Indice de Entrevista a Rosendo Salazar por Píndaro Urióstegui Miranda Su labor periodística. El anarcosindicalismo La obra revolucionaria hasta nuestros díasBiblioteca Virtual Antorcha

ENTREVISTA
A ROSENDO SALAZAR

Píndaro Urióstegui Miranda


LOS IDEALES DE LA CASA DEL OBRERO MUNDIAL.
LA CONSTITUCIÓN DE 1917 Y LA PRIMERA LEY FEDERAL DEL TRABAJO

PREGUNTA
¿Y en el Congreso Constituyente de 1916-1917, ustedes tuvieron voceros dentro?

RESPUESTA
Fuimos marginados, pues Carranza tenia de nosotros una mala opinión por la huelga de agosto de 1916.

PREGUNTA
¿En la Constitución, ya terminada, de 1917, no encontraron ustedes en su articulado plasmadas las aspiraciones e ideales de la Casa del Obrero Mundial?

RESPUESTA
Desde luego que si satisfizo nuestros deseos constructivos, aunque nos hallábamos bajo la presión de los acontecimientos. Teníamos que salvar de un proceso ominoso principalmente a Ernesto Velasco que estaba condenado a muerte; para esto insistimos ante don Venustiano por medio de telegramas, manifestaciones y otras publicaciones; hubiera sido una barbaridad que no hubiera atendido esos clamores en defensa del derecho de huelga.

Pero es evidente que la Constitución sí respondía a nuestras exigencias; en el Constituyente surgieron voces de revolucionarios activos que nos tomaron en cuenta e hicieron referencia a los derechos de asociación sindical, de manifestación pública, de huelga, de participación en las utilidades, de seguridad y otros, con los cuales se logró incorporar a la clase obrera al progreso económico.

PREGUNTA
¿Cuál fue la opinión de ustedes sobre el Artículo 123?

RESPUESTA
Favorable en lo general; sobre todo porque Carranza, no obstante su política no obrerista, determinó que la Constitución promulgada el 5 de febrero de 1917 entrase en vigor el día Primero de Mayo.

¿Con qué idea se hizo esto, no con la idea maravillosa de poner en las manos del proletariado nacional la vigencia de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, simbólicamente, el Primero de Mayo?

Desde entonces, para mí, aunque no se dé la atención que el caso merece, nuestro Primero de Mayo no es ya simplemente recordación de los mártires de Chicago, nuestros compañeros de Cananea y nuestros mártires de Río Blanco, sino un Primero de Mayo Constitucionalista, puesto que de esta época arranca la vigencia de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; puesta dicha vigencia en manos de los trabajadores con el deliberado propósito de que éstos tengan una carta del trabajo.

Así como Francia, en la primera de sus Cartas Magnas, tuvo el honor de consagrar los inmortales derechos del hombre, así la Revolución Mexicana tendrá el legítimo orgullo de mostrar al mundo que es la primera en consignar en una Constitución los sagrados derechos de los obreros (Alfonso Cravioto, diputado constituyente).

Cravioto, poeta y con mucho sentido del momento que vivía, trabajó esa declaración y la pronunció en la tribuna del Congreso Constituyente al quedar aprobado el Artículo 123.

PREGUNTA
¿Y cuándo surge la primera Ley Federal del Trabajo, cuál fue la opinión de los viejos dirigentes de la Casa del Obrero Mundial?

RESPUESTA
Ya para el año de 1931 en que se elaboró esa Ley del Trabajo, reglamentaria del Artículo 123 constitucional, no existía la Casa del Obrero Mundial. La clase trabajadora estaba en otro período de su evolución crítica constructiva. La situación era otra; real y positivamente se había avanzado en número hasta en hechos; la conciencia obrera estaba más clara. Todos asentimos en que esa Ley era una conquista obrera y de la Revolución. Nuestro reconocimiento se polarizó hacia Carlos L. Gracidas, Froylán C. Manjarrez, Héctor Victoria y Heriberto Jara, quienes pelearon porque se formulara, a pesar de los licenciados, un título, un artículo que definiera palmariamente los derechos obreros.

Estos -se dijo- tomaron las armas para ir en defensa de sus prerrogativas; por tanto, nos exigen que hagamos un esfuerzo por tener un artículo especial o un título especial en la Constitución, aunque sea en forma defectuosa; les parezca o no les parezca a los señores de la derecha.

Tales palabras se pronunciaron allí, viendo hacia donde se encontraban esos adversarios, Palavicini y demás.

Indice de Entrevista a Rosendo Salazar por Píndaro Urióstegui Miranda Su labor periodística. El anarcosindicalismo La obra revolucionaria hasta nuestros díasBiblioteca Virtual Antorcha