Presentación

El ensayo que a continuación publicamos, Historia y política de México, del notable y destacadísimo intelectual mexicano Ignacio Manuel Altamirano (1834-1893), fue escrito en 1882, siendo presidente de México el guanajuatense, general Manuel González.

Altamirano, indiscutible representante de una importantísima corriente del Partido Liberal Mexicano, busca indagar las causas y razones de las desdichas, de los sufrimientos y de los desencantos por los que ha tenido que deambular la población mexicana en su tenaz lucha por la consolidación de un país libre y soberano.

Al encarar la historia de México, Altamirano pone a descubierto la presencia de movimientos e instituciones a medio hacer, como causas fundamentales de posteriores desencantos; así, por ejemplo, al sentenciar que el proceso de Independencia quedose únicamente en el terreno político, sin encarar la problemática social, presenta las bases para comprender las posteriores luchas que forzosamente habrían de generarse intentando su solución. De igual manera, al expresar que la Constitución federal de 1824, tan sólo sirvió como parapeto que justificase el cúmulo de prebendas y privilegios de las clases y sectores pudientes, presenta los elementos para comprender las terribles y, por momentos, auténticamente dramáticas pugnas en torno a la lucha por consolidar un sistema político-jurídico que tendiese a finiquitar las bases de esas prebendas y privilegios, que como muralla evitaban, y aún en la actualidad siguen evitando, un armónico desarrollo de la sociedad mexicana.

En fin, en este ensayo histórico, por cierto, poco conocido, Ignacio Manuel Altamirano nos conduce por la laberíntica historia política del México independiente, tratando de indicarnos lo que debemos evitar y, paralelamente, lo que tenemos, con prestancia y sin temores, que enfrentar. Sus juicios, lejos de encumbrar a ídolos de barro, buscan el equilibrio, y así, por ejemplo, la figura de Benito Juárez, ensalzada en cuanto a lo que en justicia merece, igualmente es cuestionada de cara a los errores cometidos.

Quizá la crítica más severa que podemos hacerle a Altamirano, es el preguntar cómo fue posible que no se hubiese dado cuenta a dónde forzosamente tendría que llegar el regimen porfirista; porque, siguiendo la metodología que él utiliza en esta, su Historia y política de México, era de preverse que bajo la guía de Porfirio Díaz, estaba incubándose, no el México armónico que Altamirano supuso, sino, muy por el contrario, un México convulso, un México feroz, en pocas palabras, y como muy atinadamente muchos años después lo expresaría el periodista norteamericano John Kenneth Turner, un México bárbaro.

A pesar de esto, la sabiduría contenida en este breve, pero sumamente substancioso ensayo histórico, permite reflexionar y redimensionar la historia política mexicana, cosa imprescindible para los momentos políticos y sociales actuales.

Chantal López y Omar Cortés