Índice de Del espíritu de las leyes de MontesquieuMontesquieu por Sainte-BeuveBiblioteca Virtual Antorcha

Presentación

La obra que aquí presentamos, Del espíritu de las leyes, del notable jurista y politólogo francés, Charles-Louis de Secondat, barón de La Bréde y de Montesquieu (1689-1775), fue publicada en 1748 en Ginebra. El impacto que de inmediato causó fue realmente notable, atrayéndose tanto elogios como duras críticas, sobre todo provenientes de los sectores jansenistas y jesuitas que en esa época se encontraban inmersos en una auténtica batalla campal por la hegemonía en el reino francés y quienes, por lógica, no veían con buenos ojos las ideas liberales prodemocráticas esbozadas por Montesquieu en esa obra. Como respuesta a estas severas críticas, Montesquieu escribió, en 1750, su Defensa del Espíritu de las leyes, obra que, para acabarla de amolar, la iglesia católica colocó entre su amplio catálogo de libros prohibidos.

La principal defensa que Montesquieu hacía de Del espíritu de las leyes, la expresa en el Prefacio de esta obra cuando enfatiza: Pido una gracia, y temo que no se me conceda: la de que no se juzgue por una lectura rápida un trabajo de veinte años; la de que se apruebe o se condene el libro entero, no un pasaje cualquiera o algunas frases. Quien desee buscar el designio del autor, no lo descubrirá sino en el conjunto de la obra.

Ahora bien, es necesario el que tengamos claro que esta obra, Del espíritu de las leyes, no puede ser calificada como una obra de avanzada, puesto que se encuentra prácticamente impregnada de un sentimiento conservador que en algunos pasajes raya en lo patético. En efecto, Del espíritu de las leyes, es una obra plenamente conservadora que si bien generó agudas críticas de sectores ultraconservadores franceses, ello se debió al particular momento político por el que deambulaba en aquellos años Francia. Ciertamente, es una obra monumental que, sin duda, muchísimo aportó a las ramas del conocimiento jurídico y político. Montesquieu mismo enfatizaba que se había tardado veinte años en escribirla, lo que evidentemente representó muchísima dedicación y esfuerzo de su parte.

Así, el autor de Cartas persas, publicada en 1721, y Consideraciones sobre las causas de la grandeza y decadencia de los romanos cuya publicación data de 1734, prácticamente se inmortaliza con la publicación de Del espíritu de las leyes.

No se puede pasar por alto lo por él expresado en una carta a Monseñor Cerati de fecha 18 de marzo de 1748, en donde, refiriéndose al trabajo realizado para la finiquitación del Libro vigesimooctavo de Del espíritu de las leyes, expresa: He pensado matarme en estos tres meses para acabar un libro sobre el Origen y las revoluciones de nuestras leyes civiles. Todo él contendrá por tres horas de lectura; pero yo os aseguro que de tanto trabajo se me han encanecido los cabellos.

Nosotros mismos sentimos en carne propia algo muy similar a lo expresado por Montesquieu mientras realizábamos la captura y el diseño de esta edición cibernética, porque realmente la hechura de la presente edición virtual nos saco dos que tres canas verdes.

Ni duda cabe que la lectura o consulta de Del espíritu de las leyes es básica para fortacer el acervo cultural de cualquier persona, o sea, aunque por desgracia se le considere como una obra clásica, lo que en lenguaje llano significa: aburrida y, como sucede con toda aquella obra considerada como clásica, termine siendo una obra de la que todo mundo habla pero que nadie ha leido, el acercarse a hojear Del espíritu de las leyes realmente es una deliciosa aventura, un exquisito ejercicio intelectual que nos acerca a temas interesantísimos como lo son el derecho romano republicano, el derecho bárbaro, el derecho franco y, por si todo eso fuese poco, el derecho feudal. Así, el recorrido por instituciones y leyes del pasado remoto, definitivamente no sólo es atractivo desde el punto de vista intelectual, sino sumamente divertido.

Desde el punto de vista llamémosle técnico, la captura y el diseño de esta edición cibernética, realmente constituyó todo un reto para nosotros. En primer lugar, la extensión de la obra (cerca de mil páginas), así como el diseño que ideamos para hacer accesibles los treinta y un libros que la forman, logrando que en cada libro el interesado pueda desplazarse en su interior accediendo a los capítulos de su interés, nos llevo un considerable tiempo que se extendió por más de dos meses. Igualmente el innumerable número de notas, y el contenido de muchísimas de ellas en latín, nos mareo de tal forma que llegó el momento en que prácticamente ya no sabíamos si era de día o de noche. Igualmente tuvimos que dividir el contenido de algunos libros en dos o más archivos puesto que su extensión rebasaba por mucho el límite para un acceso rápido y efectivo a todos aquellos interesados en consultar o leer esta obra, que no cuenten con conexión de banda ancha.

Todos estos detallitos a los que hemos hecho referencia, ciertamente convirtieron, por momentos, nuestra labor de captura y diseño en algo francamente tedioso y bastante enojoso, lo que hasta cierto punto nos llegó a privar del placer de la lectura de Del espíritu de las leyes conforme ibamos avanzando en su captura y diseño. Todo este cúmulo de problemillas en nada afectarán a quien por curiosidad, interés de estudio o profesional, o simplemente por placer, se adentre en la lectura de tan interesante y divertida obra.

Para finalizar diremos que la edición que hemos colocado aquí, en nuestra Biblioteca Virtual Antorcha, es una edición completa. Subrrayamos esto porque la edición en papel de Del espíritu de las leyes que circula en México, no es la edición completa, sino un compendio.

Chantal López y Omar Cortés

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