Índice de Historia de la piratería de Philip GossePresentacion de Omar CortésCAPÍTULO PRIMERO del Libro IBiblioteca Virtual Antorcha

HISTORIA DE LA PIRATERÍA

PRÓLOGO




Escribir una historia de la piratería desde sus más remotos orígenes sería intentar lo imposible. Lo que se proponen las presentes páginas es mostrar las condiciones geográficas y sociales que precedieron al encumbramiento de la piratería; seguir sus ascensiones y sus decadencias, sus formas y sus vicisitudes; pintar los miembros más destacados de la profesión; y, por último, relatar cómo la piratería fue dominada gracias a la organización de las naciones, ayudada por la navegación a vapor y el telégrafo.

La búsqueda de los materiales necesarios para un relato de ese género obligó al autor a arrojar su red muy lejos e incluso hacia muchos afluentes secundarios de la historia y la literatura. Han aparecido ya dos o tres obras que intentan tratar en conjunto nuestro tema; pero las lagunas que contienen no han podido ser subsanadas sino investigando una serie de fuentes imprevistas. ¿Quién, por ejemplo, habría pensado encontrar materiales importantes sobre la Piratería en una vida de San Vicente de Paul, patrón de los filántropos prácticos?

y aun en tales condiciones no ha sido posible hallar, para ciertos períodos, la cantidad y calidad de detalles que permitan componer algo mejor que un cuadro sinóptico. Por esa razón el capítulo que trata de la piratería en la antigüedad ha sido reducido, de muy mala gana, a un simple apéndice. La silueta existe; mas el detalle que le impartiera vida por desgracia ha quedado perdido para siempre.

Una de las mayores dificultades con que tropieza el historiador de los piratas reside en el recelo que suelen mostrar sus héroes al contar sus propias proezas. El Pirata feliz, a diferencia del hombre afortunado de cualquier otro oficio, no buscaba la notoriedad y para ello tenía evidentes razones. Incluso podemos preguntarnos si aun el más listo de los periodistas, -admitiendo que aquel oficio se conservara en alguna forma moderna- lograría superar tal modestia. El pirata que había escapado al cadalso prefería retirarse a la sombra con su fortuna, y muy pocos han sido los que, empujados, sea por la necesidad de dinero, o sea por el ansia de gloria, se sintieron inducidos a escribir la historia de su vida.

Otro obstáculo ha sido la dificultad de determinar quién fue pirata y quién no lo fue. De una manera general se logró resolver este problema; pero existen algunos casos límites que desafían toda definición. Webster define al pirata como ladrón de alta mar; aquel que recurriendo a la franca violencia, se apodera en alta mar de los bienes de otra persona; particularmente aquel que adopte el hábito de cruzar con propósito de robo y de saqueo; asimismo aquel que robe en un puerto. Bajo tal punto de vista, resulta difícil determinar, por ejemplo, si Francis Drake ha sido pirata o no. Un español del siglo XVI habría contestado con una afirmación categórica, y hasta el inglés más patriota se ve obligado a admitir que los primeros viajes a América del héroe de la época de Isabel han sido pura piratería, aunque la mayor parte de sus expediciones marítimas fueran emprendidas por Drake, directa o indirectamente, en cumplimiento de una comisión emanada de la corona. Otros marinos célebres han imitado su ejemplo, aun cuando sus designaciones llevasen el sello de esos Estados que todavía no habían nacido o que ignoraban hasta la existencia del portador.

En general, los corsarios de esta especie deben quedar excluídos de la categoría estricta de los piratas, salvo cuando se hayan extralimitado con respecto a los términos de sus muy liberales comisiones.

Resulta imposible atestiguar mi gratitud a todos cuantos han contribuído con su ayuda o con sugestiones a la composición del presente libro. Doy las gracias al señor Oscar Lundberg de Upsala, quien me hizo conocer a varios piratas nórdicos; al señor L. C. Vrijman de la Haya, quien me permitió compulsar gran número de documentos relativos a los piratas holandeses y a los bucaneros, nuevos para mí; al señor Lubbock, por su autorización para reproducir partes del diario, hasta ahora inédito, de Eduardo de Barlow, el cual describe las actividades del capitán Kidd en el Mar Rojo y en el Océano Indico; en fin, al comodoro John Creswell por la molestia que se diera trazando el Viaje del capitán Bartolomeo Sharp por el Pacífico según el diario original del capitán John Cox, uno de los compañeros de Sharp: primer mapa fidedigno que indica el itinerario de los bucaneros durante el que tal vez fuese el más apasionado -y pletórico de incidentes- de todos los viajes.

También deseo expresar mi agradecimiento al señor G. E. Manwaring y a los demás oficiales de la London Library, quienes me han prestado una ayuda inapreciable; a la señorita Olivia Hawkshaw por su traducción de diversos libros noruegos y suecos; al señor Frank Maggs por sus investigaciones sobre publicaciones y manuscritos raros que tratan de la piratería; al director del Times por su permiso de reproducir ciertos extractos interesantes; y a la señora Dulan y socios, por el de utilizar los materiales tomados de The pirate's Who's Who.

Y quiero reservar un sitio último, pero no por eso menos importante, para dar las gracias al señor Milton Waldman por haber tenido la amabilidad de leer mi manuscrito y de contribuír con muchas sugeStiones valiosas.

Índice de Historia de la piratería de Philip GossePresentacion de Omar CortésCAPÍTULO PRIMERO del Libro IBiblioteca Virtual Antorcha