Índice de Historia del movimiento machnovista de Pedro ArchinoffConclusiónBiblioteca Virtual Antorcha

Apéndice

Orden del día N° 1 (1), del comandante en jefe del ejército revolucionario insurreccional de Ucrania, Batko Machno.

A todos los comandantes de la infantería, la caballería y la artillería, a todos los jefes del Estado Mayor, a todos los comandantes de plaza y de guarniciones. A todos los insurrectos revolucionarios, sin excepción:

1°) El fin de nuestro ejército revolucionario, así como de todo insurrecto que se una a él, es la lucha por la liberación de los trabajadores de Ucrania de toda opresión. Por eso cada insurrecto debe recordar que no hay lugar entre nosotros para aquellos que traten de satisfacer a espaldas de la insurrección revolucionaria sus instintos de lucro, de violencia o de saqueo a expensas de la apacible población judía.

2°) Todo insurrecto revolucionario debe recordar que sus enemigos personales, así como los del pueblo entero, son los burgueses ricos, ucranianos o judíos; los que montan la guardia al régimen de los burgueses, es decir, los comisarios soviéticos, los miembros de los cuerpos expedicionarios punitivos y de las comisiones extraordinarias que van de ciudad en ciudad y de aldea en aldea y atormentan al pueblo trabajador que rehúsa someterse a su dictadura. Todo insurrecto tiene el deber de detener y enviar al Estado Mayor del ejército a todo miembro de los cuerpos expedicionarios, de las Tchekas y de las otras instituciones que sirvan para la opresión y la subyugación del pueblo; y en caso de resistencia serán fusilados en el acto. Al contrario, toda violencia ejercida contra los pacíficos trabajadores de cualquier nacionalidad que sean será castigada con la muerte ignominiosa, indigna de todo guerrillero honesto.

3°) Las requisas y confiscaciones individuales, así como cambiar con los campesinos caballos y vehículos sin autorización escrita de los jefes de las tropas, serán severamente castigadas. Todo insurrecto debe darse cuenta de que ese género de requisas no podría menos que atraer hacia las filas del ejército insurreccional a los pícaros de la peor especie, sedientos de lucro y felices de poder perpetrar, cubriéndose con el nombre de los insurrectos revolucionarios, actos vergonzosos que arrojan la ignominia sobre nuestro movimiento de emancipación revolucionaria.

Apelo a los guerrilleros militantes para que tengan en cuenta ellos mismos el orden y el honor de nuestro ejército verdaderamente revolucionario e insurreccional y combatan todo acto de injusticia, tanto entre nosotros como contra el pueblo trabajador a quien defendemos. Ninguna injusticia debe partir de nosotros. No podríamos causar daño alguno a los hijos y a las hijas del pueblo trabajador, a quien queremos defender. Y todo insurrecto que perpetrara un acto semejante quedaría cubierto de vergüenza y se atraería el castigo del ejército revolucionario popular.

4°) Los intereses de la revolución y de una lucha bien comprendida por nuestras ideas exige que sea observada en nuestras filas la disciplina fraternal más rigurosa. El más profundo respeto y la más grande obediencia desde el punto de vista militar hacia todos los comandantes elegidos por nosotros son indispensables. La seriedad de la gran causa que nos ha tocado defender lo exige, si queremos llevarla a feliz término. Por eso exijo que los comandantes y los insurrectos guarden la consigna de la disciplina más severa en su servicio.

5°) Embriagarse con licores fuertes es un delito, pero un delito más grande sería para un insurrecto revolucionario el mostrarse embriagado por las calles.

6°) Todo insurrecto que se dirija de una aldea a otra debe estar dispuesto para el combate. Las relaciones con la población civil en las aldeas y en los caminos deberán ser ante todo afables y fraternas. Recordad siempre, camaradas comandantes e insurrectos, que somos hijos de trabajadores, que todos los trabajadores son nuestros hermanos. La causa por la cual combatimos es una gran causa que exige que seamos infatigables, generosos, llenos de afecto fraternal y de honor revolucionario. Por eso apelo a todos los insurrectos revolucionarios para que sean verdaderos amigos del pueblo y fieles y leales hijos de la revolución. En esto consiste nuestra fuerza y la suerte de nuestra victoria.

Batko Machno, comandante en jefe del ejército revolucionario insurreccional de Ucrania.

Dobrovelitchkovka, provincia de Kerson, 5 de agosto de 1919.




Notas

(1) Esta orden del día fue publicada en el momento de la unificación de la organización de todas las fuerzas de los insurrectos en un solo ejército, cuando, después de la retirada forzada de la región de Gulai-Polé, los destacamentos que habían servido con Grigorief y las tropas del ejército rojo llegadas de Novy Bug para unirse a los machnovistas, fueron incorporadas al ejército insurreccional en la región de Elisabetgrad y de Pomostchnaia.

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