despachar los asuntos relativos a cada Secretaría, propongo a la Soberana Asamblea que expida el siguiente

DECRETO

Unico.- Se suprimen las Subsecretarías de Estado y del Despacho del Poder Ejecutivo de la Federación, y las funciones que le estaban encomendadas, pasen a desempeñarlas los Oficiales Mayores de las propias Secretarías.

Transcríbase al Ejecutivo, para su publicación y cumplimiento.

Cuernavaca, 8 de febrero de 1915.
Genaro Palacios Moreno.

A la Comisión de Gobernación.

Del ciudadano general Felipe Barrios.
Telegrama recibido en Cuernavaca.
Número 1, Iguala 6, Cuernavaca.
Delegado Ezequiel Catalán.

Ciudadano general Jesús H. Salgado, en telegrama que me dirige de Chilpancingo fechado ayer, dice lo siguiente:

Refiriéndome al mensaje del delegado Ezequiel Catalán, la plaza de Tixtla y Chilapa está controlada por fuerzas de mi mando. Mariscal es carrancista. Ignórase su paradero.

Y lo transcribo a usted para su conocimiento, suplicándole se sirva informar a esta comandancia acontecimientos de la capital, para hacerlo del conocimiento de la superioridad.

El Comandante Militar de la Plaza.
General Felipe Barrios.

A las Comisiones de Guerra y Gobernación.

Del C. E. Catalán M.
A las Comisiones Unidas de Guerra y Gobernación.
Soberana Convención Revolucionaria.

El subscripto, Presidente de la Comisión que debía ir al Estado de Guerrero a conferenciar con los elementos disidentes levantados en armas como facción organizada en esa región, expone: que el ciudadano general Emiliano Zapata, en su viaje a esta ciudad, al tener conocimiento del acuerdo tomado por la Convención, se sirvió manifestar al infrascrito que a causa de los últimos combates habidos en las ciudades de Chilpancingo, Chilapa, Tixtla y otras del mismo Estado, las partidas carrancistas que formaban la facción de Julián Blanco, se han dispersado y, en consecuencia, los elementos disidentes de la Convención carecen por el momento de importancia, y el mismo general opina que las gestiones de la Comisión designada por la Asamblea resultarían en perjuicio de la causa que ella defiende, pues darían oportunidad a esos elementos para organizarse, y, además, les prestaría el apoyo moral de que carecen, por lo cual me permito proponer a la Asamblea que adopte el siguiente acuerdo:

Unico.- Se deroga el acuerdo tomado por esta Asamblea, relativo al nombramiento de una Comisión que conferenciara con los elementos disidentes del Estado de Guerrero, a fin de celebrar un acuerdo con ellos.

Sala de sesiones de la Soberana Convención Revolucionaria.
Cuernavaca, 8 de febrero de 1915.
E. Catalán M.

La Mesa, por conducto de la Secretaría, pregunta a la H. Asamblea si considera de pronta y obvia resolución este asunto.

El C. Samper

Me parece que al comenzarse a leer la proposición del ciudadano Catalán, se dio primero lectura al trámite: a las Comisiones de Guerra y Gobernación. Suplico a la Secretaría se sirva leer el trámite que la Mesa ha dado.

El C. secretario

Pasó a las Comisiones de Gobernación y Guerra.

El C. Samper

¿A las Comisiones Unidas de Guerra y Gobernación?

El C. secretario

Tiene usted razón. Pasa a esas Comisiones; el ciudadano Catalán se dirige a ellas.

En seguida se dio cuenta con la siguiente proposición:

Soberana Convención Revolucionaria:

Dado que los militares en servicio activo del Ejército Convencionista debieron incorporarse al Ejército de la Convención cuando el enemigo ocupó la ciudad de México, y que, por tanto, aquellos militares que sin estar físicamente imposibilitados para hacerlo se quedaron en dicha ciudad, verdaderamente han desertado de las filas de dicho Ejército, propongo a la Asamblea que tome el siguiente

ACUERDO

Unico.- Dígase al ciudadano Encargado del Poder Ejecutivo que corra las órdenes respectivas, a fin de que sean dados de baja y mandados procesar todos aquellos militares que sin estar físicamente imposibilitados para marchar, hayan permanecido en la ciudad de México después de la toma de ella por el enemigo.

Cuernavaca, 8 de febrero de 1915.
Genaro Palacios Moreno.

A la Comisión de Guerra.

Igualmente se dio cuenta con otra propo~ición subscripta por el mismo señor delegado Palacios Moreno, a fin de que se nombre en comisión a los ciudadanos Luis Zubiría y Campa, Ignacio Borrego y Francisco R. Velázquez, para que formulen el reglamento interior de la Convención Soberana.

A la Comisión de Peticiones.

El C. Nieto

Hay un acuerdo anterior, tomado en México, precisamente en ese mismo sentido, es decir, en el de que se nombre una comisión, y ésta ya está nombrada; nada más hay que hacerle una excitativa.

El C. secretario

Lo tendrá presente la Comisión.

Señor Presidente de la Soberana Convención:

Considerando que un Gobierno honrado y consciente de sus deberes y atribuciones, debe velar atentamente por las condiciones sociales, por la cultura y moralidad de sus gobernados;

Que esta cultura y esta moralidad deben iniciarse en los bancos de las escuelas primarias, instruyendo y educando a la generación que surge y se levanta;

Que es tiempo ya de que vayan cristalizando los ideales que la Revolución trae inscritos en su gloriosa bandera, siendo uno de esos ideales la instrucción de las masas, la más poderosa palanca para la regeneración y progreso de los pueblos, y, por último;

que la ignorancia es el más serio obstáculo para la efectividad de las leyes y para la realización de los ideales revolucionarios, me permito proponer a la H. Convención, lo siguiente:

1. Diríjase atenta nota al Ejecutivo, para que ordene a quien corresponda sean abiertas las escuelas primarias elementales y superiores ya existentes en esta ciudad, y se establezcan otras nuevas, si fuere necesario, en vista del censo escolar de la población.

2. Que ordene al Encargado del Despacho de Instrucción Pública, haga funcionar las escuelas de los distritos de este Estado ya establecidas, y

3. Que disponga la creación de escuelas de instrucción rudimentaria en todos aquellos lugares del Estado CUya población escolar no sea menor de 30 alumnos, nombrando al efecto el competente número de comisionados par que las establezcan y las vigilen, una vez establecidas.

Cuernavaca, febrero_ 5 de 1915.
F. Cuervo Martínez (rúbrica).

A la Comisión de Instrucción.

Se dio cuenta con el siguiente dictamen:

Soberana Convención Revolucionaria:

Los subscriptos, miembros de la Comisión de Gobernación, tienen la honra de informar a esta H. Asamblea que el Proyecto de Ley proponiendo que la Convención defina sus atribuciones declarándose Asamblea Legislativa para el período preconstitucional, no puede, por lo pronto, someterse a la discusión de la Asamblea, porque los autores de dicho proyecto somos los infrascritos y el tercer miembro de la Comislón, ciudadano José Casta, nos ha manifestado que se abstiene de dictaminar en el asunto.

A reserva de que se tome un acuerdo para solucionar la dificultad mencionada, dándose curso a tan importante iniciativa, ponemos el caso en conocimiento de la Asamblea para eximirnos de toda responsabilidad, por la demora de este asunto.

Cuernavaca, Mor., febrero 6 de 1915.
Genaro Palacios Moreno.
C. M. Samper.

La Mesa, en vista de la declaración anterior, se permite proponer a los ciudadanos Borrego, Soto y Gama y Contreras, como suplentes de la Comisión de Gobernación.

Está a discusión la proposición de la Mesa.

El C. Casta

Para una moción de orden, pido la palabra.

Estando pendiente de discusión el dictamen de la Comisión Agraria, creo que debe procederse en riguroso orden.

El C. Marines

Pido la palabra, para otra moción de orden. Creo conveniente que, sintiendo el eco de la opinión pública, que nos acusa de estar perdiendo el tiempo, no dediquemos atención ninguna a otros asuntos, aun cuando con ello infrinjamos el orden de cosas establecido en la Asamblea, y nos dediquemos exclusivamente a lo que atañe a toda la República, a la cuestión agraria, a asuntos de capital importancia, para tener qué responder a los que nos han comisionado, no contestándoles, como en el momento tendríamos que hacerlo, que nada hemos hecho, que todo se nos ha ido en alusiones personales, en puntillos de amor propio, que realmente son punibles en alto grado porque todos los puntillos de amor propío están muy por debajo de los intereses de la Patria. Yo creo que deben posponerse todos aquellos asuntos que no sean de capital importancia.

Por lo que se refiere a la Mesa y a los compañeros, les ruego que se abstengan de alusiones personales, y cuando por desgracia haya alguna y cuando alguien se sienta aludido, dé muestras de patriotismo no contestando dichas alusiones; para que de esta manera la Asamblea vaya al grano sin perder tiempo, porque realmente estamos ya fastidiados de oír esas discusiones sobre aclaraciones, hechos y alusiones personales, discusiones que ya no son más que puntillos de amor propio; así es que dejemos todo esto y vamos a trabajar.

El C. secretario

Continúa la discusión de la proposición de la Mesa, que es muy sencilla.

El C. Menchaca

Pido la palabra.

El C. secretario

Lo que se acaba de mencionar está en la orden del día, pero está en tercer lugar.

El C. Menchaca

Pido la palabra.

El C. presidente

No hay nada a discusión; en este momento se va a preguntar si se aprueba o no la proposición de la Mesa. (Voces: No está en la orden del día)

El C. secretario

Sí está en la orden del día.

El C. Menchaca

Para una aclaración. Yo creo que cuando un asunto no se ha terminado, la discusión de él debe figurar en la orden del día siguiente.

El C. presidente

Precisamente eso va a hacer la Mesa.

El C. secretario

La Mesa ordena a la Secretaría que pregunte a la Asamblea si permite que se altere la orden del día, es decir, que se pase al cuarto lugar el tercer punto, y entre como tercero lo siguiente: Discusión del dictamen sobre cuestión agraria. Los que estén por la negativa, por que no se altere la orden del día, sírvanse ponerse de pie. Se altera la orden del día.

(El C. secretario lee) Segunda. Para ese efecto, se constituirá en cada Municipio una Junta Agraria, que será nombrada por el voto de la mayoría de los vecinos del mismo Municipio.

Dicha Junta efectuará la distribución de los ejidos y de los terrenos de las haciendas, conforme a las disposiciones que preceden, prefiriendo siempre a los campesinos más necesitados, a los que proveerán de semillas e instrumentos de labranza, si por sí solos no pueden proporcionárselos.

Las autoridades superiores del Territorio, cuidarán, por lo mismo, de que no falten esos elementos a las Juntas locales.

Está a discusión en lo particular esta proposición. (Voces: Aprobada)

¿No hay quién haga uso de la palabra?

En votación económica se pregunta si está suficientemente discutida.

Los que estén por la negativa, sírvanse ponerse de pie. Suficientemente discutida.

Está a votación la segunda proposición, que dice así: (Leyó).

Las personas que no la aprueben, sírvanse ponerse de pie.

Aprobada la segunda proposición.

Tercera: Los labradores, al recoger la cosecha, devolverán a la Junta Agraria respectiva, el importe de las semillas que hayan recibido para la siembra, y pagarán, además, al Erario, una contribución que no exceda del tres por ciento del producto bruto.

Está a discusión. (Voces: Aprobada)

El C. Pérez Taylor

Pido la palabra, para una aclaración.

El C. presidente

Se suplica a los señores oradores del pro y del contra, que pasen a inscribirse.

El C. Pérez Taylor

Para preguntar atentamente a la Comisión Agraria, si el 3 por 100 es anual o mensual. (Una voz: No, hombre, no; es por una cosecha) (Risas)

El C. secretario

Continúa la discusión. ¿No hay quién haga uso de la palabra?

En votación económica se pregunta si se considera suficientemente discutida. Los que estén por la negativa, sírvanse ponerse de pie. Suficientemente discutida. Se recoge la votación de la tercera proposición, que dice: (Vuelve a leerla)

Los que estén por la negativa, sírvanse ponerse de pie.

Aprobada.

El C. secretario:

Cuarta: En caso de que las Juntas Agrarias no puedan proporcionar aperos y semovientes a todos y cada uno de los campesinos que los necesiten, proporcionará esos elementos a grupos de labriegos, a fin de que cada grupo utilice en común los útiles y las yuntas.

Continúa la discusión. ¿No hay quién pida la palabra?

En votación económica se pregunta si se considera suficientemente discutida esta proposición.

Los que estén por la negativa, que se sirvan ponerse de pie. Suficientemente discutida.

Se recoge la votación de la proposición cuarta, que dice: (Lee la proposición antes insertada).

Los que estén por la negativa, de pie. Aprobada.

Quinta: Estas disposiciones regirán en tanto que la Revolución acuerda definitivamente la confiscación, o la expropiación en su caso, de las propiedades del Territorio, así como el subsecuente reparto de esas tierras, de una manera definitiva.

Está a discusión. (Voces: Aprobada).

En votación económica se pregunta si se considera suficientemente discutida.

Los que estén por la negativa, de pie. Suficientemente discutida.

Se recoge la votación de la proposición quinta y última, que dice así: (Leyó la proposición).

Los que estén por la negativa, de pie. Aprobada. (Aplausos)

El C. Soto y Gama

Pido la palabra. (Voces: No hay nada a discusión)

El C. presidente

¿Para qué?

El C. Soto y Gama

Para una moción de orden.

El C. presidente

Con todo gusto.

El C. Soto y Gama

Los señores del contra ofrecieron presentar una adición relativa a los ingenios, y estamos esperando esa adición al Proyecto, ya que dijeron, y con mucha razón, que los ingenios no eran materia de repartición: así es que sería absurdo e ilógico, contrario al orden, que se aprobara ese Proyecto, porque queda trunco, queda cojo. ¿Qué va a hacer el Gobierno de Tepic con los ingenios, cómo los divide, divide rueda por rueda, tornillo por tornillo? Se necesita forzosamente presentar un proyecto; si los señores del contra no lo hacen, yo, como miembro de la coalisión, pediría permiso a la Presidencia para redactar una proposición complementaria que venga a completar el Proyecto.

El C. Nieto

Pido la palabra.

El C. presidente:

¿Para qué?

El C. Nieto

Para contestar una alusión hecha a los señores del contra. Yo fui del contra, y quiero explicar algo. El señor licenciado Soto y Gama dice que los señores del contra propusimos una adición: yo no lo recuerdo, lo soñaría el señor Soto y Gama; por lo demás, debo decir a ustedes que me extraña mucho que hasta ahora esté notando el señor Soto y Gama todas las deficiencias que tiene eso, cuando ayer se las hicimos ver.

El C. Marines

Tiene muchas.

El C. secretario

La Mesa, por conducto de la Secretaría, suplica al ciudadano delegado Soto y Gama, formule por escrito su proposición.

El C. Gavaldón

Pido la palabra.

El C. Casta

Pido la palabra, para una moción de orden y una aclaración.

El C. presidente

No hay nada a discusión.

El C. Casta

Es una moción de orden, señor presidente.

El C. presidente

Tiene usted la palabra.

El C. Casta

La proposición que va a subscribir el señor Soto y Gama es una nueva proposición, este asunto acaba de tener su discusión; por tal concepto, debe procederse a seguir el orden que marca esa hoja de orden del día; ésta es la moción de orden, que no se altere ya la orden del día, porque engendra una nueva proposición lo que va a firmar el señor Soto y Gama.

El C. presidente

La Mesa manifiesta al delegado que acaba de hablar, que es una adición que se relaciona con el Proyecto.

El C. Casta

¡Pero si no se ha consultado a la Asamblea! Esta es una nueva proposición.

El C. López

Señor presidente, pido la palabra, para una aclaración.

El C. secretario

La Mesa, por conducto de la Secretaría, suplica a esta Honorable Asamblea, se sirva escuchar la proposición que presenta el señor Soto y Gama; ustedes tendrán libertad para desecharla o no.

El C. Casta

Se altera la orden del día.

El C. secretario

No se altera, porque es una adición.

El C. Casta

Hay mucha parcialidad por parte de la Mesa; se han desechado proposiciones de pronta y obvia resolución y, con todo, vamos a dar entrada a una nueva proposición.

El C. presidente

Suplico a la Honorable Asamblea tenga la bondad de no violentarse; se va a presentar una proposición, todavía no se escucha, y creo que es muy justo percibir primero y después resolver, oir primero; la Asamblea está en su perfecto derecho de aprobar o desechar.

El C. López

Pido la palabra, para una moción de orden.

El C. presidente

No hay nada a discusión en este momento.

El C. López

Para una moción de orden.

El C. presidente

Acabo de manifestar que hay varias mociones de orden que se relacionan con el mismo objeto.

(El C. secretario lee la siguiente proposición adicional):

Los subscriptos, miembros de la Comisión Agraria, proponemos a la H. Convención la siguiente proposición adicional a su iniciativa sobre tierras en el Territorio de Tepic:

Sexta: Los Ayuntamientos tomarán posesión desde luego de los ingenios o moliendas de azúcar que radiquen en sus respectivos Municipios, y las utilidades líquidas que se obtengan, se dedicarán de toda preferencia a suministrar a los campesinos de la localidad las cantidades que sean necesarias para el sostenimiento de ellos y de sus familias hasta la próxima cosecha.

El C. Piña

¿Quién la firma?

El C. secretario

La Comisión.

El C. Piña

¿Constan los nombres?

El C. secretario

La Comisión.

(Los autores de la proposición adicional pasaron a la Mesa a subscribir dicha proposición)

El C. secretario

La Presidencia, por mi conducto, suplica a la Honorable Asamblea se sirva decir si se toma en consideración desde luego esta adición. (Voces: no)

Los que estén por la negativa, sírvanse ponerse de pie.

El C. Piña

No se toma en consideración. (Voces: sí se toma)

El C. secretario

Sí se toma en consideración.

El C. Piña

Que vuelva a preguntar la Secretaria, y pido la palabra para una aclaración, porque para orientar a la Asamblea, se necesita esa aclaración.

El C. presidente

Que la haga el autor de la proposición.

El C. Piña

¿Es decir que solamente el señor tiene el derecho de hacer una aclaración?

El C. presidente

¿Usted quiere hacer una aclaración respecto a esta proposición?

El C. Piña

Sí, señor; a reserva de pedir otra cosa.

El C. presidente

Pues el deber de la Mesa es preguntar a la Asamblea si es de aceptarse la proposición.

El C. Piña

Pido la palabra.

El C. presidente

¿Para qué, señor?

El C. Piña

Procede una aclaración, señor presidente, ya que su señoría no la ha hecho a la Asamblea, ya que ni los que la subscriben tampoco, ya que nadie la funda, es necesario que la Convención, los delegados, no nos manejen como instrumentos de la Presidencia.

El C. presidente

Por esa circunstancia, he concedido la palabra al señor Soto y Gama, puesto que usted se refiere a que debe fundarse esa proposición; por eso se le dice al señor Soto y 'Gama que haga uso de la palabra, para fundar la proposición que acaba de hacer.

El C. Piña

Es muy insidiosa lá indicación que hace la Presidencia; lo que usted quiere es que el señor Soto y Gama, autor del proyecto, y usted, también autor del proyecto, y casi todos los miembros de la Mesa, sean los que dirijan la sesión, los que en esta vez hagan las insinuaciones que convienen a sus intereses. Se ve mucha parcialidad, señor presidente, y con esto no se aprovecha nadie; tal parece que hay la intención de sacar a todo trance avante sus ideas.

El C. presidente

Por esa circunstancia, la Mesa ha manifestado ...

El C. Piña

Por último, señor presidente, me concreto a manifestar mi inconformidad absoluta con todos y cada uno de los actos personales de la Presidencia y los miembros autores de esa proposición, y me abstengo, asimismo, de tomar parte en los debates.

El C. Borrego

Para una moción de orden, pido la palabra.

El C. presidente

Voy a manifestarle al señor Piña, esto: que la Mesa, con todo respeto, consultó la opinión de la Asamblea, como la ha consultado siempre, y no es culpable absolutamente de que sea aceptada por mayoría.

El C. Piña

Pero, señor, es que usted, de una manera inconveniente, no acostumbrada, niega la palabra a las personas que tienen derecho de hablar. (Siseos)

Me la ha negado muchas veces, sólo porque no vamos a opinar de acuerdo con las ideas de usted.

El C. Borrego

Para una moción de orden, pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente

Tiene usted la palabra.

El C. Borrego

Señores delegados:

Es práctica parlamentaria, no sólo aquí en México, sino en todos aquellos pueblos donde existe el régimen parlamentario, que siempre que se presenta una adición o un proyecto, se conceda primeramente la palabra al autor de la iniciativa, para que funde su adición; eso es muy natural, eso es enteramente lógico.

¿Cómo vamos a poder resolver si se toma o no en consideración algo, si no hemos escuchado las razones, el motivo en que se basa la proposición?

Debemos encauzar el debate dando la palabra al autor o autores de la iniciativa, para que funden su proposición, y después, preguntando si se toma o no en consideración.

El C. presidente

La Mesa tiene el honor de manifestar al señor delegado que acaba de hacer uso de la palabra, que precisamente la misma Mesa optó por concederle la palabra al licenciado Soto y Gama, autor de la proposición; pero que se ha visto en el conflicto de ser interrumpido por el delegado señor Piña, y ha tenido forzosamente que contestarle; por esta circunstancia, no ha hecho uso de la palabra el señor delegado que la tiene en este momento; puede usted hacer uso de ella, señor delegado Soto y Gama.

El C. Soto y Gama

El punto a que se refiere mi proposición, había sido materia del debate; todos los oradores del contra y cuantos tenían de buena fe empeño en tratar este punto, decían que los ingenios no eran susceptibles de reparto, y esto nos puso en el caso de adicionar la proposición con ese agregado.

Los ingenios, en efecto, no se pueden repartir, porque equivaldría a despedazarlos, a triturarlos; por lo mismo, tienen razón los señores que así opinan; pero ello sí puede hacerse respecto de las utilidades de una fábrica, y entonces surgió esta idea: dejar a los Ayuntamientos respectivos que administren los ingenios, que los pongan en movimiento y que las utilidades sean las que se repartan.

En nuestro proyecto hablamos de semillas y aperos; pero se nos había olvidado de qué viven los campesinos, cómo viven los campesinos, principalmente los de los ingenios; los ingenios son grandes, producen en todas partes millones de pesos a sus poseedores, y esos poseedores van a ser ahora los mismos vecinos; es lógico suponer que en manos de los Ayuntamientos produzcan lo que producían en manos de sus propietarios; es decir, que hay allí un fondo suficiente para permitir la existencia de los campesinos y de sus familias.

El asunto es de obvia resolución; yo creo que la Presidencia, por un exceso de liberalidad que no entendió bien el señor Piña, preguntó si un asunto, sujeto ya a dictamen, debía tomarse en consideración, cuando esos asuntos que ya han pasado por el tamiz de una Comisión, jamás se sujetan a la pregunta estorbosa de si se toman en consideración, sino que directamente se ponen a discusión.

El C. Piña

¿Pero qué tiene que ver esto con todo aquello?

El C. Soto y Gama

Quiere decir que usted indicó que el presidente fue parcial en favor nuestro, y la verdad es que fue parcial en contra de la Comisión, porque sujetó a un trámite un dictamen que jamás debió sujetarse a la decisión de la Asamblea; debió haberse puesto a discusión inmediatamente; de suerte que fue parcial contra nosotros, y no hay necesidad de fundar una cosa en este sentido.

El C. presidente

Señor licenciado Soto y Gama: ¿Tiene usted la bondad de ocupar la Presidencia? (El ciudadano Soto y Gama pasó a ocupar la Presidencia)

El C. secretario

La Mesa, por conducto de la Secretaría, pregunta si en vista del informe del autor de la proposición, se toma o no en consideración.

Los que opinen que no se tome en consideración, sírvanse ponerse en pie.

Se toma en consideración.

Está a discusión la proposición sexta, que dice así:

Los subscriptos, miembros de la Comisión Agraria, proponen a la H. Convención, la siguiente proposición adicional a su iniciativa sobre tierras en el Territorio de Tepic:

Sexta. Las Juntas agrarias a que se refiere el artículo segundo anterior, tomarán posesión desde luego de los ingenios o moliendas de azúcar que radiquen en sus respectivos municipios, y las utilidades liquidas que se obtengan, se dedicarán de toda preferencia a suministrar a los campesinos de la localidad las cantidades que sean necesarias para el sostenimiento de ellos y de sus familias, hasta la próxima cosecha.

Sala de Comisiones de la Soberana Convención.
Cuernavaca, 8 de febrero de 1915.
O. E. Montaño (rúbrica).
A. Díaz Soto y Gama (rúbrica).
Fco. R. Velázquez (rúbrica).
J. Castro (rúbrica).

La Mesa ruega a los señores delegados que pasen a inscribirse en pro o en contra.

El C. Marines

Yo no participo de la influencia pesimista que se nota en estos momentos en una parte de la Asamblea; yo creo que en estos momentos se trata de la Patria, y hay que posponer todo resentimiento personal. Ya que no se me dejó tomar la palabra en contra de las cláusulas anteriores, que considero Que son discutibles, lo voy a hacer ahora.

No creo que deban ponerse en manos de los Ayuntamientos los ingenios, sino en poder de una Comisión que esté sujeta al castigo y no sea como los Ayuntamientos, que no tienen que dar cuentas sino hasta que terminen; porque creo que los Ayuntamientos, casi siempre, con raras excepciones, han robado, y seguirán robando. Yo creo que deben buscarse, con la linterna de Diógenes, hombres honrados que formen esta Comisión, que no tengan ningún cargo y que no sean militares, porque son los más ladrones; que no sean tampoco autoridades, sino que sean unos particulares a quienes se les exijan responsabilidades y a quienes se les exijan cuentas minuciosas; es decir, que el Ayuntamiento nombre administradores; pero no que el mismo Ayuntamiento meta las manos, porque allí donde el Ayuntamiento mete las manos, hay araños, hay manoteos; por esa razón me opongo a que sea el Ayuntamiento el que directamente administre los ingenios; quiero que sean personas honorables comisionadas por los Ayuntamientos.

El C. presidente

Tiene la palabra el ciudadano Méndez, en pro.

El C. Méndez

Señores delegados:

El ciudadano Marines, en realidad, no se ha opuesto al fondo que motivó el artículo sexto; está de acuerdo con el espíritu de él; tan sólo propone, en realidad, que se modifique, puesto que él acepta que los Ayuntamientos sean los que tengan a su cargo eso; pero quiere que no los administren directamente, es decir, quiere que se constituya alguna persona responsable del manejo de los ingenios aludidos; pero al señor Marines se le ha pasado, sin duda, que las Juntas agrarias de cada municipio, en este caso, serán las que vigilarán precisamente esa cuestión de los Ayuntamientos; de manera que, si la modificación cabe, debe ser en el sentido de que se excite a las Juntas agrarias para que tengan cuidado de que al tomar posesión el Ayuntamiento de tal o cual finca, sea administrada ésta por personas honorables, y, en caso contrario, sean exigidas las responsabilidades a aquellos que no se porten con honradez.

En realidad, no falta más que aclarar el punto, porque el ciudadano Marines, en el fondo, está de acuerdo en que los ingenios pasen a propiedad de los pueblos, para que sean repartidas justamente las utilidades de ellos; no quiere más que se aclare la manera cómo se van a regir esas utilidades y las responsabilidades que deben tener aquellos que las van a manejar; de manera que me permitiría suplicar a la Comisión reformara, en el sentido que el ciudadano Marines ha indicado, la cláusula a debate, porque en realidad la reforma es de concederse. ¿Quiénes van a ser los responsables de las deficiencias que pudiera haber en el manejo de los mencionados ingenios?

El C. Velázquez

Señores delegados:

La Comisión está enteramente de acuerdo en reformar la proposición en el sentido de que sean las Comisiones agrarias las que administren los ingenios, y no los Ayuntamientos.

El C. secretario

La Mesa, por conducto de la Secretaría, pregunta a la Asamblea si concede permiso a la mayoría de los miembros de la Comisión para reformar la proposición sexta, en el sentido de que sean las Juntas agrarias a que se refiere la cláusula segunda, las que tomen posesión de los ingenios.

Los que opinen que se conceda licencia a la Comisión para hacer la modificación indicada, sírvanse ponerse de pie.

Concedida la licencia.

El C. presidente

Tiene la palabra el ciudadano Piña.

El C. Piña

Ya no hay caso, señor, toda vez que usted no me concedió antes el uso de la palabra; esa adición está actualmente a discusión en lo general.

El C. presidente

Es solamente una adición, de manera que la discusión es en lo particular.

El C. Piña

Aunque sea un solo artículo, debe discutirse en lo general, y luego en lo particular, porque puede muy bien tratarse de la forma. Mi moción es que primero se discuta en lo general, es decir, la idea; una vez discutida la idea, se pasa a discutir en lo particular, y entonces sí procede la modificación; así no perdemos tanto tiempo.

El C. presidente

La Presidencia disiente de lo que dice el señor Piña; un solo artículo, no se puede discutir más que en lo particular, otra cosa seria llevar el debate a un desmenuzamiento espantoso.

El C. secretario

Continúa la discusión, con la modificación aprobada ya por la Asamblea, quedando el artículo en estos términos: (Lo leyó)

Está a discusión.

El C. Casta

Señores delegados:

Antes de entrar de lleno a impugnar este artículo, voy a hacer una pequeña digresión, ¿me lo permite la Mesa?

El C. presidente

Usted tiene la palabra.

El C. Casta

Como voy a hacer una digresión, se me podría atacar.

El C. secretario

La Mesa, por conducto de la Secretaría, pregunta a la Asamblea si concede licencia al ciudadano Casta, para hacer una digresión. Los que estén por la afirmativa, de pie. (Voces: Sí, sí)

Se autoriza.

El C. Casta

Protesto contra lo que acaba de hacer el ciudadano secretario Palacios Moreno. Sin consulta de la Presidencia, ha hecho eso.

El C. presidente

No, se lo he dicho yo.

El C. Casta

Mi digresión consiste, señores, en lo siguiente:

Hemos aceptado los artículos de esta ley, o como quiera llamarse, exclusivamente por no hacer perder el tiempo, porque lo llevábamos perdido; amén de que se aceptó todo, pues habiendo aceptado el primer artículo, todos los demás no son más que corolarios; así es que quiero hacer sentar el hecho de que varios compañeros que hablamos ayer en el contra, no nos hacemos responsables de los efectos que surta esta ley. Hecha la digresión, voy a entrar al debate de este artículo.

Decía en un principio: Los Ayuntamientos; ahora dice: Las Juntas Agrarias a que se refiere el artículo primero, tomarán, etc. Admirable está el articulito (risas).

Los Ayuntamientos, ahora dice: Las Juntas Agrarias, con la excepción de que el señor Marines llama la atención de que en los Ayuntamientos hay pocos hombres honrados. Las Juntas agrarias son más honradas, así es que queda más o menos lo mismo, en mi concepto; pero ya se me figura que los ingenios están listos para trabajar, con todos los materiales, y que nada más las Juntas agrarias entran en posesión de aquellos ingenios, van a elaborar el azúcar, la van a realizar, y luego venga el reparto de dineros, que son necesarios para el sostenimiento de los campesinos y de sus familias.

Fíjese bien la Asamblea en lo tonto, en lo absurdo que es este artículo (risas), porque no se prevé el caso de saber en qué estado se encuentran los ingenios; si van a repartir las tierras, naturalmente van a repartir el azúcar o la caña.

Yo creo que es necesario que partan de una base sólida estos señores, para que formulen un artículo más concienzudo.

Todavía apoya más todo lo que dije respecto de que la Comisión agraria dictaminó sin conocimiento de causa, el hecho de que olvidó un punto esencialísimo y ahora que lo recuerda viene a subsanar el error; pero lo hace tan mal que, ¡sabe Dios qué consecuencias va a tener esto! porque, al tratar respecto de los ingenios, no lo ha hecho de manera sólida, previendo el caso del estado en que se encuentren esos ingenios, si están o no intervenidos, porque por el telegrama del señor Buelna, sabemos que algunas haciendas están intervenidas por el señor Dosal, pero no sabemos si en esas haciendas hay ingenios y vamos a cometer una arbitrariedad al querer que vengan esos ingenios a poder de las Juntas agrarias. ¿Qué, acaso sabemos si en esas haciendas están esos ingenios?

Yo suplicaría atentamente a la Comisión agraria, que estudie un poco más estos puntos, y si acepta que se tomen algunas providencias sobre las moliendas o sobre los ingenios, que lo haga en otra forma, pero no así.

Las Juntas Agrarias a que se refieren los artículos anteriores, tomarán posesión desde luego; fíjese bien la Comisión agraria en este punto.

Así, pues, señores delegados, fijándose bien en el sentido general de este artículo, está bien que se prevenga sobre los ingenios; pero no que se ordene. Por mi parte, señores, aun cuando mis palabras, desgraciadamente, no han sido oídas en los primeros debates de este dictamen, suplico se sirvan fijar siquiera un poco de atención en esto, que es bastante importante.

Índice de Crónicas y debates de la Soberana Convención Revolucionaria Recopilación de Florencio Barrera FuentesSegunda parte de la sesión del 6 de febrero de 1915 Segunda parte de la Sesión del 8 de febrero de 1915Biblioteca Virtual Antorcha