Presentación

Sin lugar a duda, el francés Hubert Lagardelle fue, en su momento, el más lúcido de los teóricos del sindicalismo revolucionario. Sus análisis son más profundos y atrevidos que los del mismo Georges Sorel, no digamos de los de Edouard Berth.

Lagardelle claramente destaca la importancia que el concepto de acción guarda para con el desarrollo y el fortalecimiento del sindicalismo revolucionario. En efecto, para él, es a partir de la acción de la clase trabajadora que puede emerger el cuerpo mismo del sindicalismo revolucionario, el cual no responde a una teoría apriorística sino que va tejiendo ésta de su misma práxis. Partiendo de este precepto, Lagardelle diferencia al sindicalismo revolucionario del anarquismo, al cual ve sujeto a la idea. Y aunque reconoce la existencia de lo que él mismo llama un anarquismo obrero, advierte que esa particular concepción anarquista tiende a chocar con el cuerpo mismo del anarquismo basado en las ideas.

Sin que compartamos del todo la opinión de Lagardelle, es innegable que los partidarios del anarquismo, concebimos el ideal libertario como algo a alcanzar. Ciértamente, y como él mismo lo afirma, quienes somos afines a las concepciones libertarias solemos darle una importancia particular a la literatura como vehículo de difusión, de información y, por ende, orientador de agrupaciones e individualidades. Somos, ciertamente, unos fanáticos apasionados de la cultura libresca y no nos avergonzamos de ello.

Con respecto a la sentencia que emite Lagardelle relativa a que los anarquistas pretenden tener bajo su control a los sindicatos, ciertamente en la historia ello se ha manifestado en más de una ocasión, e incluso en la actualidad sigue constituyendo un tema que suscita polémica en el seno del movimiento libertario internacional.

Mucha agua ha corrido bajo los puentes desde la época en que Lagardelle expresó sus concepciones en torno al sindicalismo revolucionario, sin embargo la nitidez de sus planteamientos mantiene una frescura que, no lo dudamos, será de inmediato advertida por quien se acerque a echarle un vistazo a esta edición virtual.

Chantal López y Omar Cortés