Presentación

La obra que aquí presentamos, Cartas de relación de Hernán Cortés, es un conjunto de documentos de enorme valor histórico cuya lectura nos conlleva a un mejor entendimiento del proceso conocido con el nombre de conquista de México.

Junto a la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, de Bernal Díaz del Castillo, las Cartas de relación devienen en el complemento ideal para que el lector pueda formarse una idea global de ese tortuoso, enredado, laberíntico y dolorosísimo proceso.

Documentos mediante los cuales Hernán Cortés buscaba agraciarse el apoyo de la Corona española, adquieren importancia en la medida en que se constituyen en puntuales relatos de acontecimientos históricos de gran trascendencia aunque, y cabe señalarlo, ese recuento plagado de exageraciones sin fin, adquiere, curiosamente, más veracidad en la medida en que más exagerado es.

En efecto, el criterio de cruzada que ideológicamente sirve de base a Cortés en su campaña conquistadora, criterio claramente manifiesto en los documentos que conforman el presente volumen, nos obligan a compararlo con las crónicas que de las cruzadas hicieron afamados historiadores medievales, crónicas que, también, exageraban la nota hasta decir basta. Por ejemplo, cuando se abordan los relatos referentes a combates o batallas, llega a hacerse mención, tanto por Cortés como por los historiadores medievales, de ejércitos numerosísimos y, por ende, de batallas épicas con cientos de miles de combatientes, cuando todo apunta a suponer que en la realidad no habrán pasado de centenas de soldados por bando, si no es que sólo decenas. Pero es precisamente por estas exageraciones, que las cartas que Hernan Cortés envía a la máxima representación de la Corona hispana adquieren, ¡oh contradicción!, credibilidad.

A través de la lectura de estas joyas documentales descubrimos en Hernán Cortés no sólo a un valeroso guerrero e inteligente estratega militar, sino también a un gran político, con la suficiente visión y olfato como para percatarse de la potencialidad que representaba el control de los territorios conquistados y, por supuesto de los que aún faltaban por conquistar.

Cortés no se chupaba el dedo y estaba plenamente consciente de que conforme se fuesen conquistando comunidades y territorios, iba, paralelamente gestándose una auténtica lucha política en el interior de las fuerzas conquistadoras, conformándose agrupaciones político-militares que desarrollaban un auténtico grillerio. En parte, el envío por Hernán Cortés de estas cartas a la Corona hispana buscaba no sólo protección y ayuda, sino lograr la simpatía y confianza necesaria que le permitiese prácticamente hacer y deshacer en los territorios conquistados.

Interesantes resultan los lloros y lamentaciones de Cortés al notar que sus súplicas no eran atendidas por la Corona con la diligencia y rapidez que requería, así como los chismes vertidos en contra de sus enemigos y también las justificaciones esgrimidas en su favor.

En fin, no dudamos de que las Cartas de relación de Hernán Cortés, devengan en útiles documentos para todo aquel interesado en la conquista de México.

Chantal López y Omar Cortés